El Santo Padre Benedicto
XVI al dirigirse a los jóvenes en Asis, con ocasión del VIII centenario de la conversión
de San Francisco, les habló de esa “conversación” de San Francisco con
Jesus Crucificado y su significado en la vida de toda la Iglesia:
(…) La
experiencia de la Verna, donde recibió los estigmas, muestra hasta qué grado de
intimidad había llegado en su relación con Cristo crucificado. Realmente pudo
decir con san Pablo: "Para mí vivir es Cristo" (Flp 1, 21). Si se desprende de todo y elige la pobreza, el
motivo de todo esto es Cristo, y sólo Cristo. Jesús es su todo, y le basta…El Crucifijo de San Damián le había pedido que reparara la
casa de Cristo, es decir, la Iglesia. Entre Cristo y la Iglesia existe una
relación íntima e indisoluble. Ciertamente, en la misión de Francisco, ser
llamado a repararla implicaba algo propio y original…Es la imagen de Cristo
crucificado y resucitado, vida de la Iglesia, que, si estamos atentos, nos
habla también a nosotros, como habló hace dos mil años a sus Apóstoles y hace
ochocientos años a san Francisco. La Iglesia vive continuamente de este
encuentro….
También a cada uno de nosotros nos dice: "Ve y repara mi
casa". Todos estamos llamados a reparar, en cada generación, la
casa de Cristo, la Iglesia. Y sólo actuando así, la Iglesia vive y se
embellece. Como sabemos, hay muchas maneras de reparar, de edificar, de construir
la casa de Dios, la Iglesia. Se edifica con las diferentes vocaciones, desde la
laical y familiar hasta la vida de especial consagración y la vocación
sacerdotal… ….
"Abrid
las puertas a Cristo". Abridlas como hizo san Francisco, sin miedo,
sin cálculos, sin medida”…
“… "Ve, Francisco, y repara mi casa" (2
Cel I, 6, 10: FF 593), su camino no fue más que el esfuerzo diario de
configurarse con Cristo. Se enamoró de Cristo. Las llagas del Crucificado
hirieron su corazón, antes de marcar su cuerpo en la Verna. Por eso pudo decir
con san Pablo: "Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí"
(Ga 2, 20). Esta es su conversión a Cristo, hasta el deseo de
"transformarse" en él, llegando a ser su imagen acabada, que explica
su manera típica de vivir, en virtud de la cual se nos presenta tan actual,
incluso respecto de los grandes temas de nuestro tiempo, como la búsqueda de la
paz, la salvaguardia de la naturaleza y la promoción del diálogo entre todos
los hombres”…
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