Si bien este día, tan especial para este blog, la
memoria litúrgica del beato Juan Pablo II se celebra oficialmente solo en
Polonia y en Roma, con la canonización ahora tan cercana no podemos menos que
celebrarla aquí y en todo el mundo, conscientes de la gran responsabilidad de
tener dos Papas santos al mismo tiempo. Con más razón aún hoy que a su vez
recordamos los 35 años del inicio del Pontificado de Juan Pablo II.
Grandes tiempos para la Iglesia en momentos difíciles
para el mundo cristiano en general en medio de un vendaval de invitaciones,
tentaciones y grandes promesas todas centradas en el ego, en placeres
momentáneos, efímeros, a menudo tan vacíos....
No obstante estamos viviendo un gran tiempo para la
Iglesia, privilegiado para la Argentina. Ambos Papas serán canonizados por un Papa
argentino el Papa Francisco, que a diario toca a las puertas de nuestro corazón
con sus homilías - meditaciones cotidianas en Santa Marta, hablando como quien dice cosas al
paso, casi conversando con los presentes, pero cuántas recetas, cuántas
verdades, cuántas posibilidades de remendar nuestras almas doloridas y tantas
veces agobiadas por vivir centrados en
nosotros mismos, olvidándonos del otro,
del anciano o enfermo, del niño abandonado y de la calle, los desempleados, los
sin nombre…., olvidándonos de agradecer y de alabar a Dios.
Quien hubiera imaginado que nuestro querido
cardenal Bergoglio que caminaba por nuestras calles, viajaba en nuestros medios
de transporte público y rechazaba
ofertas de comodidades sería quien canonizara
no a uno sino a dos Papas!
Recuerdo con inmensa emoción y agradecimiento haber
tenido el privilegio de estar presente el día de la beatificación de mi querido
Juan Pablo II. Una plaza San Pedro que era todo alegría, un dia brillante, un
sueño cumplido. Ahora llega el último paso de lo que es el proceso en si, y después la gran responsabilidad de vivir acorde a su ejemplo, profundizar sus
mensajes, y a vivir santamente como dice
Chiara Amirante, fundadora de la comunidad “Nuevos horizontes”, entrevistada
por Alesandro Gisotti de Radio Vaticana:
“Juan Pablo II, ha sido ante todo un gigante de la santidad,
ha sido verdaderamente un hombre extraordinario: ha dejado un sello en la
historia, en el corazón de cada uno de nosotros que hemos tenido, de uno u otro
modo, la posibilidad de vivir tantos momentos de gracia y de verdad que él ha
sabido regalarnos. Que me dice este día mientras me recuerda que todos estamos
llamados a la santidad. Muchas veces pensamos: “Y bien hay personas
extraordinarias: Juan Pablo II, San Francisco, Santa Teresita, Santa Teresa….” Ellos eran personas extraordinarias llamadas
a la santidad, y nos olvidamos sin embargo, que “nuestra santificación es voluntad de Dios”,
como nos revela la Palabra de Dios. Esta vocación inconmensurable de cada
cristiano – que es la santidad – me recuerda la de Juan Pablo II.
El “No temáis” que él encarnó ante todo con su
vida, ha abierto las puertas a Cristo hasta llevar a poder repetir con San
Pablo ““Ya no soy yo quien vive, sino
que es Cristo quien vive en mí” (Ga 2,20) En cada encuentro con él, me ha estremecido
esa experiencia tan fuerte de encontrar al hombre que sentía esa profunda comunión
con Cristo crucificado.”
Y hablando de su propia misión Amirante agrega: “ Cuando yo andaba por las calles de las “zonas
calientes” también muy peligrosas, naturalmente sentía un poco de miedo pero el
amor hacia los hermanos que también encarnan una presencia particular de Cristo
crucificado era más fuerte”.
Invito
visitar mis posts Causa beatificación y canonización JPII
y
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