Te Deum laudamus!
Otro año
termina. Con viva conciencia de la fugacidad del tiempo, nos encontramos
reunidos esta tarde para dar gracias a Dios por todos los dones que nos ha
concedido…
Te Deum laudamus! Te damos gracias, Padre, porque, en la plenitud de los
tiempos, enviaste a tu Hijo (cf. Ga 4, 4), no para juzgar al
mundo, sino para salvarlo con inmenso amor (cf. Jn 3, 17).
Te damos gracias, Señor Jesús, nuestro Redentor, porque quisiste asumir
de María, Madre siempre Virgen, nuestra naturaleza humana… queremos agradecerte
con el fervor más intenso el don de tu Cuerpo y de tu Sangre
en el Sacramento del altar.
Te alabamos y te damos gracias, Espíritu Santo Paráclito, porque nos
haces tomar conciencia de nuestra adopción filial (cf. Rm 8,
16) y nos enseñas a dirigirnos a Dios llamándolo Padre, "Abbá"
(cf. Jn 4, 23-24; Ga 4, 6).
…
"Salvum fac populum tuum, Domine", "Salva a tu
pueblo, Señor". Te lo pedimos esta tarde, por medio de María, al celebrar
las primeras Vísperas de la fiesta de su Maternidad divina.
Santa Madre del Redentor, acompáñanos en este paso al nuevo año. Obtén para
Roma y para el mundo entero el don de la paz. Madre de Dios, ruega por
nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario