Para el régimen
comunista la Iglesia católica era el principal enemigo en Polonia. Y asi
la destrucción del clero se convirtió en objetivo de su aparato represivo. Sin
embargo, el Servicio de Seguridad no
pudo ante la profunda fe de los polacos y sus sacerdotes..
En un telegrama enviado tras la muerte del obispo Jan Pietraszka, el Santo
Padre Juan Pablo II escribió: "Dios le dio una Sabiduría especial, el don
de una comprensión especial de la Palabra de Dios y el don de la sencillez y
profundidad en su transmisión". Hoy solo podemos agregar que este don
también incluyó su capacidad de aplicar principios evangélicos ante las
realidades del régimen comunista. Los archivos de vigilancia del obispo
Pietraszka son claro testimonio de su santidad. Único, porque fue analizado
por personas que buscaron profesional y afanosamente encontrar el pecado en el hombre.
La persecuciones comenzaron ya en 1951 y
Pietraszka quedo registrado "como
capellán académico tiene muy buenos contactos con los estudiantes que a menudo
vienen a su apartamento privado. Como
descubrieron que los oficiales de la Oficina Provincial de Seguridad Pública
(WUBP) en Cracovia no tenían suficiente información Adam Błażejczyk, un secretario de Cracovia, acudió a los funcionarios de la UB en Zakopane
para que se ocupara de copiar su
correspondencia "durante el tiempo de la estancia del sacerdote Pietraszka
en la parroquia local y también: "a través del informante 'Director' recopilara
todos los datos sobre sus actividades allí.
Józef
Stalin murió en 1953, y a partir de entonces se inició el proceso llamado
deshielo en el Bloque del Este y cierto alivio de la política represiva de los
comunistas. Sin embargo, la muerte del tirano soviético no trajo cambios inmediatos
en la política del Partido de los Trabajadores Unidos de Polonia y los
comunistas nativos iniciaron represiones masivas contra la Iglesia
polaca. Comenzaron con el llamado juicio de la curia de Cracovia : los comunistas organizaron un juicio público contra el
p. bp. Czesław Kaczmarek, y luego al Primado, Stefan Wyszyński.
Inmediatamente el investigador de Cracovia de WUBP entrevistó al P. Jan
Pietraszka quien fue acusado de contactar al P. Tadeusz Wincenciak, que había
huido a Occidente y, según los oficiales de la UB, llevó a cabo actividades de
espionaje contra la República Popular de Polonia. Sin embargo nada pudieron
probarle a Pietraszka excepto que conocía al fugitivo con el que
trabajaba en la parroquia de San Esteban. Y asi el padre Pietraszka pudo regresar a casa. En los meses siguientes, la policía secreta
no mostró interés especial en el sacerdote. Como parte de la rutina se recogieron nuevos mensajes sobre él, entre
otros, del informante ps. "Roman" sin tomar medida ofensiva
alguna. Siguio sin embargo siendo observado de cerca y durante la vigilancia de
Marian Gąsiorek, un oficial de la UB, escribió:
"pertenece a los activistas de los sacerdotes de
Cracovia, proporcionando ayuda espiritual y material individual a los
estudiantes [de la Academia de Medicina]. Participa activamente en
reuniones dedicadas a la capellanía académica. Publica personalmente obras
dedicadas al culto de la iglesia y su significado histórico ".
Pronto, el padre Pietraszko se convirtió en párroco de St. Anna en
Cracovia y así se hizo cargo de la capellanía académica comenzando allí su
verdadera y larga misión. Uno de los informantes, la informante
"Laura", informaba: "Si el obispo lo ha designado para este
cargo es por su impecable pasado. Tiene una preparación teológica bastante
seria y es un firme enemigo de la cosmovisión materialista, y nadie podrá
apartarlo de su camino". Por su parte, Paweł Lebiedź del Servicio de
Seguridad de Cracovia, que en ese momento se hizo cargo de la vigilancia del
sacerdote, añadió que "esta decisión tiene como objetivo revivir y atraer
a la juventud académica, en la que el padre Pietraszko no ha dejado de trabajar
hasta ahora".
Las autoridades intentaron limitar las actividades del
P. Pietraszka entre los estudiantes también a través de la presión
administrativa. El clérigo era
llamado repetidamente para conversar con la Oficina de Asuntos Religiosos.
Durante una de esas conversaciones en octubre de 1958, fue acusado de organizar
reuniones ilegales con jóvenes en la parroquia. Como señaló el apparatchik
comunista, el sacerdote respondió que solo estaba cumpliendo con sus deberes,
porque "la capellanía académica consiste justamente en organizar reuniones
de académicos y laicos en la oficina parroquial y en el edificio de la
rectoría". La actitud
del sacerdote, que evitó entrar en conflictos con las autoridades comunistas,
no le dio una sola oportunidad para atacarlo. A lo largo de su vida, el
padre Pietraszko siguió constantemente el principio de evangelización muy
alejado por cierto de la política y
consideraba esas disputas contrarias al sacerdocio. Su manera de trabajar con los jóvenes era a nivel religioso. Los oficiales de la
SB, acostumbrados a percibir la realidad tan solo desde una perspectiva
política, resumieron su actividad pastoral de la siguiente manera: "su
lucha se desarrolla en un plano ideológico, que se expresa en sus sermones o
enseñanzas, pero de forma enmascarada y destinada a personas de cierto nivel
intelectual". La actitud del clérigo, centrada en
asuntos religiosos, constituía un gran problema para el servicio de seguridad. En
abril de 1963, el P. Pietraszko fue consagrado obispo en la Catedral de
Wawel. Poco después, se cambió la forma en que se documentaron las
acciones contra el sacerdote de Cracovia. Desde mediados de 1963, se
introdujeron en la SB los Archivos de registros operativos del sacerdote
(TEOK), y la información sobre el P. bp. Pietraszce.
A principios de 1964, Zygmunt Kozieł de la SB en
Cracovia ya quedó registrado como Obispo y se ordenaba la información como
"Cuestionario personal del obispo" Kozieł describió al sacerdote:
"tranquilo, equilibrado, incluso flemático. Lleva un estilo de vida
modesto y ascético. Es exigente con los demás, también trabajador él mismo. Un
buen predicador habla hermosamente, especialmente cuando se trata de o estilo
(...) Se le define como obispo pastoral ". De acuerdo con los
principios del trabajo operativo, buscando posibles conflictos del clero,
señaló con decepción: "hasta ahora ha mostrado una actitud leal a la Curia
romana y al Primado Wyszyński". También agregó que: "los
materiales disponibles no indican que sea simpatizante de las organizaciones católicas
socialmente progresistas".
En los meses y años siguientes, el obispo asumió numerosas funciones
eclesiásticas, fue, entre otros, presidente de la Comisión curial de arte eclesiástico,
examinador y miembro de la Comisión de Apostolado Laico
del Episcopado polaco y sacerdote escritor. A pesar de estas cargas y
numerosos deberes diarios relacionados con el trabajo en la curia, el
p. El obispo Pietraszko siguió siendo párroco de la parroquia de Santa Ana
y seguía dedicado al ministerio
académico.
Los funcionarios de la SB, por regla general,
buscaban debilidades en las personas, ambiciones incumplidas, egoísmo y se encontraron
con una tarea difícil con el padre Pietraszka. El colaborador secreto de
"Zephyr" informó, por ejemplo: "No lleva ninguna insignia especial
de obispo, solo lleva un anillo. Celebra misas en Santa Ana en la iglesia, como
un sacerdote ordinario con la ayuda de un monaguillo. También se sienta en el
confesionario como un sacerdote ordinario. Recientemente tuvo un funeral en el
cementerio y también fue allí como un cura ordinario. En otro informe
añadió que "Pietraszko no participó en las ceremonias de coronación [de
Nuestra Señora] en Ludźmierz, y cuando los sacerdotes le preguntaron por el
motivo, respondió que no apoyaba a tal multitud de obispos en un solo
lugar". Se mantiene en contacto con los sacerdotes enfermos, mantiene
conversaciones amistosas con ellos, les organiza ayuda material y así se gana
su simpatía. En asuntos más difíciles de resolver, consultaba a otros
sacerdotes, escuchaba consejos,
opiniones y conclusiones. Se mantiene en contacto con los sacerdotes
enfermos, mantiene conversaciones amistosas con ellos, les organiza ayuda
material, es un buen coanfitrión y hombre sensible al dolor de sus hermanos”:
En 1969, Ryszard Kumorek del 4º Departamento del Servicio de Seguridad en
Cracovia decidió llevar a cabo una serie de actividades operativas que
conducirían al establecimiento de un diálogo operativo con el
P. bp. Pietraszka. El resultado de dicho diálogo, es decir,
reuniones entre el obispo y un oficial de la SB y conversaciones con él,
podrían ser, por ejemplo, intentos de inspirar, es decir, influir en las
decisiones. Por lo tanto, Kumorek planeó reclutar nuevos TW, que podrían
proporcionarle información sobre el obispo, instalar una escucha telefónica en
el apartamento del obispo (en realidad, una habitación en el presbiterio) y
activar la red de inteligencia existente. También planeaba continuar, como
se había hecho durante años, el contenido de todas las apariciones públicas cuyo
nombre en código era "Prefecto". Sin embargo, los planes no
tuvieron éxito.
Cinco años después, cuando otro oficial de seguridad, Tadeusz Cholewa, se hizo
cargo de la vigilancia del clérigo, se elaboró un nuevo plan de acción en su
contra. Se enfatizó que la investigación del sacerdote se vio
obstaculizada por su carácter. El estilo de vida ascético significaba que
prácticamente no llevaba una vida social, lo que hacía prácticamente imposible
introducir asociados secretos en su entorno. Cholewa enfatizó que "el
acercamiento planeado de colaboradores secretos seudónimos 'Parys' o 'Delta'
con 'El Prefecto' no trajo los resultados deseados, lo cual se debe a su
temperamento, manera de ser, es decir, no mantener relaciones
sociales". La instalación de una intervención telefónica en la
habitación del obispo también falló, por lo que solo se siguió utilizando la
intervención telefónica en el teléfono. Las conversaciones con el obispo
se llevaron a cabo bajo el pretexto de llamadas a la Oficina de Asuntos
Religiosos, Sin embargo, como enfatizó Cholewa, "debido a la falta de
perspectivas para el desarrollo del diálogo resultante de la actitud del
'Prefecto', este proyecto fue abandonado". La impotencia de los
servicios de seguridad queda ilustrada por el hecho de que el documento
finaliza con un plan de acción casi idéntico al de unos años antes.
Desde finales de la década de 1970, la actividad
del P. bp. Pietraszki comenzó a decaer debido al deterioro de su
salud.. Sin embargo siguió destacándose como la persona que durante muchos años dirigió
prácticamente la única capellanía académica en Cracovia. También se señaló
su don único de desarrollar los talentos de predicación del clero
joven. En ese momento, los problemas de los oficiales con la valoración
del clérigo estaban relacionados con la incomprensión de su actitud. El
obispo siguió absteniéndose de apoyar actividades políticas que, en su opinión,
pudieran perjudicar a la Iglesia. Por esta razón, no apoyó las actividades
de los estudiantes de Cracovia relacionadas con la emergente oposición
democrática (en ese momento estaban más bien concentradas en la capellanía académica
dominicana.. Los oficiales de la SB a veces malinterpretaron tales
actividades como una señal de lealtad al régimen comunista. Así,
intentaron entablar un diálogo operativo con él pero no tuvieron éxito. o.
En la década de 1980, otro deterioro de la salud casi excluyó al
P. bp. Pietraszka de una vida activa. Así, el servicio de
seguridad dejó de interesarse por él. En la última descripción conservada
del clérigo de 1985, su total devoción por el metropolitano, al metropolitano. Franciszek
Macharski. Sin embargo seguían de cerca sus habilidades pastorales. Józef Dyśko, que
dirigía la vigilancia del obispo en ese momento, escribió: "Los sermones
predicados por el obispo Pietraszka están cuidadosamente preparados. Sus argumentos
teológicos atraen a muchos de sus oyentes. Disfruta de la opinión de los
eruditos. Gracias a estas cualidades,
tiene autoridad entre los obispos de
Cracovia en la intelectualidad local". Una vez más, se añadió una
frase que aparecía muy a menudo en los informes de la SB: "la vida privada
del obispo es modesta,
Las autoridades siempre intentaron limitar las
actividades del P. Pietraszki entre los estudiantes. En los años 1951-1988
de vigilancia del P. Jan Pietraszka, una docena de funcionarios de las
divisiones UB-SB participaron en la lucha y la represión de la
Iglesia. Entre ellos, los más activos fueron: Kazimierz Aleksanderek, Adam
Błażejczyk, Tadeusz Cholewa, Wiesław Ciupiński, Józef Dyśko, Zbigniew Faryna, Marian
Gąsiorek, Zygmunt Gliński, Zygmunt y se utilizaron denuncias proporcionadas por
varias decenas de informantes, entre sacerdotes y laicos, entre ellos:
"Ares", "Brodecki", "C-20", "Carmen",
"Delta", "Doktor", " Honorata "," Jurek
"," Rosa "," Magister "," Marecki ","
El obispo Pietraszko fue sometido a vigilancia de
mil maneras también entre personas de su entorno o por técnicas directas: el
teléfono de su departamento interceptado, su correspondencia interceptada y revisada, y sometido además a observación directa. La
información sobre él se obtuvo de escuchas telefónicas instaladas, por ejemplo,
en la curia o en el teléfono en el apartamento del P. Wojtyła. Todas
las actividades, llevadas a cabo durante 37 años, terminaron en
fracaso. Los servicios de seguridad no solo no lograron limitar las
actividades del clérigo, sino que tampoco se obtuvo información que pudiera
usarse para difamarlo o convertirse en base de chantaje aunque siguió siendo
vigilado hasta su muerte.
Filip Musiał
El artículo
fue publicado en " Nasz Dziennik ", en el número 26
(2739) del 31 de enero de 2007.
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