«Era el ángel
de los pequeños sacrificios» decían las hermanas, «ayudaba a todas. Tenía una caridad exquisita para con
todas, trataba de contentar a todas aun a costa de grandes sacrificios»
A las personas que venían a agradecerle una
gracia recibida merced a su oración:
«Yo? Yo no he hecho nada! Que puedo hacer yo?
Lo ha hecho todo El, el Señor!
En cualquier contrariedad, con su habitual
sonrisa, se decía a sí misma en baja voz:
«Paciencia,
paciencia. Todo por amor a Dios…yo no soy capaz de nada. El Señor me ayudará.»
Santa Giuseppina Bakhita: IL DIARIO, San Paolo, Milano, 2010
2 comentarios:
Que gran ejemplo de AMOR a Dios y por lo tanto al hombre nos dió esta Bendita Santa.
Gracias Pepe por tu visita.
Si, una increíble humilde santa que ha movido millones de corazones!
Publicar un comentario