Hoy se celebra la fiesta litúrgica de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro, patrona de los misioneros redentoristas .
El icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso, muy cerca
de la Basílica de Santa Maria la Mayor en Roma. Los redentoristas abren hoy las
celebraciones del 150º aniversario de la entrega de la imagen de Nuestra Señora
del Perpetuo Socorro a la Congregación del Santísimo Redentor (redentoristas)
por parte del Beato Papa Pìo IX, con la intención de darla a conocer al mundo
entero. Las celebraciones culminaran el 27 de julio de 2016. En la página de
Corazones Org podemos leer una detallada historia de esta imagen original y de
la devoción a Nuestra Señora.
Esta imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro también
se venera en la Basílica menor en honor a la Presentación de la Santísima Virgen, iglesia parroquial
de Karol Wojtyla, cuyos orígenes datan de 1325.
El Papa Juan Pablo II en su viaje apostólico de 1999 también visitaba su
pueblo natal. En esa ocasión con
profunda emoción, pues no solo visitaba
sus orígenes, su gente y sus lugares, sino que también coronaba la tan querida
imagen de Ntra. Señora expresaba “con veneración beso también el umbral de la
casa de Dios, de la iglesia parroquial de Wadowice, y en ella el baptisterio,
en el que fui injertado a Cristo y acogido en la comunidad de la Iglesia.” Después dirigía sus pasos “a la capilla de la Santa Cruz, para contemplar nuevamente el rostro de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro en su imagen de Wadowice. Lo hago con una alegría
particularmente grande hoy porque tengo la posibilidad de coronar esta imagen,
como signo de nuestro amor a la Madre del Salvador y a su Hijo divino. Es un
signo muy elocuente sobre todo porque, como me han dicho, estas coronas han
sido confeccionadas con vuestras joyas, algunas muy valiosas, que están unidas
a un recuerdo particular, a alguna circunstancia especial, a pruebas o a
nobilísimos sentimientos familiares, de esposos o novios. Y a ese regalo
material habéis añadido el don del espíritu, la oración de consagración a la
Madre de Cristo que visitó vuestras casas. Estad seguros de que vuestro amor
ardiente a María nunca quedará sin recompensa. Precisamente este vínculo
recíproco de amor es, en cierto sentido, portador de gracias y prenda de una
ayuda incesante, que, por obra de María, recibimos de su Hijo divino.”
Invito leer la homilía completadel Papa Juan Pablo II donde recuerda con mucho afecto lugares, personas y
costumbres de su querido pueblo.
1 comentario:
Gracias Ludmila por estas palabras! 👏🌷💖
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