(En esta nota que corresponde a la ponencia
del Arzobispo Ziolek se citan las palabras de Sor Faustina donde explica laorden de Jesús)
“Una vez,
junto con una de mis hermanas fuimos a un baile. Cuando todos se divertían mucho,
mi alma sufría tormentos interiores. Cuando empecé a bailar, de repente vi a Jesús
junto a mí. A Jesús martirizado, despojado de sus vestiduras, cubierto de
heridas, diciéndome esas palabras: ¿Hasta cuando me harás sufrir, hasta cuando
me engañarás? En aquel momento dejaron de sonar los alegres tonos de la música,
desapareció de delante de mis ojos la compañía en que me encontraba, nos quedamos
Jesús y yo. Me senté junto a mi querida hermana, disimulando lo que había ocurrido
en mi alma con un fuerte dolor de cabeza. Un momento después abandoné
discretamente a la compañía y a mi hermana y fui a la catedral de San Estanislao
Kostka. Estaba anocheciendo, había poca gente en la catedral. Sin hacer caso a
lo que pasaba alrededor, me postré en cruz delante del Santísimo Sacramento, y pedí
al Señor que se dignara hacerme conocer qué debía hacer en adelante. Entonces oí
estas palabras: ve inmediatamente a
Varsovia, allí entrarás en un convento. Me levanté de la oración, fui a
casa y solucioné las cosas necesarias. Tal como pude, le confesé a mi hermana
lo que había ocurrido en mi alma, le dije que me despidiera de mis padres, y con un sólo vestido, sin nada más, lleguè a
Varsovia (Hechos 9,10) W. Ziolek, Baile interrumpido en : El Misterio de la
Divina Misericordia, Sermones, Cracovia 2000 (pàg 450-51)
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