“Dios es nuestra fuerza. Pienso en los diez leprosos del Evangelio
curados por Jesús: salen a su encuentro, se detienen a lo lejos y le dicen a
gritos: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros” (Lc 17,13). Están enfermos,
necesitados de amor y de fuerza, y buscan a alguien que los cure. Y Jesús
responde liberándolos a todos de su enfermedad. Llama la atención, sin embargo,
que solamente uno regrese alabando a Dios a grandes gritos y dando gracias.
Jesús mismo lo indica: diez han dado gritos para alcanzar la curación y uno
solo ha vuelto a dar gracias a Dios a gritos y reconocer que en Él está nuestra
fuerza. Saber agradecer, dar gloria a Dios por lo que hace por nosotros.
Miremos a María: después de la Anunciación, lo primero que hace es un gesto de
caridad hacia su anciana pariente Isabel; y las primeras palabras que pronuncia
son: “Proclama mi alma la grandeza del Señor”, o sea, un cántico de alabanza y
de acción de gracias a Dios no sólo por lo que ha hecho en Ella, sino por lo
que ha hecho en toda la historia de salvación. Todo es don suyo. Si nosotros
podemos entender que todo es don de Dios, ¡cuánta felicidad hay en nuestro
corazón! Todo es don suyo ¡Él es nuestra fuerza! ¡Decir gracias es tan fácil, y
sin embargo tan difícil! ¿Cuántas veces nos decimos gracias en la familia? Es
una de las palabras claves de la convivencia. "Permiso",
"disculpa", "gracias": si en una familia se dicen estas
tres palabras, la familia va adelante. "Permiso",
"perdóname", "gracias". ¿Cuántas veces decimos
"gracias" en familia? ¿Cuántas veces damos las gracias a quien nos
ayuda, se acerca a nosotros, nos acompaña en la vida? ¡Muchas veces damos todo
por descontado! Y así hacemos también con Dios. Es fácil dirigirse al Señor
para pedirle algo, pero ir a agradecerle: "Uy, no me dan ganas".
Continuemos la Eucaristía invocando la intercesión de María para que nos ayude
a dejarnos sorprender por Dios sin oponer resistencia, a ser hijos fieles cada
día, a alabarlo y darle gracias porque Él es nuestra fuerza. Amén.”
(de la homilía de la Jornada mariana en la PlazaSan Pedro 13 de octubre de 2013, centrada en tres puntos: Dios nos sorprende,
Dios nos pide fidelidad, Dios es nuestra fuerza) esta versiòn es de Vatican news
Ya está en el sitio de la Santa Sede
Ya está en el sitio de la Santa Sede
No hay comentarios:
Publicar un comentario