Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 27 de diciembre de 2019

Javier Lozano Barragán: Las tres partes de Veritatis Splendor



Como es sabido VeritatisSplendor tiene tres partes:
En la primera se asienta la base plena de moralidad;  en la segunda se tratan problemas fundamentales acerca de la libertad, la ley, la verdad, la conciencia, la opción fundamental y el acto moral y en la tercera;  sus consecuencias para la vida de la Iglesia y del mundo, el martirio, la universalidad de la norma, la vida social  y política, la gracia, la nueva Evangelización y el servicio de los teólogos y los pastores.
Especificando más:
En el primer capítulo el Papa nos dice que la norma moral cristiana es el seguimiento de Cristo. Cristo se lo propone al joven rico: Dios es el único bueno, por tanto la única normal. El camino son los 10 mandamientos. Se perfeccionan por el seguimiento pleno de Cristo en un amor total a Él y a los demás.
En el capitulo segundo afirma que se han relativizado hoy las normas éticas. Se quisiera tener solo una certeza matemática. Como en moral los hombres piensan diferente en cuanto a las normas estiman que no existe así ninguna valida y hay que contentarse con la sabiduría de cada uno Aun entre algunos teólogos se suele decir que hay que tener una norma suprema que es el amor a Dios y a los demás, esa es la opción fundamental, de aquí se deducirán algunas leyes que siempre habrá que cumplir. Pero hay otras que se llaman “premorales” y son las que se refieren al cuerpo, como la salud, a la integridad vital, la reproducción, etc. Estas se miden de acuerdo a la opción fundamental descrita y a los principios prácticos del teleologismo, consciencialismo y proporcionalismo. De manera que no hay acciones buenas o malas en si sino que todo depende de la intención con la que se hagan. Lo bueno es lo mejor en este caso concreto. El Papa reacciona contra esta manera de pensar y afirma que contra este maniqueísmo hay que afirmar fuertemente la unidad cuerpo y alma y la moralidad como un todo. Verdad y libertad es otro de los puntos básicos que considera aquí el Santo Padre; la libertad no es fuente de verdad ni por tanto, puede ser autónoma.
En el tercer capítulo se reconoce la dificultad de actuar bien, que solo se logra con la gracia de Dios, por la fuerza del Espíritu Santo, los santos son el ejemplo de superación a esta dificultad, en especial los mártires. El Magisterio ayuda a encontrar la verdad moral, asi se propicia el dialogo con los teólogos moralistas.

No hay comentarios: