En
la vida religiosa hay un momento en el cual el hombre debe, ante todo, vivir esta transformación interior. Y sobretodo en el momento de la Santa Comunión.
Es entonces que se torna evidente que
Dios me busca, que Dios se acerca y que viene a mí. Y para hacernos conscientes
de ello Dios ha elegido esta forma. Si Su vida, Su actividad y Su doctrina hubiesen terminado con la cruz, también podríamos decir: «No comprendo» Podríamos
decir «No lo se»! Hubiese sido mero
hecho histórico quedado en el pasado. Tampoco servirían las obras de arte sobre el tema. Pero el Evangelio no finalizo con la cruz. El Evangelio continua, ante todo por medio de la Comunión, por el hecho que Cristo viene a
nosotros. Es una prolongación constante del Evangelio [una continuación de la
venida] de Cristo a cada hombre. Para
que nadie pueda decir que El está lejano, que necesita andar en tu busca, sino para
que cada uno de nosotros pueda convencerse de ello personalmente. El me busca.
El me quiere encontrar! El viene a mi!
La
Santa Comunión siempre es un momento en nuestra vida, que puede ser más o menos frecuente. Aspiremos a que se convierta en lo más
frecuente posible, por más que en hayan existido épocas en la historia de la Iglesia
en la cual la Santa Comunión era programáticamente un hecho extraño.. Si se
medita sobre le Evangelio, Cristo y la Eucaristía, si se piensa el hecho que en
el siglo XIII era necesario emitir un decreto para ordenar la Santa Comunión al
menos una vez al año, y si pensamos que todos aquellos a los cuales le fue impartida
esta orden eran cristianos (¡), entonces comenzamos
a ver en todo aquello un malentenido. Son vías tortuosas. Pero el Señor Dios no
se ofendió con este decreto. A tal punto Dios – Cristo – es comprensivo y
paciente. Si se dice ” “Gracias
a la constancia salvarán sus vidas.” (Lc, 21,19 se tiene la impresión que El mismo
aplica estas palabras en primer lugar a si mismo. “ganara las almas con su paciencia”
… Es infinitamente paciente y constante en buscarnos.
(Karol Wojtyla Ejercicios espirituales para los
artistas “El Evangelio y el arte” , 16-18 abril 1962 en la Iglesia de la Santa
Cruz en Cracovia)
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