Accidental (o providencialmente?) di con el escrito del Arzobispo de New York, el cardenal Dolan. Debo admitir que me asombró, me impresionó por lo sincero, humilde y realista. Una realidad fuerte, palpable, una realidad que sacude y que se vive a diario en cualquier gran ciudad del mundo (también aquí en Buenos Aires).
Su reflexión comienza citando los problemas de la Arquidiócesis
de Filadelfia (que son muchos) brindándole su firme apoyo al valiente arzobispo Charles Chaput.
A continuación comenta el cardenal Dolan
que el Arzobispo Chaput acaba de expresar que la Arquidiócesis de Filadelfia….ahora
en realidad es tierra de misión.
Y
lo que sigue es una traducción mía, de
parte de lo escrito por el cardenal Dolan quien comienza admitiendo:
"Si,
debí leerlo dos veces!
Uganda un territorio de misión? Seguro...
Perú territorio de misión? Si....
Alaska territorio de misión? OK..
pero Filadelfia? Vamos, esa arquidiócesis de alguna manera fue modelo de estructura católica robusta, intacta, de absoluta unión. Una población católica extraordinaria con cardinales que antes habían sido obispos, abundantes vocaciones, cerca de millón y medio de católicos orgullosos de serlo y firmes en la fe, estamos?
Que
debemos entender entonces por territorio de misión? Que nos está queriendo decir el arzobispo Chaput?
No!
Me temo que tiene razón..
Es verdad que, gracias a
Dios, no necesitamos capear el tsunami de los problemas que actualmente tiene Filadelfia.
Nuestras cuentas ajustadas, en cuanto a las finanzas solventes. Nuestra población católica de hecho en
crecimiento, y estamos lejos de prever despidos, cierre de parroquias, escuelas y servicios. Pero también nosotros somos
un territorio de misión. Toda diócesis lo es. Y todo católico comprometido
es misionero. Ese es el punto central de lo
que el Beato Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI llaman Nueva Evangelización.
Yo fui educado – como la mayoría
de ustedes – pensando que las misiones estaban “allá lejos” y es verdad no
debemos olvidar nuestro sagrado deber para con las misiones extranjeras.
Recuerdo que cuando las
maravillosas hermanas de la Misericordia de Drogheda, Irlanda, llegaron a mi parroquia del Santo Niño en
Ballwin, Missouri hace cincuenta años, sonreímos cuando ellas humildemente se
llamaban “misioneras”.
No podía ser, nos sonreímos:
hemos sido católicos durante generaciones, tenemos parroquia y escuela; la
Iglesia católica es fuerte, orgullosa de serlo, creciendo y manteniéndose
firme! No somos África! No somos
territorio de misión!
Si somos. Sí que lo somos!
Las hermanas tenían razón! El Arzobispo Chaput también. El Beato Juan Pablo II y el papa Benedicto XVI
han acertado. Quizás nos hemos engreído un
poco. Consideramos nuestra fe católica un hecho. Como dice el Arzobispo Chaput el problema
grave es la obnubilación que se “ha introducido en nuestra vida eclesial, y el
cinismo y resentimiento que naturalmente le sigue…. Estos problemas matan el
amor cristiano….terminan por ahogar la verdadera vida de la fe”.
Tal
como comentara mi amigo Greg Erlandson enOur Sunday Visitor, la llamada a la reflexión del Arzobispo fue adoptada
por el Presidente de la Universidad Católica de América, John Garvey en su
reciente discurso a nosotros los Obispos.
Lo que tenemos dijo el Sr. Garvey parafraseando al Sr. Erlandson, es una
crisis de fe de toda la sociedad. “Cada vez una mayor cantidad de residentes
del mundo occidental (usted y yo) simplemente se van alejando de su fe, lo que
significa que lo que ocurre en Filadelfia es solo un microcosmos de una erosión
mucho más alarmante.”
Lo
he deprimido? Sinceramente espero que no.
Lo
he despertado presentándole un desafío?
Confío que sí.
Porque
adivinen lo que viene: Nos unimos a los apóstoles el Domingo de Pentecostés abrazando
la Nueva Evangelización.
Ya
no debemos dar por sentada nuestra fe católica.
Nada
de descansar sobre laureles pensando acerca de lo que la iglesia ha logrado en el pasado!
Reemplacemos
cinismo por confianza.
El
apretón de manos por un juntar las manos…. .
Opacidad
por atreverse. . .
Esperar que la gente vuelva reemplazarlo por salir a buscarlos….
En
vez de asumir que la gente conoce la riqueza de la fe católica pensar de una
manera más realista que no la conoce…
Sentir
que la Iglesia es una “gran corporación” reemplazarlo por un fino y delicado
cuidado por una Iglesia tan pequeña y frágil como un pequeño grano de mostaza
del que Jesús nos hablo…... .
Y
en vez de guardarnos nuestra fe tan solo para nosotros hacerla brillar ante los
demás!
De
esto se trata la Nueva Evangelizacion.
La
Arquidiócesis de New York es territorio
de misión!
Toda
la Iglesia lo es! Nuestras parroquias! La cultura! El mundo!
Tú
y yo somos misioneros!"
- o -
Despertemos todos, que todos somos tierra de misión. En mi parroquia, en la suya....notamos menos gente en Misa... los párrocos comentan que cada vez hay menos casamientos, menos niños
en catequesis… pero no, no nos dejemos abatir por esta dura realidad, aceptemos que estamos necesitados de una nueva evangelización, todos y cada uno, sigamos las huellas de
los primeros apóstoles, salgamos a
predicar con el ejemplo, con nuestras vidas, con la Palabra, no solo la nuestra.
Despertemos!
Unámonos a los católicos del mundo, a aquellos que ya han tomado conciencia. Se acerca el Año de la fe (ll de oct ubre
2012 al 24 de noviembre 2013), una oportunidad preciosa para aceptar la invitación del Santo Padre Benedicto XVI: “No
podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt
5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo
la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en
él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
Debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios,
transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido como
sustento a todos los que son sus
discípulos (cf. Jn 6, 51)” .....La renovación de la Iglesia pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes: con su misma existencia en el mundo, los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor Jesús nos dejó…… «Caritas Christi urget nos» (2 Co 5, 14): es el amor de Cristo el que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, él nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra (cf. Mt 28, 19). Con su amor, Jesucristo atrae hacia sí a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un mandato que es siempre nuevo. Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe.
..(Benedicto XVI Porta Fidei)
discípulos (cf. Jn 6, 51)” .....La renovación de la Iglesia pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes: con su misma existencia en el mundo, los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor Jesús nos dejó…… «Caritas Christi urget nos» (2 Co 5, 14): es el amor de Cristo el que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, él nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra (cf. Mt 28, 19). Con su amor, Jesucristo atrae hacia sí a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un mandato que es siempre nuevo. Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe.
..(Benedicto XVI Porta Fidei)
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