Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 30 de enero de 2021

Juan Pablo II Papa Mariano (3 de 3) Mariologia centrada en le misterio fundamental de la fe - Francisco de P. Falla V., Pbro

 


 La obra pastoral del Papa procede de un conocimiento teologal del misterio de Cristo, misterio indisolublemente vinculado a la figura de María. Por ello la piedad mariana y la mariología resultantes se encaminan hacia Ella para una comprensión y desde una comprensión del misterio de Cristo. Y es que María existe para Cristo y no es comprensible sino en el misterio de Cristo.

 La acción maternal de María en la Iglesia, la ve el Papa en doble dimensión: la bondad y poder extraordinarios de protección, y la correspondencia cristiana que pesa con grave obligación de santidad de vida que se traduzca en praxis.

"Que María no cese de rogar por vosotros, por toda la juventud polaca, por la juventud del mundo, a fin de que en vosotros se manifieste el signo de una nueva presencia de Cristo en la historia ". "La Virgen fiel, la Madre de Guadalupe, nos ayude con su intercesión a firmar este compromiso, y a cumplirlo hasta el final de nuestra vida, hasta el día en que la voz del Señor nos diga: "Ven, ven siervo buen y fiel; entra en el gozo de tu Señor".

“Oh Madre! ayúdamos a ser fieles dispensadores de los misterios de tu Hijo. Ayúdanos a confirmar a nuestros hermanos en la fé, ayúdanos a despertar la esperanza en la vida eterna. Que tu maternal presencia en el misterio de Cristo y de la Iglesia, se convierta en fuente de alegría y de libertad, fuente de aquella paz que el mundo no puede dar, sino que solo la da El, Cristo". "Cuando tuve el valor de emprender este viaje a México, lo hice guiado por la confianza en la Madre de Dios, por su ayuda; como me ayudó en Polonia, en Cracovia, así me ayudará también aquí en México".

Es una constante del Papa acudir a la Virgen con gran confianza de hijo. Su mariología no se traduce tanto en especulaciones brillantes y profundas, cuanto en la actitud de vida que expresa la plegaria "La llamada de Jasna Góra": Estoy junto a Tí, te recuerdo, vigilo!

Por ello dijo en la fiesta de la Asunción de este año de 1979 al anunciar su viaje apostólico a Irlanda, la Onu y los Estados Unidos de Norteamérica:

"Por mucho que el mundo pueda pesar sobre nosotros, por mucho que pueda encerrar en sí de mal, de pecado, de sufrimiento, la mirada de la fe fija en la Madre de Dios vuelve a descubrir siempre en Ella el comienzo de un mundo mejor. Este es el fruto particular de la fiesta de la Asunción de María al Cielo: las nuevas etapas de mi programa apostólico que he emprendido como Pastor Supremo de la Santa Iglesia. Quiero encomendar desde ahora este viaje a María, Asunta al Cielo, Madre de la Iglesia, para que, con su prolección pueda marcar pasos alegres y duraderos en el camino de la caridad, de la justicia, de la paz".

Este magisterio admirable del Papa Juan Pablo II es fundamentalmente un testimonio vivo de fortaleza, de esperanza, de plena confianza en María. Magisterio papal que comenzó desde Jasna Góra (la Montaña Clara) y desde el corazón martirizado de Polonia se extiende hoy por todos los caminos a donde lo conduce su servicio apostólico y su enseñanza luminosa: Estoy junto a Tí, te recuerdo, vigilo!

 

Juan Pablo II Papa Mariano (2 de 3) Mariano de Corazon - Francisco de P. Falla V., Pbro

 


El templo parroquial de Wadowice está dedicado a la Virgen María. Allí fue bautizado y confirmado y allí recibió su primera comunión eucarística; allí también celebró su primera misa. Como Papa volvería a su templo parroquial para besar la pila bautismal en la que fue hecho hijo de Dios por intercesión de María. De joven fundó con uno de sus profesores una asociación juvenil mariana, y desde entonces impresionaba por la profundidad de su fe. Su ministerio sacerdotal y episcopal están marcados con el carácter mariano con que impregnó su predicación y orientación moral al pueblo, las peregrinaciones a los grandes santuarios marianos, la dirección de las vocaciones a la vida religiosa y al sacerdocio, la intrepidez ante el régimen marxista, la presencia en la pastoral nacional polaca. El escudo episcopal y pontificio de Juan Pablo 11 es una síntesis a la vez que un homenaje al Misterio Pascual que le lleva a centrar toda su existencia y atención en Cristo Jesús y en el amor a la Virgen. La majestuosa "M" al lado de la Cruz del Señor refiere a María la total consagración propia de un discípulo amado; "todo tuyo", como se lee en la inscripción del escudo.

Al regresar al Santuario de Czestochowa como Papa peregrino en su propia patria, así se expresó ante el pueblo polaco que por tantos siglos ha alimentado y fortalecido su fe en este santuario nacional:

 "María, Reina de 'Polonia, estoy a tu lado, te recuerdo, vigilo. Estas palabras han de convertirse para todos en el llamado de Jasna Góra y de la Iglesia en Polonia. Las repartiré hoy con vosotros como Papa peregrino en su tierra patria. Qué bien corresponden a la invitación del evangelio: vigilad! Respondiendo a esta invitación del mismo Cristo, deseamos hoy, como cada tarde a la hora de la llamada de Jasna Góra, decir a nuestra Madre: Estoy a tu lado, te recuerdo, vigilo. Estas palabras expresan de modo sencillo y fuerte lo que significa ser cristiano en tierra polaca. Ser cristiano quiere decir vigilar, como vigila el soldado durante la guardia, la madre a su hijo, el médico al enfermo. Vigilar significa custodiar un gran bien. Significa percibir agudamente los valores que existen en la vida de cada hombre por el simple hecho de serlo, de haber sido creado a imagen y semejanza de Dios y haber sido redimido con la sangre de Cristo. Vigilar quiere decir todo esto para recordarlo a nosotros mismos y muchas veces a los demás. Es la gran tarea que nos corresponde a cada uno de nosotros. Me encuentro aquí para vigilar en esta hora y mostraros cuán profundamente me afecta cualquier amenaza contra el hombre, contra la familia, contra la nacion. Amenazas que tienen siempre su origen en nuestra debilidad humana, en la voluntad frágil, en la forma superficial de considerar la vida. En esta hora de particular sinceridad, en el momento de abrir el corazón ante Nuestra Señora de Jasna Góra, os digo esto y esto es lo que os confío: no sucumbáis en la debilidad. Si ves que tu hermano cae, levántalo, no lo dejes expuesto al peligro, es el mismo Cristo quien nos confía a cada uno de nuestros hermanos. "Cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a Mí me lo hicisteis". Estad atentos a no haceros responsables de los pecados de los demás! Mira a ver por tanto querido hermano y hermana, en esta hora de sinceridad ante la Madre y ante su Corazón lleno de amor, si escandalizas, si arrastras a otros al mal, si echas con ligereza sobre tu conciencia los vicios que los otros contraen por causa tuya. Vigilar y recordar este modo, quiere decir estar Junto. a Mana. No puedo sentirme cerca de Ella, si no es vigilando y recordando estas cosas. Y puesto que Ella ha invadido tan profundamente nuestros corazones, es más fácil para nosotros vigilar y -recordarnos de lo que es nuestra herencia y nuestro deber, estando junto a María. Estoy a tu lado!  (La "llamada de Jasna Góra" en la noche del 5 de· junio/79).

Este magnífico párrafo pone de presente, sin necesidad de mucho comentario, el gran espíritu mariano del Papa y la maestría pastoral para llegar corazón de sus hijos. Explica la abundancia del corazón que  ha vivido a fondo la experiencia mariana que es rico patrimonio espiritual de su pueblo.

El episcopado polaco en la declaración que publicó con motivo de la elección del cardenal Wojtyla para Vicario de Cristo, se expresó así: 

 "El siervo de la Iglesia de Cracovia y de toda Polonia, ha sido llamado a ser Siervo de los siervos de Dios. Creemos que ello ha sido obra no solo del Espíritu Santo, sino también de María, Madre de la Iglesia y Señora de Jasna Góra a quien el nuevo Papa ama muy ardientemente; creemos asimismo que es fruto de la oración de toda la nación polaca, que recibe así recompensa a su fidelidad y a su fuerte religiosidad. Con nuestras oraciones fervientes queremos ayudarle en la guía intrépida de la barca de la Santa Iglesia durante el difícil período del crepúsculo del siglo XX".

La actitud cristiana de vivir en profundidad sus convicciones no tiene que ver en Juan Pablo II con un sentimentalismo devocional que fácilmente desaparece ante la prueba, semejante al terreno pedregoso que acoge la semilla pero no favorece su radicación y crecimiento. Todas las expresiones doctrinales que escuchamos y leemos en el Santo Padre son de vitalidad y exigencia grave para el cristiano. En las actas de sus visitas pastorales a las parroquias de su diócesis, el Arzobispo de Cracovia dejó siempre constancia de su profundo amor a la Madre de Dios mediante una jaculatoria mariana: "Todo tuyo, María, Madre de gracia. Muéstrame tu Corazón, oh María!".


 

Juan Pablo II, Papa Mariano - Francisco de P. Falla V., Pbro. (1 de 3)

 


El pontificado del Papa Wojtyla tiene un carácter cristocéntrico iluminado con una clara nota mariana, lo cual se identifica con la personalidad recia de quien forjó su espíritu en la reciedumbre de crecer en soledad, de vivir en la contradicción de los sistemas, de levantarse hasta Cristo en la contemplación. En los ejercicios espirituales predicados por el cardenal Wojtyla en 1976 al Papa Pablo VI y a la Curia Romana, el eje conductor fue el misterio de Cristo "signo de contradicción" en el mundo actual y la exigencia de encontrar la serenidad que dimana de la esperanza cristiana y del encuentro real con Jesucristo. Pero afirmando inmediatamente que este "signo de contradicción" que es Cristo, es el fruto virginal de María que es, a su vez, "el gran signo en el cielo" insepara-ble del misterio de Cristo y de la Iglesia. Esta síntesis describe los rasgos del espíritu de Juan Pablo 11 que ha vivido intensamente entre los signos de contradicción humana pero ha encontrado en María a su Dios y Señor.

Polonia es un axioma del cristianismo indisolublemente vinculado a la figura de María. En la historia de salvación de ese pueblo es innegable la presencia maternal de María. Lo cual ha dado por resultado la conjunción feliz de ser polaco, católico y mariano. De ello recibió el mundo preclaro testimonio en los campos de concentración nazi: "el patrimonio cristiano de nuestra cultura fue lo que nos permitió sobrevivir", escribió el cardenal Wojtyla. y el testimonio patriótico, cristiano y mariano de ese pueblo se prolonga hasta el día de hoy en medio de los signos de contradicción en los que vive su fe cristiana. El hogar formado por Karol Wojtyla y Emilia Kaczorowska trajo al mundo al pequeño Karol de quien pronosticaba su madre con alegría y orgullo: "ya verán ustedes que mi Lolus (Carlitos) será un hombre célebre". Su profunda piedad mariana la recibió de su madre, quien le hizo un altar en un rincón de su cuarto donde el niño rezaba con gusto. A los nueve años perdió a su madre, pero su alma estaba ya suficientemente fortalecida para afrontar una soledad que iría acentuándose en la vida. A los veintiún años perdió a su padre y a su hermano. La providencia lo llevaba por esta ruta para forjar la solidez de su piedad y de su profunda devoción a la Madre celestial.

 

Redemptoris Mater – la plenitud del tiempo y la peregrinación (palabras de Juan Pablo II en Corrientes, Argentina)

 


“Cuando “ vino la plenitud del tiempo ”, cuando el Mensajero divino transmitió a la Virgen de Nazaret la voluntad del Padre Eterno, cuando María respondió “hágase” (fíat); entonces comenzó aquella particular peregrinación, que nace del corazón de la Mujer, bajo el soplo esponsal del Espíritu Santo.

“María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá... a la casa de Zacarías” (Lc 1, 39). Fue allá para saludar a su prima Isabel, de más edad que Ella, que estaba esperando dar a luz a un hijo: Juan Bautista.

Por su parte, Isabel, al responder al saludo de María con aquellas palabras inspiradas, llenas de veneración hacia la Madre del Señor, alaba la fe de la Virgen de Nazaret: “Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que le ha dicho de parte del Señor” (Ibíd., 1, 45) .

De este modo, la visita de María en Ain-Karim asume un significado realmente profético. En efecto, vislumbramos en ella la primera etapa de esta peregrinación mediante la fe, que tiene su inicio en el momento mismo de la Anunciación.

Esta peregrinación mediante la fe constituye la idea guía del Año Mariano, que anuncié el día 1 de enero pasado, y que se inaugurará en la próxima solemnidad de Pentecostés.

Desde el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles en el Cenáculo de Jerusalén, María no sólo participa en la peregrinación mediante la fe de toda la Iglesia, sino que Ella misma “avanza” precediendo y guiando maternalmente a todo el Pueblo de Dios, a lo largo y ancho de la tierra.

“La Madre de Jesús, de la misma manera que, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es imagen y principio de la Iglesia que habrá de tener su cumplimiento en la vida futura, así en la tierra precede con su luz al peregrinante Pueblo de Dios como signo de esperanza cierta de consuelo” (Lumen gentium, 68), Son palabras del Concilio Vaticano II que, por aludir a esta verdad, he querido desarrollar en la Encíclica Redemptoris Mater, publicada, con ocasión del Año Mariano, en la reciente solemnidad de la Anunciación.

El punto de apoyo, en tierra argentina, de esta peregrinación mediante la fe, lo constituyen todas las generaciones que han fijado y fijan su mirada en la Madre de Dios, como “Madre del Señor” y “modelo de la Iglesia”.

La peregrinación de la Iglesia y de cada cristiano hacia la casa del Padre, se manifiesta y realiza, de modo agradable a Dios, en las peregrinaciones de los cristianos a los santuarios marianos. Los santuarios son como hitos que orientan ese caminar de los hijos de Dios sobre la tierra, precedidos y acompañados por la mirada afectuosa y alentadora de la Madre del Redentor.

Durante mi primer viaje a la Argentina tuve la dicha de acudir al santuario nacional de Luján, para encomendaros a María en momentos especialmente difíciles para vuestra querida nación. E1 próximo Domingo de Ramos, en el marco de la Jornada mundial de la Juventud –con la que culminará esta segunda visita–, la misma imagen de la Madre de Dios vendrá, desde Luján, al encuentro de los jóvenes que peregrinan en la fe, en tantos otros lugares de la tierra.

Hoy está también entre nosotros la imagen de María, que ha llegado desde su santuario de Itatí, verdadero centro espiritual de todo el litoral. Mi ánimo se llena de gozo y de agradecimiento al Señor al considerar que, a lo largo de los siglos, los hijos de esta tierra han sabido hallar en la Virgen la guía y el modelo seguro para seguir a Jesús.”

(Juan Pablo II Santa Misa en Corrientes, Argentina)

 

sábado, 23 de enero de 2021

Historia de Karol – El Concilio – Bernard Lecomte (2 de 2)

 


Es sobre el proyecto de constitución «La Iglesia y el mundo moderno» - el esquema XIII que da lugar al fundamental documento Gaudium et Spes  – donde Monseñor Wojtyła dejará su impronta.   El tema de la relación de la Iglesia con el mundo contemporáneo la lleva en el corazón. En dos años de debates se dio cuenta de la distancia existente entre una cierta Iglesia «romana, rígida en certezas y arcaica en funcionamiento»  el rápido desarrollo de la técnica, de las lculturas y las acostumbres. En otras palabras, para él y para todos los obispos del Este, el esquema XIII representa una ocasión crucial para mostrar el rostrto de la Iglesia mas acorde con laépoca, frente a los continuos ataques del comunismo ateo. La apuesta vale la pena […]

 «Finalmente escuchaban a Karol» decia Malinski. Su voz fuerte, clara y limpia iba mas allá de los confusos ruidos de fondo. […]  Escogiendo con cuidado sus palabras, reprenderá a los redactores de situar a la Iglesia «por encima del mundo» , queriendo «dar lecciones» y esperando «obediencia» en lugar de evidenciar Ella misma «caminando con el mundo hacia la verdadera solución de los problemas relacionados con el destino humano. » Seria mejor convencer con argumentos, en vez de cobijarse tras exhortaciones moralizantes, explica en resumen el polaco, que al mismo tiempo delata el sinsentido de la «mentalidad clerical». En sus discursos Wojtyla elogia nuevamente el método heurístico, que consiste en no imponer la verdad al discípulo., sino en llevarlo a descubrirla utilizando argumentos y conocimientos.  Wojtyła sostendrá este método de enseñanza de la Palabra aun siendo papa: el dialogo es necesario, sin dudas, pero no debe tener lugar en detrimento de la verdad […]

¿Porque asombrarse entonces si, algunos días más tarde, monseñor Wojtyla es llamado a participar en la subcomisión doctrinal encargada de reorganizar el documento con vistas a la siguiente sesión? Los trabajos de la comisión, en la cual Pablo VI deposita muchas esperanzas,  inician el 31 de enero de 1965 en una pequeña y bella casa religiosa de la antigua ciudad de Ariccia, distante algunos kilómetros de Castel Gandolfo. Se encuentran presentes casi veinte obispo y cincuenta «expertos», entre ellos algunos teólogos franceses (el dominico Yves Congart, los jesuitas Henri de Lubac y Jean Danielou) que estarían codo a codo durante 15 dias, hasta finales de abril. En Ariccia, nacen amistades duraderas que tendrán claras consecuencias en los años venideros […]. Los miembros de su grupo finalmente lo invitan a escribir, on ayuda del padre Congar, un capítulo especial sobre el tema que se transformará, sin excluir vicisitudes, en el IV capítulo de la futura «constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual », la Gaudium et Spes […]

No se dfebe pensar que Wojtyla, en sus participaciones, encarna la lucha contra el comunismo com tal. En primer lugar, porque sus propuestas, sus advertencias y sus argumentos se refieren mas a la filosofía (contra el materialismo) a la eclesiología (contra el ateísmo), a la ideología (contra el marxismo) que a la política (contra el comunismo) […]

Es probable que en el curso del os debates el mismo Wojtyla hubiese encontrado la inspiración y el aliento que a la larga conformaría su credo político: «el sistema comunista que pretende que la felicidad de los hombres sea única finalidad de ununiverso sin Dios, en realidad convierte al hombre en victima» y concluye: «es hablando ininterrumpidamente de la persona humana, de su dignidad y de susderechos, que palpamos el principal “punto débil” del comunismo». A buen entendedor…

Bernard Lecomte, “Giovanni Paolo II” , Editions Gallimard 2006

( esta parte del texto republicado de Totus tuus Nr 6 2007 Boletin Mensual de la Postulacion de la causa de Beatificación y Canonización) 

viernes, 22 de enero de 2021

Historia de Karol – El Concilio – Bernard Lecomte (1 de 2)

 


Aquel solemne 11 de octubre de 1962 tras la luz irreal que se filtra por los ventanales de la Basílica de San Pedro, se lleva a cabo la ceremonia de apertura del concilio. La liturgia es grandiosa. El acontecimiento se transmite por la red internacional de la televisión italiana, alto totalmente excepcional.  Por primera vez los prelados tienen la sensación de estar viviendo un momento histórico. Después de haber entonado el Veni Creator y participado en la Santa Misa celebrada por el cardenal Tisserant, decano del Sacro Colegio, Karol Wojtyła, al igual que los demás padres conciliares, escucha atentamente le discursos de Juan XXIII. Un discurso muy personal, en contenido y forma, en el que el soberano pontífice enuncia con serenidad los dos objetivos del concilio: proceder a un «aggionarmento» de la Iglesia – el término quedará grabado en la Historia – y promover la unidad de los cristianos […]

 En Roma, la delegación de diecisiete prelados polacos se separa. El cardenal primado Stefan Wyszyński se hospeda en el Instituto polaco, en el n. 38 de via Petro Cavallini, junto a su séquito (secretario y capellán) y al secretario del episcopado, monseñor Zygmund Choromanski. Desde aquella base operativa, Wyszyński reinará sobre todos al estilo de un monarca o, más precisamente, como un general en tiempo de guerra. Cada semana, el primado reúne la tropa para un briefing (instructivo) a fin de distribuir tareas y argumentos – algunos temen que se les asigne algo difícil – y sobre todo fijar directrices. ¡Ni de lejos  dejan traslucir la más minina divergencia dentro del grupo! Los polacos son los primeros en organizarse como grupo nacional, delegando a uno de ellos para representarlos colectivamente en los debates […]   Karol, en cambio, se aloja con otros diez obispos en el Colegio polaco, un hermoso edificio en plaza Remuria, en le barrio del Aventino, que será, a partir de entonces, la base habitual del cardenal Wojtyła. […]

Entre una sesión y otra se organizan la vida en el Colegio. Por la mañana Wojtyła. Se levanta muy temprano, como le es habitual y participa en la Santa Misa a las 6.45, antes del desayuno con los demás: té, café y pequeños panecillos […] A las 8 un autobús especial traslada  a los participantes en el Concilio desde plaza Remuria  hasta la plaza de San Pedro. […]

Como llega temprano, Karol  Wojtyła va normalmente a arrodillarse ante uno de los altares laterales. Muy pronto adopta la costumbre de ir a rezar y leer el breviario en la quietud de la capilla del Santísimo Sacramento, frente al sagrario de bronce dorado diseñado por Bernini. Un simpático monje protestante también suele ir a rezar a aquel lugar, y asi Roger Schutz, prior del monasterio de Taizé, uno de los escasos huéspedes no católicos invitados al concilio,  a título personal, traba amistad con el futuro papa.  Cuando  se coloca en su puesto Wojtyla saca pluma y papel yrapido se pone a escribir. Aquella costumbre, adoptada antes de convertirse en obispo y que no abandonaría más, llama la atención de sus colegas del concilio, sobre todo de los más desenvueltos. El polaco es un “laburador”, un intelectual que no descansa nunca, siempre listo a preparar cualquier cosa: la próxima intervención, un discurso para la radio Vaticana, lecciones para la KUL, el capítulo de un nuevo libro… Todas las mañanas, monseñor Felici, secretario del concilio, impone la orden Extra omnes, invitando a las personas no autorizadas a abandonar el “aula”, o sea el sector de la iglesia transformado en sala de congresos, para poder dar inicio a la “congregación” […]

A las 12.45 termina la sesión. Mientras los padres conciliares van saliendo lentamente de la Basílica Wojtyła se refugia en un lugar tranquilo – a menudo en la capilla del Santísimo Sacramento – para una última oración antes de dirigirse hacia el autobús que lo trasladará al Colegio. En aquella serena sede tendrá ocasión de encontrarse con personas interesantes durante el almuerzo: un obispo venido de un país lejano, un teólogo erudito, un prelado allegado al Santo Padre y otros […]

Si por las tardes Karol  Wojtyła se dedica a tareas personales o participa en las muchas reuniones o conferencias organizadas en los cuatro puntos de la ciudad, la cena le brinda oportunidades de nuevos encuentros, ya sea allí mismo en el Colegio, con huéspedes ocasionales, u otros cuando es invitado. Después de la tercera  sesión aquel obispo polaco interesante cuanto afable es buscado por todos. Monseñor  Wojtyła, en efecto, dejará el recuerdo de una persona disponible, serena, sonriente y de constante buen humor. […]  



El concilio ofrece la ocasión para una increíble mezcla de culturas, caracteres y experiencias, una dimensión de importancia fundamental para Karol, como lo señalara su amigo Malinski: «Conversaciones, contactos, encuentros personales, intercambio continuo de ideas, pensamientos, opiniones, convicciones…. El concilio fue una especie de retiro espiritual o seminario del episcopado de todo el mundo».

«Como joven obispo», contará Wojtyła veinte años después del concilio, «mi puesto estaba cerca del ingreso a la basílica de San Pedro. Después de la tercera sesión, habiendo sido nombrado arzobispo, me acerqué más al altar» hasta ese momento, en realidad monseñor Wojtyła no había dicho nada de mucha importancia. Habia intervenido en cuestiones técnicas, o en sus detalles, tal como lo h abian hecho decenas de otros prelados. Durante la tercera sesión (14 de septiembre – 21 de noviembre 1964), sin embargo, comienza a hacerse notar. […]

 

Bernard Lecomte : “Giovanni Paolo II” , Editions Gallimard 2006

( esta parte del texto republicado de Totus tuus Nr 6 2007 Boletin Mensual de la Postulacion de la causa de Beatificación y Canonización)  .

martes, 19 de enero de 2021

VISIÓN ANALÍTICA DEL MAGISTERIO MARIANO DE JUAN PABLO II Domenico Bertetto

 


El magisterio mariano de Juan Pablo II aparece, sobre todo, en las audiencias públicas, en los discursos antes del Angelus y del Regina Coeli, en las diversas festividades litúrgicas marianas, en las peregrinaciones o viajes apostólicos, en las visitas a santuarios marianos o en documentos escritos que tienen su punto culminante en la encíclica Redemptoris Mater del 25 de marzo de 1987.

Ofrezco a continuación el iter mariano de Juan Pablo 11 en los nueve años de su luminoso y dinámico pontificado, con una breve visión analítica de su magisterio mariano, que será la base de la síntesis doctrinal.

 En el primer año de pontificado, desde el 16 de octubre de 1978, día de la elección, al 21 de octubre de 1979, víspera del primer aniversario del inicio público de su servicio papal, los discursos marianos de Juan Pablo 11 son 288.   De ellos se sacan, sobre todo, preciosas confidencias que él hace a sus hijos espirituales sobre el itinerario mariano de su vida antes del pontificado: el sentido de su lema Totus Tuus, que se remonta a la ordenación episcopal, su fuerte devoción mariana, que radica en el rosario, en las peregrinaciones marianas, en el fervor mariano de su patria polaca, en su familia y en su comunidad parroquial de Wadovice, donde fue bautizado bajo la mirada de la Madre del Perpetuo Socorro, venerada en la Iglesia parroquial. Son luminosos destellos que nos permiten intuir algo de las riquezas marianas, escondidas en el alma del Papa y lentamente acumuladas durante toda la vida. Todo lo que él nos ha dicho es suficiente para darnos cuenta del irradiar continuo de piedad mariana de su persona como Vicario de Cristo, para bien de todos sus hijos, a los que él llama confidencialmente «queridísimos hermanos y hermanas» .

 En el segundo año de pontificado, los documentos marianos son 284, desde el 22 de octubre de 1979 al 21 de octubre de 1980, entre ellos más de 30 discursos y homilías de contenido enteramente mariano. Es otra pequeña summa de Mariología, en la que se desarrollan principalmente los temas de la relación de Maria con Cristo, de María con la Iglesia y de María en el culto y en la devoción de la Iglesia 4. La característica del segundo año de magisterio mariano es, sobre todo, la novedad del contenido. El Papa no se repite, sea porque cambian las circunstancias de sus enseñanzas marianas, sobre todo a causa de sus frecuentes viajes, que le permiten ver y presentar a María inserta en nuevas iglesias locales y honrada por nuevas formas de piedad popular; sea porque, aunque se repitan las circustancias, . como en las distintas solemnidades del año litúrgico, el Papa procura darnos nuevos desarrollos de · los mismos temas marianos. También en este segundo año las ocasiones más frecuentes para hablar de María, además de los breves discursos antes del Angelus y del "Regína Coeli, y los acontecimientos litúrgicos marianos que se suceden, son los grandes viajes apostólicos que ponen al Papa en contacto con los santuarios marianos y la piedad popular mariana de las varias iglesias locales, que él visita.

 En el tercer año de pontificado (22 octubre 1980 - 21 octubre 1981) los textos marianos son 300, ocasionados por las circunstancias ya indicadas y durante el viaje apostólico a Alemania Federal, durante el viaje apostólico a Filipinas y a Japón, y por desgracia seriamente condicionado, pero no reducido al silencio por el atentado del 13 de mayo de 1981 5•

El cuarto año de pontificado (22 octubre 1981 - 21 octubre 1982) es rico por los 382 textos marianos, ligados a las festividades litúrgicas marianas, a las audiencias, al viaje apostólico a África central, a la peregrinación a Fátima y Portugal, al viaje apostólico a Inglaterra, a Argentina y a Ginebra 6.

 En el quinto año de pontificado (22 de octubre 1982 - 21 octubre 1983) encontramos más de 348 textos marianos, ligados a los viajes apostólicos a España, a Centro América, Belice y Haití, a Polonia, a Lourdes, a Austria, a las circunstancias marianas y a las distintas audiencias 7.

 En el sexto año de pontificado (22 octubre 1983 - 21 octubre 1984) el Papa nos ofrece 221 textos marianos, canalizados sobre todo en torno al Año Santo de la Redención 8.

 El séptimo, octavo y noveno año de pontificado (22 octubre 1984 . 21 octubre 1987) nos presentan 561 textos marianos, recogidos en un solo volumen, en el cual María continúa siendo presentada en toda ocasión propicia, enriqueciendo la mariología papal con nuevos desarrollos siempre hasta la Encíclica Redemptoris Mater y a los documentos ricos y abundantes del Año mariano, anunciado el 1 de enero de 1987 e iniciado en la Solemnidad de Pentecostés, el 7 de junio de 1987.

Domenico Bertetto es junto a Gabriele Roschini, uno de los máximos exponentes de la mariología preconciliar italiana. Nacido en San Giusto Canavese el 30 de octubre de 1914, murió en Loreto el 18 de agosto de 1988. (por eso habla de “nueve años de su luminoso y dinámico pontificado” y debe considerarse incompleto, pues el autor fallecio en 1988, un año despues de la enciclica Redemptoris Mater )

 

Invito leer el valioso ensayo completo.  (si no funciona el enlace googlear Maria en el Magisterio de Juan Pablo II Domenico Bertetto)

 

miércoles, 13 de enero de 2021

La doctrina de Montfort, fuente de espiritualidad mariana de Juan Pablo II – François Marie Léthel, ocd (2 de 2)

 


Juan Pablo II hizo referencia muchas veces a San Luis Maria, como por ejemplo en la Redemptoris  Mater (nr 48). Pero, de modo especial y hacia el final de su pontificado, nos dejo una preciosa síntesis de su doctrina interpretada a la luz del Concilio Vaticano II en la Carta a los Religiosos y Religiosas de las Familias Montfortianas, escrita el 8 de diciembre de 2003. 

Este texto, poco conocido, es en realidad, el más importante para entender el significado profundo de Totus Tuus. Es quizás, una de las mejores claves para entrar en la profundidad de su alma, para contemplar la raíz de su santidad y también para volver a descubrir la importancia y la actualidad del Tratado. Conviene, pues, publicar esta Carta de Juan Pablo II como la mejor introducción a la lectura de este Tratado, asi como ha hecho P. Cortinovis en su excelente publicación del texto (Ed. Shalom)

Al inicio de esta carta (Nr 1) el Tratado de Montfort viene presentado como un texto  clásico de la espiritualidad mariana, que ha tenido una extraordinaria acogida eclesial y que se puede entender mejor después del Concilio. Efectivamente, haciendo referencia al Evangelio mencionado (Jn 19, 25-27), la Carta cita continuamente los textos de la Lumen Gentiumdel Tratado de la Verdadera Devocion y del Secreto de Maria (breve resumen del Tratado hecho por el mismo Montfort). Seguidamente, a la luz del cap. VIII de la Lumen Gentium sobre la Virgen Maria en el misterio de Cristo y de la Iglesia, la enseñanza del Tratado es considerada, en primer lugar, desde el punto de vista cristológico, después eclesiológico. El cristocentrismo es expuesto bajo el titulo “Ad Iesum per Mariam” (Nr 24) Le sigue el resumen sobre le aspecto eclesiológico titulado Maria, miembro eminente del Cuerpo mistico y Madre de la Iglesia (nr 5)  Al final de la Carta, a la luz del cap. Vi de la Lumen Gentium sobre la vocación universal a la santidad, viene ilumnado el camino eclesial de santidad vivido con Maria en la caridad, la fe y la esperanza.  De este modo, los tres últimos capítulos son: La santidad, perfección de la caridad (n 6), La “peregrinación de la fe” (nr 7) y Signo de esperanza cierta (Nr 8), citando también los textos del Concilio y de Montfort.

Es esta una síntesis preciosa para interpretar todo el Magisterio de Juan Pablo II sobre su maravilloso cristocentrismo (primera Enciclica Redemptor Hominissu riquísima enseñanza sobre Dios y sobre le hombre y la mujer, etc. Es igualm,ente preciosa para interpretar su vida santa, su “existencia teología”, completamente animada por la caridad, la fe y la esperanza, llamadas por santo Tomas virtutes theologicae, es decir virtudes teológicas (mejor que teologales). Son sus principales  “virtudes heroicas”, continuamente vividas ocn Maria.  Acerca de la caridad, que es “la más grande” (1 Cor 13,13) el Papa no teme recurrir al fuerte símbolo de la esclavitud de amor, citando el párrafo más importante del Tratado (nr 72) en el que se evidencia la raíz bíblica. Es la misma radicalidad del amor que Teresa de Lisieux expresara con el símbolo del holocausto al amor. Con estas expresiones fuertes, las dos santos iluminan el mismo camino de santidad para todos: vivir la gracia del bautismo en el Totus tuus, es decir en el don total de si a Jesus en la caridad del Espíritu Santo, a través de las manos y del Corazón de Maria. Tal caridad vivida con Maria es amor inseparable al Señor y al prójimo, a cada hombre, y es este el primer y fundamental testimonio de Juan hablo II, inseparable también de su testimonio de fe y de esperanza.  En efecto, junto a su caridad, Maria comparte ocn la Iglesia Peregrina la perfeccion de su fe y de su esperanza. El Papa cita un largo texto del Tratado que es como un “himno” a la fe de Maria (nr 214), a la luz de la expresión característica del Concilio la peregrinación de la fe, ampliamente comentada por él en la Redemptoris Mater (nr 25-27) , y en la que hace referencia también a san Juan de la Cruz, otro gran maestro suyo (su tesis de doctorado en teología en Roma, en 1948, tuvo precisamente como objeto la fe en san Juan de la Cruz).  Asi, en la presente Carta (nr 7) Juan Pablo II cita la palabra más fuertes de su Encíclica: «La Cruz es el momento culminante de la fe de Maria, como escribí en la Enciclica Redemptoris Mater: “Por medio de esta fe Maria está unida perfectamente a Cristo en su desposamiento […]. Es esta tal vez la más profunda kénosis de la fe en la historia de la humanidad” (nr 18) . El título del último punto de su Carta (nr 8)  es un reclamo del Papa a la Lumen Gentium, allí donde trata de Maria como “signo de esperanza cierta y de consuelo para el Pueblo peregrinante de Dios” (LG nr 68)   ofreciendo la correcta interpretación de los textos del Tratado sobre los “santos de los últimos tiempos” (nr 49-50), citando un hermoso texto en el que el santo aplica a Maria el gran símbolo de la esperanza, el ancora (nr 175, en referencia a Heb 6,19), y usando una expresión que recuerda la doctrina de Teresa de Lisieux: “Junto a la Virgen Maria, con el mismo Corazón de Madre, la Iglesia reza, espera e intercede por la salvación de todos los hombres.” Como la joven carmelita, declarada por él Doctora de la Iglesia, Juan Pablo II ha sido un excepcional testigo de la esperanza, incluso hasta “esperar por todos”.

 

François-Marie Léthel, París 1948, presbítero y teólogo francés de la  Orden de los  Carmelitas Descalzos, enseña teologia dogmatica y espiritual en la Pontificia Facultad teológica Teresianum, fue consultor de la Congregación para las Causas de los Santos, prelado secretario de la Academia Pontificia de teología,  y se lo considera uno de los principales expertos en la espiritualidad de Santa Teresa de Lisieux.

 (Texto tomado de Totus Tuus, Nr 5 Oct/Nov 2000, Boletín de la Postulación de la Causa de Beatificación y Canonización del siervo de Dios Juan Pablo II)

martes, 12 de enero de 2021

La doctrina de Montfort, fuente de espiritualidad mariana de Juan Pablo II – François Marie Léthel, ocd (1 de 2)

 


La principal fuente de la espiritualidad  cristocéntrica y mariana de San Juan Pablo II es el Tratado de la Verdadera Devoción a la Virgen Maria de San Luis Maria Grignion de Montfort (1673-1716), auténtica obra de arte de este santo y síntesis de toda su doctrina espiritual. EL lema Totus Tuus, que resume la doctrina de Montfort, ha sido, en efecto, el hilo conductor de toda la vida de Karol Wojtyla, “hilo mariano” de un largo y continuo camino hacia la santidad.

 Estas dos palabras Totus Tuus son una oración dirigida a Jesus por medio de Maria y en su Corazón Inmaculado. Es un acto de Amor como don total de sí. En este mismo sentido define santa Teresa de Lisieux el Amor en su última poesía a Maria: “Amar es dar todo y darse a si mismo” (¿Por qué te amo, Maria!, estrofa 22)   Te amo significa: Me entrego todo a ti, soy todo tuyo y para siempre. El Totus Tuus es, pues, la oración breve y esencial que ha animado continuamente toda la vida de Karol Wojtyła,  una vida totalmente entregada al Señor, a la Iglesia, a todos los hombres, vivida con Maria, Madre de Jesus y Madre nuestra. Luis Maria de Montfort y Teresa de Lisieux son, en efecto, como dos “faros de santidad” que ha n iluminado en modo particular el Pontificado de Juan Pablo II, en la perspectiva del Concilio Vaticano II trazada por la Lumen GentiumEn los capítulos VIII, sobre Maria en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, y V, sobre la vocación universal a la santidad. Montfort es el santo que mas ha influido en la vida de Karol Wojtyła, mientras Teresa de Lisieux es la única santa declarada por el Doctora de la Iglesia. Después del Doctorado de Teresa en 1997, Juan Pablo II hubiese deseado dar el mismo titulo a san Luis Maria, y de hecho había iniciado el camino para ello.

(…)

En la vida de Karol Wojtyła, el lema Totus Tuus se convirtió en la respiración de su alma, en el latido de su corazón a partir de 1940 cuando descubrió, a la edad de 20 años, el Tratado de Montfort. Juan Pablo II conto este hecho muchas veces. Lo hizo en modo especial en el momento del 50º aniversario de su sacerdocio, en el libro Don y Misterio (1996), recordando como este descubrimiento le había ayudado a dar un paso decisivo en su camino espiritual, superando una cierta crisis concerniente precisamente a su devoción mariana: «Hubo un momento en el cual me cuestioné de alguna manera mi culto a Maria, considerando que éste, si se hace excesivo, acaba por comprometer la supremacía del culto debido a Cristo. Me ayudó entonces el libro de San Luis Maria Grignion de Montfort titulado “Tratado de la verdadera devoción a la Santisima Virgen.” En el encontré la respuesta a mis dudas. Efectivamente, Maria nos acerca a Cristo, con tal de que se viva su misterio en Cristo. El tratado de San Luis Maria Grignion de Montfort puede cansar un poco por su estilo un tanto enfático y barroco, pero la esencia de las verdades teologicas que contiene es incontestable. El autor es un teólogo notable. Su pensamiento mariológico esta basado en el Misteri trinitario y en la verdad de la Encarnacion del Verbo de Dios, (..) Esto explica el origen del Totus Tuus. La expresión deriva de San Luis Maria.. Es la abreviatura de la forma más completa de la consagración a la Madre de Dios, que dice: Totus tuus ego sum et omnia mea Tua sunt. Accipio Te in mea omnia. Praebe mihi cor Tuum, Maria.» (Don y Misterio, p. 38-39) Estas palabras en latín, que Karol Wojtylł continuamente rezó y copió en las primeras páginas de sus manuscritos, siendo primero seminaristas, después sacerdote, obispo y papa, se encuentran al final del Tratado (Nº 266), donde Montfort invita al fiel a vivir la Comunión eucarística con Maria y en Maria. Es la mejor expresión de la consagración (o acto de entrega) a Jesus por Maria, en referencia al texto del Evangelio en el que el mismo san Juan acoge el don que el Redentor le hace de su Madre. “el discípulo la recibió en su casa” (Jn 19,27): Accepit ceam discipulus in sua) .  Esta es la raíz evangélica simbolizada en el escudo episcopal elegido por Karol Wojtyla en 1978 junto con el lema Totus Tuus. Todos los días, Juan Pablo II leía algún trozo del tratado, y al final, cuando ya no podía hablar después de la traqueotomía, escribió una vez más su Totus Tuus. Fueron las últimas palabras escritas y pronunciadas por él.

 

(Texto tomado de Totus Tuus, Nr 5 Oct/Nov 2000, Boletín de la Postulación de la Causa de Beatificación y Canonización del siervo de Dios Juan Pablo II)

 

viernes, 8 de enero de 2021

Sobre el misterio del Espíritu Santo

 

(imagen Wikipedia)

«Dios es espíritu, y los adoradores verdaderos adoraran al Padre en espíritu y en verdad (Jesus).» Nuestra idea de la espiritualidad de Dios se forma a partir de las pobres experiencias de la propia espiritualidad del hombre. Una realidad «puramente» espiritual y «puramente» personal al mismo tiempo. Espíritu es el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.  «El Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios.» Ssabemos que Él es santo, que es persona como el Padre y el Hijo. Sabemos que del Padre y del Hijo «procede» como amor. Dios es amor.  El Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo. Por eso precisamente es santo, porque la santidad consiste en el amor. Su «procedencia» del Padre y del Hijo es al mismo tiempo su perseverancia en la verdad del Padre y del Hijo y – en cierto modo – la constitución de esa unidad (communio).

 Fuera de esto, sin embargo, esta mutua comunicación del Padre al Hijo y del Hijo al Padre en el Espíritu Santo, y su común aliento de este Espíritu es totalmente un misterio de fe.  El Espíritu Santo es «Dios escondido» (Deusabsconditus).  

 Siendo un don interior en el que se unen el Padre y el Hijo, principalmente ha sido revelado a los hombres como don. Revelado por parte de Cristo, quien determino su Pasión y muerte como precio de este don para el hombre («sí Yo no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito: pero si me voy, os lo enviare») (Jesus).

Aquí pasamos ya de la «Trinitas theologica» a la «Trinitas oeconoica»: la actividad de las personas divinas en la obra de la salvación del hombre. El Espíritu Santo – por la Pasión y muerte del Hijo – se hace don para las almas: El Espíritu de verdad os guiará hasta la verdad completa, el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.  El Espíritu Santo es fuente de la santidad del hombre, y la santidad consiste en la verdad y el amor. En ellos se manifiesta la misma esencia de la «espiritualidad» y de la santidad, también a nivel del hombre. En cierto sentido sabemos más por la Revelación acerca del Espíritu Santo en el orden «económico» que en el orden «teológico». Sin embargo, también en el orden económico, es Deusabsconditus,. Mientras que el Hijo-Cristo constituye la «visibilidad» de Dios y su «historicidad», el Espíritu Santo nos introduce de nuevo en su« invisibilidad». Y eso siendo El ante todo acción eficacia, fructificación, sin entrar en el ámbito de nuestra visión. Su acción en el alma, tan eficaz y fundamental, es siempre acción del Invisible en lo invisible.  

  Juan Pablo II de las reflexiones en los Ejercicios espirituales del dia 12 de agosto de  1973.

Karol Wojtyla Juan Pablo II Estoy en tus manos Cuadernos personales 1962-2003, p.128/130, Grupo Editorial Planeta, 2014 

 


jueves, 7 de enero de 2021

EL CULTO A LA VIRGEN, SANTA MARÍA - Gaspar Calvo Moralejo, O.F.M.

 


Cuando el Concilio Vaticano II se refiere a María, la Madre del Señor, ensalzada sobre los ángeles y los hombres, afirma que es «justamente honrada por la Iglesia con un culto especial. Y... desde los tiempos más antiguos la Santísima Virgen es venerada con el título de Madre de Dios». Prosigue recordando que, a partir del Concilio de Efeso, «ha crecido maravillosamente el culto del Pueblo de Dios hacia María en veneración y en amor, en invocación e imitación, de acuerdo con las palabras proféticas: Todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso (Lc 1, 48-49)» 1 . Juan Pablo II, en su encíclica Redemptoris Materenseña que la vida cristiana, que se manifiesta en donación y entrega a María como respuesta confiada a su amor de Madre, es la dimensión mariana de un discípulo de Cristo .

 Con esta expresión se manifiesta que esa entrega a la Virgen se hace presente de un modo constante y permanente, como espiritualidad mariana, testimoniada en la devoción y en el culto. Y es un signo de la piedad o relación filial que con María le une. Cuando se quiere profundizar en el mejor conocimiento de lo que es en verdad el culto mariano, es preciso recordar que constituye una forma de veneración a la Virgen que proviene «de raíces profundas en la Palabra revelada y de sólidos fundamentos dogmáticos» 

 Consecuencia lógica de la verdadera fe de la Iglesia, el culto mariano se manifiesta a lo largo del tiempo como devoción a María, la Madre del Señor y una de las expresiones generalizadas del culto con que el pueblo creyente expresa a Dios su gratitud y alabanza. De ese culto que la Iglesia tributa a la Virgen puede afirmarse, al igual que de la devoción mariana, que se refiere siempre al Señor que en María se hace presente como en «una Verónica viviente» que lo recuerda. Ya que ella es «la imagen que reproduce a Cristo en el corazón humano y la refleja haciéndola perceptible en la contemplación del corazón ».

 Basado en la enseñanza de la Sagrada Escritura, el culto mariano manifiesta y refleja una forma de piedad y devoción a la Madre del Señor que ayuda a avanzar por el «itinerario de la fe», siguiendo el ejemplo y los pasos de María. Las enseñanzas del Vaticano II marcan las líneas precisas que ha de seguir el culto mariano y de cuanto es y significa en la vida de la Iglesia. Cristo, que está en ella siempre presente, asocia consigo de modo permanente a su Iglesia para que Dios sea glorificado y santificados los hombres. Lo que realiza de un modo particular, cuando en la acción litúrgica asocia consigo a su esposa la Iglesia, que «invoca a su Señor y por Él tributa culto al Padre Eterno» 5 . En este culto de la Iglesia, afirma el mismo Concilio en otro momento, María «es justamente honrada con un culto especial» ,  que  siempre ha existido y que justa y merecidamente se llama cristiano.

 «que el culto a la bienaventurada Virgen María tiene su razón última en el designio insondable y libre de Dios, el cual siendo caridad (1 Jn 4, 7-8), lleva a cabo todo según un designio de amor: la amó, y obró en ella maravillas (Lc 1, 49); la amó por sí mismo, la amó por nosotros; se la dio a sí mismo y la dio a nosotros» .

 La palabra culto, por otra parte, expresa la forma en que se manifiesta la virtud de la religión, por la que el hombre testimonia y reconoce la grandeza de Dios, su dominio y soberanía sobre todo cuanto existe, y la relación personal que une con Él al mismo hombre. Dicho reconocimiento, interior, vital por parte de la persona humana también se proyecta externamente mediante signos y palabras que están relacionados íntimamente con la diversidad de culturas en las que cada pueblo se expresa y que forman parte y constituyen una de sus peculiaridades distintivas.

 (TEXTOCOMPLETO)  Si no funciona buscarlo como texto:  :

EL CULTO A LA VIRGEN, SANTA MARÍA  - Gaspar Calvo Moralejo, O.F.M. y abre el enlace al pdf.

martes, 5 de enero de 2021

El símbolo de la estrella

 


Hoy, solemnidad de la Epifanía, que significa "manifestación", se propone de nuevo con vigor el tema de la luz. Hoy el Mesías, que se manifestó en Belén a humildes pastores de la región, sigue revelándose como luz de los pueblos de todos los tiempos y de todos los lugares. Para los Magos, que acudieron de Oriente a adorarlo, la luz del "rey de los judíos que ha nacido" (Mt 2, 2) toma la forma de un astro celeste, tan brillante que atrae su mirada y los guía hasta Jerusalén. Así, les hace seguir los indicios de las antiguas profecías mesiánicas: "De Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel..." (Nm 24, 17).

¡Cuán sugestivo es el símbolo de la estrella, que aparece en toda la iconografía de la Navidad y de la Epifanía! Aún hoy evoca profundos sentimientos, aunque como tantos otros signos de lo sagrado, a veces corre el riesgo de quedar desvirtuado por el uso consumista que se hace de él. Sin embargo, la estrella que contemplamos en el belén, situada en su contexto original, también habla a la mente y al corazón del hombre del tercer milenio. Habla al hombre secularizado, suscitando nuevamente en él la nostalgia de su condición de viandante que busca la verdad y anhela lo absoluto. La etimología misma del verbo desear —en latín, desiderare— evoca la experiencia de los navegantes, los cuales se orientan en la noche observando los astros, que en latín se llaman sidera.

3. ¿Quién no siente la necesidad de una "estrella" que lo guíe a lo largo de su camino en la tierra? Sienten esta necesidad tanto las personas como las naciones. A fin de satisfacer este anhelo de salvación universal, el Señor se eligió un pueblo que fuera estrella orientadora para "todos los linajes de la tierra" (Gn 12, 3). Con la encarnación de su Hijo, Dios extendió luego su elección a todos los demás pueblos, sin distinción de raza y cultura. Así nació la Iglesia, formada por hombres y mujeres que, "reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido el mensaje de la salvación para proponérselo a todos" (Gaudium et spes, 1).

(dela Homilía de Juan Pablo II para la solemnidad de la Epifanía 6 de enero de2002)

El misterio de la Creación

 


La esencia del misterio de la creación radica no solo en la vocación a la existencia partir de la nada. Mas plenamente se encuentra en la donación: el ser es don, en la creación se hace don. Y como don llega al hombre. Justamente en él la creación significa tal dinamismo de donación por parte del Creador que no se agota en la existencia, ni en la vida, ni aun en la semejanza de la naturaleza espiritual. Por medio de todo esto y por encima de todo esto. Dios obsequia al hombre Consigo mismo en tal sentido en el que únicamente puede existir donación en la amistad. El dinamismo de la creación alcanza la Gracia. A la vez, la amistad adquiere las características de una alianza: no puede haber amistad sin exigencias. Sea como fuere, el hombre es creado en la plenitud del dinamismo de la donación y el mismo queda, como hombre, atraído hasta la comunión (communio) con Dios (Adan y Eva), y esta comunión presupone un don y una donación mutua.  El pecado, la ruptura de la alianza, conlleva el ser arrancado de ese orden. La concupiscencia es en cierto modo un rechazo del don.

 La estructura de la creación como donación gratuita (de la nada) y el dinamismo de ahí resultante permiten introducir en nuestro pensar acerca del misterio un hilo evolucionista (la creación contiene en si misma un inmanente dirigirse hacia la plenitud).

 Pero sobre todo, este dinamismo de la creación (Gn 1-3) nos permite ver en ella, digamos, un derramamiento al exterior de ese amor con que el Padre abraza al Hijo, la Palabra. «Sin ella no se hizo nada de lo que existe». El misterio de la Creación tiene un rasgo trinitario y en una perspectiva ulterior, cristológico: «Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo». «Por Cristo, con Él y en Él, toda la creación – y sobre todo el hombre «volvió» al Padre.


Juan Pablo II de las reflexiones en los Ejercicios espirituales del dia 6 de julio de 1975.

Karol Wojtyla Juan Pablo II Estoy en tus manos Cuadernos personales 1962-2003, p.150/151, Grupo Editorial Planeta, 2014