Me
acerco a estos rincones (sé que no son como antes).
Encuentro
mercaderes que venden higos.
Veo
correr chiquillos que ofrecen fotos y sellos envueltos en celofán.
En
los puestos te invitan con voz gutural.
Llega
alguna palabra en italiano, en inglés, hasta en polaco.
Me acerco a estos rincones. El lugar
Es importante, porque es un lugar sagrado.
Desplazaron las piedras,
Rellenaron desmontes y desniveles,
Las arenas fueron de un sitio a otro.
Ni un granito queda de aquellos tiempos.
La identidad, sin embargo, no consiste en esto:
Un lugar se identifica por su contenido.
Busco los lugares que para siempre Tú llenaste
Con tu presencia.
No vengo para llenarlos, sino para que ellos llenen
mi vacío.
¡Cuántas veces has tenido que transformarte
Para que fuera algo mío
Lo que al principio era sólo tuyo!
¡El primer lugar que El conoció
No era un sitio exterior, era el vientre
De su madre! ¡Oh, si pudiera
Pensar que las piedras de Nazaret, esas piedras
Por las que estoy pasando,
Son las que ella tocaba con los pies, ella
Que era entonces el único lugar de este mundo
Dónde estabas! ¡Seria un encuentro contigo
A través de las piedras que tocaron
Los pies de tu Madre!
(Karol Wojtyla: Peregrinación a los Santos Lugares, 3. Identidades
Karol
Wojtyla: Poesìas (Biblioteca de Autores Cristianos,Madrid)
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