De las palabras del Santo Padre Benedicto XVI tanto en las ceremonias que
tuvieron lugar con motivo de su viaje apostólico como en la despedida podemos
entrever su dolor ante el sufrimiento y la muerte, su intensa búsqueda de paz y reconciliación en
Oriente Medio y su profundo deseo de unión entre hermanos para «que todos sean uno» (Jn 17,21). Benedicto XVI invito a trabajar “sin descanso para
que nuestro amor por Cristo nos conduzca paso a paso hacia la plena comunión
entre nosotros y citó su Exhortación
apostólica Ecclesia
in Medio Oriente, que acababa de entregarles.
En el Ángelus desde Beirut se dirigía a “María, Nuestra Señora del Líbano, en torno a
la cual se encuentran cristianos y musulmanes.” Y se preguntaba ¿Por qué tanto horror? ¿Por qué tanta muerte? Apelando
a la comunidad internacional y a los “países árabes de modo que como hermanos,
propongan soluciones viables que respeten la dignidad de toda persona humana,
sus derechos y su religión.” “Quien quiere construir la paz – decía - debe
dejar de ver en el otro un mal que debe eliminar. No es fácil ver en el otro
una persona que se debe respetar y amar, y sin embargo es necesario, si se
quiere construir la paz, si se quiere la fraternidad (cf. 1 Jn 2,10-11; 1
P 3,8-12).”
Joan Lewis de EWTN subrayaba en su blog que esta visita pastoral
había sido "densa en contenido y contexto, significado y simbolismo...Una
visita historica tanto para el Líbano como para el Santo Padre con una multitud
agradecida por el coraje de Benedicto XVI en realizar esta visita en un contexto
difícil en la cual las medidas de seguridad fueron impecables y las palabras
del Papa inspiradoras para autoridades civiles y religiosas, para los jóvenes,
para los musulmanes y todos los lideres religiosos."
No hay comentarios:
Publicar un comentario