El
15 de abril del año 2003 el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede,
Joaquín Navarro-Valls comunica que el Papa Juan Pablo II quiere devolver a
Rusia el icono de Nuestra Señora y que se estaba evaluando ocasión y forma de
entrega. Navarro Valls hace esta declaración después que una radioemisora
polaca hablara de un posible viaje del Papa a Mongolia con escala en Kazan.
Juan Pablo II soñaba con visitar Rusia (ningún Pontífice lo había hecho) pero
para su gran dolor no se dieron las condiciones.
En julio de 2004 Navarro-Valls, que acompañaba al Papa durante sus vacaciones
en Les Combes hablando con los periodistas, antes del rezo
del Angelus, preguntado sobre la decisión del Papa de donar a la Iglesia
ortodoxa Rusa el icono sagrado de la Virgen de Kazan respondió: "La
devolución no está relacionada con la posibilidad de un encuentro entre el Papa
y el patriarca Alexio II en Rusia. Había quedado claro desde el
principio". El Santo Padre, añadió, "considera que los tiempos están
maduros para donarla".
En
el Ángelus del 22 de agosto de 2004 el mismo
Santo Padre Juan Pablo II desde Castelgandolfo invitaba a los fieles a
dirigirse junto a él a la “Virgen María, venerada con el título de Madre de
Dios de Kazan. Su icono, que salió de Rusia en la década de 1920 del siglo
pasado, después de largas etapas en diversos lugares, llegó hace algunos años
al apartamento del Papa, y desde ese momento ha velado sobre su trabajo diario.
Ahora, me alegra anunciar que una delegación especial llevará este icono, que
tanto aprecio, a Su Santidad Alexis II, Patriarca de Moscú y de todas las
Rusias.
El
próximo miércoles, 25 de agosto, en la audiencia general,
oraremos con los fieles en torno a este icono. Desde ahora encomendamos a
María, Madre de la unidad y del amor, todas nuestras súplicas por el bien de la
Iglesia y de toda la humanidad.”
Y en la Audiencia General del miércoles 25 de agosto, el “venerado icono de la Madre
de Dios de Kazan” fue expuesto solemnemente y honrado con una Liturgia Especial
de la Palabra. Emocionado y agradecido Juan Pablo II –confiaba a la audiencia
durante la homilía de la celebración de la Palabra “¡Cuántas
veces he invocado a la Madre de Dios de Kazan, pidiéndole que proteja y guíe al
pueblo ruso, que le tiene tanta devoción, y que apresure el momento en que
todos los discípulos de su Hijo, reconociéndose hermanos, restablezcan
plenamente la unidad rota! Desde el inicio, - agregaba - deseaba que este santo
icono volviera a la tierra de Rusia, donde -según acreditados testimonios
históricos- durante muchísimos años fue objeto de profunda veneración por parte
de enteras generaciones de fieles. En torno al icono de la Madre de Dios de
Kazan se ha desarrollado la historia de ese gran pueblo”.
Después de la Oración el Papa le encomienda al cardenal
Walter Kasper, presidente del Consejo pontificio para la promoción de la unidad
de los cristianos y jefe de la delegación de la Santa Sede entregar el icono en
“manos de nuestro hermano el Patriarca Alexis II y a través de él a la santa
Iglesia ortodoxa rusa y a todo el pueblo ruso. ”
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