Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 25 de febrero de 2022

El icono “peregrino” de Kazan (2 de 6)

 


En ocasión del rezo del Ángelus del domingo 22 de agosto, el Papa anuncia la inminente donación. El 25 de agosto, durante la audiencia general, el icono, solemnemente expuesto, es honrado con una especial Liturgia de la Palabra.  «Hace más de diez años que de modo providencial llego esta imagen a mi casa – confió Juan Pablo II en la homilía – Desde entonces, ha encontrado en mi un lugar y ha acompañado con su mirada materna mi diario servicio a a Iglesia.» 

El Papa confía a Maria las palabras que habría querido decir personalmente al Patriarca de Moscú y a toda la Iglesia rusa:  «Esta antigua imagen de la Madre del Señor le hable a su Santidad Alexio II de nuestro afecto, de nuestra estima por la Santa Iglesia rusa, de nuestro deseo y de nuestro firme propósito de acelerar el día de la unidad», y, conmovido, se despide del icono con un último beso.

El 26 de agosto fue expuesto el icono a la veneración de los fieles en San Pedro. La mañana del 28, en la estupenda catedral de la Dormición en el Kremlin, después de una solemne Liturgia celebrada por el Patriarca Alexio II, la delegación vaticana, presidida por el cardenal Kasper, hace entrega del icono. Una ceremonia emocionante, ciertamente, pero con una ausencia escandalosa: la ausencia del donante, signo elocuente de la escandalosa división entre los cristianos.

Es asi como se sucedieron las cosas. Pero hubiesen podido suceder en modo diferente. Algunas veces la utopía o la profecía prevalecen sobre la política o la diplomacia. Ocurren y después nunca más se olvidan. Este sería uno de esos casos.

El Papa Wojtyla soñaba a lo grande.  Soñaba con la ocasión magnifica de ver unidos dos pueblos, el polaco y el ruso, a menudo enemigos, y dos confesiones cristianas, católicos y ortodoxos, también a menudo recíprocamente desconfiados. ¿Quién podría olvidar al papa polaco dentro del Kremlin de Moscú? ¿Quién podría olvidar a un papa polaco que restituye a los rusos el icono que les “libró” de los polacos? Finalmente pasarían más de 10 años hasta que durante los últimos meses de vida de Juan Pablo II pudiera realizarse la tan ansiada devolución de este icono realizado en madera de tilo que en el 2003 una comisión mixta de expertos vaticanos y rusos declarara autentico y correspondiente a la primera mitad del 1700.

Al icono peregrino faltaba una última etapa de 800 kms, los que separan a Moscú, capital de Rusia, de Kazán, capital del Tatarstán, una de las 21 Republicas de Rusia.

Las autoridades de Tatarstán, musulmanas como la mayoría de sus 4 millones de habitantes, prepararon enseguida una digna morada para el icono. Reconstruyeron la catedral de la Anunciación de Kazán, y allí, el 25 de julio de 2005, ante la presencia de diez mil peregrinos, el patriarca Alexio II entregó el icono, precisamente en el año en que Kazan festejaba los 800 años de su fundación.

El alcalde de Kazán, musulmán, que tanto hizo para volver a tener el icono en su ciudad, y su más intimo colaborador para las cuestiones religiosas, Dmitrij Khafizov, cultivan un gran sueño: hacer de Kazán la punta de un triangulo para los peregrinos de todo el mundo. Para ello se está construyendo un gran Centro de acogida de peregrinos. Las tres puntas serian Roma, Fátima, Kazán.

 

Sergio Mercanzin, Director del Centro Rusia Ecuménica en Roma.

(publicado originalmente en Totus Tuus, revista de la Postulación de la Causa de Beatificación y Canonización de Juan Pablo II

 

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