1)
CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA
Después
de exhaustivos debates y reuniones el 11
de octubre de 1992, al celebrarse el trigésimo aniversario de la apertura del
Concilio Vaticano II el Papa Juan Pablo II, mediante su Constitución
Apostólica Fidei Depositum presenta
el Catecismo
de la Iglesia Católica, obra que el mismo Papa había confiado en 1986 a una Comisión de doce
cardenales y obispos, presidida por el cardenal Joseph Ratzinger. El proyecto
fue objeto de una amplia consulta a todos los obispos católicos, a sus
Conferencias episcopales o Sínodos, a institutos de teología y de catequesis.
De hecho este catecismo, tal como explicaba el Papa en el Prólogo, “no está destinado a sustituir a los
catecismos locales debidamente aprobados por las autoridades eclesiásticas, los
obispos diocesanos y las Conferencias Episcopales, sobre todo cuando estos
catecismos han sido aprobados por la Santa Sede.”
En este blog bajo el etiquetado Catecismo ya se ha hablado de esta publicación. Vuelvo a publicar aquí una breve historia también mencionada allí.
Respondiendo a una inquietud surgida de la Asamblea de Obispos del
25 de enero de 1985 sobre la necesidad de un "texto de referencia" en
materia de fe y de moral, en el año 1986 se encargó preparar un proyecto del
catecismo a una Comisión bajo la presidencia del cardenal Joseph Ratzinger.
Después de vastas consultas y estudios el Catecismo fue aprobado y promulgado
el 25 de junio de 1992 y presentado como Catecismo de la Iglesia “para una
catequesis renovada en las fuentes vivas de la fe” mediante la Constitución
Apostólica «Fidei
Depositum» del 11 de octubre de 1992.
A 5 años de distancia de aquella presentación que acompañó la publicación del
primer texto, en lengua francesa, el 15 de agosto de 1997 fue aprobada y
promulgada la edición tipica latina mediante la Carta Apostólica «Letamur
Magnopere» que se transformaba asi en la edición definitiva del Catecismo.
Respondiendo luego a un pedido de los participantes al Congreso Catequistico
Internacional de octubre de 2002, en el X aniversario de la publicación de la
edición original del Catecismo de la Iglesia católica, Juan Pablo II decidió en
febrero de 2003 la preparación de un Compendio que fué finalmente aprobado por
el Santo Padre BXVI mediante el Motu
Propio del 28 de Junio de 2005”
El 28 de junio de 2005
el Papa Benedicto XVI mediante un Motu Proprio presentaba el Compendio del Catecismo de la
Iglesia Católica, manual elaborado por
una comisión especial de cardenales presidida por él cuando era cardenal. La exigencia de un volumen de este tipo surgió
durante el Congreso Catequístico Internacional (2002) que conmemoraba los diez
años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. Se propuso al
Santo Padre Juan Pablo II la puesta a punto de un compendio que respondiese a
dos objetivos: la síntesis y la esencialidad. El texto tiene 205 páginas, con
598 preguntas y respuestas, quince imágenes, un apéndice (con las oraciones
principales y comunes del cristiano y algunas fórmulas de doctrina católica) y
un extenso índice analítico.
(...)
Ante todo, el Compendio no es una obra autónoma ni pretende de ningún modo sustituir al Catecismo de la Iglesia Católica: más bien remite a él constantemente, tanto con la puntual indicación de los números de referencia como con el continuo llamamiento a su estructura, desarrollo y contenidos.
(…)
Como el Catecismo, también el Compendio se articula en cuatro partes, correspondientes a las leyes fundamentales de la vida en Cristo: .
«La profesión de la fe»
«La celebración del misterio cristiano»
«La vida en Cristo.
«La oración cristiana»
El anuncio de la publicación del Compendio fue dado a conocer el Domingo de Ramos de 2005 y fue presentado por el Cardenal Ratzinger, Presidente de la Comisión especial.)
- Si no funciona el enlace googlear “Introducción del Cardenal Joseph Ratzinger al Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica)
YouCat
En su Prologo a este material “con vistas a la JMJMadrid 2011, el Papa Benedicto XVI comenta:
Youcat tiene su origen, por decirlo así, en otra obra que se remonta a los años 80. Era un período difícil tanto para la Iglesia como para la sociedad mundial, durante el cual surgió la necesidad de nuevas orientaciones para encontrar un camino hacia el futuro. Después del concilio Vaticano II (1962-1965) y en el nuevo clima cultural, numerosas personas ya no sabían correctamente en qué debían creer propiamente los cristianos, qué enseñaba la Iglesia, si es que podía enseñar algo tout court, y cómo podía adaptarse todo esto al nuevo clima cultural.
El cristianismo en cuanto
tal ¿no está superado? ¿Se puede todavía hoy ser creyentes razonablemente?
Estas son las preguntas que se siguen planteando muchos cristianos. El Papa
Juan Pablo II tomó entonces una decisión audaz: decidió que los obispos de todo
el mundo escribieran un libro para responder a estas preguntas. Me confió la
tarea de coordinar el trabajo de los obispos y de velar a fin de que de las
contribuciones de los obispos naciera un libro —me refiero a un verdadero
libro, y no a una simple yuxtaposición de una multiplicidad de textos—. Este
libro debía llevar el título tradicional de Catecismo de la Iglesia
católica y, sin embargo, debía ser algo absolutamente estimulante y
nuevo; debía mostrar qué cree hoy la Iglesia católica y de qué modo se puede
creer de manera razonable. Me asustó esta tarea, y debo confesar que dudé de
que pudiera lograrse algo semejante. ¿Cómo podía suceder que autores esparcidos
por todo el mundo pudieran producir un libro legible?
…
Debo confesar que incluso
hoy me parece un milagro que este proyecto al final haya tenido éxito. Nos
reunimos tres o cuatro veces al año durante una semana y discutimos
apasionadamente sobre cada una de las partes del texto que mientras tanto se habían
ido desarrollando.
En primer lugar se debía
definir la estructura del libro: debía ser sencilla, para que los grupos de
autores pudieran recibir una tarea clara y no tuvieran que forzar sus
afirmaciones en un sistema complicado. Es la misma estructura de este libro;
sencillamente está tomada de una experiencia catequética larga, de siglos: qué
creemos / cómo celebramos los misterios cristianos / cómo obtenemos la vida en
Cristo / cómo debemos orar. No quiero explicar ahora cómo nos encontramos con
gran cantidad de preguntas, hasta que el resultado llegó a ser un verdadero
libro. En una obra de este tipo son muchos los puntos discutibles: todo lo que
los hombres hacen es insuficiente y se puede mejorar, y a pesar de ello se
trata de un gran libro, un signo de unidad en la diversidad. A partir de muchas
voces se pudo formar un coro porque contábamos con la partitura común de la fe,
que la Iglesia nos ha transmitido desde los Apóstoles a través de los siglos
hasta hoy.
¿Por qué todo esto?
Ya entonces, durante la
redacción del Catecismo de la Iglesia católica, constatamos no sólo que los continentes y las culturas de
sus pueblos son diferentes, sino también que en el seno de cada sociedad
existen distintos «continentes»: el obrero tiene una mentalidad distinta de la
del campesino, y un físico distinta de la de un filólogo; un empresario
distinta de la de un periodista, y un joven distinta de la de un anciano. Por
este motivo, en el lenguaje y en el pensamiento, tuvimos que situarnos por
encima de todas estas diferencias y, por decirlo así, buscar un espacio común
entre los diferentes universos mentales; así, tomamos cada vez mayor conciencia
de que el texto requería «traducciones» a los diferentes mundos, para poder
llegar a las personas con sus diversas mentalidades y diversas problemáticas.
Desde entonces, en las Jornadas mundiales de la juventud (Roma, Toronto, Colonia, Sydney) se han reunido
jóvenes de todo el mundo que quieren creer, que buscan a Dios, que aman a
Cristo y desean caminos comunes. En este contexto nos preguntamos si debíamos
tratar de traducir el Catecismo de la Iglesia católica a la
lengua de los jóvenes y hacer penetrar sus palabras en su mundo. Naturalmente
también entre los jóvenes de hoy hay muchas diferencias; así, bajo la experta
dirección del arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, se formó un Youcat para
los jóvenes. Espero que muchos jóvenes se dejen fascinar por este este libro.
-o-
Bibliografía selecta sobre elCatecismo de la Iglesia Católica a) Fuentes - J. RATZINGER, Introducción al Catecismo de la Iglesia Católica, en J. RATZINGER-C. SCHÖNBORN, Introducción al Catecismo de la Iglesia Católica, Ciudad Nueva, Madrid 1994. - J. RATZINGER, Actualidad doctrinal del Catecismo de la Iglesia Católica, conferencia en el Congreso Catequístico Internacional de Roma 2002, en “Actualidad Catequética” 195-196 (2002) 369-383. - BENEDICTO XVI, Prefacio al Subsidio del Catecismo de la Iglesia Católica (“YouCat”) para la JMJ-Madrid 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario