El 6 de marzo de 2003
el Cardenal
Joseph Ratzinger presentó en El Vaticano (*)el poema de Juan Pablo
II “Triptico romano – Meditaciones” - El Cardenal Ratzinger explicó en
la presentación que “ la obra comprende tres paneles: el primero
"Arroyo"; refleja la experiencia de la creación, su belleza y su
dinamismo…..se detiene casi con timidez en el umbral…busca el manantial y
recibe la indicación “Si quieres encontrar el manantial, debes proseguir hacia
arriba, contracorriente”….esta es la clave de lectura de los dos paneles
siguientes….ascensión “contracorriente”. La peregrinación espiritual realizada
en este texto conduce hacia el “Principio”. A la llegada la verdadera sorpresa
está en que “ el inicio” desvela también el “final”…(ver texto en español) el
centro verdadero y propio del segundo panel es el “origen” "Meditaciones
sobre el Libro del Génesis" ...y la verdadera visión del Triptico romano
se revela claramente en el tercer panel "Monte en la Región de Moria"… la
subida de Abraham y de Isaac al monte Moria, al monte del sacrificio, del
donarse sin reservas….”
Mientras que el ilustre profesor Giovanni Reale,
filósofo italiano, especialista en Platón; comenta
que “ es un texto poético, bello y conmovedor, pero no es de fácil lectura
si no lo encaramos con un previo pre-conocimiento. Nos llama también a tener en
cuenta la doble raiz de la composición: la polaca y la romana…..que se unen
armónicamente en una doble voz..”
De Bogdan Piotrowski, Director del
Departamento de Lengua y Literatura del Instituto de la Universidad de La Sabana de Bogotá, Colombia,
traductor de la obra al español, publicada por la Universidad Católica
San Antonio, Murcia, 2003, recogemos el siguiente comentario:
“Qué fuerte y asombrosa fue la vocación poética de Karol Wojtyła! Lo
atestigua su creación conocida, de 65 años de duración desde los primeros versos,
firmados a la edad de dieciocho años, hasta el Tríptico romano, escrito en el
otoño de su vida y publicado en 2003, cuando tenía 83 años. Esta vocación
adquiere un significado especial si reconocemos que no es usual que los papas
escriban versos, que sean poetas. Fijémonos, igualmente, en su edad avanzada.
La necesidad interior de cultivar la palabra artística lo caracterizó desde los
años mozos hasta la muerte. Ella surgía pese a las rutinas y a los protocolos
porque respondía a un objetivo superior: cumplir su deber como hijo de Dios. Un
apreciado profesor de su alma máter en Cracovia, Jan Blonski, publicó, todavía
en los años de la Polonia
socialista, la siguiente opinión: “La práctica de la poesía tuvo siempre para
Karol Wojtyła un particular valor existencial. Entiendo por esta convicción que
la poesía revela, experimenta, expresa y también hace presente una dimensión de
la existencia que de otro modo permanecería inalcanzable”. Su clara misión
continuó a lo largo de toda su vida, y, para cumplirla, él aprovechó también
desde su edad más temprana su inspiración lírica y cristiana..”
Por otra parte el Dr. Joaquin Navarro-Vals, entonces portavoz de la Santa Sede, en una
entrevista que le hiciera el diario italiano La Stampa titulada “La
inagotable misión de Juan Pablo II según Navarro-Valls” con respecto a la
capacidad poética de Juan Pablo II, respondía a la pregunta:
Usted está al lado de Juan Pablo II desde hace lustros. ¿Puede relatarnos algún
episodio que le parezca particularmente significativo?
JNV —"Cada episodio, además de su significado
objetivo, tiene una lógica especial para cada persona. El año pasado, después
del extenuante viaje a Canadá, Guatemala y México, y tras el de Polonia, el
Papa tuvo algunos días disponibles en Castelgandolfo. Entonces reabrió un
«capítulo cerrado» – así lo había llamado– de su vida: la poesía. Y comenzó a
escribir en esta
forma literaria. Sin duda empleó imágenes, impresiones y sobre todo reflexiones que había acumulado con anterioridad. Y surgió el libro «Tríptico Romano» que se está editando en diferentes idiomas. En sus páginas se encuentra la misma densidad y frescura de su obra
poética de cincuenta años atrás, pero a la vez todo es nuevo: los temas, el ritmo, incluso el dramatismo lírico. Para mí, esta vuelta del Papa a la poesía es significativa. Me conmueve, porque vuelve a utilizar nuevos recursos expresivos no por experimentalismos
literarios, sino para manifestar de otra manera el mismo mensaje del que el Papa está colmado. ¡Un Papa, un hombre anciano, con algunos achaques, con poquísimo tiempo para sí mismo, que toma papel y lápiz y escribe poesías! Poesía audaz, rica, que habla del amor humano como si fuera un juglar, y del amor de Dios como un místico. Repito: ello me
conmueve. Creo que es algo importante."
forma literaria. Sin duda empleó imágenes, impresiones y sobre todo reflexiones que había acumulado con anterioridad. Y surgió el libro «Tríptico Romano» que se está editando en diferentes idiomas. En sus páginas se encuentra la misma densidad y frescura de su obra
poética de cincuenta años atrás, pero a la vez todo es nuevo: los temas, el ritmo, incluso el dramatismo lírico. Para mí, esta vuelta del Papa a la poesía es significativa. Me conmueve, porque vuelve a utilizar nuevos recursos expresivos no por experimentalismos
literarios, sino para manifestar de otra manera el mismo mensaje del que el Papa está colmado. ¡Un Papa, un hombre anciano, con algunos achaques, con poquísimo tiempo para sí mismo, que toma papel y lápiz y escribe poesías! Poesía audaz, rica, que habla del amor humano como si fuera un juglar, y del amor de Dios como un místico. Repito: ello me
conmueve. Creo que es algo importante."
El apasionante mundo de la poesía de Karol Wojtyla invita a
seguir investigando, no por lo fácil, sino por lo complejo y desafiante, pues
nos invita a ver y a buscar más alla de las palabras y los sentimientos, más
allá de nuestro pequeño mundo, y tratar de comprender…tarea nada fácil ....
como dice Javier García , profesor de Cristología en el Ateneo Pontificio
Regina Apostolorum, en su maravilloso texto “En el umbral del mundo y de la historia - Comentario al "Triptico Romano" “intentar analizar
una poesia es tarea tan desesperada como pretender enjaular una nube….lo que
aquí haremos….será recoger simples ecos y glosas al sorprendente poemario que a
Karol Wojtyla se le ha escapado del alma – ¡a sus 82 años y bajo la blanca
túnica de Sumo Pontífice!”
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