Vuelvo al Coloquio a 30 años de la guerra deMalvinas, Mediaciones Pontificias y Transiciones políticas a la democracia en
América Latina, presentado por el Instituto de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales
y la Cátedra Juan Pablo II de la UCA.
La UCA – tal como lo hace usualmente – publicará todas las
ponencias en forma de libro en unos meses. El Lic. Marco Gallo tuvo la
gentileza de facilitarme la suya - aclarándome que es una síntesis - que aquí publico con su permiso en
11 posts. Muchas gracias nuevamente Lic. Gallo por este “anticipo”.
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(Wikipedia : Fragmento del mapa de Piri Reis de 1513, donde se observan unas islas que podrían ser las Malvinas)
(Wikipedia : Fragmento del mapa de Piri Reis de 1513, donde se observan unas islas que podrían ser las Malvinas)
Marco Gallo: “El caso argentino; la acción pacificadora de Juan Pablo II con motivo
de la guerra de las Malvinas y su rol para favorecer la vuelta a la democracia”
(1 de 11) Introducción
"La
acción pacificadora desarrollada por Juan Pablo II es conocida en Argentina en
relación a la contienda con Chile por el canal del Beagle y la exitosa
mediación papal que evitó al final de los años Setenta una guerra con ese país,
de imprevisibles consecuencias. Lo que hoy queremos analizar es el rol
protagónico jugado por el pontífice polaco para poner fin al dramático
conflicto entre Argentina e Inglaterra, respecto a la soberanía de las Islas
Malvinas/Falklands del Atlántico Sur. Este conflicto se desencadena el 2 de
Abril de 1982 con la invasión a las
islas por parte de las tropas argentinas enviadas por un régimen militar agotado
y que ha sembrado mucha desilusión entre la población civil. La reacción de Inglaterra
no tarda en llegar con el envío de su flota. Las Naciones Unidas, por su parte,
condenan la unilateralidad de la acción del país latinoamericano. Es dable
destacar que la presente exposición no considerará ni la génesis ni las razones
del conflicto, como así tampoco las reivindicaciones de las islas de parte de
Argentina o las razones de la intervención inglesa, dado que el eje se orienta
puntualmente a la acción papal.
Ante un conflicto que ve a dos países
cristianos como protagonistas, Juan Pablo II desde el comienzo aboga por la
paz, en la búsqueda de un razonable negociado que respete el derecho
internacional. La crisis con Chile ya había evidenciado a la diplomacia
vaticana la dificultad para encontrar soluciones compartidas entre los
beligerantes.
El nuevo conflicto crea preocupación en la
diplomacia de la Santa Sede y engendra temores frente a un cuadro mundial donde
la guerra fría en América Latina había recrudecido con la guerra civil
salvadoreña desatada tras la muerte de Mons. Romero en 1980 y sucesivamente la
revolución sandinista en Nicaragua. No obstante esto, como nota Marco Mugnaini1,
este conflicto se puede colocar fuera de los esquemas de la guerra fría. Hay
que tener en cuenta, además, que la pugna se desencadena mientras se desarrollaba
la mediación vaticana entre Chile y Argentina por el canal del Beagle. Sobre la
actitud decidida del pontífice, Andrea Riccardi nota agudamente que “la
imparcialidad tradicional en los Papas con dos países en guerra, en Juan Pablo
II se resuelve con el apasionamiento por la intervención a favor de la paz, que
a veces parece ir más allá de los límites de la prudencia tradicional.”2
La visión wojtyliana de las relaciones
internacionales emerge también en este caso específico. Es una “teología de las
naciones para la cual – observa el mismo Riccardi – los pueblos no se
encuentran plenamente expresados por los Estados”. Consecuencia directa de esta
original concepción es que la comunidad internacional es considerada como “una
familia de naciones”. En esta perspectiva, en el centro del conjunto de
relaciones internacionales, deben situarse las Naciones Unidas, visto como
órgano de control de todas las tensiones que se desatan por el planeta pero
también como espacio de diálogo y de afirmación del derecho de cada nación."
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