Mis varios viajes a la tierra de Juan Pablo II nunca
coincidieron con los 12 días que, como mujer, podía visitar el Monasterio deBielany,
En un principio,
y a falta material propio sobre el
Monasterio, costaba escribir un post basado solo en otras publicaciones y sin suficientes datos para
investigar más a fondo. Con el tiempo
fui descubriendo un mundo y más secretos de este misterioso, único, santo lugar, en cierta manera tan exclusivo (son
pocos los Camaldulenses en número . aunque dicen que los últimos años había lista
de espera - presentes en varios países) lugar tan apreciado
por Karol Wojtyla/Juan Pablo II . Cuando
comencé a investigar me llamo mucho la atención que ninguno de los biógrafos
más cuidadosos y completos (al menos del
material en mi poder) George Weigel
y Adam Boniecki (en el Kalendarium) hablaran del lugar. Weigel ni lo menciona y
Boniecki muy al pasar (como invitando a investigar). Tampoco Juan Pablo II hablo mucho de Bielany.
Pero tampoco habló de Wigry, aunque es diferente la
historia pues ya no es Monasterio, sino lugar de hospedaje. Wigry ubicado en una península, cerca del
pueblo asi llamado, fue monasterio de
Camaldulenses, inicialmente una isla luego artificialmente unida al continente.
En Polonia me entere que era otro lugar caro a Karol Wojtyla y solia frecuentar. Tambien fue a visitarlo en 1999 durante su viaje
apostólico como Papa - recordando sus tantos
descensos en canoa con los jóvenes de Cracovia.
En Levantaos Vamos Juan Pablo II en el apartado “Colaboración con las
órdenes religiosas” admite “He tenido siempre buenas relaciones con las órdenes
religiosas y he colaborado con ellas.”
En
Don y Misterio Juan Pablo II dice
“Durante un cierto tiempo consideré la posibilidad de entrar en el Carmelo. Las
dudas fueron resueltas por el Arzobispo Cardenal Sapieha, quien -con el estilo
que lo caracterizaba- dijo escuetamente: "Es preciso acabar antes lo que
se ha comenzado''. Y así fue.
Evidentemente su inclinación natural de entrar en una orden religiosa había nacido temprano y aunque después no prospero siempre mantuvo ese contacto estrecho con todas y con algunas en especial, carmelitas, benedictinos y la rama de los camaldulenses,, muy estrechos también ya como Papa y en su Carta Apostólica Sanctorum Altrix plasma su cercanía con los benedictinos y su “camino de vida”, sus ramas o federaciones.
Es difícil comparar Tyniec con Bielany aunque básicamente se trata de la misma orden; considero que el mundo benedictino de Tyniec, mas cercano, mas ampliamente visitado significo para Karol Wojtyla un lugar abarcador, de apertura, de encuentros “hacia afuera”, abierto a todo el mundo, y Bielany (camaldulenses – una rama de los benedictinos) un solaz espiritual más profundo, mas intimo y más exigente donde Karol Wojtyla/Juan Pablo II necesitaba sumergirse íntimamente para recobrar fuerzas. “en la soledad se intensifica la oración con una ciertariqueza personal”.
Quizás sea por ello que no deseaba hablar de
esa parte de su vida, silencio que los biógrafos optaron por respetar.
Marzena
Florkowska dice en su libro Padre Piotr –
Benedictino, camaldolulense “ hoy la extraordinaria personalidad del Padre
Piotr es apreciada por más y más personas que tuvieron la oportunidad de
conocerlo en su camino. Muchos lo consideran una de las figuras más
importantes de la vida monástica en Europa en el siglo XX. Su vida
colorida y dramática lo hizo extremadamente auténtico en sus consejos como
amigo y director espiritual.
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