“La familia, fundada sobre el
matrimonio entre el hombre y la mujer, está también llamada al igual que la
Iglesia a ser imagen del Dios Único en Tres Personas. Al principio, en efecto,
«creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los
creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: “Creced, multiplicaos”» (Gn 1,
27-28). Dios creó el ser humano hombre y mujer, con la misma dignidad, pero
también con características propias y complementarias, para que los dos fueran
un don el uno para el otro, se valoraran recíprocamente y realizaran una
comunidad de amor y de vida. El amor es lo que hace de la persona humana la
auténtica imagen de la Trinidad, imagen de Dios. Queridos esposos, viviendo el
matrimonio no os dais cualquier cosa o actividad, sino la vida entera. Y
vuestro amor es fecundo, en primer lugar, para vosotros mismos, porque deseáis
y realizáis el bien el uno al otro, experimentando la alegría del recibir y del
dar. Es fecundo también en la procreación, generosa y responsable, de los
hijos, en el cuidado esmerado de ellos y en la educación metódica y sabia. Es
fecundo, en fin, para la sociedad, porque la vida familiar es la primera e
insustituible escuela de virtudes sociales, como el respeto de las personas, la
gratuidad, la confianza, la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación.
Queridos esposos, cuidad a vuestros hijos y, en un mundo dominado por la
técnica, transmitidles, con serenidad y confianza, razones para vivir, la
fuerza de la fe, planteándoles metas altas y sosteniéndolos en la debilidad.
Pero también vosotros, hijos, procurad mantener siempre una relación de afecto
profundo y de cuidado diligente hacia vuestros padres, y también que las
relaciones entre hermanos y hermanas sean una oportunidad para crecer en el
amor.”
lunes, 4 de junio de 2012
Benedicto XVI : “la vida familiar : primera e insustituible escuela de virtudes sociales”
Etiquetas:
Benedicto XVI,
Encuentro Mundial de Familias
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