Vigesimoprimera
conferencia (meditatio): «después vuelve
y presenta tu ofrenda…» (del sermón de la Montaña)
¿Cuál
es la relación entre la «reconciliación con el hombre» y la «ofrenda»
presentada a Dios? Puede decirse que la misma que entre la dimensión de la
espiritualidad «para la gente» (en cierto modo horizontal) y la dimensión «para
Dios» (vertical. Cristo dice: «después vuelve y presenta tu ofrenda»; esto es :
toda la dimensión «para el hombre» debe estar enraizada en la dimensión «para
Dios». Al mismo tiempo, la dimensión «para Dios») tiene que pasar a la dimensión
«para los hermanos». Este es el centro eterno de la espiritualidad evangélica.
«Secularización
= no volver al altar»… Así pues, el sistema de valores humanos: justicia,
fraternidad, solidaridad, tiene una génesis cristiana, lo cual reconoce la civilización
contemporánea, pero de lao cual trata de distanciarse. Cristo es [ilegible en
el original] solo un «hombre para los demás», pero sin relación con la realidad
pascual: la cruz, la resurrección.
La
Iglesia se implica en toda esta dimensión humana de la civilización del amor,
como consecuencia del misterio pascual, que constantemente purifica y da
profundidad todo lo que humanamente crea
esta dimensión.
Por
lo tanto, hay que «volver» a ofrecer el don con Cristo. El Reino de Dios ya
está presente en el mundo. Solo en el Señor Resucitado, en el reino
trascendente, que es don de Dios, encuentra su cumplimiento todo lo humano. Sin
eso, queda siempre un hambre espiritual…
(tomado de las
meditaciones del 13 de marzo de 1987 de JUAN PABLO II Estoy en tus
manos Cuadernos personales 1962-2003 publicado por Planeta, 2014).
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