Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

domingo, 31 de julio de 2011

Novena por la patria argentina (1) – Elecciones 2011




Novena por la patria argentina con textos del Beato Juan Pablo II tomados del sitio oficial de la Santa Sede (con excepción de la primera reflexión “Patria” y la Oración general.


Votar es deber de todo ciudadano argentino
Votar a conciencia es deber de todo ciudadano argentino responsable



Dia 1
Reflexión:
Patria


Cuando yo pienso, cuando digo: Patria


Me estoy expresando a mí mismo, y me enraizo


Y el corazón me dice que ella es la frontera oculta


Que va de mí hacia los otros hombres


Para abrazarlos a todos en un pasado


Más antiguo que cada uno de nosotros…





Y de ese pasado – cuando yo pienso:


Patria –Emerjo para guardarla en mí como un tesoro,


Y sin cesar me acucia el ansia


De cómo engrandecerla,


De cómo ensanchar el espacio


Que mi patria habita.
(Karol Wojtyla: Poesías, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, junio 1993)




Oración
Te encomiendo y te consagro, Virgen de Luján, la patria argentina, las esperanzas y anhelos de este pueblo, la Iglesia con sus Pastores y sus fieles, las familias para que crezcan en santidad,los jóvenes para que encuentren la plenitud de su vocación, humana y cristiana, en una sociedad que cultive sin desfallecimientolos valores del espíritu. Te encomiendo a todos los que sufren, a los pobres, a los enfermos, a los marginados; a los que la violencia separó para siempre de nuestra compañía, pero permanecen presentes ante el Señor de la historia y son hijos tuyos, Virgen de Luján, Madre de la Vida. Haz que Argentina entera sea fiel al Evangelio, y abra de par en par su corazón a Cristo, el Redentor del hombre, la Esperanza de la humanidad.
¡Dios te salve, Virgen de la Esperanza!






Oración general

sábado, 30 de julio de 2011

Henri de Lubac S.J. (2)



Cuando Henri de Lubac fallecia en Paris en 1991 a los 95 años el Papa Juan Pablo II envio al Cardenal Paul Poupard, como representante pontificio a las exequias. En su carta Juan Pablo II expresaba su ultimo saludo al “inminente teólogo, amigo, buscador incansable, valioso y fructífero colaborador al Concilio Vaticano II”.


Ya habían pasado muchos años desde que aquella admiración se convirtiera en una profunda amistad, admiración esbozada, en cierta manera “originada”, quizás presentida , ya en aquellos primeros pasos de Karol Wojtyla en Roma, durante sus años de estudio, apenas ordenado sacerdote, durante los debates en el Colegio Belga, donde se hospedaba y de sus lecturas de Henri de Lubac traducido al polaco publicadas en Tygodnik Powsechny y en Znak.



Juan Pablo II lo recordaba en dos de sus libros:
En Cruzando el Umbral de la Esperanza (XXIV. La Iglesia a Concilio) reconoce : “Mucho debo en particular al padre Yves Congar y al padre Henri De Lubac. Recuerdo todavía hoy las palabras con que este
ultimo me animó a perseverar en la línea que había yo definido durante las
discusiones. Esto sucedía cuando las sesiones se desarrollaban ya en el
Vaticano. Desde aquel momento estreché una especial amistad con el padre
De Lubac.


Y vuelve a recordarlo en Levantaos Vamos (5ª parte Colegialidad Episcopal – Padres conciliares): “Otro francés con el que estreché lazos de amistad fue el teólogo Henri de Lubac, S. I. que yo mismo, años después, creé cardenal. El Concilio fue un período privilegiado para conocer a obispos y teólogos, especialmente en las comisiones. Cuando fue presentado el Esquema 13 (que después se convirtió en la constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, Gaudium et Spes) yo hablé del personalismo. El padre de Lubac se me acercó y me dijo: Así, así, en esa dirección. De este modo me dio ánimos y eso significó mucho para mí, que era relativamente joven”.

El Cardenal Rudolf Voderholzer en su libro Meet Henri de Lubac: His Life and Work recuerda que Juan Pablo II lo nombro cardenal a los 85 años en reconocimiento por sus servicios en el campo de la teología; honor que Henri de Lubac dedico a la Orden Jesuítica en su conjunto, honor que a su vez significaba el último peldaño en la rehabilitación de un hombre que fuera considerado sospechoso, aun dentro del ámbito mismo de la Iglesia y que entre 1950 y 1958 fuera separado de su puesto docente debido justamente a esas sospechas, habiéndosele prohibido además publicar libros sobre teología. Henri de Lubac, dice además el comentario sobre el libro de Voderholzer, se conocieron durante el Concilio Vaticano y cultivaron una estima mutua a partir de entonces. Habían trabajado conjuntamente en el Esquema 13 que luego se convirtió en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo actual. Y - agrega el comentario - que “ Quizás aún más que por su colaboración directa en los textos conciliares, de Lubac influencio el Concilio por medio de sus numerosos y ricos estudios teológicos contribuyendo con ellos a la renovación de la teología basada en las Fuentes, o sea en las Sagradas Escrituras y los textos de los padres de la Iglesia. “

viernes, 29 de julio de 2011

Congreso Internacional Vida, Familia y Sociedad en la UCA



Con ocasión del Año de la Vida, el 30 aniversario de la promulgación de la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio del Beato Juan Pablo II y en preparación al VII Encuentro de Familias Milán 2012,
el Foro Vida y Familia de la Universidad Católica Argentina organiza el


Congreso Internacional Vida, Familia y Sociedad


La conferencia inaugural estar a cargo de Mons. Jean Laffitte, Secretario del Pontificio Consejo para la Familia.
El Congreso tendrá lugar los días 28,29 (dia completo) y 30 de septiembre (medio dia) 2011 en el Auditorio San Agustín, Alicia Moreau de Justo 1300, Campus Universitario de la UCA, Puerto Madero.
El arancel es muy accesible:

Hasta el 20 de Septiembre inclusive, $60 por persona. En grupos de 6 o más personas, un participante será becado.
A partir del 21 de Septiembre inclusive, $80 por persona. En grupos de 6 o más personas, un participante será becado.

Las modalidades de pago son:
en efectivo, transferencia o depósito bancario (si se opta por estas últimas modalidades, es necesario enviar por fax el comprobante de depósito al Tel. 011 4338-0827 o los datos del mismo vía mail a congresoflia2011@uca.edu.ar), donde puede tambien solicitarse el programa, que por ahora no veo haya sido publicado.

Como actividad preparatoria al Congreso se realizará el 1º Concurso de Fotografía“Vida Humana, don y tarea”

jueves, 28 de julio de 2011

Bibliografía Karol Wojtyla / Juan Pablo II




Acabo de descubrir en el sitio de la Universidad de Navarra dos “imperdibles”.


El Primero :


Estudio bibliográfico sobre el pensamiento y la antropología de Juan Pablo II por Juan Luis Lorda.
(si este enlace no funciona, deberá googlearse con el titulo ESTUDIO BIBLIOGRÁFICO SOBRE EL PENSAMIENTO Y LA ANTROPOLOGÍA DE JUAN PABLO II JUAN LUIS LORDA)

 El estudio, tal como se presenta, esta distribuido en cuatro grandes apartados y una consideración final:


A. Generales: Documentación, estudios bibliográficos y biográficos sobre Juan Pablo II
B. Los escritos de Karol Wojtyla y la antropología
C. Los documentos de Juan Pablo II y la antropología
D. Estudios sobre el pensamiento de K. Wojtyla-Juan Pablo II
E. Resumen final: lo imprescindible


De una riqueza impresionante, y altamente recomendable, no obstante deberá considerarse que fue compilado en el 2004 y faltan, por lo tanto, las nuevas publicaciones.
Por otro lado, aunque figura dentro del listado de documentos, yo agregaría ¡Levantaos, Vamos! dentro de los imprescindibles; considero que éste junto a Don y Misterio son dos pequeñas joyitas, un verdadero tesoro.


El otro estudio


es de Piotr Gałas y se trata de la Bibliografía de Karol Wojtyła y traducciones al castellano. “Contiene todo lo que se ha publicado en polaco hasta el 2002 de los textos de Karol Wojtyła anteriores el pontificado, señalando todo lo que nos consta traducido al castellano” se anuncia en la pagina.



Estudio tan impresionante como el anterior, ambos me producen el mismo sentimiento de absoluta y profunda humildad: cuan poco sabemos de Karol Wojtyla/Juan Pablo II, cuan poco conocemos de su rica trayectoria en su patria, cuanto nos falta por aprender de su persona y de sus enseñanzas.

lunes, 25 de julio de 2011

Henri de Lubac S.J. (1) : Prefacio a “Amor y Responsabilidad” de Karol Wojtyla

"No es lo normal que un simple sacerdote, al que, por añadidura, ningún particular amplitud recomienda, prologue el libro de un miembro del cuerpo episcopal. Serìa ello inmodesto, por lo menos, sin duda alguna, si no se tratase de presentar al público de lengua francesa la traducción de una obra aparecida ya en otra lengua (la polaca) y cuyo mérito no necesita recomendación ante aquellos que ya la conocen. Con todo, habríamos dudado mucho en trazar estas pocas líneas, de no habérnoslo rogado con tanta insistencia S.Ex. misma Mons. Karol Wojtyla y tan directamente. Así, pues, ya que había que obedecerle, no podemos negar que nos alegramos de que se nos haya ofrecido de este modo la ocasión de rendir públicamente homenaje a uno de los que han trabajado en la actual obra conciliar. Porque, desde hace algún tiempo, tenemos la oportunidad de contemplar de cerca – y semejante espectáculo nos es una fuente de inagotable aliento – el cristiano vigor junto con la clarividencia con que se dedica al examen de las importantes cuestiones que están todavía estudiándose.
El punto de que trata la presente obra es precisamente uno de los más importantes y de los más discutidos. Sobre los problemas que se refieren al amor, a la castidad, al matrimonio, a la procreación, a la familia, se ha escrito mucho en estos últimos años. No creemos ofender a nadie al asegurar que raramente se ha hecho con mucho cuidado en el análisis y con mucho rigor intelectual; con parigual preocupación por integrar estos problemas y sus aspectos, tan diversos, en una visión de conjunto de la realidad humana. Sucesivamente la psicología, la metafísica y la moral aportan en este libro su contribución. Las descripciones más finas, en verdad deliciosas, alternan con la más vigorosa dialéctica. El papel y el valor de la sexualidad están aquí plenamente reconocidos, y tanto más cuanto que nunca se separa del sujeto al que afecta y que es responsable de ella. De este modo, la eminente dignidad del hombre, tal como la Iglesia de Cristo la promueve y defiende está, admirablemente, puesta de relieve.
El autor, no obstante, no se dirige únicamente a los creyentes: por lo menos no apela inmediatamente a su fe. No toma pie de las enseñanzas bíblicas, sino que arranca de las vías de la argumentación racional. Así, por ejemplo, nada dice de la mística paulina. Sin pegarse excesivamente a las modas de lenguaje, ha asimilado lo mejor de la moderna reflexión, especialmente de la fenomenología, y sabe sacar partido tanto de la filosofía de Aristóteles como – aun más – de la de Santo Tomás de Aquino para hacer resaltar más el personalismo latente.
Un libro como éste, es de lo más a propósito para mostrar que la tradición, la más clásica, ofrece incomparablemente más recursos a la inteligencia, en éste como en otros terrenos, que una cierta actitud crítica, hoy día demasiado extendida, puede procurar. No habrá, en todo caso, nadie que, después de haber leído este libro, pueda ya dedicarse a esas fáciles diatribas, a esas caricaturas folletinescas contra las tesis tradicionales, que deshonran incluso a algunas de nuestras publicaciones católicas. Nadie podrá ya, para desembarazarse de ello, reducir a un orden biológico, modelado al gusto del individuo, lo que es en realidad el orden mismo de la existencia, sometido a las normas personalistas.
La doctrina expuesta por el arzobispo de Cracovia, podrá parecer austera. Con todo, es la de un hombre que se preocupa del hombre: así como la de un pastor de almas que no ignora ni las debilidades de la naturaleza humana, ni los medios de gracia que vienen en su ayuda. Es la de un realista tanto como la de un hombre de fe. No pretende resolver las cuestiones valiéndose tan sólo de algunos principios que aplica a toda la variedad de los innumerables casos especiales. No cabe duda de que sería imposible prever la aplicación espontánea que harían aquellos pueblos que nunca han sido alcanzados por la Buena Nueva o que se han hecho insensibles a ella. Por esto mismo, sin duda, es muy posible que las mil voces de la publicidad entonen pocos himnos en su loor. Es posible también que sea juzgada como demasiado dura por algunos estudiosos, incluso clérigos. Sin embargo, no nos cabe duda de que, por el contrario, convencerá plenamente a los espíritus serios, deseosos de fundamentar las relaciones de los cónyuges en una antropología completa, coherente y hondamente trabajada. Tampoco nos cabe duda de que será acogida gozosamente por muchos hogares cristianos, dichosos de encontrar en esta doctrina las justificaciones racionales y las aclaraciones de aquello que su buena salud moral y el instinto del Espíritu se lo habían ya hecho comprender en lo hondo de su corazón.
Si el aggiornameto conciliar, propuesto por Juan XXIII y tenazmente proseguido por Paulo VI, ha de ser a base, necesariamente, de una renovación interior según el espíritu evangélico, la obra de Mons. Karol Wojtyla habrá de contribuir a ello grandemente. Sirve para disipar algunas ilusiones que lo pondrían en peligro. En efecto, entre tantos signos que mantienen hoy día nuestra esperanza, los hay también algunos otros que suscitan inquietud. El Padre Santo aludía a ellos el mes pasado, al decir: “Todo aquel que viese en el Concilio un relajamiento de los internos compromisos de la Iglesia para con su fe, su tradición, su ascesis, su caridad, su espíritu de sacrificio y su adhesión a la Palabra y a la Cruz de Cristo, o tal vez una indulgente concesión a la frágil y versátil mentalidad relativista de un mundo sin principios y sin fin trascedente, o una especie de cristianismo más cómodo y menos exigente, este tal estaría en un error.” Contra uno de esos errores de interpretación es contra el que nos pone en guardia Mons. Wojtyla. Y lo hace de una manera enteramente positiva, sin entrar en ninguna controversia, con la simple exposición de una doctrina largamente madurada. Dará alientos a muchos Al revés de lo que sucedería fatalmente si los hombres de Iglesia se dejasen arrastrar, so color de apertura al mundo, a las facilidades de un cristianismo tibio y a los abandonos propios de una moral sin dignidad, nos mete por el camino que ha de hacer nuestra fe más “contagiosa”. Esta obra es capaz de hacer reflexionar seriamente y de guiar a las almas rectas hacia la luz del Evangelio.
Henri de Lubac SJ"





Amor y responsabilidad. Estudio de moral sexual.„Milosc a Odpowiezialnosc”, en Ateneum Kaplanskie, a. 51, vol. 59, n. 2, 1959: 163 ss.,Milosc i odpowiedzialnosc. Studium etyczne, Lublin, KUL, , 1960.


Esta primera edición en polaco fue publicada por la editorial de la KUL. En 1962 apareció la segunda edición polaca en la editorial Znak de Cracovia.


Amour et responsabilité. Etude de moralle sexuelle. París, Societé d’Editions Internationales, 1965. Preface de Henri de Lubac La edición francesa se publica después del Concilio, donde cultivó Wojtyla amistad con quien prologa esta obra.


La edición inglesa se publicó el mismo año que la francesa.


La edición italiana, tres años más tarde: Amore e responsabilitá. Roma, Marietti, 1968. Proemio di card. G. Colombo.


La edición castellana se traduce de la francesa: Amor y responsabilidad. Estudio de moral sexual, Madrid, Razón y Fe, 1969. Prefacio de Henri de Lubac. Traducción del francés por Juan Antonio Segarra.


(referencias del libro de Graciela Palau: La autorrealización, según el personalismo de Karol Wojtyla – ver posts etiquetados Palau)

domingo, 24 de julio de 2011

Pequeñas Hermanas de la Maternidad Católica

Padre Santo, para alegrar Tu paternidad, y a través de María nuestra Madre, te ofrecemos un hijo….haz que se empeñe en la extensión de Tu Reino…”
(de la oración de ofrenda del recién nacido)




La religiosa Marie Simon-Pierre curada milagrosamente por intercesión de Juan Pablo II, pertenece a la Congregación de las Pequeñas Hermanas de la Maternidad Católica, una congregación ciertamente particular, pues fue iniciada por Louis Lantelme, padre de familia e industrial de la seda, quien preocupado por la situación social de su entorno y movido por un profundo sentimiento humano y cristiano, se ocupa de ayudar a las madres obreras durante su embarazo, nacimiento y posterior crecimiento de sus hijos con el fin de brindarles serenidad y seguridad. Motivado por esa experiencia decide crear una maternidad donde las madres puedan encontrar, además de los cuidados necesarios, acogida, estima, formación y todo lo necesario para una vida digna. En 1920 pide a su hija, Marie Louise que estudie para ser partera. Marie Louise, obtiene su diploma y se perfecciona en una maternidad de Creusot. Cumplidos ocho años de práctica y perfeccionamiento siente la llamada misionera y decide ingresar en la Congregación de las Hijas de San Francisco de Sales. Su padre sin embargo, le solicita que regrese a Jallieu para inaugurar una maternidad. Marie Louise se encuentra ante un verdadero dilema : su llamado y el proyecto del padre. Es alentada, sin embargo, por Monseñor Alexandre Caillot, Obispo de Grenoble, quien le sugiere llevar a cabo el proyecto del padre prometiéndole a su vez que él se ocuparía de su vocación. Marie-Louise obedece, realiza el proyecto del padre y el 2 de febrero de 1930 nace en Jallieu, diócesis de Grenoble la primera Maternidad Católica. Teniendo presente su promesa en 1932 Mons. Caillot le encarga al P. Emile Guerry examinar la posibilidad de crear, con las jóvenes asociadas a Marie Louise Lantelme, una Congregación religiosa, que permitiera a Marie Louise responder a su vocación. La aprobación tardó en llegar pero finalmente la Congregación fue reconocida en 1954 y a partir de 1982 el Instituto de las Pequeñas Hermanas de las Maternidades Católicas goza de derecho pontificio.
Las Pequeñas Hermanas cuentan con seis institutos en Francia y uno en Senegal y una rama laica de la Congregación con hogares que comparten el carisma de las Pequeñas Hermanas.
Las Hermanas viven su misión dedicándose a los jóvenes y a jóvenes padres, a quienes acompañan mientras permanecen en la Maternidad o en diferentes encuentros, también con aquellos quienes se cuestionan sobre el sentido de la vida proponiéndoles reflexiones sobre el amor humano y la vida, el matrimonio, la familia, y la acogida de personas invalidas.
El 6 de junio de 1980 fueron recibidas en Audiencia por el Santo Padre Juan Pablo II, con ocasión del 50 aniversario del Instituto.
El 28 de junio de 1996 el Papa Juan Pablo II nombra a Sor Marie Luc, Pequeña Hermana pediatra, miembro de la Academia Pontificia por la Vida.
El 14 de enero de 2011 el Santo Padre Benedicto XVI reconoce como milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo II la curación de la Pequeña Hermana Sor Marie Simon-Pierre.
En el folleto de Los Institutos “Maternidades Católicas” leemos que “quieren ser un signo del Amor infinito del Padre, de su ternura para cada hombre, desde el primer instante de su concepción hasta el final de su vida natural, creando un clima de acogida, de atención, de respeto de la persona.
Las Pequeñas Hermanas de la Maternidad Católica desarrollan su vocación en perfecta sintonía con la invitación del Beato Juan Pablo II de anunciar, celebrar y servir al Evangelio de la vida y su llamado en la encíclica del mismo nombre Evangelium vitae, trabajando para todos sin distinción de origen, cultura o religión. En sus Institutos cada nacimiento es celebrado con alegría mediante tres toques de campana.

sábado, 23 de julio de 2011

Ecclesia in America (2)– Oración de Juan Pablo II

Señor Jesucristo, te agradecemos

que el Evangelio del Amor del Padre,

con el que Tú viniste a salvar al mundo,

haya sido proclamado ampliamente en América

como don del Espíritu Santo

que hace florecer nuestra alegría.

Te damos gracias por la ofrenda de tu vida,

que nos entregaste amándonos hasta el extremo,

y nos hace hijos de Dios

y hermanos entre nosotros.

Aumenta, Señor, nuestra fe y amor a ti,

que estás presente

en tantos sagrarios del Continente.

Concédenos ser fieles testigos de tu Resurrección

ante las nuevas generaciones de América,

para que conociéndote te sigan

y encuentren en ti su paz y su alegría.

Sólo así podrán sentirse hermanos

de todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.

Tú, que al hacerte hombre

quisiste ser miembro de una familia humana,

enseña a las familias

las virtudes que resplandecieron

en la casa de Nazaret.

Haz que permanezcan unidas,

como Tú y el Padre sois Uno,

y sean vivo testimonio de amor,

de justicia y solidaridad;

que sean escuela de respeto,

de perdón y mutua ayuda,

para que el mundo crea;

que sean fuente de vocaciones

al sacerdocio, a la vida consagrada

y a las demás formas

de intenso compromiso cristiano.

Protege a tu Iglesia y al Sucesor de Pedro,

a quien Tú, Buen Pastor, has confiado

la misión de apacentar todo tu rebaño.

Haz que tu Iglesia florezca en América

y multiplique sus frutos de santidad.

Enséñanos a amar a tu Madre,

María, como la amaste Tú.

Danos fuerza para anunciar con valentía tu Palabra

en la tarea de la nueva evangelización,

para corroborar la esperanza en el mundo.
¡Nuestra Señora de Guadalupe,

Madre de América,

ruega por nosotros!

viernes, 22 de julio de 2011

María de Magdala, «la apóstol de los apóstoles»

Icono de Maria Magdalena de Wikipedia



“Desde el principio de la misión de Cristo, la mujer demuestra hacia él y hacia su misterio una sensibilidad especial, que corresponde a una característica de su femineidad . Hay que decir también que esto encuentra una confirmación particular en relación con el misterio pascual; no sólo en el momento de la crucifixión sino también el día de la resurrección. Las mujeres son las primeras en llegar al sepulcro. Son las primeras que lo encuentran vacío. Son las primeras que oyen: «No está aquí, ha resucitado como lo había anunciado» (Mt 28, 6). Son las primeras en abrazarle los pies (cf. Mt 28, 9). Son igualmente las primeras en ser llamadas a anunciar esta verdad a los apóstoles (cf. Mt 28, 1-10; Lc 24, 8-11). El Evangelio de Juan (cf. también Mc 16, 9) pone de relieve el papel especial de María de Magdala. Es la primera que encuentra a Cristo resucitado. Al principio lo confunde con el guardián del jardín; lo reconoce solamente cuando él la llama por su nombre: «Jesús le dice: "María". Ella se vuelve y le dice en hebreo: "Rabbuní" —que quiere decir: "Maestro"—. Dícele Jesús: "No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios". Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras» (Jn 20, 16-18).


Por esto ha sido llamada «la apóstol de los apóstoles».(38) Antes que los apóstoles, María de Magdala fue testigo ocular de Cristo resucitado, y por esta razón fue también la primera en dar testimonio de él ante de los apóstoles. Este acontecimiento, en cierto sentido, corona todo lo que se ha dicho anteriormente sobre el hecho de que Jesús confiaba a las mujeres las verdades divinas, lo mismo que a los hombres. Puede decirse que de esta manera se han cumplido las palabras del Profeta: «Yo derramaré mi espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán» (Jl 3, 1). Al cumplirse los cincuenta días de la resurrección de Cristo, estas palabras encuentran una vez más confirmación en el cenáculo de Jerusalén, con la venida del Espíritu Santo, el Paráclito (cf. Act 2, 17).”
(Beato Juan Pablo II - Carta Apostólica Mulieris Dignitatem sobre la dignidad y la vocación de la mujer)


jueves, 21 de julio de 2011

Que es la vejez?



En el capítulo Que es la vejez? Del libro Karol el grande de Doménico del Rio, el autor escribe:
“La sugerencia para que escribiera una carta A mis hermanos y hermanas ancianos le llegó de la Organización de las Nacines Unidas, que en el año 1999 decidió hacer un llamado mundial a los hombres de la llamada “tercera edad”. “Anciano también yo – escribía el Papa – sentí el deseo de entablar un diálogo con ustedes”. Quería dirigirse a todo aquel que transcurriese sus días en medio de las tribulaciones de la vejez: “Queridos ancianos que se encuentran en precrias condiciones por la salud o por otras causas, estoy cerca de ustedes afectuosamente”. “Qué es la vejez?, se preguntaba, y respondía Cicerón: “De ella, a veces, se habla como el otoño de la vida”. Pero más que compararla con una estación descendente, èl prefería definirla como el tiempo en que “crece la sabiduría”: Es la época privilegiada de aquella sabiduría que, generalmente, es fruto de la experiencia, porque el tiempo es un gran maestro”.
Esa era la sabiduría del cristiano, que mantenía en su vejez “el espíritu joven mirando hacia lo eterno”. “Si la vida es un peregrinar hacia la patria celestial, la vejez es el tiempo en el que más naturalmente se mira hacia el umbral de la eternidad”.
Esto no quería decir un adiós al amor a la vida¨”Son años en que hay que vivir con un sentido de confiado abandono en las manos de Dios, Padre providente y misericordioso”. “l don de la vida – escribía el Papa – no obstante el cansancio y el dolor que la marcan, es demasiado hermoso y precioso para que nos podamos cansar”.
Él, si bien se encontraba a las puertas de los ochenta años, no se cansaba. “No obstante las limitaciones que llegan con la edad – concluía – en este momento de mi vida, después de veinte años de ministerio en la Cátedra de Pedro, conservo el gusto por la vida. Le agradezco l Señor. Es hermoso poder agotarse hasta el final por la causa del reino de Dios”.
Aún más: conservaba todavía el gusto por la ironía y el buen humor. Un día, después de su regreso del hospital Gemelli, donde se había hecho atender a causa del fémur derecho, fracturado por una caída en el baño de su departamento privado, recibió la visita de un obispo. El prelado había comenzado elogiando el buen aspecto del Pontífice: “Lo veo en forma” – insistía – “Más aún, ¿sabe algo? EL hospital le ha hecho bien. Usted está mejor ahora que antes de la internación en el Gemelli”. El Papa lo miró con expresión picaresca y le dijo: “Entonces, ¿Por qué no va a recuperarse también usted?”


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miércoles, 20 de julio de 2011

Juan Pablo II : Catequesis y evangelización

En la Audiencia General del 5 de diciembre de 1984, al comenzar una breve “serie de instrucciones sobre las verdades de la fe y de la moral cristiana en el ámbito de una catequesis global sistemática” nos decía Juan Pablo II :
“Con el acontecimiento de Pentecostés comenzó el tiempo de la Iglesia…. cuando los Apóstoles, reunidos en el Cenáculo, "se llenaron del Espíritu Santo" (Act 2, 4)…..
El Cenáculo, hasta entonces cerrado, se abrió de par en par y los apóstoles salieron al encuentro de los peregrinos judíos, presentes aquel día de diversos países y de diversas naciones. Todos estaban llenos de asombro, al oír a los Apóstoles —sabían que eran galileos— hablar en diversas lenguas; "cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería"(Act, 2, 4). “ Este tiempo de la Iglesia marca también el comienzo de la evangelización apostólica. El nacimiento de la Iglesia coincide con el comienzo de la evangelización. Puede decirse que éste es simultáneamente el comienzo de la catequesis. De ahora en adelante, cada uno de los discursos de Pedro es no sólo anuncio de la Buena Nueva sobre Jesucristo, y por tanto un acto de evangelización, sino también cumplimiento de una función instructiva, que prepara a recibir el Bautismo; es la catequesis bautismal. A su vez, ese "perseverar en oír la enseñanza de los Apóstoles" por parte de la primera comunidad de los bautizados constituye la expresión de la catequesis sistemática de la Iglesia en sus mismos comienzos. Puede decirse que éste es simultáneamente el comienzo de la catequesis”
En esa misma Audiencia comentaba que después del Concilio Vaticano II, dos sesiones sucesivas del Sínodo de los Obispos trabajaron sobre los temas evangelización/catequesis. De allí surgieron dos documentos pontificios: Evangelii nuntiandi (acerca de la Evangelización en el mundo contemporáneo) y Catechesi tradendae, (sobre la catequesis en nuestro tiempo) que explican la relación de la catequesis con la evangelización. En este último documento leemos que “la catequesis es una etapa de la evangelización….Más concretamente, la finalidad de la catequesis, en el conjunto de la evangelización, es la de ser un período de enseñanza y de madurez, es decir, el tiempo en que el cristiano, habiendo aceptado por la fe la persona de Jesucristo como el solo Señor y habiéndole prestado una adhesión global con la sincera conversión del corazón, se esfuerza por conocer mejor a ese Jesús en cuyas manos se ha puesto: conocer su «misterio», el Reino de Dios que anuncia, las exigencias y las promesas contenidas en su mensaje evangélico, los senderos que Él ha trazado a quien quiera seguirle.”
En la Audiencia General del Miércoles 12 de diciembre de 1984 el Papa vuelve a los orígenes diciendo que “Desde su nacimiento en Jerusalén, el día de Pentecostés, la Iglesia "persevera en oír la enseñanza de los Apóstoles", y esto significa el encuentro recíproco en la fe, de los que enseñan y de los que son instruidos”, y agrega “Precisamente esto es la catequesis según la palabra griega (Kátekheo). Esta palabra originariamente significaba "llamar desde arriba" (ex alto) o también "producir eco (Kata = arriba, ekheo = sonar, expresar). De ahí se deriva luego el significado de instruir (cuando la vez del que enseña encuentra eco en la voz del alumno, de manera que la respuesta del alumno es como el eco consciente del maestro). Esta última explicación es importante porque indica que una instrucción, como es la catequesis, no tiene lugar de modo solamente unilateral, como lección, sino también como coloquio, mediante preguntas y respuestas.” Catequesis, por otra parte, también está ligada a la palabra "catecúmeno", que literalmente quiere decir "el que es instruido" (Katekhoúmenos). Asi la catequesis se convertía en la "iniciación", es decir, en la introducción al "mysterium" del bautismo, y luego al conjunto de la vida sacramental, de la que es cumbre y centro la Eucaristía.”
En la Audiencia General del 19 de diciembre de 1984 el Papa explica que con el correr del tiempo se fue “afianzando cada vez más universalmente la costumbre de administrar el bautismo a los niños poco después de su nacimiento y comenzó a desaparecer la institución del catecumenado en su forma primitiva” quedando la catequesis aplazada en base al compromiso de padres y padrinos.
El 9 de enero de 1985 profundiza sobre la catequesis en general y la responsabilidad del catequista
En la audiencia General del 16 de enero de 1985 Juan Pablo II recordaba conceptos de (Catechesi tradendae, 21) en el sentido que la catequesis “ Debe ser una enseñanza que insista en lo esencial, que "no pretenda abordar todas las cuestiones disputadas ni transformarse en investigación teológica o en exégesis científica; una enseñanza, no obstante, bastante completa, que no se detenga en el primer anuncio del misterio cristiano, cual lo tenemos en el kerigma; una iniciación cristiana integral, abierta a todas las esferas de la vida cristiana"
Y en la Audiencia del 6 de marzo de 1985 el Papa habla específicamente sobre la formación de los catequistas.

lunes, 18 de julio de 2011

Un mes (28 dias) para las JMJ 2011 Madrid

Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”



Falta solo un mes para las JMJ 2011 en Madrid!



Nos informan en la página oficial de JMJ 2011 que Hoy 18 de julio de 2011 La Cruz y el Icono de la JMJ serán acogidos con gran solemnidad en la catedral de la Almudena, finalizando asi la peregrinación que la Cruz y el Icono de la JMJ han venido realizando durante estos años por distintos lugares de España como preparación a la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar del 16 al 21 de agosto en Madrid. Hoy a las 20,30 horas se celebrará una Vigilia de Oración ante la Cruz presidida por el cardenal de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela y despues y hasta la JMJ, se celebrarán diferentes jornadas de oración y adoración a la Cruz en Madrid

También los jóvenes argentinos se han ido preparando para participar. Los detalles se pueden encontrar en el sitio Pastoral de la Juventud (Conferencia Episcopal Argentina), espacio en el cual se ocupan de administrar todo lo referido a inscripciones, movimientos económicos y la comunicación directa con el Comité Organizador de Madrid para las cuestiones que lo requieran”.
Quien desee comunicarse con la Secretaria puede hacerlo escribiendo a jornadamundial@pastoraldejuventud.org.ar

sábado, 16 de julio de 2011

Juan Pablo II : Teresa de Jesús y la Oración



Dedico este post con todo mi cariño a mis amigas las hermanas carmelitas de Gualeguaychú, Entre Rios, Argentina y les deseo feliz dia y bendiciones!


“Acercarse al misterio de Dios, a Jesús, “traer a Jesucristo presente” constituye toda su oración.
Esta consiste en un encuentro personal con aquel que es el único camino para conducirnos al Padre. Teresa reaccionó contra los libros que proponían la contemplación como un vago engolfarse en la divinidad o como un “no pensar nada” viendo en ello un peligro de replegarse sobre uno mismo, de apartarse de Jesús del cual nos “vienen todos los bienes”. De aquí su grito: “Apartarse de Cristo . . . no lo puedo sufrir”. Este grito vale también en nuestros días contra algunas técnicas de oración que no se inspiran en el Evangelio y que prácticamente tienden a prescindir de Cristo, en favor de un vacío mental que dentro del cristianismo no tiene sentido. Toda técnica de oración es válida en cuanto se inspira en Cristo y conduce a Cristo, el camino, la verdad y la vida.Bien es verdad que el Cristo de la oración teresiana va más allá de toda imaginación corpórea y de toda representación figurativa; es Cristo resucitado, vivo y presente, que sobrepasa los límites de espacio y lugar, siendo a la vez Dios y hombre. Pero a la vez es Jesucristo, Hijo de la Virgen que nos acompaña y nos ayuda.
Cristo cruza el camino de la oración teresiana de extremo a extremo, desde los primeros pasos hasta la cima de la comunión perfecta con Dios. Cristo es la puerta por la que el alma accede al estado místico. Cristo la introduce en el misterio trinitario. Su presencia en el desenvolvimiento de este “trato amistoso” que es la oración es obligado y necesario: El lo actúa y genera. Y El es también objeto del mismo. Es el “libro vivo”, Palabra del Padre. El hombre aprende a quedarse en profundo silencio, cuando Cristo le enseña interiormente “sin ruido de palabras”; se vacía dentro de sí “mirando al Crucificado”. La contemplación teresiana no es búsqueda de escondidas virtualidades subjetivas por medio de técnicas depuradas de purificación interior, sino abrirse en humildad a Cristo y a su Cuerpo místico, que es la Iglesia.”



Invito visitar los posts etiquetados Carmelo

viernes, 15 de julio de 2011

La capilla de la Virgen de Guadalupe en las grutas vaticanas

Foto de Gloria TV



Santísima Virgen de Guadalupe,


te encomiendo de modo especial al querido pueblo mexicano


para que intercedas por él


y nunca se desvíe de la verdadera fe;


para que, con la fuerza del Señor Resucitado,


sepa hacer frente a las nuevas situaciones;


defienda siempre el don de la vida,


haga imperar la verdad y la justicia,


promueva la laboriosidad y la comunicación cristiana de bienes


y pueda ser una gozosa realidad


la civilización del amore


n la gran familia de los hijos de Dios


Amén.









El 12 de Mayo de 1992, el Papa Juan Pablo II inauguraba la capilla a Nuestra Señora de Guadalupe, “Estrella de la nueva Evangelización” junto a la tumba del apóstol San Pedro y - hasta hace poco - a unos pasos de la tumba del Beato Juan Pablo II, en la cripta de la Basílica de San Pedro, una ubicación de gran privilegio, sin dudas.
“Con la inauguración de esta capilla, - decía el Papa - que es como una prolongación del Tepeyac en Roma, se hace más palpable la íntima comunión de Latinoamérica con la Iglesia universal”, comunión que el sintió personalmente desde aquel primer encuentro con el pueblo de México - grande e inolvidable - de su primer visita.



El Siglo de Torreón de México en su edición del martes 12 de dic, 2006
contaba en detalle la historia de la Capilla.



La inauguración de la Capilla no fue un hecho aislado. Juan Pablo II, encariñado profundamente con el pueblo mexicano, ya habia visitado Mexico en dos oportunidades y en esta inauguración “enmarcada en los eventos conmemorativos del V Centenario de la llegada del Evangelio al Nuevo Mundo” el Papa invitaba a todos los fieles a unirse espiritualmente a la celebración. “Con toda la profundidad de su simbolismo – decía Juan Pablo II – el santuario mexicano peregrina hoy hasta Roma y planta sus raíces junto a la sede de Pedro, fundamento de unidad de la Iglesia universal.”
Por otra parte la Iglesia se preparaba entonces para el V Centenario de la llegada del Evangelio al Nuevo Mundo y se había anunciado la IV Conferencia general de Obispos para tratar el tema de la evangelización de este “continente de la esperanza”, Conferencia que se inauguraría en Santo Domingo (República Dominicana) el 12 de octubre 1992.



Además en esta perspectiva el Papa había solicitado a la Pontificia comisión para América Latina un Simposio Internacional sobre Historia de la Evangelización en América, que anunció en el Regina Caeli del 10 de mayo 1992, se ralizo entre el 11 y el 14 de mayo de 1992 y fue clausurado por el Papa Juan Pablo II.
En el sitio de la Universidad de Navarra se pueden descargar las actas del Simposio

miércoles, 13 de julio de 2011

San Benito, Juan Pablo II y Montecassino




Escuchemos la voz de San Benito: de la soledad interior, del silencio contemplativo, de la victoria sobre el rumor del mundo exterior, de este «habitar consigo mismo», nace el diálogo consigo y con Dios, que lleva hacia las cumbres de la ascética y la mística.”



Juan Pablo II 18 05 1979



Esta semana recordamos a San Benito, abad, proclamado patrono y protector de Europa por el Santo Padre Pablo VI, el 24 de octubre de 1964, durante su visita a la Abadía de Montecassino, con ocasión de la Consagración del nuevo templo. San Benito también es patrono del pontificado del Santo Padre Benedicto XVI.





Con ocasión del viaje a Roma para la beatificación de Juan Pablo II teníamos planeado visitar Mentorella y la Abadia de Montecassino y solo pudimos cumplir con una parte del sueño visitar Mentorella, y Montecassino quedó pendiente. Sin embargo aprovechando la festividad de San Benito quería recordar también Montecassino, un lugar tan significativo y tan caro a Juan Pablo II, por lo sagrado del lugar, por una parte, y por la otra tan trágicamente atado a la historia polaca donde en el cementerio polaco, mas de mil cruces recuerdan el heroísmo de los jóvenes que combatieron y murieron allí (no todos eran polacos).



Juan Pablo II nunca oculto el profundo amor por su patria, tampoco su dolor y su sufrimiento en momentos difíciles. Su discurso en su primer visita a Montecassino como Papa en 1979 con ocasión de conmemorarse los 35 años de aquel 18 de mayo de 1949 cuando “los soldados polacos del General Anders lograban izar la bandera polaca blanca y roja sobre los escombros todavía humeantes de la histórica abadía” es – aun teñido de dolor - un himno a sus compatriotas muertos, un canto de esperanza, en el cual nos invita “trazar un programa de vida a la luz de Montecassino y de San Benito, del mensaje de San Benito, que en síntesis – decía Juan Pablo II – es una invitación a la interioridad.”
Venid a Montecassino! – decía Juan Pablo II en su alocución - ¡Venid a meditar sobre la historia pasada y a comprender el significado auténtico de nuestra peregrinación terrena! ¡ Venid a recuperar paz y serenidad, ternura con Dios, y amistad con los hombres, para llevar de nuevo esperanza y bondad a las frenéticas metrópolis del mundo moderno, atormentadas y desilusionadas en la angustia de tantas almas!”



Como no aceptar una invitación tan abierta, tan sentida?
Es importante leer su alocución de 1979 para adentrarse un poco en el alma de este Papa polaco, poeta y pastor y es casi obligatorio leer su precioso Mensaje para el 50 aniversario de la Batalla de Montecasino para comprender el profundo amor a su patria, su sufrimiento por la tragedia de la guerra y la incomprensión de Occidente por la suerte de Polonia, invadida por este y oeste. Pero Juan Pablo II va mucho más allá de nuestras propias interpretaciones al expresar que “Montecassino encierra un significado mucho más antiguo que el que se le atribuyo en 1944. Hay que volver atrás quince siglos, a los tiempos de san Benito porque fue precisamente en Montecassino donde se erigió una de aquellas abadías benedictinas que iniciaron la formación de Europa, de la Europa cristiana. Montecassino fue el enfrentamiento de dos “proyectos” – dice Juan Pablo II - uno, tanto en oriente como en occidente, tendía a desarraigar a Europa de su pasado cristiano, ligado a sus patronos y en especial, a san Benito: el otro tendía a defender la tradición cristiana de Europa y el “espíritu europeo”. Hemos de orar concluye su Mensaje Juan Pablo II para que sepamos hacer buen uso de la libertad reconquistada a un precio tan alto: para volver a la herencia de san Benito y de san Cirilo y san Metodio, copatronos de Europa del este y del oeste.

En su mensaje al Abad de Montecassino el P. Bernardo D’Onorio, o.s.b. para el 60 aniversario de la destrucción de la Abadia de Montecassino Juan Pablo II recordaba Montecassino como “verdadera arca de un tesoro precioso de espiritualidad, de cultura y de arte. Para nosotros, los creyentes, el hecho de que el antiguo monasterio haya sido totalmente destruido por la guerra y después haya sido perfectamente reconstruido es una invitación a la esperanza, impulsándonos a ver en ello un símbolo de la victoria de Cristo sobre el mal y de la posibilidad que tiene el hombre de superar, con la fuerza de la fe en Dios y del amor fraterno, los conflictos más arduos para hacer que triunfen el bien, la justicia y la concordia.


Invito leer “La destrucción de Montecassino” de Roberto Rotondo – 30 giorni
Fotos de Abadia de Montecassino

lunes, 11 de julio de 2011

II Congreso Apostólico Mundial de la Misericordia Divina




Tal como había anunciado en este blog entre los días 1 al 5 de octubre de 2011, se llevará a cabo en Cracovia, el II Congreso Apostólico Mundial de la Misericordia Divina (WACOM – World Apostolic Congres On Mercy).

El primero tuvo lugar en Roma en el 2008.

El encuentro se realizará en el Santuario en Cracovia – Łagiewniki, sede del centro mundial del culto a la Misericordia Divina y la inscripción ha sido postergada hasta el 31 de agosto 2011.
En un post anterior había anticipado el programa que recomiendo ver en el sitio oficial del Congreso, por si se produce algún cambio.


No es esta la primera vez que se realiza un Congreso sobre la Divina Misericordia en Cracovia, sitio donde ya han tenido lugar varios, además de simposios y otros eventos dedicados a profundizar el misterio de la Divina Misericordia, si bien a nivel local respondiendo al llamado de Santa Faustina y del Beato Juan Pablo II.

En la pagina oficial del Congreso podemos ver que con ocasión del 100 aniversario del nacimiento de santa Sor Faustina, entre los días 7 y 9 de octubre de 2005, tuvo lugar el II Congreso Internacional de los Apóstoles de la Divina Misericordia, bajo el lema: Llevar al mundo el fuego de la Misericordia, lema que se refería al mensaje básico que nos dejó santa Sor Faustina, así como a las palabras que el Papa Juan Pablo II pronunció en su última peregrinación a Łagiewniki, en la que expresó

en este santuario, quiero consagrar solemnemente el mundo a la Misericordia divina. Lo hago con el deseo ardiente de que el mensaje del amor misericordioso de Dios, proclamado aquí a través de santa Faustina, llegue a todos los habitantes de la tierra y llene su corazón de esperanza. Que este mensaje se difunda desde este lugar a toda nuestra amada patria y al mundo”, deseoso que de allí emane la "la chispa que preparará al mundo para su última venida" (cf. Diario, 1732, ed. it., p. 568). “Es preciso decía el Beato Juan Pablo II - encender esta chispa de la gracia de Dios. Es preciso transmitir al mundo este fuego de la misericordia. En la misericordia de Dios el mundo encontrará la paz, y el hombre, la felicidad.”

sábado, 9 de julio de 2011

¡Argentina! ¡Canta y camina!



Hoy es el Día de la Patria.

Feliz dia a todos!
En momentos tan especiales, ante la vigilia de las elecciones de autoridades locales en la ciudad de Buenos Aires y ante la proximidad de elecciones generales en la Argentina invito a rezar la

Oración por la Patria

acompañados por Nuestra Señora de Itati,

cuya festividad se celebra hoy.

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.

Nos sentimos heridos y agobiados.

Precisamos tu alivio y fortaleza.

Queremos ser nación,una nación cuya identidad

sea la pasión por la verdad

y el compromiso por el bien común.

Danos la valentía de la libertad

de los hijos de Dios

para amar a todos sin excluir a nadie,

privilegiando a los pobres

y perdonando a los que nos ofenden,

aborreciendo el odio y construyendo la paz.

Concédenos la sabiduría del diálogo

y la alegría de la esperanza que no defrauda.

Tú nos convocas.

Aquí estamos, Señor,cercanos a María, que desde Luján nos dice:

¡Argentina! ¡Canta y camina!

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.

Amén


viernes, 8 de julio de 2011

Juan Pablo II en las zonas calientes del mundo (2)



Sabemos que el viaje a Nicaragua fue un viaje apostólico difícil, ya lo había reconocido Juan Pablo II mismo. También fue difícil el viaje apostólico Chile, en época del general Pinochet.


Hemos leído ya los comentarios de Mons. Oder en su libro Porque es santo.
En Una vida con Karol Gian Franco Svidercoschi invita al cardenal Stanislaw Dziwisz a hablar de esos momentos difíciles:
Juan Pablo II nunca retrocedió. Fue a países hostiles, como la Nicaragua sandinista, o que vivían aún bajo un régimen opresor, sin libertad, como era el caso de tantos Estados africanos, del Chile de Pinochet o la Cuba de Fidel Castro


A lo cual el cardenal Dziwisz responde:
En Nicaragua se había organizado una protesta indignante contra el Papa. Más tarde se supo que se había hecho venir hasta a técnicos polacos, especialistas en manipular micrófonos y retransmisiones televisivas.
El Santo Padre, prácticamente él sólo, afrontó el tumulto y le plantó cara a los provocadores. Inolvidable la escena en la que los sandinistas ondearon sus banderas rojas y negras mientras él, desde el palco, les oponía, alzándola hasta el cielo, la pastoral con el crucifijo en la cima.
Con todo sufrió mucho, de verdad, muchísimo. Sufrió por la profanación de la Eucaristía. Pero también porque los sandinistas habían impedido a los fieles llegar hasta el lugar de la celebración y, a los que habían conseguido llegar, los relegaron lejos del altar, del Papa, para que no pudieran escuchar la homilía.
Sólo se repuso cuando, ya de regreso a San José, en Costa Rica, donde se alojaba, fue acogido por una muchedumbre inmensa que quería expresarle su solidaridad, su amor.



También fue difícil el viaje a Chile. Había quien quería claramente instrumentalizarlo, y quien quería, en cambio, aprovecharlo para desacreditar internacionalmente al régimen de Pinochet.
En el gran parque de Santiago, durante la beatificación de Teresa de los Andes Los opositores encendieron la mecha y la policía respondió con gases lacrimógenos, cargando. El Papa no se asustó pero durante el resto de la misa estuvo preocupado por los fieles, temìa que les pudiese suceder algún incidente grave.
Los periodistas dedicaron grandes titulares a aquel episodio deplorable, pero apenas mencionaron el encuentro entusiasta de Juan Pablo II con los jóvenes en el estadio nacional. «El amor es más fuerte», gritaba. Y cuando les preguntó si querían renunciar a los ídolos del mundo, los jóvenes respondieron con un fortísimo grito, «Siiiii», que quizás ha sido el inicio de la nueva historia de Chile.
En aquella época nadie lo conto. Pero después de verse obligado a asomarse al balcón del palacio presidencial, el Santo Padre, en el encuentro privado, le sugirió a Pinochet que ya había llegado el momento de restituir el poder a las autoridades civiles, Y, algunas horas después, tuvo un coloquio con todos los líderes de los distintos partidos que todavía estaban en la ilegalidad”

jueves, 7 de julio de 2011

Diario de Santa Faustina Kowalska –citas a la Coronilla (Rosario) de la Divina Misericordia (11-ultima)



"Hoy el Señor entro en mi [habitación] y me dijo: Hija Mía, ayúdame a salvar las almas. Irás a casa de un pecador agonizante y rezarás esta coronilla con lo cual obtendrás para él la confianza en Mi misericordia, porque ya está en la desesperación." (1797)

(de la Hoja Dominical eslovena “Oznanilo” (Anuncio) texto en español del Diario de Santa Faustina de Corazón católico)

miércoles, 6 de julio de 2011

Juan Pablo II en la Argentina 1987 (15) Buenos Aires “Somos totalmente suyos”





El viernes 10 de abril a las 8.15, recorriendo en coche descubierto 18 kilómetros, el Papa Juan Pablo II se trasladó desde la Nunciatura Apostólica al estadio del club Vélez Sársfield, donde celebró la santa misa, dedicada a las personas consagradas y a los agentes de pastoral, aunque asistían también numerosos fieles: había unas 30.000 personas. Concelebraron con el Papa más de 2.000 sacerdotes y estaban presentes unos 1.700 seminaristas, 3.000 religiosas y 400 monjas de clausura.

En su homilía el santo Padre recordaba a todos los participantes que “todos somos de Cristo”.
Somos totalmente suyos por el bautismo, que nos configura sacramentalmente con la muerte y resurrección del Señor, para dar así comienzo a una vida nueva por la que Cristo recupera y entrega al Padre toda nuestra existencia en novedad de vida. Por el hecho de ser bautizados, somos ya llamados a ser santos, puesto que «todos los fieles», de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad (Lumen gentium, 40).
Somos totalmente suyos por la misión que El ha confiado a los Apóstoles y a toda la Iglesia. A esta misión «merece que el apóstol le dedique todo su tiempo, todas sus energías y que, sí es necesario, le consagre su propia vida» (Evangelii nuntiandi, 5).
Somos totalmente suyos por la ordenación sacerdotal que nos capacita sacramentalmente para representar a Cristo, Cabeza de su Cuerpo místico, y servir así a todos los fieles en su nombre y con su autoridad. El hecho de haber recibido el sacramento del orden, requiere por nuestra parte una profunda identificación con Cristo y con los misterios de nuestra fe, de los cuales somos dispensadores.
Somos totalmente suyos por la consagración religiosa y por la práctica permanente de los consejos evangélicos, que radicando en aquella recuperación y entrega al Padre que el sacramento del bautismo plasmó en cada uno de nosotros, imprime en nuestro ser una semejanza y configuración con Cristo muerto y resucitado. Esta consagración a Cristo es «señal y estímulo de la caridad y como un manantial extraordinario de espiritual fecundidad en el mundo» (Lumen gentium, 42).


Todos nosotros, pues, sacerdotes, personas consagradas, agentes de pastoral, somos totalmente suyos, con la alegría pascual de prolongar, cada uno según su propia vocación, la presencia, la palabra, el sacrificio y la acción salvífica de Cristo, vencedor del pecado y de la muerte.”
Más adelante en su homilía alentaba a los presentes y les invitaba ir más allá del sentido de pertenencia acogiendo el “mandato misionero del Señor «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura» (Mc 16, 5)”.

¡Iglesia en Argentina! «Levántate y resplandece, porque ha llegadο tu luz, y la gloría del Señor alborea sobre ti» (cf. Is 60, 1).
¡Cómo pido a Dios que Argentina camine en la luz de Cristo!
¡Caminad firme, decididamente; el Señor os tiene de la mano y os iluminará con su luz para que vuestro pie no tropiece! (cf. Sal 91 [90], 12)”.

martes, 5 de julio de 2011

“Bogurodzica” canto-mensaje


Con un “Queridísimos míos”, que no es dificil imaginar iba dirigido a los jovenes, saludaba el Beato Juan Pablo II durante su primer viaje apostólico a su patria en 1979 a los jóvenes de Gniezno. En su discurso les hablo del canto Bogurodzica y el lugar que ocupa en la literatura polaca y en la cultura polaca como “ armazón fundamental y primitivo”


Bogurodzica" ("Madre de Dios") es el monumento más antiguo de la literatura polaca – decía Juan Pablo II - " La tradición hace remontar su origen a San Wojciech (San Adalberto). La historia de la literatura nos permite situar en el siglo XV la fecha de los textos más antiguos de ese canto-mensaje. Digo: canto-mensaje, porque la "Bogurodzica" no es sólo un canto, sino también una profesión de fe, un símbolo del Credo polaco, es una catequesis, e incluso un documento de educación cristiana. Las principales verdades de fe y los principios de la moral están encerrados en ella. No es sólo un argumento histórico. Es el documento de la vida Jacub-Wujek lo llamó el "catecismo polaco". Lo cantamos siempre con profunda emoción, transportados, recordando que era cantado en los momentos solemnes y decisivos. Y lo leemos con profunda emoción. Es difícil leer de otro modo estos antiquísimos versos, si se piensa que en ellos se han educado las generaciones de nuestros antepasados. El canto "Bogurodzica" no es sólo un documento antiguo de cultura. Ha dado a la cultura polaca el armazón fundamental y primitivo.”



(Invito además leer el resto del precioso y sentido discurso, que es breve, sobre el significado y el valor de la cultura polaca.)





diciendo “La que una vez había hablado con el canto, ha hablado después con esta imagen suya, manifestando a través de ella su presencia materna en la vida de la Iglesia y de la patria, imagen de Jasna Góra que expresa una tradición, un lenguaje de fe, todavía más antiguo que nuestra historia, y refleja, al mismo tiempo, todo el contenido de la "Bogurodzica".



En su libro Memoria e Identidad el Beato Juan Pablo II reflexiona y recuerda:
“Cada nación vive de las obras de su propia cultura. Nosotros, los polacos, por ejemplo, vivimos de todo aquello cuyo origen conocemos, tanto en el canto Bogurodzica (Madre de Dios), la más antigua poesía polaca escrita, como también en la melodía multisecular que la acompaña. Cuando estuve en Gniezno en 1979, durante mi primera peregrinación a Polonia, hablé de esto a la juventud reunida en la colina de Letch. Precisamente, el canto Bogurodzica forma parte de la tradición de Gniezno en la cultura polaca. Es la tradición de su santo patrón Adalberto, al que se atribuye efectivamente la composición del canto. Es una tradición con muchos siglos de historia. El canto Bogurodzica se convirtió en el himno nacional, que todavía en Grunwald acompañó las huestes polacas y lituanas en la batalla contra la Orden Teutónica. Pero ya existía entonces otra tradición relacionada con el culto de san Estanislao, proveniente de Cracovia. Se expresaba en el himno latino Gaude, Mater Polonia, cantado aún hoy en latín, así como Bogurodzica se sigue cantando en polaco antiguo. Ambas tradiciones se compenetran. Es bien sabido que, durante mucho tiempo, el latín fue, junto al polaco, la lengua de la cultura polaca.”

Invito visitar: Himnos nacionales de Polonia (en ingles, pero con enlaces a música y coros)

lunes, 4 de julio de 2011

Costa Rica recibe reliquia del Beato Juan Pablo II

Durante una Misa celebrada en el Santuario y Parroquia de Nuestra Señora de la Limpia Concepcion del Rescate, celebrada por Mons. José Francisco Ulloa Rojas, Obispo de Cartago, Costa Rica acaba de recibir de manos de Mons. Dariusz Raś, secretario del Cardenal Stanislaw Dziwisz, la reliquia de primer grado del Beato Juan Pablo II. Se trata de un trocito de tela de una de las albas que usaba el Beato Juan Pablo II, impregnada de gotas de su sangre.




Imagino que durante la ceremonia en las mentes de muchos habrán sonado renovadas las inolvidables palabras de Juan Pablo II con ocasión de su visita apostólica a Costa Rica, aquel “Un no y un si” firme a los jovenes de Costa Rica, que marcó un momento en la historia. Quien no lo haya escuchado invito hacerlo.





Costa Rica es el primer país latinoamericano que cuenta con una reliquia de este tipo en forma permanente. El relicario será expuesto durante algunos días en el templo, después visitara las parroquias de la diócesis para quedar luego instalado en una capilla junto al templo, ubicado a unos 35 kilómetros al este de San José.


fotos de la reliquia de Mons.Dr Dariusz Ras


Leemos en Prensa Libre que a la fecha solo tres reliquias de Juan Pablo II han salido por el mundo y la única en Latinoamérica estará en Costa Rica, en la Parroquia Nuestra Señora de Ujarrás de Paraíso de Cartago.
Nos alegramos junto a Costa Rica por este privilegio tan particular!



domingo, 3 de julio de 2011

Diario de Santa Faustina Kowalska – citas a la Coronilla (Rosario) de la Divina Misericordia (10)



“Cuando se acercaba una gran tormenta, me puse a rezar la coronilla. De repente oí la voz de un ángel: No puedo acercarme con (137) la tempestad, porque el resplandor que sale de su boca me rechaza a mí y a la tormenta. Se quejaba el ángel con Dios. De súbito conocí lo mucho que había de devastar con esa tempestad, pero conocí también que esa oración era agradable a Dios y lo potente que es la coronilla.”(1788)



(de la Hoja Dominical eslovena “Oznanilo” (Anuncio) texto en español del Diario de Santa Faustina de Corazón católico)

sábado, 2 de julio de 2011

60 años de sacerdocio de Benedicto XVI, un Papa maestro





«Non iam dicam servos, sed amicos» - «Ya no os llamo siervos, sino amigos» (cf. Jn 15,15). Sesenta años después de mi Ordenación sacerdotal, siento todavía resonar en mi interior estas palabras de Jesús…



(Homilía del Santo Padre Benedicto XVI en la SOLEMNIDAD DE LOS APÓSTOLES SAN PEDRO Y SAN PABLO





Tuve problemas con mi pc (ordenador) y me perdí la oportunidad de publicar varios posts, pero aunque sea tarde no quería pasar por alto el largo camino de sacerdote del Santo Padre Benedicto XVI desde aquel 29 de junio de 1951 dia de su ordenación sacerdotal, día que durante su primera visita a tierras bávaras como Papa recordaba “con gran alegría” reflexionando:
“cuando estaba yo postrado en tierra – decía -y en cierto modo envuelto por las letanías de todos los santos, por la intercesión de todos los santos, caí en la cuenta de que en este camino no estamos solos, sino que el gran ejército de los santos camina con nosotros, y los santos aún vivos, los fieles de hoy y de mañana, nos sostienen y nos acompañan. Luego vino el momento de la imposición de las manos... y, por último, cuando el cardenal Faulhaber nos dijo: "Iam non dico vos servos, sed amicos", "Ya no os llamo siervos, sino amigos", experimenté la ordenación sacerdotal como inserción en la comunidad de los amigos de Jesús, llamados a estar con él y a anunciar su mensaje. Luego, el recuerdo de que yo mismo aquí ordené a sacerdotes y diáconos, que ahora trabajan al servicio del Evangelio y durante muchos años —ya son decenios— han transmitido el mensaje y lo siguen haciendo.”

Y después de muchos años de actividad universitaria en 1977 le costaba despedirse de los claustros “pues el paso de la cátedra universitaria al servicio de arzobispo de Munich y Freising era un salto enorme” y se encontró con la “difícil opción de aceptar o rechazar el nombramiento de arzobispo de Munich y Freising, que me sacaría de mi acostumbrada actividad universitaria llevándome hacia nuevas tareas y nuevas responsabilidades, reflexioné mucho…”

le confiaba a sacerdotes y diáconos permanentes en el encuentro en la Catedral de Santa Maria y San Corbiniano.


Y algo más tarde en 1982, debió despedirse nuevamente para irse más lejos y ya quedarse en Roma definitivamente cuando Juan Pablo II le nombra Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, momento que Juan Pablo II recordaba en su carta al cardenal Ratzinger en el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal “Hace 20 años le pedí colaborar a tiempo completo como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Desde entonces no ha dejado de prodigar sus energías intelectuales y morales para fomentar y tutelar la doctrina sobre la fe y las costumbres en todo el orbe católico (cf. Constitución Apostólica Pastor Bonus, n. 48), mientras alentaba estudios dirigidos a aumentar el conocimiento de la fe para responder convenientemente a los nuevos problemas que surgen del progreso de la ciencia y la civilización, a la luz de la Palabra de Dios (cf. ibid., n. 49).


Después de muchos años al servicio de la Iglesia con sede en Roma, el Cardenal Joseph Ratzinger soñaba retirarse y regresar a su querida tierra bávara. También él como Juan Pablo II extrañaba su terruño. Pero la respuesta de su amigo fue "No es preciso que escriba la carta, pues yo quiero seguir teniéndolo conmigo hasta el final". Quizás también intuía lo que vendría después…. Y que no era prudente alejarse del corazón de la Iglesia…..



viernes, 1 de julio de 2011