Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 29 de febrero de 2008

Solidarność 3

( continuación de las entradas 1, 2 y Lech Walesa y Juan Pablo II)

El Movimiento de Solidaridad salió a luz entre Julio y Agosto de 1980. Se trataba de la fusión de antiguos grupos de disidentes que ahora resurgían con nuevos bríos y una mayor determinación a la resistencia.
La sociedad polaca, que habia permanecido fracturada durante los años ´70, ahora enarbolaba un sentido común generalizado. Trabajadores e intelectuales se dieron la mano; y un importante número de comunistas de las lineas inferiores se unirían a esas demandas. La punta de lanza, tal como sucediera cuatro años antes, fue un aumento arbitrario en los precios de los alimentos básicos.
Se declaró una seguidilla de huelgas en distintos puntos del pais, primero en Lublin y después en casi todos los pueblos y ciudades. Y las huelgas eran ilegales. Los sindicatos oficiales encargados de reforzar las politicas del partido gobernante perdieron todo control. Pero las exigencias de los trabajadores no solo implicaban un aumento de salario para acomodarse a los aumentos de los precios. Querían una revisión de todas las formas de injusticias sufridas. A medida que la presión iba en aumento el partido adoptaba la sigilosa estrategia de encarar las huelgas paso a paso, que estuvo cercana al éxito. Mediante tácticas complacientes las autoridades locales sobornaron a algunos huelguistas mediante una mezcla de dinero, promesas y amenazas. Las ordenes recibidas eran minimizar la confrontación y prevenir a toda costa que las huelgas locales se transformasen en un abierto desafio a nivel pais. Ya se saboreaba el éxito. Pero no se había tenido en cuenta las extraordinarias capacidades inspirativas y negociadoras de un hombre extraordinario.

Lech Walesa (nacido en 1943) se dice que estuvo en prisión cientos de veces. El era ese sencillo electricista de los Astilleros Lenin de Gdansk que había rechazado repetidamente alistarse a la idea comunista que se le exigia seguir. Católico ferviente, padre de siete hijos, era miembro de la organización clandestina de trabajadores dedicados a la memoria de sus compañeros muertos por las fuerzas de seguridad diez años antes. Pero ante todo pertenecía a la clase y a la generación que mas fervientemente seguía la filosofía de no-claudicación sin violencia del nuevo Papa. Cuando comenzó la huelga en Gdansk, Walesa ni siquiera estaba presente. Pero pronto ese famoso salto por el fondo del astillero lo puso al mando del comité de huelga. Una escena sin precedentes. Una barricada de casi 20.000 trabajadores dentro de su propio lugar de trabajo. Miles de manifestantes fuera del edificio los apoyaban con flores e imágenes. Se llegó a permitir la entrada de un sacerdote para escuchar confesiones y celebrar la Misa, absoluta innovación dentro del bloque soviético. Llegaron todo tipo de asesores. Y los medios de todo el mundo observaban y aguardaban el desenlace de una situación al borde de la revolución. El grupo de Walesa llegó a un acuerdo sobre casi todos los temas puramente locales pero en los días críticos no levantaron la huelga hasta que todas las demás huelgas hubiesen alcanzado una solución satisfactoria.
Allí nace el nombre “Solidaridad”, y las demandas conjuntas por un sindicado independiente y autárquico al que pudiera aspirar cualquier trabajador de Polonia. El comité local de huelgas en Gdansk se expandió y adoptó un nombre nuevo MKS Comité de huelgas interfábricas.
(continuará)
Fuente: Davies, Norman, God´s Playground – a History of Poland, vol. II, cap. 24-p 482-83, Columbia University Press, New York

jueves, 28 de febrero de 2008

Memoria e Identidad


El 24 de febrero de 2005 se presentaba en Roma "Memoria e identidad"el quinto y póstumo libro del Papa más escritor de la historia, Juan Pablo II, que ya habia publicado su autobiografía «¡Levantaos!, ¡Vamos!», «Cruzando el umbral de la esperanza» , «Don y misterio» y el libro de poemas «Tríptico Romano».

Ese nuevo libro surgía a partir de las conversaciones que Juan Pablo II mantuviera con dos profesores polacos de filosofía política, Josef Tishner y Krystof Michalski.
El Dr. Joaquin Navarro-Valls, entonces portavoz del Santo Padre, definió el libro como «de filosofía política» y una reflexión sobre la vida moderna y las relaciones entre cultura, civilización y religión”. Agregaba Navarro-Valls “En su libro, Juan Pablo II no reflexiona sobre el mal cósmico, es decir, sobre las catástrofes o tragedias, sino sobre el mal que deriva del comportamiento humano”… “Se puede decir -añadió- que se trata de un libro de teología de la historia. El Papa no quiere intuir o determinar el lugar que ocupan los eventos en el plan divino, y ni siquiera descifrar los caminos de la Providencia. Cuando escribe sobre las ideologías del mal, el nacionalsocialismo y el comunismo, busca las raíces de las mismas y de los regímenes a los que dieron origen. Asimismo, hace una reflexión teológica y filosófica acerca de cómo la presencia del mal muchas veces termina siendo una invitación a hacer el bien”.....“las últimas páginas, en las que se describe el atentado del 13 de mayo de 1981, “no son un simple añadido, aunque el estilo es diverso del resto del libro; tienen el tono de quien habla de una experiencia vivida. El Papa abre su corazón y explica cómo ha vivido y como vive este mal”.

Y al presentar el libro en Madrid el cardenal Antonio Maria Rouco Varela expresó que " en este libro Juan Pablo II vertebra la historia de Europa en el siglo XX desde la dialéctica del bien y del mal…. es un cruce de planos de la interpretación de la historia de Polonia y Europa con la historía del catolicismo en Europa que invita a la reflexión sobre el futuro de este continente. A su juicio este libro contribuye a entender la historia y el destino del hombre y a interpretar la historia de Europa y de la Iglesia católica en el siglo XX.

Pocas semanas después de la publicación Sandro Magister decía que Juan Pablo II estaba “vivenciando el cuarto canto del Siervo de Dios, capitulo 53 del profeta Isaias "sin gracia ni belleza…. «Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría boca; como un cordero llevado al matadero» (s 53,7). Ese silencio público la noche del Viernes Santo, en la cuarta estación del Via Crucis, seguia siendo palabra elocuente que nos referia al evangelio de la Pasion. “He aquí el hombre”, decia Pilatos señalandole a la multitud a un Jesus flagelado y mudo. El hombre Karol Wojtyla se mostraba al mundo como era, también él desfigurado y enmudecido. Era su testamento. Su testamento personal como lo era “Memoria e identidad”.

De "Memoria e Identidad"
«El mal es siempre la ausencia de un bien que un determinado ser debería tener, es una carencia. Pero nunca es ausencia absoluta del bien. Cómo nazca y se desarrolle el mal en el terreno sano del bien, es un misterio. También es una incógnita esa parte de bien que el mal no ha conseguido destruir y que se difunde a pesar del mal, creciendo incluso en el mismo suelo. (...)

Invito visitar: Juan Pablo II – Memoria e Identidad, conversaciones al filo de dosmilenios, traducción de Bogdan Piotrowski.
Comentario sobre Memoria e identidad de la Capellania de la Universidad de Piura

miércoles, 27 de febrero de 2008

Angelus 27 de febrero 2005


El Domingo 27 de febrero de 2005 a la Hora del Angelus el Santo Padre Juan Pablo II no pudo estar presente fisicamente, como lo hacia todos los domingos cuando estaba en el Vaticano, y la meditación mariana fue leída por monseñor Leonardo Sandri, argentino de nacimiento, ordenado sacerdote en Buenos Aires.
Mons. Sandra leía:

Es mediodía; la hora del Ángelus.
El Santo Padre no está con nosotros. Pero nos sigue desde el hospital Gemelli. Ofrece sus oraciones y sufrimientos por nosotros y por el mundo entero.
Y nosotros, desde "su" plaza, unidos a él con nuestro gran afecto, oremos con él y por él.
Os leo ahora el mensaje de Su Santidad.

1. Amadísimos hermanos y hermanas, una vez más me dirijo a vosotros desde el hospital policlínico Agostino Gemelli. Os doy las gracias con afecto, y os siento a todos muy cercanos espiritualmente. Pienso en los que os encontráis ahora, individualmente o en grupos, en la plaza de San Pedro, y en todos los que, desde las diversas partes del mundo, se interesan por mi persona. Os pido que sigáis acompañándome sobre todo con vuestra oración.

2. El clima penitencial de la Cuaresma, que estamos viviendo, nos ayuda a comprender mejor también el valor del sufrimiento que, de un modo u otro, nos afecta a todos. Contemplando a Cristo y siguiéndolo con paciente confianza logramos comprender que toda forma humana de dolor entraña una promesa divina de salvación y alegría. Quisiera que este mensaje de consuelo y esperanza llegara a todos, especialmente a quienes atraviesan momentos difíciles y a quienes sufren en el cuerpo y en el espíritu.

3. A María, Madre de la Iglesia, le renuevo mi consagración: Totus tuus! Que ella nos ayude en todo momento de la vida a cumplir la voluntad de Dios

Juan Pablo II

martes, 26 de febrero de 2008

Juan Pablo II - recordando su viaje a la India - Audiencia General 26 de febrero 1986


En su Audiencia General del miércoles 26 de febrero de 1986 el Santo Padre Juan Pablo II recordaba su viaje y agradecía a la Divina Providencia por haber guiado los caminos de su servicio pastoral en la India. Ya se habia referido a este viaje en la Audiencia General anterior del 12 de febrero, apenas regresado, pero siendo Miércoles de Ceniza prometió volver sobre el tema “en la próxima audiencia general, después de practicar los ejercicios espirituales”.

El viaje, o mejor dicho, la peregrinación, que tuvo lugar del 1 al 10 del mes de febrero de 1986
fue un “un ir al encuentro del pasado histórico, grande y muy diferenciado” de “un gran patrimonio de valor espiritual”, la patria del Mahatma Gandhi, “considerado como padre de la nación, jefe del movimiento por la independencia de India”…..”que supo superar la sujeción colonial con el método de la lucha moral sin recurrir a la violencia!” El 8 de febrero el Santo Padre beatificó durante una ceremonia en el Estadio Nahru di Kottayam al Siervo de Dios Kuriakose Elias Chavara, fundador de la congregación de los Carmelitas de María Inmaculada, y a Sor Alphonsa Muttathupantutu. Fue también un diálogo institucional con las religiones profesadas por la mayoria de los indios (hindúes 83% por ciento, y musulmanes 11 por ciento) - los católicos son un pequeño porcentaje de 1,7) No obstante este pequeño porcentaje el episcopado indio, decía Juan Pablo II en su comentario de la Audiencia, “es uno de los más numerosos de la Iglesia que cuenta con 122 obispos y 18 provincias eclesiásticas y los católicos en India están agrupados —desde el punto de vista eclesiástico— en tres comunidades: la Iglesia latina. la Iglesia oriental de rito siro-malabar, y la de rito siro-malancar”, “en un pais donde existe todavía, por desgracia, el fenómeno muy amplio de la pobreza, e incluso de la miseria”. Pero también un país al cual Dios habia enviado a un ser excepcional - la Madre Teresa - para que reflejase su Obra en la tierra de la India llegando “no sólo a los pobres, sino realmente a los más pobres entre los pobres” (ver mi entrada anterior).
En la citada Audiencia del 26 de febrero recalcó que su visita también habia contribuido a reforzar los vínculos colegiales con el Episcopado y los vínculos de unidad de toda la Iglesia de India con la Sede de San Pedro, para lo cual “habian sido importantes todos los encuentros, y en particular los mantenidos con el clero diocesano, con los religiosos y con los laicos comprometidos en el apostolado, y finalmente el maravilloso encuentro con la juventud en Bombay”.

lunes, 25 de febrero de 2008

La Filosofia Personalista de Karol Wojtyla




La Asociación Española de Personalismo que preside Juan Manuel Burgos organizó en febrero de 2006 un Congreso Internacional sobre “La Filosofia Personalista de Karol Wojtyla” (II Jornada de la Asociación española de Personalismo).



Las ponencias fueron publicadas en forma de libro y el libro presentado en las III Jornadas de la Asociación Española de Personalismo en febrero de 2007, pero tambien están disponibles en la página web bajo el rubro recursos.





Juan Manuel Burgos, doctor en Ciencias Físicas y en Filosofía, Fundador y Presidente de la Asociación, resume en su “Breve homenaje intelectual a Karol Wojtyla” su contacto intelectual con Karol Wojtyla que “se produjo durante mi estancia en Italia a comienzos de los años 90… Los escritos de Karol Wojtyla aparecieron en ese momento como una luz que indicaba el camino a seguir y la orientación que debía darse a importantes y complicadas cuestiones tanto éticas como antropológicas. La lectura de I fondamenti dell’ordine etico, una selección de sus ensayos éticos, me abrió los caminos de la experiencia ética, de la perfectibilidad, de la subjetividad, de la confrontación creativa con Scheler, Hume y Kant, de la consideración de la ética como el camino de la plenitud humana. Amor y responsabilidad fue un modelo de cómo afrontar con valor, inteligencia y creatividad el análisis de temas olvidados o ignorados por la tradición de la que procedía: el amor humano, la sexualidad, la pureza, el pudor. También supuso, asimismo, un primer encuentro con una formulación personalista del amor humano. Más tarde, Persona y acto me enseñó un modo específico de conjugar la antropología de la metafísica del ser con las categorías propias de la modernidad. En un prodigioso ejercicio de profundidad intelectual y originalidad, Wojtyla engarza de manera compleja pero consistente las nociones contundentes pero en ocasiones opacas de la antropología tomista con los conceptos dinámicos pero sin anclaje ontológico de la modernidad. Wojtyla incorpora así a un personalismo de raigambre ontológico nociones tan esenciales como la libertad como autodeterminación, la subjetividad, la corporalidad, la conciencia como lugar del yo, la acción como manifestación de la persona, etc…”.

domingo, 24 de febrero de 2008

Testamento de Juan Pablo II


Juan Pablo II nos donó su Gran Testamento con cada momento de su vida y la riqueza de su magisterio, pero a los pocos dias de su muerte se dieron a conocer algunos apuntes y reflexiones breves de sus ejercicios espirituales que fueron publicados en forma de “Testamento de Juan Pablo II”. De esas breves notas se extrae el siguiente texto de sus reflexiones correspondientes al período de sus ejercicios espirituales entre el 24 de febrero y el 1ro de marzo de 1980. Esto decía:

24.II- 1.III.1980 - También durante estos ejercicios espirituales he reflexionado sobre la verdad del Sacerdocio de Cristo en la perspectiva del Tránsito que para cada uno de nosotros es el momento de nuestra muerte. La Resurrección de Cristo es para nosotros signo elocuente (añadido encima: decisivo) de la despedida de este mundo- para nacer a otro, al mundo futuro.
He leído, pues , las anotaciones de mi testamento del último año, escrito también durante los ejercicios espirituales- las he comparado con el testamento de mi gran Predecesor y Padre Pablo VI, con aquel sublime testimonio sobre la muerte de un cristiano y de un papa- y he renovado en mi la conciencia de las cuestiones a las cuales se refiere la anotación del 6.III.1979 preparada por mi (de una manera muy provisional).
Hoy deseo agregar a esta solo esto, que cada uno debe tener presente la perspectiva de la muerte. Y debe estar listo para presentarse delante del Señor y del Juez- y al mismo tiempo Redentor y Padre. Yo también tomo en consideración esto continuamente, confiando aquel momento decisivo a la Madre de Cristo y de la Iglesia- a la Madre de mi esperanza.
Los tiempos en los que vivimos, son indeciblemente difíciles e inquietos. Difícil y duro se ha tornado también el camino de la Iglesia, prueba característica de estos tiempos- tanto para los Fieles, como para los Pastores. En algunos Países (como por ejemplo en aquel sobre el que he leído durante los ejercicios espirituales), la Iglesia se encuentra en un periodo de persecución tal, que no es inferior a la de los primeros siglos, es más, los supera por el grado de crueldad y de odio. Sanguis martyrum- semen christianorum. Y además de esto- tantas personas desaparecen inocentemente, también en este País en el que vivimos...
Una vez más, deseo confiarme totalmente a la gracia del Señor. Él mismo decidirá cuándo y cómo debo terminar mi vida terrena y el ministerio pastoral. En la vida y en la muerte Totus tuus mediante la Inmaculada. Aceptando desde ahora esta muerte, espero que Cristo me dé la gracia para el último tránsito, es decir la (mi) Pascua. Espero también que la haga útil para la causa más importante que busco servir: la salvación de los hombres, la salvaguardia de la familia humana, y en ella de todas las naciones y los pueblos (entre ellos me refiero también en particular a mi Patria terrena), útil para las personas que de modo particular me ha confiado, por la cuestión de la Iglesia, para la gloria del mismo Dios.
No deseo añadir nada a lo escrito hace un año- solo expresar esta presteza y confianza, para la que de nuevo me han dispuesto los presentes ejercicios espirituales.
Juan Pablo II


Invito visitar la página de la Conferencia Episcopal española en el Especial dedicado a Juan Pablo II donde encontrarán el txto completo del testamento.

sábado, 23 de febrero de 2008

Juan Pablo II - Peregrinación a los Santos Lugares - Identidades


Lugares de la tierra, lugares
de Tierra Santa, no sé como
guardaros aqui dentro, dentro de mi.
No se como pisaros, no puedo:
arrodillarme quiero ante vosotros.
Así es mas seguro el encentro.
Doblo la rodilla y callo
Algo mío te quedará, tierra, te quedará
mi silencio. Y mientras tanto
te llevo dentro para ser como tú –
lugar de testimonio.
Me voy, me marcho como testigo,
me voy para atestiguar
lo que ha pasado a través de los milenios.


(de Peregrinación a los Santos Lugares, 3, Identidades – Wojtyla, Karol: POESIAS (BAC, Madrid)

“¡El lugar de la redención! No basta decir “Estoy contento de haber estado alli”. Se trata de algo más: del signo del gran sufrimiento, del signo de la muerte salvadora, del signo de la resurrección.” (Levantaos! Vamos!)

Juan Pablo II - Peregrinación a los Santos Lugares - Recuerdos


En su carta del 29 de junio de 1999 el Santo Padre Juan Pablo II anunciaba su peregrinación a los Santos Lugares, ante la inminencia del Gran Jubileo, pero esa peregrinación no era la primera que realizaba y en esa carta recordaba:

“Estos lugares están ya indeleblemente grabados en mi memoria, desde que en 1965 tuve la oportunidad de visitar Tierra Santa. Fue una experiencia inolvidable. Aún hoy hojeo de buena gana las emotivas páginas que escribí entonces.

« Llego a estos lugares que Tú has llenado de ti de una vez para siempre... ¡Oh, lugar! ¡Cuántas veces, cuántas veces te has trasformado antes de que de suyo, se hiciera también mío! Cuando Él te llenó la primera vez, no eras aún ningún lugar exterior; eras sólo el seno de su Madre. ¡Oh! saber que las piedras sobre las que caminó en Nazaret son las mismas que su pie tocaba cuando Ella era aún tu lugar, el único en el mundo. ¡Encontrarte a través de una piedra que fue tocada por el pie de tu Madre! ¡Oh lugar, lugar de Tierra Santa, qué espacio ocupas en mi! Por eso no puedo pisarte con mis pasos; debo arrodillarme. Y así dejar constancia de que has sido para mí un lugar de encuentro. Yo me arrodillo y pongo así mi huella. Quedarás aquí con mi huella —quedarás, quedarás— y yo te llevaré conmigo, te transformaré dentro de mí en un lugar de nuevo testimonio. Yo me voy como un testigo que dará testimonio de ti a través de los milenios » (Karol Wojtyla, Poezje. Poems, Wydawnictwo Literackie, Cracovia 1998, p. 169).

Juan Pablo II Peregrinación Jubilar al Monte Sinaí


En la preciosa carta sobre la peregrinación a los lugares vinculadas con la historia de la Salvación Juan Pablo II decía “Precisamente a Abraham se refiere la primera etapa del viaje que planeo en mis deseos. En efecto, me gustaría, si ésta es la voluntad de Dios, ir a Ur de los Caldeos, la actual Tal al Muqayyar, en el sur de Irak, ciudad donde, según la narración bíblica, Abraham oyó la palabra del Señor que lo arrancaba de su tierra, de su pueblo, y en cierto modo de sí mismo, para hacer de él el instrumento de un designio de salvación que abarcaba el futuro del pueblo de la alianza e, incluso, todos los pueblos del mundo
Pero esta parte del viaje no pudo realizarse. Por ello el 23 de febrero de 2000 desde la sala Pablo VI, en conexión con la Plaza San Pedro por medio de las pantallas gigantes, Juan Pablo II presidía la Conmemoración de Abraham "Nuestro padre en la fe" (23 de febrero de 2000). Era la primera etapa de esa peregrinación. En una sala ambientada para revivir el comienzo de esa historia fueron leídos textos del Génesis, la Carta a los Hebreos, la carta de Pablo a los Romanos y el Evangelio de Juan, seguidos por una serie de oraciones suplicando que la humanidad sea liberada de “los idolos de nuestro tiempo” y peticiones a Dios por la “paz y la armonía” entre Judios, Cristianos y Musulmanes.

Ese 23 de febrero marcaba el inicio de las peregrinaciones Jubilares del Santo Padre Juan Pablo II a los « lugares » de Dios, a aquellos espacios que Él ha elegido para poner su « tienda » entre nosotros (Jn 1, 14; cf. Ex 40, 34-35; 1 Re 8, 10-13), que “tendria que haber comenzado en Ur de los Caldeos, situada en el territorio del actual Irak, de donde hace tantos siglos salió Abraham siguiendo la llamada de Dios (Gn 12,1-4)” el viaje no fue precisamente como lo había proyectado. No me fue posible realizar la primera parte, la dedicada a las huellas de Abraham. ….Me trasladé espiritualmente a Ur de los Caldeos durante una ceremonia organizada en el aula Pablo VI…..Pude en cambio trasladarme personalmente a Egipto, a los pies del monte Sinaí, donde el Señor reveló su propio nombre a Moisés…. Después fuí a Belén, a Nazaret y a Jerusalén . Me trasladé al Huerto de los Olivos, al Cenáculo, y naturalmente, al Calvario, al Gólgota. Era la segunda vez que iba a aquellos Santos Lugares. …..En el último día de peregrinación jubilar a Tierra Santa celebré la Santa Misa junto al sepulcro de Cristo…..El momento más importante de toda la peregrinación fue indudablemente estar sobre el Calvario, sobre el monte de la Crucifixión y junto al Sepulcro, aquel Sepulcro que fue al mismo tiempo el lugar de la resurrección"...
(Levantaos! Vamos! Editorial Sudamericana, Buenos Aires, paginas 175-182)

El 24 de febrero de 2000 Juan Pablo II partía con dirección a El Cairo, primer paso hacia el Monte Sinaí. Al dia sigiente celebró la Santa Misa en el Pabellón de deportes de El Cairo seguida por un Encuentro ecuménico en la nueva Catedral de Nuestra Señora de Egipto, El Cairo. Y finalmente el 26 de febrero llegaría la última etapa de su peregrinación la Celebración de la Palabra en el Monte Sinaí, allí donde “la verdad de "quién es Dios" ha llegado a ser el fundamento y la garantía de la Alianza. Moisés entra en la "oscuridad luminosa" (Vida de Moisés, II, 164), y aquí recibe la ley "escrita por el dedo de Dios" (Ex 31, 18)”.
Invito leer “Tierra santa, lugar de reconciliación” Totus Tuus Marzo 2007
también "Tríptico Romano" de Juan Pablo II y el comentario que sobre esta obra poética hiciera el entonces Cardenal Joseph Ratzinger
..."La tercera parte de TRIPTICO ROMANO , “Monte en la región de Moria”. “El inmenso arco, que es la verdadera visión del Tríptico Romano, se revela claramente en la tercera tabla: la subida de Abrahán y de Isaac al monte Moria, el monte del sacrificio, del donarse
sin reservas. La subida es la fase última y decisiva del camino de Abrahán, iniciado con la partida de su patria, Ur de los Caldeos;es la fase fundamental en la ascensión hacia la cumbre, contracorriente"...

viernes, 22 de febrero de 2008

Fiesta de la cátedra de San Pedro

Hoy celebramos la fiesta de la cátedra de san Pedro

En la audiencia general del miércoles 22 de febrero de 2006, que se celebró en en dos momentos sucesivos: el primero en la basílica de San Pedro y el segundo en la sala Pablo VI. el Santo Padre Benedicto XVI, después dar la bienvenida a los presentes en la Basílica de San Pedro, decía : “La fiesta de hoy, que nos invita a mirar a la Cátedra de san Pedro, nos estimula a alimentar la vida personal y comunitaria con la fe fundada en el testimonio de san Pedro y de los demás Apóstoles..”


Luego en la Sala Pablo VI explicó el origen de la la fiesta y anunció que el 24 de marzo se celebraría un consistorio en el cual se nombrarían nuevos miembros del Colegio Cardenalicio. Era su primer Fiesta de la cátedra de san Pedro y el anuncio del primer Consistorio de su pontificado. Con la creación de los nuevos cardenales se completaba el número de 120 miembros electores del Colegio cardenalicio. Entre los nuevos cardenales figuraban:

Mons. Franc Rodé, c.m., prefecto de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica (me honra decir que es mi pariente y estamos muy orgullosos de él)
Mons. Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia (Polonia) fiel secretario de Karol Wojtyla y Juan Pablo II durante casi cuarenta años, primero en Cracovia y luego en Roma
Y los cardenales de habla hispana:
Mons. Jorge Liberato Urosa Savino, arzobispo de Caracas
Mons. Antonio Cañizares Llovera, arzobispo de Toledo (España

jueves, 21 de febrero de 2008

Oración a la Virgen de la Caridad del Cobre por Cuba


¡Virgen de la Caridad del Cobre,
Patrona de Cuba!
¡Dios te salve, María, llena de gracia!
Tú eres la Hija amada del Padre,
la Madre de Cristo, nuestro Dios,
el Templo vivo del Espíritu Santo.
Llevas en tu nombre, Virgen de la Caridad,
la memoria del Dios que es Amor,
el recuerdo del mandamiento nuevo de Jesús,
la evocación del Espíritu Santo:
amor derramado en nuestros corazones,
fuego de caridad enviado en Pentecostés sobre la Iglesia,
don de la plena libertad de los hijos de Dios.
¡Bendita tú entre las mujeres
y bendito el fruto de tu vientre, Jesús!
Has venido a visitar nuestro pueblo
y has querido quedarte con nosotros
como Madre y Señora de Cuba,
a lo largo de su peregrinar
por los caminos de la historia.
Tu nombre y tu imagen están esculpidos
en la mente y en el corazón de todos los cubanos,
dentro y fuera de la Patria,
como signo de esperanza y centro de comunión fraterna.
¡Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra!
Ruega por nosotros ante tu Hijo Jesucristo,
intercede por nosotros con tu corazón maternal,
inundado de la caridad del Espíritu.
Acrecienta nuestra fe, aviva la esperanza,
aumenta y fortalece en nosotros el amor.
Ampara nuestras familias,
protege a los jóvenes y a los niños,
consuela a los que sufren.
Sé Madre de los fieles y de los pastores de la Iglesia,
modelo y estrella de la nueva evangelización.
¡Madre de la reconciliación!
Reúne a tu pueblo disperso por el mundo.
Haz de la nación cubana un hogar de hermanos y hermanas
para que este pueblo abra de par en par
su mente, su corazón y su vida a Cristo,
único Salvador y Redentor,
que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Quo Vadis Cuba?


El alejamiento de Fidel Castro y la visita del cardenal Tarcisio Bertone, que inicia una visita de seis dias a Cuba para visitar esa “Iglesia local que a pesar de las dificultades goza de una gran vitalidad”, durante la cual inaugurará un monumento a Juan Pablo II en el lugar donde el Santo Padre celebrara su primera misa en Cuba en el año 1998, invita a recordar con “nostalgia cubana” aquellos dias de hace 10 años atrás cuando Cuba recibiera, entre incrédula y gozosa, la visita de Juan Pablo II.

Haber hospedado a Juan Pablo II alli en el corazón de la perla del Caribe, haber podido gritar a viva voz “Papa amigo, Cuba está contigo! o “Juan Pablo Hermano ya eres un cubano”, gozar de ciertas libertades que fueron otorgadas para la ocasión, superaba lo que el observador más astuto o el analista político más avezado hubiese imaginado. En realidad ya la visita precursora de Fidel Castro a Juan Pablo II en el Vaticano daba señales en esa dirección hasta entonces considerada remota. Recordamos bien a Juan Pablo II visitando Cuba, siendo recibido por un Fidel Castro ataviado con traje civil, dándose el apretón de mano con un Papa, quien ya el primer dia “desafiaría” al mundo llamándolo ''que se abra a Cuba'', pero, agregando ''que Cuba se abra al mundo'' dejándonos a todos boquiabiertos. En su visita habia primado el respeto y hasta cierta admiración de parte de Fidel Castro ante ese Santo Padre que habia venido a “confirmarlos en la fe, animarlos en la esperanza, alentarlos en la caridad” exhortándolos que todos estaban llamados a contribuir al bien común, en un clima de respeto mutuo y con profundo sentido de la solidaridad.

Ese mismo pueblo de Cuba todo, gobernantes y ciudadanos, se encuentra hoy ante una responsabilidad enorme. Llevar adelante un pais prácticamente “dormido” con relación al resto del mundo, empobrecido y dividido. No es tarea fácil en una economía estancada, familias rotas y una sociedad desgarrada. Solo podrán lograrlo en un esfuerzo común y conjunto, de por sí una tarea ciclópea, unidos en un abrazo fraterno de todos los cubanos de adentro y de afuera, quienes emigraron y aquellos que se se quedaron perdonándose mutuamente, comprendiendo a aquellos que prefirieron irse, respetando a los que se quedaron, perdonando a los que ofendieron o hirieron. Es momento para vivir con pasion el presente esperanzados, sin odios ni rencores. El mundo habrá de comprender que será un proceso lento y gradual y esperamos pacífico. No es momento para buscar culpables, por el bien de todos. “El cristiano no debe hacerse la ilusión de buscar el verdadero bien de los hermanos, si no vive la caridad de Cristo. Aunque lograra mejorar factores sociales o políticos importantes, cualquier resultado sería efímero sin la caridad” (JPII Cuaresma 2003)

En comparación, si de alguna manera corresponde, me refiero a mi propio país Eslovenia y recuerdo un sacerdote esloveno sabio que años atrás hablando de nuestra situación, cuando Eslovenia aun era parte de Yugoslavia y vivía atada al régimen comunista, nos dijo: no debemos hacernos demasiadas ilusiones aún cuando en Eslovenia cambie la situación pasarán decenas de años hasta que finalmente recupere su propio aliento, se libere de influencias, cure sus heridas y sus ciudadanos perdonen y sean perdonados.

Que el Señor infunda fortaleza a los cubanos para que puedan afrontar su realidad sin egoismos económicos y sin partidismos, buscando la unión de toda la familia cubana, y Juan Pablo II interceda desde su ventana en el cielo regalándoles nuevamente su bendición.

martes, 19 de febrero de 2008

Santa Josefina Bakhita - palabras y oración


Algunas palabras de Santa Josefina (de "Totus Tuus, febrero 2008)
“Maria me protegía antes que yo la conociese!”
“He dado todo a mi Señor: El cuidará de mi....Lo mejor para nosotros no es lo que nosotros consideramos mejor sino aquello que el Señor quiere de nosotros”
“Cuando una persona ama profundamente a otra, desea ardientemente estar a su lado, entonces porque tener miedo de morir? La muerte nos lleva cerca de Dios”.
“Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa”“O Señor, si yo pudiese volar hacia alli, hacia mi gente a predicar a todos a viva voz Tu bondad: Oh, cuantas almas podría conquistar para Ti! Entre los primeros, mi madre, mi padre, mis hermanos, mi hermana todavía esclava....todos, todos los pobres negros del Africa, haz o Jesus, que también ellos te conozcan y te amen

Oración por intercesión de Santa Josefina Bakhita

(pido a todos los que lean este mensaje que se detengan por unos segundos y recen esta breve oración por todos sus hermanos, que tambien son hermanos nuestros que tanto sufren en Sudan)

Padre Celestial, Tu Hijo Jesucristo, por su sufrimiento y su muerte en la cruz se entregó como don de amor para el perdón de los pecados y la salvación de todos los pueblos.
También ella se ofreció por medio de su sufrimiento en la esclavitud. Oramos humildemente para que por su intercesión Tu puedas salvar a sus hermanos y hermanas del Sudan de la esclavitud y de la persecución.
Que ella pueda obtener el don de la justicia y de la paz para su pueblo y el mundo entero.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amen

lunes, 18 de febrero de 2008

La muerte del «señor Capitán» Karol Wojtyla


El 18 de febrero de 1941 moría el «señor Capitán» Karol Wojtyla (padre) como conocían en Wadowice al padre de Karol Josef Wojtyla. Era un caballero de los de antes, con una gran cultura y al que le apasionaba la investigación histórica. En apariencia austero y severo, pero con ademanes corteses y educados. Tenía el pelo entrecano y bigote. De joven había sido sastre, luego fue oficial de carrera en los servicios administrativos del ejército austro-hungaro y más tarde en el polaco. Después de la muerte de Emilia, su esposa y madre de Karol, su padre ya jubilado, se iba a dedicar por completo a su hijo. Cuando no comían en el mesón que había en la planta baja de la casa el padre se encargaba de preparar la cena, lavar los platos, hacer la limpieza. Aprovechó sus antiguos uniformes para confeccionarle un traje a Karol. Hacía de padre y de madre. Siempre cerca de el, le ayudó en los estudios. Le enseño a vivir y a rezar, a contemplar el misterio de Dios. ….Juntos leian la Biblia, rezaban el rosario.

Tambien jugaban al fútbol en el salón con un balón de trapo. Y cuando venia Jerzy, el amigo judío de Karol, el «señor Capitán» sacaba sus libros de Historia para narrarles los tiempos heroicos de Polonia o les leía poesías. Karol tenia una particular deuda de gratitud con su padre, sobre todo por el modo en que le habia ayudado en la maduración de su fe religiosa, sin condicionarlo ni forzarlo jamás. Pero no todo fué tan plácido para aquellos niños que habian nacido cuando Polonia habia reconquistado su libertad y vivía con relativa despreocupación. Y a la familia Wojtyla le esperaba otro golpe familiar la muerte del hijo mayor, hermano de Karol. Después llego la discriminación a los judios, el boicot económico hacia ellos, los choques entre judios y antisemitas.. La situación se complicó en 1938. Karol padre y Karol hijo se mudarían a Cracovia, a la casa de parientes y juntos enfrentarían parte de la monstruosa maquinaria nazi de la guerrra, la huida de la ciudad, el regreso, la ocupación. Poco a poco su padre iba perdiendo fuerzas. (fuente Historia de Karol de Gian Franco Svidercoschi)

En Don y Misterio el mismo recuerda “perfectamente aquel día: al volver del trabajo encontré a mi padre muerto”. Se habia quedado sólo. Recuerda esos difíciles años de su vida y su camino hacia el sacerdocio, comenzada en ese seminario doméstico que era su familia en Wadowice y expresa “la preparación para el sacerdocio, recibida en el seminario, fue de algún modo precedida por la que me ofrecieron mis padres con su vida y su ejemplo en familia. Mi reconocimiento es sobre todo para mi padre, que enviudó muy pronto. No había recibido aún la Primera Comunión cuando perdí a mi madre: apenas tenía 9 años. Por eso, no tengo conciencia clara de la contribución, seguramente grande, que ella dio a mi educación religiosa. Después de su muerte y, a continuación, después de la muerte de mi hermano mayor, quedé solo con mi padre que era un hombre profundamente religioso. Podía observar cotidianamente su vida, que era muy austera. Era militar de profesión y, cuando enviudó, su vida fue de constante oración. Sucedía a veces que me despertaba de noche y encontraba a mi padre arrodillado, igual que lo veía siempre en la iglesia parroquial. Entre nosotros no se hablaba de vocación al sacerdocio, pero su ejemplo fue para mí en cierto modo el primer seminario, una especie de seminario doméstico….
El estallido de la guerra me alejó de los estudios y del ambiente universitario. En aquel período perdí a mí padre, la última persona que me quedaba de los familiares más íntimos. También esto suponía, objetivamente, un proceso de alejamiento de mis proyectos precedentes; en cierto modo era como desarraigarse del suelo en el cual hasta ese momento había crecido mi humanidad. Pero no se trataba de un proceso únicamente negativo. En efecto, en mi conciencia contemporáneamente se manifestaba cada vez más una luz: el Señor quiere que yo sea sacerdote. Un día lo percibí con mucha claridad: era como una iluminación interior que traía consigo la alegría y la seguridad de una nueva vocación. Y esta conciencia me llenó de gran paz interior”.
Svidercoschi, Gian Franco: HISTORIA DE KAROL, Edicionoes Internacionales Universitarias, Madrid 2003

domingo, 17 de febrero de 2008

Segundo Domingo de Cuaresma


«Este es mi Hijo amado: escuchadlo » (Mc 9, 7).

La transfiguración del Señor, que según la tradición tuvo lugar en el monte Tabor, sitúa en primer plano la persona y la obra de Dios Padre, presente junto al Hijo de modo invisible pero real. Esto explica el hecho de que, en el trasfondo del evangelio de la Transfiguración, la liturgia de hoy sitúa un importante episodio del Antiguo Testamento, en el que se pone de relieve de modo particular la paternidad”…

Desde el Tabor, el monte de la transfiguración, el itinerario cuaresmal nos lleva hasta el Gólgota, el monte del sacrifico supremo del único sacerdote de la alianza nueva y eterna. Dicho sacrificio encierra la mayor fuerza de transformación del hombre y de la historia. Asumiendo en sí mismo todas las consecuencias del mal y del pecado, Jesús resucitará al tercer día y saldrá de esa dramática experiencia como vencedor de la muerte, del infierno y de Satanás. La Cuaresma nos prepara para participar personalmente en este gran misterio de la fe, que celebraremos en el triduo de la pasión, la muerte y la resurrección de Cristo”…
De la homilia del Santo Padre Juan Pablo en su visita a la parroquia de la Santa Cruz en la via Flaminia, Roma, el domingo 23 de febrero de 1997

sábado, 16 de febrero de 2008

Karol Wojtyla y Mieczysław Kotlarczyk


Karol Wojtyla se inció en teatro representando el papel de Haemon en “Antigona” ya en Noviembre de 1935 en la escuela de su pueblo natal Wadowice. Seguirían muchas otras representaciones de un teatro tradicional. En Febrero de 1936 iniciaría su amistad con Mieczysław Kotlarczyk, director de teatro vanguardista, profesor en la escuela de la Orden de Carmelitas Descalzos en Wadowice. Juntos hablarian de teatro, literatura y filosofia.
Fué Mieczyslaw Kotlarczyk quien lo involucraría seriamente en un teatro distinto, el Teatro Rapsódico. “El era un verdadero pionero del teatro de aficionados y tenía grandes ambiciones de un repertorio de calidad” (DyM) Como dice Juan Pablo II en Don y Misterio “En ese período de mi vida la vocación sacerdotal no estaba aún madura”… estaba fascinado sobre todo por la literatura, en particular por la dramática, y por el teatro”, el “teatro de la palabra viva”.

Ya durante el primer año que Karol Wojtyla se instalara con su padre en Cracovia para estudiar filolologia polaca en la Universidad Jaguellonica, se sintió atraído por el estudio de la lengua misma, que lo llevaria a “ horizontes completamente nuevos, por no decir en el misterio mismo de la palabra” esa palabra que “antes de ser pronunciada en el escenario, vive en la historia del hombre como dimensión fundamental de su experiencia espiritual. En última instancia, remite al insondable misterio de Dios mismo” (DyM)

En aquella época estuve en contacto con el teatro de la palabra viva, que Mieczyslaw Kotlarczyk había fundado y continuaba animando en la clandestinidad. La dedicación al teatro fue favorecida al principio por el hecho de haber hospedado en mi casa a Kotlarczyk y a su mujer Sofía, que habían logrado pasar de Wadowice a Cracovia .......Compartiendo la misma casa, podíamos no sólo continuar con nuestras conversaciones sobre el teatro, sino incluso realizar actuaciones concretas, que tenían precisamente el carácter de teatro de la palabra. Era un teatro muy sencillo. La parte escénica y decorativa estaba reducida al mínimo; la actuación consistía esencialmente en la recitación del texto poético. Las representaciones tenían lugar ante un grupo reducido de conocidos e invitados, que demostraban un interés específico por la literatura y eran, de algún modo, "iniciados" …. “ He de admitir que toda aquella experiencia teatral ha quedado profundamente grabada en mi espíritu, a pesar de que en un cierto momento de mi vida me di cuenta de que, en realidad, no era esa mi vocación
Kotlarczyk, quien murió en 1978, fue profesor de idioma polaco y pionero en el teatro polaco, fundador del Teatro Rapsódico, 12 años mayor que Wojtyla. Amigos ya en su pueblo natal Wadowice, afianzaron su amistad en Cracovia . Fue Wojtyla quien insistió ante Kotlarczyk que se mudara con su esposa a Cracovia para que pudieran trabajar juntos en teatro y hacer del teatro “una iglesia donde pueda florecer el espiritu nacional”. Kotlarczyk, a su vez, describía el Teatro rapsódico como “una protesta contra la exterminación de la cultura nacional polaca en su propio suelo, una forma de resistencia contra la ocupación Nazi.....un teatro diferente, mas escuchado que visto como espectáculo, un teatro de la palabra”
“Wojtyla desde los dieciséis años se abrió a la experiencia como factor fundante del pensamiento y de la acción a través de su contacto con el Teatro Rapsódico desarrollado por su maestro y amigo Mieczyslaw Klotarczyck. El teatro para Wojtyla no es una mera escenificación superficial de alguna historia sino es un lugar privilegiado en el que la vida se vuelve palabra y la palabra se vuelve vida3. La palabra que quiere ser palabra-viva no puede ser pensada sin el movimiento, sin el gesto, sin la acción4. El actor al moverse y gesticular es aquel que no sólo se torna un «personaje» sino el sujeto que porta un problema, el problema que toda representación de esta naturaleza intenta comunicar y resolver. Así entendidos los términos esenciales del teatro, no es difícil afirmar que existe una dimensión propiamente dramática de la personalidad de Wojtyla-Juan Pablo II que ha permanecido aún en su Ministerio al frente de la Iglesia católica. Esto no quiere decir que Juan Pablo II actúe una suerte de caracterización figurada o ficticia sino que su persona trata de manifestar a través de un amplio gesto -su acción pastoral- el modo como el problema fundamental de la vida ha encontrado su respuesta definitiva en una Verdad que trasciende lo humano sin negarlo.”

viernes, 15 de febrero de 2008

"Salvifici Doloris" y Job


La Carta apostólica Salvifici Doloris del Santo Padre Juan Pablo II dada en Roma, en la memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, el día 11 de febrero del año 1984, sexto de su Pontificado, sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano comienza con estas palabras:

« Suplo en mi carne —dice el apóstol Pablo, indicando el valor salvífico del sufrimiento— lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia ».(1)

Son casi las mismas palabras que Juan Pablo II le confió “con gran y serena naturalidad” al Dr Joaquín Navarro-Valls despues de una de las intervenciones quirúrgicas de urgencia a que fuera sometido en el Policlínico Gemelli. « Debemos completar en nosotros aquello que falta a la Pasión de Cristo. Por cierto, agregaba, todo ha sido hecho ya, pero.....siempre es posible añadir un poco más..... » En otra ocasión, siempre en el Gemelli, después de la reducción de una luxación de hombro, le expresó « He recibido este sufrimiento como un don ». (Totus Tuus octubre 2006). Llevaba encarnado el sentido del sufrimiento. Habia comprendido tempranamente lo que luego testimoniara con su vida.

El sufrimiento ciertamente pertenece al misterio del hombre En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque ... Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al hombre y le descubre la sublimidad de su vocación … Estas palabras sobre el amor, sobre los actos de amor relacionados con el sufrimiento humano, nos permiten una vez más descubrir, en la raíz de todos los sufrimientos humanos, el mismo sufrimiento redentor de Cristo” ….. El misterio de la redención del mundo está arraigado en el sufrimiento de modo maravilloso, y éste a su vez encuentra en ese misterio su supremo y más seguro punto de referencia”. « Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte ». dice en Salvifici Doloris. (101).

Es el sufrimiento del justo Job, ese mismo sufrimiento al cual se refiere una de las primeras obras de Karol Wojtyla titulada precisamente “Job”, publicada para la Cuaresma de 1940, obra que escribió cuando estudiaba teatro y aun no habia entrado al seminario. Habia escrito “un nuevo drama, griego en forma, cristiano en espiritu, eterno en su esencia” un drama que se referia al sufrimiento de los Job de nuestros dias, al “tragico destino de los pueblos oprimidos” como el mismo decia en el prefacio de su obra “Estas cosas acaecieron en el Viejo Testamento antes de la llegada de Cristo. Pero son cosas que están sucediendo también ahora, en nuestros días, en los tiempos de Job de nuestra Polonia y del mundo”. Un drama acerca del dolor a través de la historia, totalmente incomprensible si no es visto a la luz de la Redención. Habia estallado la II guerra mundial, la Gestapo habia arrestado a los profesores polacos, en un horizonte ensombrecido por completo Karol Wojtyla sentia en carne propia el misterio de la historia biblica, reflejado en la trágica historia de su querida Polonia, en la trágica historia de toda una parte de Europa durante décadas.
A lo largo de su pontificado, Juan Pablo II fué modelo para los sufrientes, comprendió a los que sufren, identificandose con ellos, legándonos su ejemplo a ultranza, como lo expresa el Dr Navarro Valls en la entrevista citada “creo que una de las mayores y mas claras enseñanzas de Juan Pablo II ha sido ayudarnos a darle un sentido mas profundo a todo aquello que bajo el nombre de “Cruz” constituye el conjunto de disgustos, frustraciones, dolores y ansiedades que todos conocemos ..:”
Juan Pablo II fue al mismo tiempo un modelo de esperanza haciendonos ver que ésta pasa por la cruz y testimoniándolo con su existencia vivida hasta el final por Cristo y en Cristo.

jueves, 14 de febrero de 2008

Karol Wojtyla y Jan Tyranowski


En febrero de 1940 Karol Wojtyla conoció a Jan Tyranowski, “ una persona que se distinguía sobre las demás… un hombre de una espiritualidad particularmente profunda” como dice Juan Pablo II en “Don y Misterio”.

El profesor Bogdan Piotrowski, gran conocedor de la persona y la obra de Karol Wojtyla/Juan Pablo II, es Doctor en Ciencias Humanas por la Universidad de Varsovia (Polonia) y Director del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad de La Sabana de Colombia, y comenta en Pensamiento y cultura, Vol 10 (2007) la relacion entre Jan Tyranowski y Karol Wojtyla.

El encuentro con este promotor de la formación mística entre los jóvenes le cambió la vida. Fue él quien le enseñó que no basta aprender de Dios sino que hay que vivir a Dios. Para el joven Karol, la realidad y la existencia adquirieron una nueva dimensión, aunque en algunos puntos no estaba plenamente de acuerdo con aquél. Más tarde escribió: “Parece que Jan subrayaba demasiado cierta separación de la vida, interpretada con demasiada rigidez. Por ejemplo, no disponía de una visión plena de asuntos sobrenaturales como el matrimonio y la labor creativa en lo profesional, lo social y lo cultural. En relación con la vida, el cristianismo es mucho más valiente que como él lo proyectaba” (25) Es importante señalar, igualmente, que fue Tyranowski quien por primera vez le habló a Wojtyła de san Juan de la Cruz (26). Es bien sabido que el místico español ejerció una gran influencia en la formación filosófica y en la concepción cultural y poética de Karol Wojtyła. El estudiante encontró en la creación de san Juan de la Cruz la respuesta a las preguntas fundamentales sobre la existencia y sobre los lazos de la realidad con Dios, pero también sobre la soledad en que se encontraba y que tuvo que vivir de manera muy intensa en los años de la ocupación hitleriana, experimentando permanentemente el temor, las amenazas y la penuria. No ha de extrañarnos que después sostuviese firmemente que hay que salvar lo terrenal para la eternidad. Las circunstancias históricas reclamaban lazos de cercanía con Él y la presencia de Dios.

miércoles, 13 de febrero de 2008

"Mulieris dignitatem" - 20 años

Con motivo del vigésimo aniversario de la carta apostólica "Mulieris dignitatem" (sobre la mujer) , de Juan Pablo II, que se celebrará el próximo mes de agosto el Pontificio Consejo para los Laicos organizó un Congreso internacional entre el 7 y 9 de febrero pasado, sobre el tema “Mujer y varón, la totalidad del humanum “ inaugurado el 7 de febrero por el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo pontificio para los laicos.
Participaron del Congreso delegados de 49 países de todos los continentes, en representación de las Comisiones de 40 Conferencias episcopales, 16 asociaciones femeninas católicas y 28 movimientos eclesiales y cuenta con la asistencia de delegadas de numerosas congregaciones religiosas femeninas.


El 9 de febrero, dia de la clausura el Santo Padre Benedicto XVI dirigiéndose a los participantes expresó "La relación hombre-mujer en su especificidad, reciprocidad y complementariedad constituye indudablemente un punto clave de la "cuestión antropológica", tan decisiva en la cultura contemporánea", recordando a continuación los numerosos documentos que la Iglesia ha dedicado a ese tema, desde la Mulieres dignitatem", a la "Carta a las mujeres" de Juan Pablo II, sin olvidar la "Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo", de la Congregación para la Doctrina de la Fe"
"Las fundamentales verdades antropológicas del hombre y la mujer, la igual dignidad y la unidad de los dos, la enraizada y profunda diversidad entre lo masculino y lo femenino y su vocación a la reciprocidad y la complementariedad, a la colaboración y la comunión -prosiguió el pontífice- se basan (...) en el fundamento de la dignidad de cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios, que "hombre y mujer los creó", evitando tanto una uniformidad indistinta y una igualdad chata y empobrecedora como una diferencia abismal y conflictiva".

"cuando el hombre o la mujer pretenden ser autónomos y totalmente autosuficientes corren el peligro -advirtió el Papa- de encerrarse en una autorrealización que considera una conquista de libertad la superación de cualquier vínculo natural, social y religioso, pero que los reduce, de hecho, a una soledad opresiva".

El Santo Padre insistió en la necesidad de "una renovada investigación antropológica que, basándose en la gran tradición cristiana, incorpore los nuevos progresos de la ciencia y de la sensibilidad cultural actual para contribuir, de ese modo, a profundizar no solamente en la identidad femenina, sino también la masculina que, no raramente, es objeto de reflexiones parciales e ideológicas".
(fuente : VIS, 080212 (640)
Invito visitar el Programa del Congreso.
Nota : En el año 2005 la Cátedra Juan Pablo II de la Universidad Catolica Argentina
organizó un Coloquio Teológico Internacional sobre el tema La mujer en Juan Pablo II – Identidad – Dignidad – Misión y las presentaciones fueron publicadas en forma de libro por EDUCA - la Editorial de la Universidad Católica Argentina.

martes, 12 de febrero de 2008

Juan Pablo II y Venezuela - 1996 despedida



El 11 de febrero de 1996 el Santo Padre Juan Pablo II celebró la Santa Misa por la Evangelización de los Pueblos en el Aeropuerto «La Carlota», donde miles de personas ya habian acampado la noche anterior para participar de la multitudinaria Santa Misa celebrada en el marco del trienio de preparación al V Centenario de la llegada de la fe cristiana a Venezuela. Era el dia de su despedida del país de las orquídeas y su querido pueblo venezolano a quien invitó renovar el Compromiso por la Nueva Evangelización exhortándoles que para la tan deseada renovación de la sociedad venezolana y la superación de las crisis y dificultades,es necesario que las personas, los hogares y los diversos sectores de la Nación participen de la fuerza del Evangelio.

Mientras ese domingo 11 de febrero de 1996 tenia lugar la principal ceremonia de la IV Jornada Mundial del enfermo en México, en Caracas el Santo Padre en el Ángelus celebrado en el Aeropuerto «La Carlota» recordó que “La Iglesia, en su solicitud pastoral por quienes padecen en su cuerpo, se acerca a ellos con la misma ternura y caridad que tenía Cristo. La enfermedad es una cruz, a veces muy pesada, pero unida a la de Cristo se transforma en fuente de salvación, de vida y resurrección para el propio enfermo y para los demás. Por eso, invito a todos los que sufren a ofrecer generosamente esa prueba junto con Cristo sufriente y con María”.

Pero el broche de oro de su despedida, el recuerdo que llevaria consigo para su propio aliento y esperanza de un futuro mejor para America Latina fue el Encuentro con los jóvenes en la avenida Los Próceres de Caracas.

¡Jóvenes, abrid las puertas de vuestro corazón a Cristo! Él nunca defrauda. Él es el Camino de la paz, la Verdad que nos hace libres y la Vida que nos colma de alegría (cf. Missale romanum, «Prex eucharistica»…..Ante el miedo al futuro, al compromiso, al fracaso... Él es la roca firme (cf. 1 Co 10, 4). Frente a doctrinas falaces y destructivas del ser humano, Él es la luz que viene de lo alto (cf. Lc 1, 78). Ante la tentación de los ídolos del poder, del dinero y del placer, Él nos hace libres (cf Ga 5, 1). ¡Jesús es el único Salvador y no hay otro nombre bajo el cielo por el que podamos salvarnos! (Hch 4, 12)…. abrir las puertas a Cristo es sentirse miembros vivos de la Iglesia, de esta Iglesia joven, pujante y fiel a su misión, que en Venezuela avanza desde hace ya casi cinco siglos, aun en medio de no pocas dificultades, por los caminos del Evangelio.

«El futuro del mundo y de la Iglesia pertenece a las jóvenes generaciones que, nacidas en este siglo, serán maduras en el próximo, el primero del nuevo milenio» (Tertio Millennio Adveniente, 58). Sí sois capaces de seguir a Cristo por el camino de las bienaventuranzas evangélicas, tendréis la alegría de contribuir a la renovación espiritual y moral de Venezuela con la fuerza transformadora del amor cristiano.

Se llevaba la sincera acogida de los jóvenes venezolanos grabada profundamente en su corazón, como todos y cada uno de los encuentros con los jóvenes en su peregrinar por el mundo, vivencia de experiencias enriquecedoras que lo dotaban de alas y fortalecian su espíritu ante tantas adversidades e injusticias. En América Latina, el continente de la Esperanza, redescubrió la base para apuntalar sus propias esperanzas. Aquí, en el continente de Maria, donde nuestra amada Madre, que a lo largo y ancho de toda America Latina vestida con distintas ropas, engalanada con diferentes coronas, es visitada por gentes de todos los colores y sigue protegiéndonos a todos por igual.

Juan Pablo II retornaría a Roma agradecido y emocionado. Su estancia en Venezuela habia sido breve y se habia limitado a Guanare y Caracas, con un encuentro con los recluidos en el Retén de Catia. En Guanare habia comprobado la honda devoción mariana, expresada en el amor a la Virgen de Coromoto, tan arraigada en la vida de los venezolanos y en Caracas los habia visto comprometidos de forma seria y decidida en la evangelización, que siendo siempre necesaria, lo es aún más ante los actuales y apremiantes desafíos. Partía con la esperanza de que Venezuela, con la ayuda de Dios y el esfuerzo incansable de sus hijos, tiene por delante un futuro mejor al amparo de su Madre, firmemente convencido que María es la primera evangelizadora de América Latina y a Ella, al retornar a Roma, junto al sepulcro de San Pedro le suplico nuevamente Virgen María, Madre de los hombres y de los pueblos te encomiendo de nuevo a tus hijos e hijas de América Latina.

domingo, 10 de febrero de 2008

Oración de Juan Pablo II a Nuestra Señora de Lourdes



Oración de Juan Pablo II a Nuestra Señora de Lourdes

¡Dios te salve, María,
mujer pobre y humilde
bendecida por el Altísimo!
Virgen de la esperanza,
profecía de los tiempos nuevos,
nos asociamos a tu cántico de alabanza
para celebrar las misericordias del Señor,
para anunciar la venida del Reino
y la liberación total del hombre.
¡Dios te salve, María,
humilde esclava del Señor,
gloriosa Madre de Cristo!
Virgen fiel,
morada santa del Verbo,
enséñanos a perseverar
en la escucha de la Palabra,
y a ser dóciles a la voz del Espíritu,
atentos a sus sugerencias
en la intimidad de nuestra conciencia
y a sus manifestaciones
en los acontecimientos de la historia.

¡Dios te salve, María,
mujer de dolor,
Madre de los vivientes!
Virgen esposa al pie de la cruz,
nueva Eva,
sé nuestra guía por las sendas del mundo;
enséñanos a vivir
y a difundir el amor de Cristo;
enséñanos a estar contigo
al pie de las innumerables cruces
en las que tu Hijo se encuentra aún crucificado.

¡Dios te salve, María,
mujer de fe,
la primera de los discípulos!
Virgen, Madre de la Iglesia,
ayúdanos a dar siempre razón
de nuestra esperanza,
confiando en la bondad del hombre
y en el amor del Padre.
Enséñanos a construir el mundo desde dentro:
en la profundidad del silencio y de la oración,
en la alegría del amor fraterno,
en la fecundidad insustituible de la cruz.
Santa María,
Madre de los creyentes
Nuestra Señora de Lourdes,
ruega por nosotros.
Amén.

Juan Pablo II y Lourdes (1)

El 11 de febrero de 1858, en la Gruta de Massabielle de Lourdes, a orilla del río Gave en Francia, Nuestra Señora se apareció ante una niña de 14 años, llamada Bernadette Soubirous. La visita se repetiría 18 veces
Al arrodillarse en la gruta de Massabielle, en el corazón de Lourdes, en la cátedra de una sorprendente escuela de oración, donde la Virgen invitó a Bernardita a rezar el rosario, Juan Pablo II en su alocución al inicio del Rosario en la Gruta de Lourdes el 14 de agosto de 2004 expresó palabras proféticas “ siento con emoción que he llegado a la meta de mi peregrinación” dijo
Al recorrer los “misterios” en los que Jesus se manifiesta "como luz del mundo" nos recordaba su promesa: "El que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida" (Jn 8, 12) y nos invitaba a la disponibilidad dócil a la escucha y el esfuerzo generoso por acoger en nuestra vida la enseñanza de Cristo, a orar por las vocaciones al sacerdocio y a la virginidad por el reino de Dios, a fin de que los que han sido llamados respondan con disponibilidad y perseverancia y contemplando a la santísima Virgen María, decir con Bernardita:

"Mi buena Madre, ten misericordia de mí; me entrego totalmente a ti, para que me des a tu Hijo querido, al que quiero amar con todo mi corazón. Mi buena Madre, dame un corazón que arda completamente por Jesús".
Invito visitar:

Juan Pablo II y Venezuela - 10 de febrero 1996


En la mañana del 10 de febrero de 1996, segundo dia de su visita apostólica a Venezuela, Juan Pablo II partió para Guanare, lugar donde “cantaré con vosotros las glorias de la Madre del Señor a la cual veneráis bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto” según habia dicho en sus palabras de bienvenida. Inauguraba el nuevo Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, y oficiaba la Santa Misa en su honor.

«Tu eres el orgullo de nuestro pueblo» (Jdt 15, 9)

El tema central de su homilia fue la Madre de Dios que ha establecido su morada en medio de su pueblo. Precisamente alli en Coromoto se reunian para venerar a Santa Maria de Coromoto, Patrona de Venezuela, la que habia coronado en su viaje anterior y que viene acompañando al pueblo venezolano desde el 8 de septiembre de 1652. En la homilía reiteró su súplica de 1979 «Tú que has entrado tan adentro en los corazones de los fieles a través de la señal de tu presencia, ... vive como en tu casa en estos corazones, también en el futuro» (Homilía en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, 27 de enero de 1979).
Al concluir su homilía deposito ante Nuestra Señora sus súplicas para el pueblo venezolano.

Ese mismo dia a su regreso a Caracas se realizó el encuentro con los representantes de la vida social, cultural, politica y economica de Venezuela en el Teatro “Teresa Carreño”. Juan Pablo II tuvo palabras especiales y específicas para los representantes y responsables de todos los estratos del pueblo venezolano. Les hablo de la cultura de la vida y les exhortó a trabajar incansablemente por el verdadero bien del país. Considerando que “en el momento presente se han debilitado aspectos fundamentales y la jerarquía de valores les recordó que “no debe olvidarse que el proceso de empobrecimiento material conduce muchas veces a un empobrecimiento moral y espiritual de las personas y de los grupos sociales, especialmente de los jóvenes y adolescentes.
“Venezolanos – les dijo - aunque sean serias las dificultades e inmensos los desafíos, grande ha de ser vuestro empeño. Ante un presente con incertidumbres y un futuro con interrogantes, haced valer las propias capacidades con imaginación y sobre todo con generosidad, confiando en Dios: Dios ama al hombre”. Venezuela ocupa un lugar de relieve en un gran continente lleno de esperanza. Afrontando sin miedo los retos de vuestra historia, alzando los ojos a lo Alto y con un corazón solidario, caminad con paso firme hacia el Tercer Milenio, aportando generosamente vuestros talentos a la construcción de un nuevo orden más justo por ser más humano”.
¡Que Jesucristo, «Salvador y Evangelizador» (
Tertio Millennio Adveniente, 40), os guíe y bendiga en este camino!
Invito visitar el blog Salaespera con generosa descripción del Santuario de Nuestra Señora de Coromoto.
También la pagina Venezuela tuya con muchas fotografias del Santuario.

sábado, 9 de febrero de 2008

Juan Pablo II en Venezuela 1996 - llegada

En su segunda visita a Venezuela, donde ya habia estado en 1985, el Santo Padre Juan Pablo II llegaba al Aeropuerto Internacional «Simón Bolívar» de Maiquetía el Viernes 9 de febrero de 1996.
En su discurso de bienvenida expresó Con sumo gozo vuelvo a Venezuela, la «tierra de gracia», como la llamó Cristóbal Colón al unir el viejo mundo con las tierras americanas.

Era la ultima etapa de su viaje apostólico a Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Venezuela. En el aeropuerto fue recibido por el entonces presidente Rafael Caldera. Venia con la confianza de encontrarse con una Iglesia comprometida en llevar a cabo la Nueva Evangelización.



El mismo dia de su llegada se encontró con los presos de la cárcel Reten de Catia a quienes se dirigió con afecto y comprensión y les animó a acoger la invitación al cambio de vida que el Evangelio, Buena Noticia, propone a cada persona, y a que no os dejéis vencer por el pesimismo o el desaliento.

Juan Pablo II y El Salvador 1996 - con los catequistas y despedida

El encuentro del Santo Padre Juan Pablo II con los catequistas el 8 de febrero de 1996 tuvo lugar en la plaza de la Catedral. En su discurso no dejo de mencionar a Monseñor Luis Chávez, prelado modelo de virtudes; a Monseñor Óscar Arnulfo Romero, brutalmente asesinado mientras ofrecía el sacrificio de la Misa y ante cuya tumba rezaría, y Monseñor Arturo Rivera Damas, que habia trabajado incansablemente por la paz, junto a los demas Obispos de El Salvador.
Les hablo del Sermón de la Montaña y de las bienaventuranzas que constituyen la clave para comprender la moral evangélica y nos abren un horizonte nuevo con relación a la vida y a la conducta humana. Les recordaba que en ese momento histórico recobraba su plena actualidad el mensaje de las bienaventuranzas que, como apóstoles, tenéis que hacer presente todos los Apostoles : Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. tuvo palabras especiales para los jovenes, canto a la vida y a la esperanza para la patria salvadoreña, empeñada en buscar nuevos caminos de fraternidad y de paz en la justicia y en la solidaridad cristiana. Les pidio que se esforzaran por seguir participando en la vida de la Iglesia y en construir una Patria reconciliada en la justicia y el amor!
Invocando la protección de la Madre del Salvador y Reina de la Paz, les impartió la bendición.

Y mas tarde partiría, el mismo dia que habia llegado.
En la ceremonia de despedida expreso que habia “vivido una densa jornada con el Pueblo de Dios que peregrina en las bellas tierras de El Salvador, lo cual ha dejado en mí una profunda huella. Me llevo el recuerdo de los rostros de tantas personas, llenos de fe y esperanza, que he podido contemplar a lo largo de este día en los lugares que el intenso programa me ha con sentido visitar. Me habéis brindado una cordial hospitalidad, expresión genuina del alma salvadoreña, pero sobre todo quiero resaltar que he podido compartir con vosotros profundos momentos de oración y de reflexión en la Santa Misa, en el encuentro con los jóvenes y en la visita a la Catedral Metropolitana. Agradecía a todos los que habian colaborado en la realización de esta nueva Visita. Habia venido a confirmaros en la fe, a impulsar la nueva evangelización y a dejaros un mensaje de paz y reconciliación en Cristo y partia con una gran gran confianza en el futuro de esta amada tierra; vivid a la luz de la fe, con el vigor de la esperanza y la generosidad del amor fraterno, sabiendo que, hoy y siempre, Dios os ama!

Saludo del Santo Padre Juan Pablo II a los catequistas en la Plaza de la Catedral de San Salvador 8 de febrero 1996

Ceremonia de despedida en el Aeropuerto Internacional «Ilopango» de San Salvador (8 de febrero de 1996)

La Prensa Gráfica – Especial Juan Pablo II – comentarios y audios de su visita a El Salvador

Conferencia Episcopal de El Salvador

viernes, 8 de febrero de 2008

Juan Pablo II y El Salvador 8 de febrero 1996


«Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente» (Sal 71 [70], 7)

El 8 de febrero de 1996 el Santo Padre Juan Pablo II pudo constatar con alegria que “la semilla sembrada en momentos difíciles, fecundada por el sufrimiento y el esfuerzo de todo un pueblo, está dando frutos de reconciliación y de justicia. En comunidad con toda la Iglesia planteo la difícil pregunta «¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros?» (Ib. 4, 1) hallando la respuesta y la causa de tantos males en el pecado que está en el corazón del hombre. Así se expresó en la homilia de la la celebración eucarística en la Explanada «Siglo XXI»

Era momento para pedir perdon todos juntos al Señor por todos los egoismos impuestos y por todos los intereses estratégicos, por querer hacer prevalecer ideologías que no respetan a la persona, en la que está inscrita la imagen del Creador, y llegan a veces a atentar violentamente contra el carácter sagrado de la vida humana. Era tambien momento para implorar la misericordia divina por todas las víctimas de la guerra y reconciliarse con Dios a ejemplo de los Obispos en su Carta Pastoral «Reconciliaos con Dios» y clamar Nunca jamás la guerra! Que la justicia verdadera haga fructificar siempre la paz!

Pero también daba gracias a Dios porque las circunstancias estaban cambiando. Llamo a los salvadoreños a afianzar el proceso de paz y a edificar una sociedad nueva con ese espíritu cristiano que, casi al límite de la utopía humana pero con la certeza de que responde a la voluntad de Dios, llamamos la «civilización del amor?» para construir un futuro de esperanza con la sabiduria de la paz.

Juan Pablo II y El Salvador - 1996 Llegada


En una visita muy breve de tan solo un dia (pernoctaria también en El Salvador para partir hacia Venezuela via Guatemala al dia siguiente) el Santo Padre Juan Pablo II llegaba al Aeropuerto Internacional «Ilopango» de San Salvador, el más pequeño de los paises centroamericanos, el 8 de febrero de 1996. Era su segunda visita a El Salvador, después de aquella que hiciera en 1983, en plena guerra civil, cuando hasta la guerrilla habia hecho una tregua durante el dia de su visita.
Lo recibia un pueblo todo vestido de amarillo y blanco, festejando los frutos de la semilla que él sembrara durante su primera visita. Llegaba a un pais distinto, en transición, donde se proyectaba una sensación de esperanza y de paz. Juan Pablo II venia a confirmaros en la fe, fortaleceros en la esperanza y animaros en la caridad. En su discurso de bienvenida mencionó su primera visita cuando habia sido testigo del del sufrimiento de un pueblo desgarrado por el dolor de una guerra fratricida y los habia invitado a recorrer el camino del diálogo sincero y constructivo. Después habia seguido con interés la marcha de las negociaciones, que han tenido su culminación en los históricos Acuerdos de Chapultepec, en México, el 16 de enero de 1992, concluyendo así un proceso iniciado precisamente en la Nunciatura Apostólica de San Salvador, y conducido primero por la Conferencia Episcopal y después por las Naciones Unidas.
Estaba nuevamente entre ellos, para proclamar una vez más a Jesucristo que, por ser el único camino de la paz, llama a todos a una sincera conversión; he vuelto para confirmar la obra de mis Hermanos, los Obispos de El Salvador, en la promoción de la reconciliación nacional y hacer que llegue a cada una de vuestras ciudades, pueblos, cantones y aldeas el saludo del Señor Resucitado: «La paz esté con vosotros».
Con el deseo de Quiera Dios que la querida familia salvadoreña, probada por tantas formas de violencia en el pasado, encuentre el clima sereno para avanzar por las sendas del progreso y del bienestar, y que los niños y los jóvenes, que han crecido en los últimos años bajo un clima de miedo y temor, puedan disfrutar de un futuro de auténtica paz, comenzaba una densa jornada entre el regocijado pueblo salvadoreño.
Invito visitar:

Juan Pablo II y Nicaragua - 1996 visita a la Catedral y despedida



El 7 de febrero de 1996 el Santo Padre visitó la Catedral de la Arquidiócesis, símbolo de la nueva Ciudad de Managua, capital de Nicaragua, surgida de entre las ruinas del terremoto de 1972, dedicada a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, "La Purísima" conocida como "La Virgen del Trono" o "La Virgen de El Viejo", “la imagen perfecta de la Iglesia”, Patrona de Nicaragua. Allí también se venera la antigua imagen de «La Sangre de Cristo», traída desde España hace más de tres siglos.

Les recordaba las palabras de su visita anterior durante la celebración de la Santa Misa, y que habéis recogido entre los cánones de vuestro II Concilio Provincial: «La unidad de la Iglesia sólo se salva cuando cada uno es capaz de renunciar a ideas, planes y compromisos propios, incluso buenos —cuanto más, cuando carecen de la necesaria referencia eclesial— por el bien superior de la comunión con el Obispo, con el Papa, con toda la Iglesia» (II Concilio Provincial) y les alentaba a seguir trabajando en comunión afectiva y efectiva con los Obispos, para progresar en la construcción de la unidad de la Iglesia, de modo que, como Esposa de Cristo, aparezca ante el mundo con todo el esplendor de su belleza (cf Ap 21, 2).
Expresó el deseo que esta visita del Papa no quede solamente como un recuerdo, un buen recuerdo. He querido llegar al corazón de cada uno de vosotros para hablaros en nombre de Jesucristo y recordaros el camino que, por llevar hacia El, conduce a la felicidad individual y colectiva.

Más tarde en su discurso de despedida en el Aeropuerto Internacinal de Managua se despidió conmovido con estas palabras :
¡Nicaragua! ¡Nicaragua de María! ¡Que la Purísima te proteja! ¡Que Dios te bendiga!
En Nicaragua habia aun mucho por hacer en el trabajo de evangelización comenzado, pero el Santo Padre habia vivenciado la voluntad del cambio y el profundo convencimiento de los Pastores de la Iglesia nicaraguense que estaban en la buena senda.

Juan Pablo II y Nicaragua - 1996 a las Familias


En la homilía de la celebración eucarística para las familias que el Santo Padre Juan Pablo II celebró, durante su corta estada en Nicaragua, en el Parque Malecón el 7 de febrero de 1996, se dirigió a las familias y a toda la familia de Nicaragua refiriéndose al Evangelio de San Juan «Hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús. Este y sus discípulos también fueron invitados» (Jn 2, 1-2).
Tambien el era allí un invitado y venia a una Nicaragua en circunstancias muy distintas de la anterior 13 años atrás. Al clamor de entonces: «¡Queremos la paz! », respondía con un nuevo clamor: María, Reina de la paz, te damos gracias por la paz y la libertad de que gozan los países de América Central.
Habian cambiado muchas cosas y este fue un verdadero encuentro. Habia vuelto la paz, que debería seguir siendo conquistada. Desde alli, la capital de Nicaragua, saludaba
a todos los países de esta área, y auguro una paz duradera y un desarrollo progresivo para estas Naciones, así como deseo para la Iglesia que desde hace siglos está presente en ellas, que pueda seguir llevando a cabo más eficazmente su labor evangelizadora. Venia con el deseo que “la palabra de Dios, al habitar en cada hogar, consolide la vida de fe de esta comunidad humana fundamental, de esta verdadera familia”, creando la necesidad – “como señala el Apostol - de una atmósfera de amor y de paz, en la que los hombres puedan desenvolverse felizmente y educar a sus propios hijos. El futuro de las naciones y de las culturas pasa ante todo por la familia”
Les recordó tambien su Carta a las Familias con el deseo “que no sólo cada familia, sino toda vuestra familia nacional de Nicaragua, halle en la liturgia de hoy luz para un comportamiento adecuado en esta etapa de su historia”.