“El
deporte necesita una catarsis contra las degeneraciones para que vuelva a ser
un fenómeno cultural significativo y punto de referencia educativo, valorizando
el espíritu creativo de la persona humana” (Card.Gianfranco Ravasi)
El próximo domingo 20 de octubre la Plaza San Pedro será testigo de una
jornada de fiesta original y se convertirá en una “una inesperada pista de atletismo”.
Allí tendrá lugar la “carrera de la fe”.
Cada participante (niños, jóvenes de las parroquias y escuelas de Roma y
personalidades de los diferentes campos e instituciones) recorrerá una
distancia de 100 metros. En ese clima de
fiesta en la plaza, donde arderá también
la llama olímpica, habrá un palco desde donde se saludará y animará a los
participantes con entrevistas, documentales y lectura de textos sobre el
deporte, según informa el Consejo Pontificio para la Cultura, organizador de esta Jornada dentro del marco del
Año de la fe “para relanzar los valores educativos, culturales y espirituales
en la práctica deportiva.” “Y el lunes 21 de octubre en la
Casina Pío IV de la Ciudad del Vaticano, sede de la Pontificia Academia de las
Ciencias, se celebrará una Jornada de diálogo y de testimonios sobre el tema
“Creyentes en el mundo del deporte”, organizado por el Consejo pontificio para
la cultura, en colaboración con la Oficina nacional para la pastoral del tiempo
libre, el turismo y el deporte de la Conferencia Episcopal Italiana y el Centro
Deportivo Italiano. La iniciativa está dirigida a las asociaciones deportivas
católicas, a los responsables de las Conferencias episcopales nacionales para
la Pastoral del deporte, a los agentes del mundo deportivo y a los responsables
de los organismos internacionales y nacionales deportivos.”(RadioVaticana)
La jornada de fiesta del
domingo se inspira en los textos bíblicos que hablan de la “carrera de la fe”,
especialmente en San Pablo, tal como lo explicaba el Papa Juan Pablo II en su homilía
con ocasión del Jubileo de los deportistas el domingo 29 de octubre del año 2000 en el estadio
olímpico de Roma, subrayando la importancia de los valores en el deporte:
“Con esta celebración el mundo del
deporte se une, como un grandioso coro, para expresar con la oración, el canto,
el juego y el movimiento un himno de alabanza y acción de gracias al Señor. Es
la ocasión propicia para dar gracias a
Dios por el don del deporte, con el que el hombre ejercita su cuerpo, su
inteligencia y su voluntad, reconociendo que estas capacidades son dones de su
Creador.
Gran importancia cobra hoy la práctica del deporte, porque puede favorecer en los jóvenes la afirmación de valores importantes como la lealtad, la perseverancia, la amistad, la comunión y la solidaridad. Precisamente por eso, durante estos últimos años ha ido desarrollándose cada vez más como uno de los fenómenos típicos de la modernidad, casi como un "signo de los tiempos" capaz de interpretar nuevas exigencias y nuevas expectativas de la humanidad.”
Gran importancia cobra hoy la práctica del deporte, porque puede favorecer en los jóvenes la afirmación de valores importantes como la lealtad, la perseverancia, la amistad, la comunión y la solidaridad. Precisamente por eso, durante estos últimos años ha ido desarrollándose cada vez más como uno de los fenómenos típicos de la modernidad, casi como un "signo de los tiempos" capaz de interpretar nuevas exigencias y nuevas expectativas de la humanidad.”
Que esta Jornada durante el Año de la Fe también
sea un homenaje al “atleta de Dios” como lo
llamaba en tan acertadas palabras Franco Bucarelli, periodista de la
RAI, en la edición julio-agosto 2007 de Totus Tuus, quien concluía su artículo con esas
palabras tan llenas de ternura y admiración: “yo
que he sido gran admirador y devoto amigo quiero imaginarlo, en el momento más
solemne de su vida, otra vez niño en los prados de Wadowice quien al silbato de
clausura del partido con la Vida, se retira del campo silenciosamente y sobre
el muro de la Eternidad cuelga sus botines en el gancho de la Historia”
No hay comentarios:
Publicar un comentario