La madre Maravillas de Jesús fue
beatificada por el Beato Juan Pablo II el 10 de mayo de 1998 junto a otros 11
Siervos de Dios. En su homilía el Santo Padre Juan Palbo II decía de ella: http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/homilies/1998/documents/hf_jp-ii_hom_10051998_sp.html
“La madre Maravillas de Jesús, también ella carmelita descalza, es
otro ejemplo luminoso de santidad que la Iglesia propone hoy a la veneración de
los fieles proclamándola beata. Esta insigne madrileña buscó a Dios durante
toda su vida y se consagró enteramente a él en la vida recoleta del Carmelo.
Fundó un monasterio en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de España,
junto al monumento al Sagrado Corazón, al cual se había consagrado la nación.
Debiendo salir del convento a causa de la guerra civil, puso todo su empeño en
asegurar la pervivencia de la orden, lo que la llevó a realizar numerosas
fundaciones, que ella quiso estuvieran presididas por el espíritu de
penitencia, de oblación y recogimiento, característico de la reforma teresiana.
Persona muy conocida en su época, supo aprovechar esa circunstancia para
llevar muchas almas a Dios. Las ayudas que recibía, las empleó todas en
socorrer monasterios, sacerdotes, seminarios y obras religiosas en necesidad.
Por ello, son tantos los que le están agradecidos. Fue priora durante casi toda
su vida religiosa, siendo como una verdadera madre para sus hermanas. Vivió
animada por una fe heroica, plasmada en la respuesta a una vocación austera,
poniendo a Dios como centro de su existencia. Tras haber sufrido no pocas
pruebas, murió repitiendo: «¡Qué felicidad morir carmelita!». Su vida y su muerte
son un elocuente mensaje de esperanza para el mundo, tan necesitado de valores
y, en ocasiones, tan tentado por el hedonismo, el hacer fácil y el vivir sin
Dios.”
La canonización tuvo lugar en la
Plaza Colon de Madrid el 4 de mayo ded 2003, último viaje de Juan Pablo II a España. En su homilía
decía el Papa: Santa
Maravillas de Jesús vivió animada por una fe heroica, plasmada en la
respuesta a una vocación austera, poniendo a Dios como centro de su existencia.
Superadas las tristes circunstancias de la Guerra Civil española, realizó
nuevas fundaciones de la Orden del Carmelo presididas por el espíritu
característico de la reforma teresiana. Su vida contemplativa y la clausura del
monasterio no le impidieron atender a las necesidades de las personas que
trataba y a promover obras sociales y caritativas a su alrededor.
Invito
visitar el blog del padre Eduardo
Y mis posts etiquetados Carmelo:
MUY FELIZ DIA A MIS AMIGAS LAS HERMANAS CARMELITAS DE GUALEGUAYCHU!!
Siempre las recuerdo con entrañable cariño!
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