Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

lunes, 31 de enero de 2011

San Juan Bosco, modelo para la catequesis juvenil

Hoy es la fiesta litúrgica de San Juan Bosco patrono de mi parroquia (aunque me he mudado aún sigue siendo “mi” parroquia – son muchos años ;)



El 31 de enero de 1981 Juan Pablo II visitaba la Universidad Pontificia Salesiana de Roma. Alli en un discurso dirigido a claustro y alumnado decía -


“…Vuestro santo fundador no tuvo temor de definir la esencia de su obra con estas precisas palabras:" Esta Sociedad era desde el comienzo un simple catecismo." (Memorie biografiche, 9, 61)….En armonía consecuente con esta visión, las constituciones de los salesianos establecen:" La actividad evangelizadora y catequística es la dimensión fundamental de nuestra misión…..Siempre en el marco de este planteamiento, los últimos dos capítulos generales de los salesianos han emanado esta declaración solemne y pragmática:
"Los salesianos, consagrados al servicio de los jóvenes, especialmente de los más pobres, para ser entre ellos presencia eficaz del amor de Dios, consideran la catequesis juvenil como la primera actividad del apostolado salesiano; esto exige ciertamente reflexión y reorganización de todas las obras en función predominante de la formación del hombre en la fe".
Es claro que la Pontificia Universidad Salesiana, sin detrimento por su carácter de Instituto de estudios superiores, está llamado a potenciar su función evangelizadora, en clave específicamente "catequística".
Vivid, pues, esta vocación típicamente salesiana a favor del hombre de hoy y en particular de la juventud. Podría sintetizarse en una frase programática, que incluso privilegiando – como es normal en una estructura universitaria - la esfera del conocimiento, sin embargo, comprenda todo el proyecto de la Universidad. "Conocer a Dios en el hombre y conocer al hombre en Dios". Lo que, más en concreto, lleva consigo, "conocer a Cristo en el hombre y conocer al hombre en Cristo".
5.- Es, pues, obvio que vuestro trabajo debe desarrollarse con una orientación sustancialmente teocéntrica y cristo céntrica, para convertirse después en trabajo auténticamente antropocéntrico. No se trata de cerrarse en la ciudadela del estudio, dejando que el mundo recorra sus caminos sino más bien de subir ,como vigilantes centinelas, a la torre de la fe, aprovechándose de todos de todos los auxilio de la ciencia, para indagar, bajo una luz superior y verdaderamente divina, en el camino presente y en la suerte del hombre, para intervenir oportuna y eficazmente en su ayuda, impulsando a todos, en cuanto sea posible, a un encuentro determinante con la Verdad que ilumina y que salva al hombre y a su historia.”

(del discurso de Juan Pablo II durante su visita a la Pontificia Universidad Salesiana, 31 de enero de 1981 (en el sitio del Vaticano solo esta en italiano y portugués)
Desde aquí damos gracias a Dios por la dedicación de los salesianos en nuestra parroquia y en tantas otras y por el inmenso bien y la extensa evangelización que la Obra ha estado realizando a lo largo y ancho de la Argentina, a partir del momento de aquel lejano 1875 cuando partiera la primera expedición de salesianos hacia este lejano sur, cumpliendo el sueño de Don Bosco.
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domingo, 30 de enero de 2011

Juan Pablo II : La Ley y las bienaventuranzas


”¡Cuántas generaciones antes que nosotros se han sentido conmovidas profundamente por el sermón de la Montaña! ¡Cuántos jóvenes a lo largo de los siglos se han reunido en torno a Jesús para aprender las palabras de vida eterna…” decía el Papa Juan Pablo II en la homilía de la Santa Misa para los Jóvenes celebrada en el Monte de las Bienaventuranzas el 24 de marzo de 2000 y mencionaba que hacia tan solo un mes habia estado en Sinai, “alli donde Dios habló a Moisés y le entregó la Ley, "escrita por el dedo de Dios" (Ex 31, 18) en tablas de piedra”

“Estos dos montes, el Sinaí y el de las Bienaventuranzas, nos ofrecen el mapa de nuestra vida cristiana y una síntesis de nuestras responsabilidades ante Dios y ante nuestro prójimo. La Ley y las bienaventuranzas señalan juntas la senda del seguimiento de Cristo y el camino real hacia la madurez y la libertad espiritual.Los diez mandamientos del Sinaí pueden parecer negativos: "No habrá para ti otros dioses delante de mí. (...) No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso..." (Ex 20, 3. 13-16). Pero, de hecho, son sumamente positivos. Yendo más allá del mal que mencionan, señalan el camino hacia la ley del amor, que es el primero y el mayor de los mandamientos: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. (...) Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mt 22, 37. 39). Jesús mismo dice que no vino a abolir la Ley, sino a cumplirla (cf. Mt 5, 17). Su mensaje es nuevo, pero no cancela lo que había antes, sino que desarrolla al máximo sus potencialidades. Jesús enseña que el camino del amor hace que la Ley alcance su plenitud (cf. Ga 5, 14). Y enseñó esta verdad tan importante aquí, en este monte de Galilea.
"Bienaventurados -dice- los pobres de espíritu, los mansos, los misericordiosos, los que lloráis, los que tenéis hambre y sed de justicia, los limpios de corazón, los que trabajáis por la paz y los perseguidos". ¡Bienaventurados! Pero las palabras de Jesús pueden resultar extrañas. Es raro que Jesús exalte a quienes el mundo por lo general considera débiles. Les dice: "Bienaventurados los que parecéis perdedores, porque sois los verdaderos vencedores: es vuestro el reino de los cielos". Estas palabras, pronunciadas por él, que es "manso y humilde de corazón" (Mt 11, 29), plantean un desafío que exige una profunda y constante metánoia del espíritu, un gran cambio del corazón.”Vosotros, los jóvenes, comprendéis por qué es necesario este cambio del corazón….

Jesús presenta un mensaje muy diferente
Además, Jesús no sólo proclama las bienaventuranzas; también las vive. Él encarna las bienaventuranzas….

En el momento de su Ascensión, Jesús encomendó a sus discípulos una misión…

Ahora, en el alba del tercer milenio, os toca a vosotros. Toca a vosotros ir al mundo a predicar el mensaje de los diez mandamientos y de las bienaventuranzas….

¡Ahora os corresponde a vosotros ser apóstoles valientes de este reino!”

sábado, 29 de enero de 2011

El cardenal Camillo Ruini habla de la beatificación de Juan Pablo II


El cardenal Camillo Ruini, Vicario Emérito de Su Santidad Benedicto XVI, nunca ocultó el profundo respeto y cariño que le profesaba al Papa Juan Pablo II. Su cercanía a Juan Pablo II se percibe también en esta breve entrevista del periodista de Radio Vaticana Davide Dionisi, (la traducciòn es mia) con motivo de la próxima beatificación de Juan Pablo II.

D. - Juan Pablo II sera proclamado beato el próximo primero de mayo...como ha sido recibida la noticia?

R. – Para mi ha sido un enorme gozo y también muy personal. Después de tantos años que he tenido la gracia de Dios de poder colaborar estrechamente con Juan Pablo, una persona que ahora la Iglesia oficialmente reconoce como beato, que es el primer peldaño al reconocimiento de la santidad

D. – Usted conoció a Juan Pablo II en el lejano 1984 y vivió en estrecho contacto con el. Que es lo que más le ha quedado grabado de la personalidad del Papa Wojtyla?

R. – Lo que mas me impacto fue precisamente la santidad, la profundidad y la espontaneidad de su relación con Dios: su modo de orar, su oración….El era capaz de sumergirse en la oración, de “zambullirse” en la oración. Y también su constante actitud, porque todas las cosas de las cuales se ocupaba, todo lo que hablaba lo hacia siempre dentro de esta relación con Dios.

D. – Cual ha sido, según su opinión, la faz distintiva de su pontificado?

R. – En primer lugar, la de la evangelización. Recordemos las palabras de su inicio: “No tengáis miedo, abrid de par en par las puertas a Cristo!”. La presencia de Dios, la presencia de Jesucristo, el relanzamiento de la fe: ha sido un gran evangelizador, en primera persona, desde las parroquias de Roma a todos los países del mundo. Ha sido también un gran promotor del poder de evangelización de la Iglesia. En segundo lugar esta evangelización se dirigía al hombre concreto, de allí la preocupación por el hombre concreto: Cristo Redentor del hombre. Y también otra frase notable: el hombre es el camino de la Iglesia y en este camino que va de Cristo al hombre, la Iglesia no puede ser detenida por nadie. Con esta visión, ha logrado influir también en el curso de la historia: de alguna manera, ha cambiado el mundo.

D. – También Benedicto XVI ha continuado su mensaje, recogiendo la herencia....

R. – Yo creo que Benedicto XVI, como ha sido un colaborador tan directo de Juan Pablo II, es también, el heredero natural y a su vez creativo, pero el gran heredero de este pontificado y el gran continuador de este pontificado. Por eso entre estos dos pontificados hay una continuidad profundísima. Decisiva, sin embargo, es la diferencia entre sus personalidades. Por lo que se refiere a Benedicto XVI quisiera recordar dos de sus frases: “Dios en el centro”. Dios esta en el centro de la vida y la humanidad debe redescubrir esta centralidad de Dios. Y la segunda: “Ampliar los espacios de la racionalidad humana”. Ampliar los espacios para redescubrir la dignidad del hombre, el valor de la persona humana. En el fondo, en otros términos es lo que Juan Pablo II expresaba con evangelización, y con el hombre, camino de la Iglesia.

D. – Como se preparan los fieles al próximo primero de mayo? Cual es el ambiente que se respira en estos primeros días?

R. – Creo que hay una enorme expectativa, en Roma, pero también en Italia y en el mundo y que se tratara de encontrar la forma mas conveniente para que toda esta gente pueda venir a participar, así como ha podido participar en los inolvidables días del funeral de Juan Pablo II o con ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

viernes, 28 de enero de 2011

Santo Tomas de Aquino "espíritu de apertura y universalismo"


“La filosofía de Santo Tomás merece estudio atento y aceptación convencida por parte de la juventud de nuestro tiempo, por su espíritu de apertura y de universalismo, características que es difícil encontrar en muchas corrientes del pensamiento contemporáneo. Se trata de la apertura al conjunto de la realidad en todas sus partes y dimensiones, sin reducciones o particularismos (sin absolutizaciones de un aspecto determinado), tal como lo exige la inteligencia en nombre de la verdad objetiva e integral, concerniente a la realidad. Apertura esta que es también una significativa nota distintiva de la fe cristiana, de la que es signo específico la catolicidad. Esta apertura tiene su fundamento y su fuente en el hecho de que la filosofía de Santo Tomás es filosofía del ser, esto es del "actus essendi", cuyo valor trascendental es el camino más directo para elevarse al conocimiento del Ser subsistente y Acto puro que es Dios. Por este motivo, esta filosofía podría ser llamada incluso filosofía de la proclamación del ser, canto en honor de lo existente.
De esta proclamación del ser la filosofía de Santo Tomás saca su capacidad de acoger y de "afirmar" todo lo que aparece ante el entendimiento humano (el dato de experiencia en el sentido más amplio) como existente determinado en toda la riqueza inagotable de su contenido; deduce, en particular, la capacidad de acoger y de "afirmar" ese "ser" que está en disposición de conocerse a sí mismo, de maravillarse en sí y sobre todo de decidir de sí, y de forjar la propia historia irrepetible. En este "ser", en su dignidad piensa Santo Tomás cuando habla del hombre como de algo que es "perfectissimum in tota natura" (S. Th. I, q. 29, a. 3), una "persona", para la que él pide una atención específica y excepcional. Así está dicho lo esencial acerca de la dignidad del ser humano, aun cuando todavía queda mucho por indagar en este campo, con la ayuda de las reflexiones mismas ofrecidas por las corrientes filosóficas contemporáneas.”




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y el sitio E-Aquinas

Suma teológica (Campus dominicano) com interesantes enlaces.

Oración de Juan Pablo II a la Divina Misericordia


VIAJE APOSTÓLICO A POLONIA
CONSAGRACIÓN DEL SANTUARIO DE LA MISERICORDIA DIVINA
De la homilía del Papa Juan Pablo II en el
Santuario de la Misericordia Divina, Cracovia, Sábado 17 de agosto de 2002

En la misericordia de Dios el mundo encontrará la paz, y el hombre, la felicidad.
¡Sed testigos de la misericordia
!

"Os encomiendo esta tarea a vosotros, amadísimos hermanos y hermanas, a la Iglesia que está en Cracovia y en Polonia, y a todos los devotos de la Misericordia divina que vengan de Polonia y del mundo entero. "

ORACION
Dios, Padre misericordioso, que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador, te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre.
Inclínate hacia nosotros, pecadores; sana nuestra debilidad; derrota todo mal; haz que todos los habitantes de la tierra experimenten tu misericordia, para que en ti, Dios uno y trino, encuentren siempre la fuente de la esperanza.
Padre eterno, por la dolorosa pasión y resurrección de tu Hijo, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Amén.

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jueves, 27 de enero de 2011

"...Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe" (1 Jn 5, 4)


Mi recuerdo y profundo respeto por todas las victimas de toda religión y raza - porque todos somos uno - y que este particular “Día de la Memoria” nos recuerde siempre “"No más guerra, no más guerra. Nunca unos contra otros", ni todo el odio y aniquilamiento que ello conlleva…

Junto a Juan Pablo II me “arrodillo delante de todas las lápidas interminables…” y transcribo - abreviada - una parte de la homilía del Papa Juan Pablo II en la Misa celebrada en el Campo de Concentración de Brzezinka (Birkenau) durante su primera peregrinación apostólica a Polonia – como Papa – en junio de 1979.

Citando la Carta de San Juan Juan recordaba los terribles acontecimientos que habían ocurrido en ese particular santuario del campo de concentración de Brzezinka (Birkenau), Venia como “peregrino” a ese lugar donde habia estado ya muchas veces….a ese lugar “donde se ha llevado a cabo una particular victoria para la fe….Esta victoria para la fe y para el amor la ha conseguido en este lugar – decía - un hombre, cuyo nombre es Maksymilian María (Maximiliano María), su apellido: Kolbe… en este lugar, construido para la negación de la fe —de la fe en Dios y de la fe en el hombre— y para aplastar radicalmente no sólo el amor, sino todos los signos de la dignidad humana, de la humanidad. Un lugar que fue construido sobre el odio y el desprecio del hombre, en nombre de una ideología loca. Un lugar que fue construido sobre la crueldad” al cual se entra por una puerta con una inscripción “Arbeit macht frei”, que suena a mofa, porque su contenido se contradecía radicalmente con lo que ocurría dentro…
En este lugar del terrible estrago, que supuso la muerte para cuatro millones de hombres de diversas naciones, el p. Maximiliano, ofreciéndose voluntariamente a sí mismo a la muerte, en el búnker del hambre, por un hermano, consiguió una victoria espiritual similar a la del mismo Cristo….el p. Maximiliano Kolbe ¿fue el único? Ciertamente, él consiguió una victoria que tuvo repercusión inmediata sobre sus compañeros de prisión y que tiene repercusión aún hoy en la Iglesia y en el mundo….y otras muchas victorias…. pienso, por ejemplo, en la muerte, en el horno crematorio de un campo de concentración, de la carmelita sor Benedicta de la Cruz, en el mundo Edith Stein
Venia para orar “para dar testimonio ante el mundo de lo que constituye la grandeza del hombre de nuestros tiempos y de su miseria. De lo que constituye su derrota y su victoria…en este lugar donde ha sido pisoteada de modo tan horrendo la dignidad humana, se ha conseguido la victoria mediante la fe y el amor.” Venia y se arrodillaba ante “Gólgota del mundo contemporáneo, sobre estas tumbas, en gran parte sin nombre….” “Me arrodillo delante de todas las lápidas interminables – decía - en las que se ha grabado la conmemoración de las víctimas de Oswiecim en polaco, inglés, búlgaro, cíngaro, checo, danés, francés, griego, hebreo, yidis, español, flamenco, serbo-croata, alemán, noruego, ruso, rumano, húngaro, italiano….en particular, me detengo junto a vosotros, queridos participantes en este encuentro, ante la lápida con la inscripción en lengua hebrea. Esta inscripción suscita el recuerdo del pueblo, cuyos hijos e hijas estaban destinados al exterminio total….. A nadie le es lícito pasar delante de esta lápida con indiferencia…Quiero detenerme, además, delante de otra lápida: la que está en lengua rusa..... Ante esta lápida no se puede pasar con indiferencia….finalmente, la última lapida: la que está en lengua polaca. Son seis millones de polacos los que perdieron la vida durante la segunda guerra mundial: la quinta parte de la nación…Una dolorosa cuenta con la conciencia de la humanidad. Sería necesario detenerse ante cada una de las lápidas….. ”
“Oswiecim. No basta visitar este lugar. En esta ocasión hay que pensar con miedo dónde están las fronteras del odio, las fronteras de la destrucción del hombre por obra del hombre, las fronteras de la crueldad…Oswiecim es un testimonio de la guerra.... de todos modos esta gran llamada de Oswiecim, el grito del hombre aquí martirizado debe dar frutos para Europa (y también para el mundo), hay que sacar todas las consecuencias de la Declaración de los Derechos Humanos, como exhortaba a hacerlo Juan XXIII en la Encíclica Pacem in terris. En ella, en efecto, queda «reconocida en su forma más solemne, la dignidad de persona a todos los seres humanos; y, en consecuencia, es proclamado como derecho fundamental de los mismos el de moverse libremente en la búsqueda de la verdad, en la realización del bien moral y de la justicia; y el derecho a una vida digna; a la vez son proclamados otros derechos relacionados con los antes mencionados» (Juan XXIII, Pacem in terris IV; AAS 55, 1963, 295-296).
“¡Santo Dios, Santo Fuerte Santo Inmortal!
De la pestilencia, del hambre, del fuego y de la guerra
...y de la guerra, líbranos, Señor. Amén.”


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miércoles, 26 de enero de 2011

Benedicto XVI : proseguir con pasión hacia la meta de la unidad


“Sabemos bien, que es aun lejana aquella unidad por la cual Cristo oró y que vemos reflejada en el retrato de la primera comunidad de Jerusalén.
La unidad a la cual Cristo, mediante su Espíritu, llama a la Iglesia no se realiza solamente en el plano de estructuras organizativas, sino que se configura, a un nivel mucho mas profundo, como unidad expresa “en la profesión de una sola fe, en la común celebración del culto divino, y en la concordia fraterna de la familia de Dios.” (Unitatis Redintegratio) La búsqueda del restablecimiento de la unidad entre cristianos divididos no puede, por lo tanto, reducirse a un mero reconocimiento de diferencias reciprocas y al logro de una convivencia pacifica: aquello a lo que anhelamos es la unidad por la cual Cristo mismo oró y que por su naturaleza se manifiesta en la comunión de la fe, de los sacramentos, del ministerio. El camino hacia esta unidad ha de percibirse como imperativo moral, respuesta a una llamada precisa del Señor. Por ello corresponde vencer la tentación de la resignación o el pesimismo, que es falta de confianza en la fuerza del Espíritu Santo. Nuestro deber es proseguir con pasión el camino hacia esta meta mediante un dialogo serio y riguroso a fin de profundizar el común patrimonio teológico, litúrgico y espiritual; mediante el conocimiento reciproco; la formación de nuevas generaciones y, ante todo, con la conversión del corazón y con la oración. Tal como lo declarara el Concilio Vaticano II, el “ santo propósito de reconciliar a todos los cristianos en la unidad de la única Iglesia de Jesucristo excede las fuerzas y la capacidad humana” y por eso ponemos nuestra esperanza ante todo “en la oración de Cristo por la Iglesia, en el amor del Padre para con nosotros y en la virtud del Espíritu Santo” (ibid.24)
(de la homilía del Santo Padre Benedicto XVI – Fiesta de la conversión de San Pablo Apóstol –Basilica de San Pablo Extramuros – 25 de enero 2011)

Cuando dos santos coinciden sonríen desde el cielo…


En este sitio de la Santa Sede pueden consultarse los eventos principales relacionados con la santa Madre Teresa y las Misioneras de la Caridad .

martes, 25 de enero de 2011

La conversión de san Pablo, nuestra conversión y el compromiso ecuménico




“En estos últimos años, la celebración de la conversión de san Pablo se ha transformado en la fiesta anual del compromiso ecuménico” decía el Papa Juan Pablo II en la homilía de la Misa de Clausura de la Semana de oración por la unidad de los cristianos que se celebraba en la Basílica romana de San Pablo extramuros el 25 de enero de 1997, y agregaba “ En Roma, como en todo el mundo, se reúnen los discípulos de Cristo de las diversas Iglesias y comunidades para elevar a Dios un coro de oraciones por la unidad de los cristianos. La relación de esta plegaria con la fiesta litúrgica de la conversión de san Pablo pone de relieve el hecho de que la unidad y la comunión de todos los cristianos sólo pueden alcanzarse recorriendo el camino de la conversión.”
Y al inicio del nuevo milenio expresaba “Al inicio de un nuevo milenio cristiano, en este año de gracia que nos invita a convertirnos más radicalmente al Evangelio, debemos dirigirnos con una súplica más apremiante al Espíritu, implorando la gracia de nuestra unidad”.
Si le echamos un vistazo a las actividades ecuménicas, declaraciones formales u otras referencias hechas por los papas Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II (entre sus documentos la Encíclica Ut unum sint sobre el Empeño Ecumenico) y agregamos los documentos de líderes de otras iglesias y comunidades eclesiales vemos claramente que la actividad de la Santa Sede al respecto es intensa y constante. Una comisión mixta nombrada por el Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias se ocupa de hacer preparar el material correspondiente a la Semana de oración todos los años. Este año ha sido preparado basado en una propuesta de un grupo ecuménico de Jerusalén.

“¿Puede un cuerpo estar dividido? ¿Puede la Iglesia, cuerpo de Cristo, estar dividida? “ preguntaba el Papa Juan Pablo II en su homilía con ocasión de la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pablo Extramuros el 18 de enero del año 2000 invitándonos al compromiso, a la misión, a “esa oración que sigue dando fruto”, a una verdadera conversión, no de palabra, sino de actitudes en los tratos cotidianos con nuestros hermanos en la fe o con quienes profesan otras religiones, sin excluir aquellos que no creen.
“Ya desde los primeros concilios - decia - , los cristianos han profesado juntos: "creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica". Saben, con san Pablo, que hay un solo cuerpo, un solo Espíritu, como es una la esperanza a que han sido llamados: "Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está presente en todos" (Ef 4, 4-6).
Y agregaba como reflexión “Pero el restablecimiento de la unidad no es posible sin una conversión interior, porque el deseo de la unidad nace y madura de la renovación de la mente, del amor a la verdad, de la abnegación de sí mismos y de la libre efusión de la caridad. La conversión de corazón y la santidad de vida, la oración personal y comunitaria por la unidad, son el núcleo que constituye la fuerza y esencia del movimiento ecuménico. La aspiración a la unidad va acompañada de una profunda capacidad de "sacrificio" de lo que es personal, para disponer el alma a una fidelidad cada vez mayor al Evangelio. Prepararnos al sacrificio de la unidad significa cambiar nuestra mirada, dilatar nuestro horizonte, saber reconocer la acción del Espíritu, que actúa en nuestros hermanos, descubrir nuevos rostros de santidad, abrirnos a aspectos inéditos del compromiso cristiano.”

Nuestro esfuerzo cotidiano tiende a un “ecumenismo” auténtico en nuestro propio ambiente? En nuestra familia, barrio, parroquia? Para que podamos beneficiarnos todos porque “todo lo que el Espíritu realiza en los « otros » puede contribuir a la edificación de cada comunidad 65 y en cierto modo a instruirla sobre el misterio de Cristo. El ecumenismo auténtico es una gracia de cara a la verdad.” (Ut unum sint)

Acompañamos al Santo Padre Benedicto XVI con nuestras oraciones cuando nos dice que “la Iglesia católica prosigue con pasión el diálogo, intentando profundizar de modo serio y riguroso en el patrimonio teológico, litúrgico y espiritual común, y de afrontar con serenidad y empeño los elementos que aún nos dividen.”? y esta mañana en su discurso a la Delegación de la Iglesia evangélica luterana de Alemania expresaba “nuestro compromiso por la unidad solo puede producir frutos si encuentra sus raices en la oración común”.

Si reflexionamos seriamente, haciendo una profunda introspección, metiéndonos en nuestra conciencia, como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia, verdaderamente queremos? buscamos? nos esforzamos? para alcanzar el “misterio de unidad, que es don de lo alto” cuando a veces ni siquiera miramos con simpatía a tal o cual orden religiosa o simplemente a otros grupos en el pequeño ámbito de nuestra parroquia o mas ampliamente de la diócesis o la región sencillamente porque no nos agrada o - peor aun - envidiamos su carisma, su capacidad de captación?

En un llamado a la unidad y a la conversión Juan Pablo II nos recordaba: “De la misma manera que Pablo de Tarso descubrió el verdadero camino que lleva a la salvación y comprendió que Cristo crucificado y resucitado había introducido en él al pueblo de Israel y a toda la humanidad, así también los cristianos deben tomar conciencia del hecho de que el camino de la salvación pasa a través de su unidad en Cristo, y que ésta exige de todos ellos un particular compromiso espiritual.”
En Septiembre de 2008 el Santo Padre Benedicto XVI desarrolló una serie de catequesis generales sobre San Pablo:

Audiencia General del 2 de julio 2008
Audiencia General del 27 de agosto 2008
En la Audiencia General del 3 de septiembre 2008

lunes, 24 de enero de 2011

Beatificación Juan Pablo II - Testimonio de la religiosa francesa Marie-Simon-Pierre

(publico textualmente (con permiso otorgado por la Postulación) el testimonio completo que apareció en la revista Totus Tuus N. 2 Mayo 2006 firmado “Una religiosa francesa”. Es la Hna. Marie Simon Pierre, religiosa de las Hermanas de las Maternidades Católicas de Paris, curada milagrosamente por intercesión del Venerable Juan Pablo II:


En junio de 2001 me diagnosticaron la enfermedad de Parkinson. La enfermedad había afectado a toda la parte izquierda del cuerpo, creándome graves dificultades, pues soy zurda. Después de tres años, a la fase inicial de la enfermedad, lenta pero progresiva, siguió un agravamiento de los síntomas: acentuación de los temblores, rigidez, dolores, insomnio…
Desde el 2 de abril de 2005 empecé a empeorar de semana en semana, desmejoraba día a día, no era capaz de escribir (repito que soy zurda) y si lo intentaba, lo que escribía era ininteligible. Podía conducir sólo en recorridos breves, porque la pierna izquierda a veces se bloqueaba y la rigidez habría impedido conducir. Para llevar a cabo mi trabajo, en un hospital, empleaba además más tiempo del normal. Estaba agotada.
Después de conocer el diagnostico, me resultaba difícil ver a Juan Pablo II en la televisión. Me sentía, sin embargo, muy cercana a él en la oración y sabia que él podía entender lo que yo vivía. Admiraba también su fuerza y su valor, que me estimulaban para no rendirme y para amar este sufrimiento, porque sin amor no tenia sentido todo esto. Puedo decir que era una lucha diaria, pero mi único deseo era vivirla con fe y en adhesión amorosa a la voluntad del Padre.
En Pascua (2005) deseaba ver a nuestro Santo Padre en la televisión porque sabía en mi interior, que sería la última vez. Me preparé durante toda la mañana para aquel “encuentro” sabiendo que sería muy difícil para mi, pues me haría ver como me encontraría yo de ahí a algún año. Me resultaba aún más duro siendo relativamente joven….Un servicio inesperado sin embargo, me impidió verlo.
En la tarde del 2 de abril nos reunimos toda la comunidad para participar en la vigilia de oración en la plaza de San Pedro, retransmitida en directo por la televisión francesa de la diócesis de Paris(KTO)…todas juntas escuchamos el anuncio del fallecimiento de Juan Pablo II; en ese momento se me cayó el mundo encima había perdido al amigo que me entendía y que me daba fuerzas para seguir adelante. En los días siguientes tenia la sensación de un enorme vacío, pero también la certeza de su presencia viva.
El 13 de mayo, festividad de Nuestra Señora de Fátima,. El Papa Benedicto XVI anunciaba la dispensa especial para iniciar la Causa de Beatificación de Juan Pablo II. A partir de del día siguiente, las hermanas de todas las comunidades francesas y africanas empiezan a pedir mi curación por intercesión de Juan Pablo II. Rezan incesantemente hasta que les llega la noticia de la curación.
En ese período estaba de vacaciones. El 26 de mayo, terminado el tiempo de descanso, vuelvo totalmente agotada por la enfermedad. “Si crees, verás la gloria de Dios”: esta frase del Evangelio de san Juan me acompañaba desde el 14 de mayo.
El 1 de junio ya no podía más, luchaba por mantenerme de pie y caminar. El 2, por la tarde, fui a buscar a mi superiora para pedirle si podía dejar el trabajo. Ella me animó a resistir aun un poco más hasta mi vuelta de Lourdes, en agosto, y añadió: “Juan Pablo II no ha dicho aún su última palabra” (Juan Pablo II estaba seguramente allí, en aquel encuentro que se llevó a cabo sereno y en paz). Después, la madre superiora me dio una pluma y me dijo que escribiera: “Juan Pablo II”. Eran las 5 de la tarde.
Con esfuerzo escribí: “Juan Pablo II”. Nos quedamos en silencio ante la letra ilegible….después la jornada continuó como de costumbre.
Al terminar la oración de la tarde, a las 9 de la noche, pasé por mi despacho antes de ir a mi habitación. Sentía el deseo de buscar la pluma y escribir, algo así como si alguien en mi interior me dijese: “Toma la pluma y escribe”…eran las 9.30-9.45 de la noche. Con gran sorpresa vi que la letra era claramente legible: sin comprender nada, me acosté.
Habían pasado exactamente dos meses de la partida de Juan Pablo II a la Casa del Padre…Me desperté a las 4.30 sorprendida de haber podido dormir y de un salto me levanté de la cama: mi cuerpo ya no estaba insensible, rígido, e interiormente no era la misma. Después, sentí una llamada interior y el fuerte impulso de ir a rezar ante el Santísimo Sacramento. Bajé al oratorio y recé ante el Santísimo. Experimenté una profunda paz y una sensación de bienestar: una experiencia demasiado grande, un misterio difícil de explicar con palabras.
Después, ante el Santísimo Sacramento medité sobre los misterios de luz de Juan Pablo II. A las 6 de la mañana salí para reunirme con las hermanas en la capilla para un rato de oración, al que siguió la celebración eucarística.
Tenía que recorrer cerca de 50 metros y en aquel mismo momento me di cuenta que, mientras caminaba, mi brazo izquierdo se movía, no permanecía inmóvil junto al cuerpo. Sentía también una ligereza y agilidad física que no sentía desde hacia tiempo.
Durante la celebración eucarística estaba llena de alegría y de paz; era el 3 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Al salir e la Santa Misa, estaba segura de mi curación….mi mano no temblaba más. Fui otra vez a escribir y a mediodía dejé de tomar las medicinas.
El 7 de junio, como estaba previsto, fui al neurólogo, mi médico desde hacía cuatro años. También el quedo sorprendido al constatar la desaparición e todos los síntomas de la enfermedad, a pesar de haber interrumpido el tratamiento desde hacia cinco días. El día después, la superiora general confió a todas nuestras comunidades la acción de gracias y toda la congregación comenzó una novena en acción de gracias a Juan Pablo II.
Han pasado ya diez meses (*) desde que interrumpí todo tipo de tratamiento. He vuelto a trabajar normalmente, no tengo dificultad para escribir y conduzco también en recorridos largos. Me parece como si hubiese renacido: una vida nueva, porque nada es igual que antes.
Hoy puedo decir que un amigo ha dejado nuestra tierra, pero está ahora mucho más cerca de mi corazón. Ha hecho crecer en mí el deseo de la adoración al Santísimo Sacramento y el amor a la Eucaristía, que ocupan un puesto prioritario en mi vida cotidiana.
Lo que el Señor me ha concedido por intercesión de Juan Pablo II es una gran misterio difícil de explicare con palabras, algo muy grande y profundo….pero nada hay imposible para Dios. Sí, “si crees, verás la gloria de Dios”.

El articulo entonces lo firmaba “Una religiosa francesa

(*) era mayo 2006!

Un llamado del Papa Benedicto XVI


Un llamado del Santo Padre a proclamar la verdad con creatividad responsable al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera.
“El compromiso de ser testigos del Evangelio en la era digital exige a todos el estar muy atentos con respecto a los aspectos de ese mensaje que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la red. Hemos de tomar conciencia sobre todo de que el valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la “popularidad” o la cantidad de atención que provoca. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento.
La verdad del Evangelio no puede ser objeto de consumo ni de disfrute superficial, sino un don que pide una respuesta libre. Esa verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la red, está llamada siempre a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana…
…deseo invitar a los cristianos a unirse con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible, no simplemente para satisfacer el deseo de estar presentes, sino porque esta red es parte integrante de la vida humana”

Del mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la XLV Jornada Mundial de las comunicaciones sociales - 24 de enero 2011, fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los periodista y escritores católicos.

domingo, 23 de enero de 2011

“Pescador de hombres” / “Barka”

«Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.» Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron.” Mateo 4: 19 - 20


“Pescador de hombres” es una canción litúrgica cuyo texto y música han sido compuestos por el sacerdote vasco Cesáreo Garbarain, (1936-1991).



Fue una de las canciones litúrgicas preferidas de Juan Pablo II. Los polacos se la cantaban en polaco en su versión titulada “Barka” y la siguen cantando recordandolo.
Aparentemente a Polonia la trajeron los grupos juveniles de oasis y cuando se la cantaron durante su viaje de 2002 a "su" Cracovia les dijo que “en cierto sentido, aquel canto de los oasis me había llevado fuera de la patria, a Roma. Su mensaje profundo me había sostenido también cuando me encontré ante la decisión tomada en el Cónclave. Después, a lo largo de todo el pontificado, nunca me he separado de este canto. Por otra parte, me lo recordaban continuamente, tanto en Polonia como en otros países del mundo. Escuchar eso me hacía pensar siempre en mis encuentros como obispo con los jóvenes.” (Juan Pablo II: “¡Levantaos! ¡Vamos!”)



Transcribo aquí letra y partitura (arriba) para que el próximo 1ro de mayo la cantemos todos solemnemente estemos donde estemos….




cantado en español por el Papa Juan Pablo II
(estuve intentando sin exito subir el audio que tengo en mis archivos, pero he encontrado el mismo en Corazón católico - un video de diferentes momentos de los viajes de Juan Pablo II con el audio de Pescador de hombres de fondo)


Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.

Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
junto a Ti buscaré otro mar.


Tú sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.

Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.

Tú, pescador de otros lagos,
ansia eterna de hombres que esperan.
Amigo bueno que así me llamas.

(letra y partitura Obispado de Gualeguaychu)

sábado, 22 de enero de 2011

Karol Wojtyla “El hermano de nuestro Dios”

Una de las características del hombre es el hecho de que no es posible agotarlo históricamente. El elemento extrahistórico existe en él, ciertamente, en las fuentes mismas de su humanidad.”
Hermano de nuestro Dios, Introducción

"El hermano de nuestro Dios, publicado en Tygodnik Powszechny (1979). Brat naszego Boga. Escrita en 1949. No fue publicada hasta el número de Navidad de 1979. Historia de la vocación de Fray Alberto que madura a través de un intenso trabajo interior. El personaje principal, Adam Chmielowsky (1848-1916), es un pintor polaco que se transforma, después de un dramático itinerario espiritual, en un apóstol de la Caridad. Dejándose modelar por el Amor, sirve a los más pobres y necesitados logrando la más plena libertad, la libertad del servicio, la libertad de la entrega: “Yo he escogido una libertad más grande”, concluye en el último diálogo el propio hermano Alberto. Para Wojtyla es modelo de desprendimiento del arte por seguir la vocación." Graciela Palau

“No es preciso que escriba la carta” Juan Pablo II al cardenal Joseph Ratzinger


"No es preciso que escriba la carta, pues yo quiero seguir teniéndolo conmigo hasta el final".

Fueron las palabras que dirigió Juan Pablo II a Joseph Ratzinger cuando se aproximaba la fecha de su 75 cumpleaños y debía por tanto presentar la preceptiva carta de renuncia.

"Había depositado una gran confianza, una confianza muy cordial y profunda en mi persona; por así decirlo, era como la garantía de que seguiríamos el curso correcto en la fe".

Lo cuenta el propio interesado en el libro Luz del mundo. Y así fue hasta aquel apretón de manos final, cuando el Papa Wojtyla no podía ya articular palabra. Una amistad para la historia, que hace falta recordar ahora que hemos conocido que el próximo 1 de mayo Juan Pablo II será proclamado beato.

continuar leyendo en el articulo de Jose Luis Restan Una amistad que no nació de la carne

viernes, 21 de enero de 2011

Centenario del Pontificio Instituto Eclesiástico polaco en Roma

El lunes pasado 17 de enero el Santo Padre Benedicto XVI recibió en audiencia a los miembros del Pontificio Instituto Eclesiástico Polaco de Roma, con ocasión del centenario de la fundación del Instituto que hospeda a sacerdotes y seminaristas que llegan a Roma para proseguir sus estudios. El Instituto responde a la Santa Sede y depende de la Conferencia Episcopal polaca.
En su discurso el Santo Padre recordó su historia y la visita del Venerable Juan Pablo II en 1980.
“Por sobre todo – decía el Santo Padre – está el compromiso de mantener viva el alma del Instituto: su alma religiosa y eclesial, que responde al providencial designio divino de ofrecer a los sacerdotes polacos un ambiente idóneo para el estudio y la fraternidad, durante su periodo de formación en Roma. Sentíos “piedras vivas”, parte importante de esta historia que hoy requiere también vuestra respuesta personal e incisiva, ofreciendo vuestra contribución generosa, como la ofreció, durante el Concilio Vaticano II, el inolvidable Primado de Polonia, el cardenal Stefan Wyszyński, que precisamente en el Instituto Polaco tuvo la oportunidad de preparar la celebración del Milenario del Bautismo de Polonia y el histórico Mensaje de reconciliación que los obispos polacos dirigieron a los prelados alemanes, que contenían las famosas palabras: “Perdonamos y pedimos perdón”.

La institución fue fruto de la iniciativa de san José Sebastián Pelczar obispo de Przemysl, fundador de la congregación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús, y fue inaugurada el 13 de noviembre de 1910 por monseñor Sapieha, que sería más tarde cardenal arzobispo de Cracovia.
El Papa Juan Pablo II beatifico a Pelczar en 1991 en Rzeszów durante su visita a Polonia. “Aquí en la parroquia de Korczyn, decia Juan Pablo II oyo la voz de su llamado al sacerdocio. Estudio en Roma y después en la Universidad Jagellonica y fue su Rector y luego Obispo de Przemysl antes y durante la primera guerra mundial y murió en 1924.”

El Jubileo del Pontificio Instituto fue celebrado los dias 18 y 19 de enero pasado comenzando el martes 18 con la Santa Misa ante la tumba del Siervo de Dios Juan Pablo II presidida por el Cardenal Stanislaw Dziwisz Por la tarde se realizaron diferentes reuniones y debates, terminando el dia con el rezo de Visperas.
El dia 19 tuvo lugar la celebración principal con un análisis sobre la Iglesia católica en Europa por parte del Prof. Jan Walkusz de KUL y a continuación una reseña histórica de la vida del Instituto ofrecida por el obispo John Mountford, seguido por una presentación acerca de las instituciones romanas de formación sacerdotal por parte de Mons. Ryszard Selejdak.

Con la Misa solemne presidida por el Cardenal Grocholewski celebrada en la capilla del Instituto concluyeron las celebraciones del Jubileo.

jueves, 20 de enero de 2011

Jan Tyranowski : una figura clave en la vida de Karol Wojtyla


Hablando de su parroquia salesiana en el barrio de Debniki en Cracovia, Juan Pablo II recuerda en su libro Don y Misterio aquel “ambiente y, en éste, de un personaje de quien recibí verdaderamente mucho en ese período. El ambiente era el de mi parroquia, dedicada a San Estanislao de Kostka, en Debniki, Cracovia. La parroquia estaba dirigida por los Padres Salesianos, los cuales un día fueron deportados por los nazis a un campo de concentración. Únicamente quedaron un viejo párroco y el inspector provincial, pues todos los demás fueron internados en Dachau. Creo que el ambiente salesiano ha tenido un papel importante en el proceso de formación de mi vocación. En el ámbito de la parroquia había una persona que se distinguía sobre las demás: me refiero a Jan Tyranowski. Era empleado de profesión, aunque había decidido trabajar en la sastrería de su padre. Afirmaba que su trabajo de sastre le hacía más fácil la vida interior. Era un hombre de una espiritualidad particularmente profunda. Los Padres Salesianos, que en aquel período difícil habían reemprendido con valentía la animación de la pastoral juvenil, le encargaron la tarea de establecer contactos con los jóvenes del círculo del llamado "Rosario vivo''. Jan Tyranowski llevó a cabo esta tarea no ciñéndose únicamente al aspecto organizativo, sino preocupándose también de la formación espiritual de los jóvenes que entraban en contacto con él. Aprendí así los métodos elementales de autoformación que se vieron después confirmados y desarrollados en el proceso educativo del seminario. Tyranowski, que se estaba formando en los escritos de San Juan de la Cruz y de Santa Teresa de Ávila, me introdujo en la lectura, extraordinaria para mi edad, de sus obras.”


Y Rocco Buttiglione (*) habla de la influencia de Tyranowski en Wojtyla:


“Jan Tyranowski (**) fue un líder laico en la parroquia salesiana San Estanislao Kotska del barrio Debniki (Cracovia). Wojtyla lo conoció en 1940, probablemente el 20 de Febrero. Eran momentos de una aguda escasez de sacerdotes; muchos habían sido asesinados por los alemanes, otros se encontraban en prisión. Siete de los sacerdotes de la parroquia habían sido deportados a campos de concentración. El responsable de la parroquia era el Padre Jan Mazarski. Ante la crítica situación debió apoyarse en los laicos más de lo que solía hacerse. Tyranowski le fue de especial ayuda.
El padre Mazarski reunía a los jóvenes todos los domingos. Debatían sobre la razonabilidad de la fe cristiana, las objeciones comunes con las que se encontraban a diario, y discutían los temas teológicos que se iban presentando. Tyranowski siempre se distinguió en estas reuniones y pronto pasó a ocuparse formalmente de ellas. Este sastre de Debniki, sin estudios teológicos específicos, vivía un misticismo profundo y personal. Wojtyla recuerda que su forma de hablar era como la de los demás, lo que llamaba la atención en él era que las verdades doctrinales expresadas en diferentes manuales o textos en los que se basaba eran para el de practica diaria.
Habiendo constatado para si la verdad de la fe, Tyranowski no temía proponerle a la gente joven que debían reunirse para comprometerse juntos a vivir esta misma fe. El era el líder del “rosario viviente” en la parroquia – grupos de unos quince jóvenes (como los quince misterios del rosario ***) quienes se comprometían a una amistad enfocada hacia la perfección cristiana. Se comprometían a ayudarse mutuamente en las diferentes situaciones de la vida y ante todo a asumir la responsabilidad de caminar juntos hacia la perfección cristiana. Cada grupo de quince constituía una “corona viviente” del rosario. Tyranowski se encargaba de todas estas reuniones y era el formador general del grupo.
A Tyranowski le gustaba mucho la psicología y – a juzgar por lo que decían sus alumnos - su interés no sólo era teórico, tenía también notables aptitudes para poner en práctica esos conocimientos, dos elementos de su personalidad que vemos reflejados en la obra de Wojtyla.
El interés teológico de Tyranowski iba dirigido al misticismo, especialmente sus fuentes en el maestro de la espiritualidad francesa, Adolphe Alfred Tanquerey, y también a los grandes místicos carmelitanos, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Avila y Santa Teresa de Lisieux. Es probablemente debido a la influencia de Tyranowski que Wojtyla decidió su doctorado en teología sobre San Juan de la Cruz, y estaría profundamente influenciado por la espiritualidad carmelita, tanto que en determinado momento de su evolución espiritual, consideró entrar al Carmelo.


(*) Rocco Buttiglione: Karol Wojtyla The thought of the Man Who Became Pope John Paul II, William B. Erdmans Publ. Co. 1997, ch.2

(**) Wojtyla dedico su primer escrito publicado a Tyranowski: Apostol en Tygodnik Powszchny 5/35. Un recuerdo que incluye información autobiográfica.

(***) entonces eran quince, Juan Pablo II agrego cinco más los misterios luminosos (misterios de luz)

Nueva pagina web oficial Juan Pablo II - Karol Józef Wojtyła


Los textos en español aun no están completos, pero con la fecha de beatificación ahora ya cercana confío que no tardarán en actualizarse.

miércoles, 19 de enero de 2011

Juan Pablo II “Cuando pienso en la Eucaristía”

“La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia.”


“Cuando pienso en la Eucaristía, mirando mi vida de sacerdote, de Obispo y de Sucesor de Pedro, me resulta espontáneo recordar tantos momentos y lugares en los que he tenido la gracia de celebrarla. Recuerdo la iglesia parroquial de Niegowic donde desempeñé mi primer encargo pastoral, la colegiata de San Florián en Cracovia, la catedral del Wawel, la basílica de San Pedro y muchas basílicas e iglesias de Roma y del mundo entero. He podido celebrar la Santa Misa en capillas situadas en senderos de montaña, a orillas de los lagos, en las riberas del mar; la he celebrado sobre altares construidos en estadios, en las plazas de las ciudades... Estos escenarios tan variados de mis celebraciones eucarísticas me hacen experimentar intensamente su carácter universal y, por así decir, cósmico. ¡Sí, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo. Ella une el cielo y la tierra. Abarca e impregna toda la creación. El Hijo de Dios se ha hecho hombre, para reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél que lo hizo de la nada. De este modo, Él, el sumo y eterno Sacerdote, entrando en el santuario eterno mediante la sangre de su Cruz, devuelve al Creador y Padre toda la creación redimida. Lo hace a través del ministerio sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad. Verdaderamente, éste es el mysterium fidei que se realiza en la Eucaristía: el mundo nacido de las manos de Dios creador retorna a Él redimido por Cristo.”

(de la Carta Encíclica Ecclesia de Eucaristía sobre la Eucaristía en su relación con la Iglesia del Papa Juan Pablo II)

“don Stanislao” inmensamente feliz


Otro enlace de La Buhardilla de Jeronimo para no perderse. Se trata de una entrevista que Avvenire le hiciera al Cardenal Stanislaw Dziwisz, donde “don Stanislao” comenta acerca de la de la santidad de Juan Pablo II, de la fecha elegida, de su profunda emoción y alegría de todos los polacos.

Gracias a los autores del blog por la traduccion y la fotografia!

martes, 18 de enero de 2011

El Cardenal Angelo Amato habla de la Beatificación


En cuidadosa y detallada versión La Buhardilla de Jerónimo ha compendiado la información procedente de tres entrevistas concedidas a medios italianos (Famiglia Cristiana, Avvenire y L’Osservatore Romano) por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, “ en las que aclaró muchas cuestiones referentes al proceso del Papa Wojtyla y en las que trató otros temas como los procesos de beatificación de otros Pontífices.”

domingo, 16 de enero de 2011

“La Divina Misericordia fuente inagotable de esperanza”


«Misericordias Domini in aeternum cantabo» (Sal 88, 2)
cantaré eternamente las misericordias del Señor...

“Vengo a este santuario como peregrino para unirme al canto ininterrumpido en honor de la divina Misericordia.
[…]
Siempre he apreciado y sentido cercano el mensaje de la divina Misericordia. Es como si la historia lo hubiera inscrito en la trágica experiencia de la segunda guerra mundial. En esos años difíciles fue un apoyo particular y una fuente inagotable de esperanza, no sólo para los habitantes de Cracovia, sino también para la nación entera. Ésta ha sido también mi experiencia personal, que he llevado conmigo a la Sede de Pedro y que, en cierto sentido, forma la imagen de este pontificado. Doy gracias a la divina Providencia porque me ha concedido contribuir personalmente al cumplimiento de la voluntad de Cristo, mediante la institución de la fiesta de la divina Misericordia. Aquí, ante las reliquias de la beata Faustina Kowalska, doy gracias también por el don de su beatificación. Pido incesantemente a Dios que tenga «misericordia de nosotros y del mundo entero».”

sábado, 15 de enero de 2011

Beatificación Juan Pablo II – Carta agradecimiento del Arzobispo de Cracovia a Benedicto XVI


La beatificación de Juan Pablo II será una fiesta de todo el pueblo de Dios y elocuente heraldo de unidad en comunión con el Sucesor de San Pedro – expresó el cardenal Stanislaw Dziwisz en su agradecimiento a Benedicto XVI por el decreto que “ordena la tan esperada beatificación”.

“Albergo la esperanza que la Iglesia reciba esta beatificación como un estimulo para anunciar a nuestro mundo la buena Nueva con valentía y generosidad evangélica.” decía en su carta quien fuera secretario personal del Papa Juan Pablo II durante tantos años.

A continuación publicamos el texto íntegro de la carta al Arzobispo de Cracovia al Papa Benedicto XVI
Cracovia, 14 de enero de 2011

Su Santidad,
Amado Santo Padre
Con gran emoción, deseo expresar mi profunda gratitud a Su Santidad por el decreto de beatificación que promete la tan esperada beatificación de su Predecesor Juan Pablo II.

Agradezco de corazón a Su Santidad la decisión de fijar la fecha para la beatificación el segundo domingo de Pascua, cuando se celebra la Fiesta de la Divina Misericordia, que este año cae el 1 de mayo. Esta es una fecha muy significativa.

La vida terrena del Siervo de Dios Juan Pablo II culminó a la luz del misterio de la Divina Misericordia. Gracias a su decisión Su Santidad brillará renovada la bondad de Dios que Juan Pablo II predicó y testimonió al mundo a lo largo de su pontificado.

Elevo mi oración para que su llegada a los altares sea para Su Santidad un momento de consuelo y fortalecimiento en su infatigable servicio a Cristo que vive en la Iglesia presente en toda la tierra.

Estoy convencido que la beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II será una fiesta de todo el pueblo de Dios en comunión con el Sucesor de San Pedro, y anuncio elocuente de la unidad por la que oró el Señor en la Última Cena - ut unum sint.

Albergo la esperanza que la Iglesia reciba esta beatificación como un estimulo para anunciar a nuestro mundo la buena Nueva con valentía y generosidad evangélica.

Le aseguro a Su Santidad nuestra fidelidad, oración y amor filial. Lo hago en nombre de la archidiócesis de Cracovia, la Iglesia en Polonia y todos mis compatriotas.
Con reverencia filial beso las manos de Su Santidad
Stanislaw Cardenal Dziwisz
Arzobispo Cracovia

Fuente: Arquidiócesis de Cracovia
Nota: Hice lo imposible por traducir fidedignamente, comparando diferentes traducciones de google con el original polaco.

viernes, 14 de enero de 2011

14 de enero 2011 día de inmenso gozo


Llegó la noticia tan esperada… Por eso hoy es un día de inmenso gozo para todos aquellos quienes hemos visto, conocido o descubierto en Juan Pablo II a un verdadero santo Pastor de la Iglesia, sacerdote abnegado, ejemplo inspirador de vida. Pero no encuentro palabras para expresar la alegría que hoy me llena el alma… como se puede expresar algo tan intangible, esa alegría espiritual que se lleva tan adentro, alegría “invasiva” que inunda el alma y al ser por entero… Me emociona que el Santo Padre Benedicto XVI haya decidido que la ceremonia tenga lugar el Domingo de la Divina Misericordia!

Hoy la Radio Vaticana anunciaba:

“Juan Pablo II será beatificado el próximo primero de mayo, primer domingo después de Pascua, domingo de la Misericordia, la misma fiesta en la que falleció. La solemne ceremonia en el Vaticano será presidida por Benedicto XVI.

Para permitir una mayor afluencia de fieles, ha señalado esta mañana el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, los restos mortales del Papa Wojtyla serán trasladados días antes de la beatificación desde las Grutas Vaticanas (en la cripta de la basílica de San Pedro), donde está enterrado, a una capilla del templo. El ataúd del siervo de Dios será colocado bajo el altar de esa capilla, que se encuentra justo en la parte derecha del templo, entrando a la basílica de San Pedro, entre la que acoge a la "Piedad", de Miguel Ángel, y la Capilla del Santísimo. El padre Lombardi, ha dicho que el ataúd no será abierto, sino trasladado directamente desde las grutas vaticanas a la capilla de San Sebastián, que ya aparece cubierta con una gran lona y han comenzado los trabajos de restauración. Con la aprobación por parte de Benedicto XVI del decreto de este milagro atribuido gracias a la intercesión del Siervo de Dios Juan Pablo II (dos meses después de su muerte, con la curación inexplicable de una religiosa que sufría Parkinson, la misma enfermedad de la que murió el Pontífice), el siervo de Dios Karol Woitila será beatificado 6 años después de su fallecimiento el 2 de abril de 2005. La Iglesia con la beatificación reconoce su eminente y ejemplar vida cristiana.”

Oh Trinidad Santa,
Te damos gracias por haber concedido
A la Iglesia al papa Juan Pablo II
Y porque en él has reflejado
La ternura de Tu paternidad,
La gloria de la cruz de Cristo
Y el esplendor del Espíritu de amor
.

(de la Oración para implorar favores por intercesión del Siervo de Dios Juan Pablo II)

martes, 11 de enero de 2011

Porque existe el sufrimiento? Juan Pablo II/ André Frossard (2)



Continúa hablando Juan Pablo II
“Lo que acabo de comentarle no cubre todo el espectro del problema. ¿Como podemos olvidar el mal que los hombres causan a otros hombres, los campos de concentración, las torturas, todo ese sistema que oprime y destruye los elementos mas humanos en el hombre? Es muy difícil ponderar el mal que se comete en el mundo, enumerar las causas del sufrimiento humano que hizo decir a Jesucristo en el Monte de los Olivos: “"Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz..." El cáliz del Jueves Santo, la Cruz en el Calvario el día siguiente…
Naturalmente, los hombres hacen todo lo posible para alejarse del mal, las enfermedades, los cataclismos, las guerras. Estos esfuerzos no son en vano. Al mismo tiempo las dimensiones del mal objetivo en el mundo y las repercusiones subjetivas en la conciencia humana son difíciles de evaluar. Hoy los medios a nuestro alcance para combatir el mal y el sufrimiento son impresionantes, tal como lo son aquellos que enarbolan la lucha. Y los Evangelios son un fuerte llamado a la acción, un mensaje siempre presente del bien, el Samaritano compasivo, no obstante…
No obstante, pareciera que las raices del mal son mas profundas, como si el mal comprendiera una especie de misterio que excede al hombre, que trasciende su historia y su entorno. Si consideramos los esfuerzos del hombre por conquistar el mal – especialmente en nuestros dias – se tiene la impresión que sus acciones llegan tan solo a los síntomas y no logran profundizar para alcanzar las causas, la fuente oculta del mal. Se olvida demasiado a menudo que el mal no tiene tan solo una dimensión física sino también ética, y que ésta es más importante.”

Reflexiona André Frossard:
Pero llegamos al momento y al lugar donde, como expresé antes, la pasión y la compasión confluirían en un momento único de sufrimiento:

Habla Juan Pablo II
”En el monte de los Olivos, de cara a la Pasión y a la Cruz, Jesús abraza toda dimensión del mal en el corazón del hombre y en la historia de la humanidad y pide que “este cáliz” pueda pasar: sin embargo, dice “pero no se haga mi voluntad, sino la tuya». Es por eso que esta oración es un momento tan patético en la misión de Cristo en su conjunto. Es además el punto al cual volverán continuamente nuestras preguntas acerca del mal, el mal como permitido y aceptado en el plan eterno de Dios….del Padre. Cuando nuestro pensamiento acerca del mal se dirige con ansiedad a este plan eterno, nos acercamos con nuestra angustia al huerto de Getsemaní, antes de subir el Calvario, bajo la cruz de Cristo…
Getsemaní y el Calvario nos enseñan que el Hijo de Dios se encontró en la misma situación que cualquier hombre que enfrentado al peso del mal. Estaba del lado del hombre que sufre. En esa escena de agonía proclamó el Reino de Dios hasta el fin de los tiempos, la verdad de un amor mas fuerte que la muerte.
Creemos que al asumir el peso del mal venció al mal. Que venció al pecado y a la muerte. Injertó a la raíz del sufrimiento el poder de la redención y la luz de la esperanza. Eso es lo que comparte con todo hombre. Aquellos que sufren, y a quienes me he acercado en mis actividades pastorales son testigo de ello y siguen siéndolo a diario ante mis ojos.
Cristo sanó al enfermo, le devolvió la vista al ciego, oído al sordo y levantó a Lázaro de entre los muertos. Pero a todos aquellos que sufren del mal físico o moral, no cesa de ofrecerles su injerto de redención, que emana de su cruz y resurrección.
Como he dicho antes, es difícil medir el mal que convive con nosotros en esta tierra. Es un misterio más allá del hombre, mas profundo que su corazón. De él hablan Getsemani y el Calvario, que al mismo tiempo testimonian que en la historia del hombre, en su corazón, adviene otro misterio, el de la Redención, que no cesará hasta el final para erradicar el mal. Y en este misterio no solo nos espera el Día del Juicio, también se vislumbra: “un nuevo cielo y una nueva tierra”, donde esta escrito que “morara la justicia” y entonces “El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó”.
Traducido de “Be not afraid”, André Frossard in conversation with John Paul II, The Bodley Head, 1984

lunes, 10 de enero de 2011

Porque existe el sufrimiento? Juan Pablo II/ André Frossard (1)


Porque existe el sufrimiento?

Le pregunta André Frossard a Juan Pablo en su “conversación” publicada en forma de libro bajo el titulo No temais! Hay penas que pueden ser atenuadas solo mediante la presencia real de Dios que los asemeja tanto a quienes las padecen a Jesucristo que legítimamente solo pueden hablarle de ellas al Padre en persona?

Y Juan Pablo II responde:
“Se distingue la dimensión objetiva, los hechos, tales como el sufrimiento del inocente, de las reacciones subjetivas, la conciencia del mal, que constituye, como usted dice “un problema terrible para el creyente” y un “escollo insalvable para el no creyente”. Eso es verdad. Los no creyentes a menudo niegan la existencia de Dios por el mal presente en el mundo, y por esa misma razón la fe de los creyentes se pone a prueba. Esta segunda dimensión, la conciencia del mal, es a veces más dolorosa que el mal mismo. Por cierto, es difícil medir este tipo de realidad, pero puede admitirse, por ejemplo, que la conciencia del sufrimiento de otros, particularmente de aquellos que sentimos mas cercanos, es a veces mas dolorosa que el sufrimiento que las ocasiona.”

A esto reflexiona Andre Frossard:
La compasión puede ser más dura que el sufrimiento, porque éste posee limites naturales, mientras que la compasión abre el ser al infinito y lo desgarra sin matarlo. El Papa me haría entender de inmediato que la compasión de Cristo (por la humanidad) era un elemento agregado a la Pasión.

Y continúa Juan Pablo II:
“Por experiencia puedo decirle que en mi adolescencia me sentí ante todo intimidado por el sufrimiento humano. Hubo momentos en que temía acercarme a quienes estaban enfermos: sentía una especie de remordimiento frente a este sufrimiento del que me veia librado. Además, me sentía incomodo: pensaba que todo lo que podía decirle al enfermo era solo como un “cheque sin fondos” , un cheque extendido a su propia cuenta, porque eran ellos los que sufrían, y no yo.
Hay cierta verdad en la frase “La persona sana no entiende al enfermo” aunque puede decirse a la inversa que tampoco el enfermo siempre entiende a la persona sana que también sufre, de otra manera, frente al sufrimiento del enfermo.
Mis actividades pastorales me posibilitaron desembarazarme de ese periodo de timidez al visitar y encontrarme con enfermos cada vez con mayor frecuencia, enfermos de toda índole. Y debo agregar que fueron los enfermos mismos quienes me ayudaron a hacerlo. Visitándoles llegue a darme cuenta, primero gradualmente, más tarde de una manera que disipaba toda duda que establecían relaciones totalmente inesperadas entre el sufrimiento y su conciencia de el. Luego que llegue al máximo del entendimiento cuando escuche de boca de un hombre muy enfermo las palabras “Padre, no sabe lo feliz que me siento!”
Estaba frente a un hombre postrado, invalido que había perdido todo durante la revuelta de Varsovia y en vez de quejarse este hombre me decía “Que feliz soy”! Ni siquiera tuve que preguntarle porque. Me di cuenta sin tener que preguntarle lo que debía estar sucediendo en su alma, como podía ocurrir este tipo de transfiguración y sobre todo quien podía realizarla. A partir de entonces pude visitar en sus casas o en hospitales mucha gente torturada por el dolor, y mas de una vez pude discernir en ellos rastros de esa misma evolución interior, reconociendo las diferentes etapas y variaciones. He conocido médicos, enfermeras y otras personas que prestan servicio a los enfermos que sabían como preparar el camino para este proceso místico”.

Reflexiona Andre Frossard
Podría haber agregado, aunque no lo hizo, que había visto a estos doctores y enfermeras a los pies de su propio lecho y de su experiencia personal de la enfermedad: después del intento de asesinato del 13 de mayo bebió hasta el fondo de ese manantial amargo que no había tenido el coraje de acercarse en su juventud. Durante su segunda permanencia en el Hospital Gemelli - del cual se retirara prematuramente debido a su excesivo optimismo - y hacia donde debió regresar, por al virus contraído durante las transfusiones de sangre el dia del intento de asesinato, debilitado, demacrado y febril, irreconocible y según me dijo al borde de la muerte Comentare ese momento mas adelante, pues el no me hablo de ello aquel día particular

domingo, 9 de enero de 2011

Oración de Juan Pablo II en homenaje al Bautismo de Jesús


“En la plenitud de los tiempos, - decía el Papa Juan Pablo II en su homilía en el Estadio de Amman, Jordania el 21 de marzo de 2000 - a la vera del río Jordán, Juan Bautista señala a Jesús, sobre el que desciende el Espíritu Santo en forma de paloma (cf. Lc 3, 22), el que no bautiza con agua sino "en Espíritu Santo y fuego" (Lc 3, 16). Los cielos se abren y se escucha la voz del Padre: "Este es mi Hijo, el predilecto, en el que tengo mi complacencia" (Mt 3, 17). En él, el Hijo de Dios, se cumplen la promesa hecha a Abraham y la Ley dada a Moisés.”


Y en Wadi al Karrar, ria adentro de un brazo del rio Jordan, donde se supone tuvo lugar el Bautismo del Señor el Santo Padre se unía en oración a los peregrinos que rinden homenaje al bautismo del Señor y elevaba su plegaria:

¡Gloria a ti, oh Padre,
Dios de Abraham, Isaac y Jacob!
Tú enviaste a tus siervos,
los profetas,
a proclamar tu palabra
de amor fiel
y a llamar a tu pueblo
al arrepentimiento.

En las orillas del río Jordán
suscitaste a Juan Bautista,
una voz que clama en el desierto,
enviado para toda la regióndel Jordán,
a preparar el camino
del Señor,
a anunciar la venida de Jesús.

¡Gloria a ti, oh Cristo,
Hijo de Dios!
Viniste a las aguas del Jordán
para ser bautizado
por la mano de Juan.
Sobre ti descendió el Espíritu
en forma de paloma.
Sobre ti se abrieron los cielos
y se escuchó la voz del Padre:
"Este es mi Hijo, el predilecto".
Del río bendecido
por tu presencia
saliste para bautizar
no sólo con agua
sino también con fuego
y Espíritu Santo.

¡Gloria a ti,
oh Espíritu Santo,
Señor y dador de vida!
Por tu poder
la Iglesia es bautizada,
descendiendo con Cristo a la muerte
y resucitando con él a nueva vida.

Por tu poder
somos liberados del pecado
y nos convertimos en hijos de Dios,
el glorioso Cuerpo de Cristo.
Por tu poder
es vencido todo miedo,
y se predica el Evangelio del amor
en todos los rincones de la tierra,
para gloria de Dios,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
A él toda gloria
en este Año jubilar
y en todos los siglos futuros.
Amén.
Invito visitar Dialogo Religioso - Ain Karim la patria de Juan el Bautista

sábado, 8 de enero de 2011

Beatificación de Juan Pablo II - escribe Andrea Tornielli

Últimamente se han generado y fabricado todo tipo de hipótesis en cuanto al proceso y a la fecha de beatificación de Juan Pablo II. Las últimas especulaciones se refieren a la fecha de beatificación. Por eso me he permitido traducir y publico aquí, con permiso del autor, el texto del periodista vaticanista Andrea Tornielli que levanto tanta polvareda y en el cual se basan todas o la mayoría de las especulaciones; un texto por otra parte respetuoso y perfectamente lógico para quien quiera entender y no busque solo el impacto de lo que “vende”.

En su blog Andrea Tornielli introduce su artículo diciendo:
“En el Diario de hoy publico la noticia de la aprobacion, por parte de la Comisión medica de la Congregación para las causas de los santos, del milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo II, la curación de una monja francesa enferma del mal de Parkinson.
(foto del librito de la Pequeñas Hermanas de Maternidades Catolicas, a la que pertenece la religiosa Marie-Simon Pierre )

El dossier sobre el milagro (positio super miro), además de haber sido aprobado por los médicos especialistas, tambien fue validado y aprobado por los teólogos antes de fines del 2010. El expediente que describe la curación acaba de llegar estos días a los cardenales y obispos llamados a dar su última opinión antes que el dossier sea presentado a Benedicto XVI.
La reunión plenaria de cardenales esta prevista para mitades de este mes. Si también ellos, tal como se prevé, aprueban la positio sobre el milagro, el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de las causas para los santos, podrá dirigirse al Papa para pedirle la promulgación del decreto de reconocimiento del milagro. Recordemos que Benedicto XVI el 19 de diciembre de 2009 aprobó las virtudes heroicas de Juan Pablo II. De esta manera, la beatificación del Papa Wojtyla ya es solo cuestión de fechas. Es posible que ocurra antes del verano, o quizás sea preparada para octubre.

Y la traducción del artículo completo del diario es la siguiente:

“Juan Pablo II será beato en 2011, quizás ya antes del verano. En el curso de las últimas semanas la comisión médica de la Congregación de las causas de los santos de hecho se expidió favorablemente en cuanto al milagro atribuido a la intercesión del Papa Wojtyla – la curación del mal de Parkinson de una monja francesa y la documentación pertinente ya ha sido puesta días pasados a la consideración de los teólogos. Ahora para que el informe sea entregado a Benedicto XVI solo hace falta el vía libre de los cardenales y obispos miembros de la Congregación, que acaban de recibir el dossier sobre el milagro y quienes se reunirán a mediados de enero para examinarlo colegialmente y emitir su voto. Valga recordr que el decreto sobre las virtudes heroicas de Karol Wojtyla, que de hecho implica el final del proceso, fue promulgado por el Papa Ratzinger el 19 de diciembre de 2009, después del voto unánimemente favorable de cardenales y obispos. El postulador de la causa de beatificación, monseñor Slawomir Oder, habia presentado a la Congregación un presunto milagro, una de las tantas muestras de gracia recibidas por intercesión de Juan Pablo II, recogidas después de su muerte. Se trata, en realidad de la curación de sor Marie Simon-Pierre, una religiosa francesa de 44 años, afectada de una forma agresiva del mal de Parkinson. La enfermedad, que la había obligado abandonar su servicio en el sector de maternidad de un hospital de Arles, desapareció instantánea e inexplicablemente después que las religiosas, en junio de 2005, se dirigieran a Wojtyla apenas fallecido pidiéndole el milagro de la curación. Durante meses, sin embargo no fue convocada la Comisión presidida por el profesor Patricio Polisca, medico personal de Benedicto XVI – para discutir el caso y pronunciarse sobre la inexplicable curación - desde el punto de vista científico - . Uno de los especialistas involucrados había manifestado en principio cierta perplejidad sobre el diagnostico inicial de los colegios franceses y había querido verificar que la religiosa curada realmente hubiese estado afectada por el mal de Parkinson. La Congregación además había encargado una tercera pericia especializada para profundizar mejor el caso y descartar cualquier duda. En caso contrario se hubiese puesto a examen otro presunto milagro. Ahora, después de haberse tomado todo el tiempo necesario para las investigaciones la opinión de la Comisión medica ha sido favorable. Hubo quienes leyeron la lentitud de los meses pasados como decisión «politica» en demorar el proceso de beatificación, evidentemente no era verdad. En todo caso, nadie, en las discusiones y en las votaciones que han acompañado el proceso, ha manifestado jamás dudas sobre la santidad personal de Juan Pablo II. La reunión de médicos y la de teólogos que han dado su veredicto de via libre, tuvo lugar a fines del 2010 en la más estricta reserva. Después del voto favorable sobre las virtudes heroicas, que han otorgado a Wojtyla el titulo de «venerable» y ahora , el de la comisión medica sobre el milagro (Positio super miro), se puede prever que también la ultima reunión de cardenales y obispos aprobara la decisión en los próximos días. Si así ocurriese, el Prefecto de la Congregación para las causas de los santos, el cardenal Angelo Amato, estará en condiciones de dirigirse al Papa para someterle la aprobación del milagro. A partir de aquel momento la beatificación de Juan Pablo II será tan solo un tema de fechas. Teóricamente aun queda libre el aniversario de la muerte, el 2 de abril del 2011, o bien una fecha de mayo. Y también en octubre, en el aniversario de la elección al pontificado. La beatificación de Wojtyla será una ceremonia con evidentes complicaciones organizativas, vista la multitud que podría congregarse aquel día en Roma. También esto deberá tenerse en cuenta al elegir la fecha. Durante el funeral del Papa polaco, celebrado por el entonces cardenal decano Joseph Ratzinger, se habían desplegado en la plaza San Pedro pancartas con el texto «santo subito». La petición para la apertura del proceso fue firmada por los cardenales en el periodo del conclave, hubo también quienes especularon sobre la hipótesis de proceder inmediatamente a la canonización, proclamando a Wojtyla de hecho «santo subito» en vez de beato. Benedicto XVI después de evaluar todas las propuestas, decidió en junio del 2005 darle inicio al proceso de inmediato, sin tener en cuenta los cinco años que debían transcurrir después de la muerte del candidato a los altares – pero sin atajos.”