Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 31 de enero de 2012

Jerzy Popieluszko Misas por la patria – recuerdos de Jean Offredo (3 de 4)


La última etapa  

El destino de Jerzy Popieluszko se detuvo aquel trágico viernes 19 de octubre en la ruta de Bydgoszcz a Varsovia, en algún lugar cercano de Torun. Como tan a menudo, el joven vicario de San Estanislao Kostka, iglesia situada en Zoliborz, afueras de Varsovia, había sido invitado a hablar fuera de sus fronteras parroquiales. Para los polacos, la palabra de ese pequeño sacerdote de 37 años, porte frágil y rostro dulce, era desde hacía cuatro años un soplo de libertad y esperanza.

Crueldad del destino: ese 19 de octubre, en Bydgoszcz, el tema de su sermón, de sus últimas palabras en público, fue el siguiente: “Se debe vencer el mal por medio del bien”…

Tras la misa y un breve almuerzo, Jerzy Popieluszko sube a su automóvil, un Volkswagen matriculado WUL 2473, conducido por el chofer de la parroquia, Waldemar Chrostowski.
Desde que parten son seguidos por un automóvil, estacionado hasta ese momento, con todos los faros encendidos, según un testigo. El drama, a la manera de una pésima novela policial, se anuda un poco más lejos, sobre la ruta Bydszcz-Torun, en el paraje donde el camino atraviesa un bosque, a la altura de la aldea de Przysieki.
El Fiat Polski de los “desconocidos” alcanza al Volkswagen del padre Popieluszko. Un policía de uniforme ordena al chofer detenerse y le pide que baje para someterse a un dosaje de alcohol. Waldemar Chrostowski obedece. Es inmediatamente aferrado y arrojado al asiento delantero del Fiat, donde los agresores lo esposan.
Tras amordazarlo, lo amenazan con la muerte si se da vuelta. Chrostowskioyeruidos de lucha y la voz de Jerzy Popieluszko, que exclama. “Pero, señores, ¿Qué hacen ustedes?  Después oye abrirse el baúl de un auto, donde arrojan un bulto pesado; el baúl se cierra. Y el coche parte como una tromba.
Algunos kilómetros más allá, llega la voz de los “desconocidos” desde la parte trasera: “Después de la aldea, el primer camino a la derecha”. Waldemar Chrostowski se juega el todo por el todo. Cuando el automóvil se desvía para pasar a otro en un sitio donde el tráfico se mezclan algunos transeúntes, salta del vehículo en marcha, rebota varias veces sobre la calzada, pero no pierde el conocimiento. Por efecto del impacto las esposas se sueltan -  ¿imprevisión de los secuestradores? – y queda libre de trabajas.
Dos hombres atareados en reparar una motocicleta lo levantan y lo llevan a un restaurante. Se pide socorro a la policía y al hospital más cercano. Llega en primer término la ambulancia. El médico accede al deseo de Waldemar Chrostowski de ser llevado ante todo a Torun, a casa de un sacerdote amigo, el padre Nowakowski, y después, junto con éste, al servicio de emergencia del hospital, donde ya lo esperan policías, unos de uniforme, otros de civil. Los médicos del hospital exigen prestarle los primeros auxilios antes de que sea llevado al interrogatorio.  Waldemar Chrostowski pasa por su p primer interrogatorio en el hospital mismo, durante dos horas, antes de ser transferido al hospital regional, dependiente del Ministerio de Interior. Gracias a èl se sabe todo lo que se sabe del secuestro del padre Popieluszko.
Al dìa siguiente reina intensa emoción en Polonia, al conocerse la noticia en Varsovia. En la iglesia de San Estanislao, miles de fieles se congregan para rezar. Aùn todos esperan que Jerzy les sea devuelto. Pronto se crea una comisión, de la que forman parte los principales responsables varsovianos de Solidaridad, como Seweryn Jaworski y Bronislaw Geremek.
De toda Polonia afluyen a San Estanislao testimonios de amistad y apoyo. En Gdansk, el padre Henryk Kankowski – o otra bestia negra para los poderosos de Varsovia, capellán de los Astilleros Lenin y amigo de Lecha Walesa declara:  “Acaba de ocurrir algo inaudito en la historia de Polonia, un acto extraño a nuestro pueblo”. Lech Walesa siente una fuerte conmoción. Se reúne con los delegados de las acerìas de Varsovia y otras empresas de la capital. Sin reflejar en el rostro la cólera y la emoción que lo embargan, exhorta a la calma y a la dignidad.
Se sigue siempre sin noticias de Jerzy Popieluszko…
El 22 de octubre, el secretario del episcopado polaco publica un comunicado: “El secuestro del padre Popieluszko suscita la más honda inquietud. Así como se teme por su vida, se teme que el secuestro se convierta en un arma en la lucha política. Las informaciones de que disponemos sobre las circunstancias del secuestro hacen pensar que sus autores obraron por motivos políticos.”
Precisamente por el lado político hay malestar, signo de que, en los estratos del poder, este pequeño episodio provoca una crisis. La televisión polaca  ha anunciado el secuestro: imposible silenciarlo por más tiempo.
El 23 de octubre, durante una conferencia de prensa, el vocero del gobierno, Jerzy Urban, declara que toda la policía de Polonia está en busca del padre Popieluszko.
El drama es llevado al plenario del Comité Central del Partido Obrero que se reúne días después. El general Jaruzelski promete: “Se hará toda la luz”.
El 25 de octubre, el cardenal primado Glemp, que acaba de efectuar una visita de tres días de duración a Berlín Oriental, que a pesar de todo no anuló, toma la palabra.”Sin noticias del padre Popieluszko, tememos que Polonia se haya convertido en teatro de  un asesinato análogo a los que se perpetraron en los países heridos por el terrorismo. Pedimos que no se omitan recursos para que se haga la luz sobre las causas, los instigadores  y las circunstancias de ese acto abominable”.
Que se haga la luz…..Al dìa siguiente, Jerzy Urban declara que ha sido arrestado un funcionario del Ministerio de Interior, Grzegorz P. El vocero gubernamental se vale de la ocasión para atacar a todos los que quieren, dice, explotar este asunto. Y para acusar a los ex dirigentes de Solidaridad de servirse del secuestro del padre Popieluszko para fines políticos adversos a las autoridades.
El sábado 27 de octubre, en el telenoticioso polaco de las 19.30, hay una sorpresa para Varsovia: el propio Ministerio de Interior, general Kiszczak, uno de los fieles al general Jaruzelski, aparece en pantalla. Tenso y crispado, revela los hombres de quienes secuestraron al sacerdote, sobre cuya suerte ya nadie se hace ilusiones. Sin embargo, hasta que sea encontrado el cadáver….
Los tres hombres no son oscuros esbirros: son tres funcionarios del servicio de seguridad del Ministerio de Interior, el ministerio mismo del general Kiszczac: el conocido Grzegorz P. ya anunciado por el vocero gubernamental, es el capitán Grzegorz Piotrowski, 33 años, jefe de servicio en el Departamento de Cultos del Ministerio, quien habrìa confesado que dio muerte al padre Popieluszko; el teniente Waldemar Chmielowski, 29 años, y el teniente Leszek Pekala,. 32 años. Es igualmente inculpado su jefe, el coronel Adam Pietruszka, vicedirector del Departamento de Cultos: se lo ha considerado instigador del crimen.
Inmediatamente se emprenden búsquedas en la región de Torun y de Wloclawek. El martes 30 de octubre cae la noticia como un machetazo: ha sido hallado el cadáver de Jerzy Popieluszko, no lejos de Wloclawek, en una esclusa del Vístula, esa arteria de sudor y sangre que irriga el cuerpo de Polonia.

Jerzy Popieluszko: EL CAMINO DE MI CRUZ Misas en Varsovia - Jean Offredo, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1985

domingo, 29 de enero de 2012

Jerzy Popieluszko Misas por la patria – recuerdos de Jean Offredo (2 de 4)

El camino de su cruz

“Cuando algunos le recomiendan cuidarse, tanto más a causa de su salud frágil, carcomida desde muchos meses atrás por la enfermedad, tanto más trabaja Jerzy, como si supiera que, de todos modos, no tiene nada que perder. El mismo lo decía: “Sí, a veces estoy fatigado. Me falta tiempo para servir a todos. Jamás tengo tiempo libre para mí mismo. Pero no siento ningún desánimo. Ya no podría limitar más mi acción pastoral a los confines de mi iglesia, por más que tantos “consejeros” me digan que un verdadero sacerdote polaco no debe abandonar los límites de su iglesia. Seguiré junto a los obreros tanto tiempo como pueda”.

Hasta último momento, hasta el momento en que los culpables confesaron, todos los que conocían a Jerzy Popieluszko seguían esperando. Y se preguntaban: pero, porque?

Para el poder del general Jaruzelski, esa muerte es una bofetada. Es el reconocimietno de que no controla a todas las fuerzas policiales, que, aprovechándose del estado de guerra y sus consecuencias, han constituido sus imperios particulares.

Para la Iglesia polaca, la muerte de Jerzy Popieluszko es una dura prueba. Todos los esfuerzos del cardenal Glemp por la moderación y la negociación son cada vez más controvertidos.

Para Solidaridad, el pare Popieluszko, fiel sostén moral y espiritual, ya es un mártir. Lech Walesa ha exhortado a sus amigos a la calma. Paradoja de la situación polaca: él, un simple particular a los ojos del gobierno, es quien junto con Solidaridad, un sindicato que oficialmente ya no existe, acude en ayuda del poder en apuros.

¿Quién entonces, gobierna en Varsovia? Hoy (* se plantea más que nunca esta pregunta brutal. Se planteará mientras el pueblo polaco, como todo otro pueblo que vive una situación similar, no pueda elegir libremente su destino.

Con motivo de las exequias de Jerzy Popieluszko, el sábado 3 de noviembre, gran número de leales a Solidaridad se congregaron en la iglesia de San Estanislao. El primado de Polonia cedió al pedido de los amigos de Jerzy, quien así recibió sepultura en el jardín cercano a su iglesia, tierra que ya es sitio de peregrinación. Las quinientas mil personas que asistieron a esa inhumación, con las banderas de Solidaridad y otras insignias al frente, tenían lágrimas en los ojos y apretaban los puños.

Multitud impresionante por su calma y su dignidad. “San Jorge, tu nos ayudarás a vencer al dragón rojo”, se leía en algún cartel. Alusión, desde luego, a la alegoría de San Jorge – Jerzy en polaco – que derrota al monstruo y es venerado desde entonces en todos los altares; esperanza de que también, algún día, sea beatificado Jerzy Popieluszko, pues el camino de su vida fue el de la rectitud y el de una fe profunda.

Jerzy Popieluszko murió atrozmente torturado y humillado en su carne. Cobarde crimen que jamás será olvidado.

Te mataron Jerzy, pero siempre sigues vivo.

Eras un hombre enamorado de la verdad.

Hicieron de ti un mártir de la libertad.

Peor para ellos.

Adiós, Jerzy.”

Jerzy Popieluszko: EL CAMINO DE MI CRUZ Misas en Varsovia - Jean Offredo, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1985


(*) tener en cuenta que el original del libro fue escrito inmediatamente después del asesinato de Popieluszko

sábado, 28 de enero de 2012

La reliquia de Juan Pablo II en Colombia

“Casi inmediatamente después de la beatificación, en el verano del año pasado, comenzó espontáneamente el fenómeno de la pellegrinatio de las reliquias del Beato en diversas realidades eclesiales. Las reliquias son un signo tangible de la presencia de los santos entre nosotros. La Iglesia permite su veneración porque son instrumentos que nos ayudan a orientar nuestras oraciones a Dios por intercesión de nuestros amigos los santos. De septiembre a diciembre de 2011 la cápsula que contiene un poco de sangre del Beato ha visitado la diócesis de Mexico.

Ahora la misma reliquia llega a Colombia. La sangre es símbolo de la vida, la vida donada por Dios y los hermanos. Su presencia nos recuerda la vocación de los cristianos a vivir gastándose en el amor por Dios y por el prójimo.”
Más noticias sobre la peregrinación de la reliquia de Juan Pablo II a Colombia en la página de la Causa de Postulación y Canonización de Juan Pablo II

y en mi post

La Diócesis de Ávila recibe la reliquia del Beato Juan Pablo II

Hoy sábado 28 de Enero 2012 la Diócesis de Ávila está de fiesta!



“Hoy sábado 28 enero 2012, Mons. Slawomir Oder tendrá en el Auditorio de la Caja Ávila (Pasaje Reyes Católicos) a las 17,30 h., una conferencia de preparación sobre “La nueva Evangelización en la vida y en el pensamiento de Juan Pablo II”

A las 19.00 h., S.E. Mons. Jesús García Burillo (Obispo de Ávila) presidirá la Santa Misa, en la S.A.I. Catedral del Salvador al término de la cual será posible venerar la Reliquia del Beato Juan Pablo II.

Juan Pablo II llegó a Ávila el 1 de noviembre de 1982 “para adorar la Sabiduría de Dios. Al final de este IV centenario de la muerte de Santa Teresa de Jesús, que fue hija singularmente amada de la Sabiduría divina”. Y se alegraba de poder hacerlo “en esta Ávila de Santa Teresa que la vio nacer y que conserva los recuerdos más entrañables de esta virgen de Castilla” para estrechar “todavía más mis vínculos de devoción hacia los Santos del Carmelo nacidos en estas tierras, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. En ellos no sólo admiro y venero a los maestros espirituales de mi vida interior, sino también a dos faros luminosos de la Iglesia en España, que han alumbrado con su doctrina espiritual los senderos de mi patria, Polonia, desde que al principio del siglo XVII llegaron a Cracovia los primeros hijos del Carmelo teresiano”. Un viaje que el Papa deseaba realizar desde hacía tiempo, y en el que repitió las palabras que escribió al principio de aquel año centenario: “Santa Teresa de Jesús está viva, su voz resuena todavía hoy en la Iglesia”.

Los abulenses y la diócesis de Ávila, en pleno camino hacia el V centenario del nacimiento de la Santa, reciben con agradecimiento este don de la reliquia del Beato Juan Pablo II que Mons. Oder ha querido hacer a esta diócesis, tierra de Santa Teresa y custodia de su Sabiduría. De este modo, la sangre del Beato continuará hablándonos del amor que animó toda su vida y que él nos ha dejado como testamento.”

viernes, 27 de enero de 2012

Jerzy Popieluszko Misas por la patria – recuerdos de Jean Offredo (1 de 4)

Recuerdos de Jean Offredo  (1 de 4)


“En Polonia es antigua la tradición de las “misas por la Patria”. Sobre todo en el siglo pasado, cuando Polonia era una “Nación sin Estado” y la Iglesia el último baluarte de la libertad y el último refugio de la condición polaca. La tradición sobrevivió, muy a menudo con un carácter clandestino, pues bajo la apariencia de las “plegarias” había también llamamientos a la lucha por la independencia del pueblo polaco.   Esa tradición fue vivida abiertamente durante un verano polaco en que recibió, si asì puede decirse, la bendición del papa Juan Pablo II, cuando proclamó en Cracovia el 10 de junio de 1979, en el curso de su primer viaje pontificio a Polonia: “Os ruego asumir toda esa herencia espiritual que lleva el nombre de Polonia: no dudar jamás, no desfallecer jamás, no renunciar jamás”.


Fue todo ello lo que condujo a monseñor Teofil Bogucki (*), cura de San Estanislao Kostka, a organizar desde octubre de 1980 en adelante, el último domingo de cada mes, una “misa por la Patria”. Iniciativa calurosamente recibida no sólo por los parroquianos habituales, sino también por toda la Polonia solidaria. Proclamado el estado de guerra, el padre Bogucki, confió a su joven vicario Jerzy Popieluszko la misión de animar estas misas, que adquirirían, sin duda alguna otra dimensión. Cada mes el padre Popieluszko, ayudado por sus amigos de la parroquia y la acería ofició pues esa “misa por la Patria. No sólo pronunciaba la homilía, sino que él mismo elegía los textos bíblicos y textos poéticos que eran leídos, en el curso del oficio, por actores célebres. Selección de textos que no era, por cierto, neutral.


Para comprender el pensamiento de Jerzy Popieluszko no hay que leer solamente sus homilías, pues éstas forman un todo con el resto de los textos escogidos para la liturgia. Por ello es que, al menos en lo que corresponde a un lapso de varios meses, en relación con los cuales ello nos pareció fundamental, ofrecemos en este libro el texto íntegro de las “misas por la Patria” de Jerzy Popieluszko, aunque pueda parecer recargado; yo lo apreciaba demasiado como para traicionarlo, o como para edulcorar lo que fue para él una razón de vivir. Y que terminó por ser también la razón de su muerte.


No bien empieza a hablar desde lo alto del púlpito, en febrero de 1982, atrae sobre sí mismo las iras de un poder que ve en él un “agitador y un excitado”, que señala “sesiones de odio”, en esas misas. En varias oportunidades, en la prensa polaca, incluso el vocero del gobierno, escribiendo con seudónimos, lo ataca sin ambages. Es que las misas de Jerzy atraen a multitudes. Rápidamente, millares de personas, fascinadas por la palabra sencilla y enérgica de ese joven vicario, se reúnen en Zoliborz el último domingo de cada mes. Parientes y amigos de confinados, militantes ocultos de Solidaridad ahora prohibida, jóvenes cristianos – y otros que no lo son – están allí en la iglesia, y también en el exterior, pues adentro el lugar no es suficiente, unidos por un mismo amor a una Polonia fraternal y libre. Jerzy Popieluszko denuncia los atentados contra los derechos humanos, la arbitrariedad de los confinamientos y las detenciones.


Sus homilías son grabadas en casetes y circulan de parroquia en parroquia, mucho más allá de Varsovia. La prensa clandestina de Solidaridad no tarda en retomar y difundir los textos de Jerzy Popieluszko, quien se asombra de la resonancia que tienen sus declaraciones y del furor que inspiran a las autoridades.


El 23 de septiembre de 1983, la cámara de justicia regional de Varsovia inicia una investigación: se lo acusa de abusar de la libertad de opinión y de religión, así como de “abuso del sacerdocio para fines políticos”. El 12 de diciembre es allanado su domicilio oficial, donde en realidad no vive, en la calle Chlodna, Varsovia. Encuentran panfletos clandestinos, explosivos, municiones! Lo ridículo de esa manipulación y el grosero montaje de esa provocación se vuelven finalmente contra sus autores. La verdad es que ese joven sacerdote es una molestia. El poder presiona también sobre la jerarquía católica y el cardenal Glemp para que se lo aparte de San Estanislao. Pero él no quiere irse: sabe que entre los allegados al primado de Polonia muchos piensan que va demasiado lejos. Pero Jerzy Popieluszko sabe que en Roma se lo aprecia, y persiste.   Predica, allí donde lo invitan, En Gdansk, en Czestochowa y en otras ciudades de Polonia. En Bydgoszcz toma la palabra por última vez.”



del libro Jerzy Popieluszko: EL CAMINO DE MI CRUZ Misas en Varsovia - Jean Offredo, Editorial Atlantida, Buenos Aires, 1985


(*) mentor espiritual de Jerzy Popieluszko. Despues de la muerte de Popieluszko el sacerdote Bogucki continuo con las Misas por la Patria. Murio en septiembre de 1987 y su tumba se encuentra al lado de la de Popieluszko, en la Iglesia de San Estanislao Kotska, Varsovia.

martes, 24 de enero de 2012

Nuestra Señora de Piekary, “Madre de la justicia y del amor social” (1 de 2)



Piekary…..otro lugar mariano en Polonia, tan querido por el Papa Juan Pablo II, es el Santuario dedicado a Nuestra Señora en Piekary Śląskie, en la región de Silesia, al sur de Polonia, al sur de Czestochowa (Jasna Gora) y al oeste de Cracovia

La parroquia data de 1303, cuando había allí una iglesia de madera en honor a San Bartolomé Apóstol. En el altar lateral se encontraba una pintura de autor desconocido de la Madre de Dios apoyando al Niño en su brazo izquierdo y en su mano derecha sosteniendo una manzana.

Capital espiritual de Silesia del norte, Piekary una región altamente industrial y una de las más densamente pobladas de Polonia,  se fue convirtiendo a través de los siglos en un lugar sagrado de peregrinación, culto y oración; tradicionales y famosas son las procesiones de hombres de todas las edades el último domingo de mayo de cada año.

El culto a Nuestra Señora comenzó relativamente tarde, recién a principios del siglo 17 cuando la imagen fue trasladada al altar principal. Entonces también comenzaron los milagros: retrocedió la peste de Tarnow, más tarde la de Praga. En 1680 el zar austriaco pidió que la imagen fuese trasladada a Praga donde se celebro una procesión por las calles de la ciudad. A partir de esa gracia el Arzobispo de Praga declaro el carácter sobrenatural de la pintura.

En 1683 el Papa Inocencio XI solicito al rey polaco Jan III Sobieski que interviniera para salvar a la Europa cristiana de las matanzas turcas. El rey, camino a Viena el 20 de agosto de 1683, se detuvo para orar en la iglesia de Piekary, participo de la Misa frente a la pintura de Nuestra Señora y pidió su intervención.

En 1702,  por razones de seguridad,  la pintura fue trasladada a Opole, donde permanece hasta hoy. Pero Piekary ya se había afirmado como lugar de peregrinación y en el altar principal se coloco una réplica de la pintura. Los peregrinos se siguieron acercando y se conocen numerosas gracias obtenidas. Como el culto se iba extendiendo la antigua Iglesia ya resultaba pequeña. Entonces el párroco Fr. Jan Nepomuceno Alojzy Ficek decidió emprender la construcción de una nueva más grande, que fue consagrada el El 22 de agosto de 1849 por el cardenal Melchior Diepenbrock obispo de Wroclaw. Mientras se construía la iglesia entre los años 1844 a 1849 se levantaron cuatro pequeñas capillas en cada rincón del predio donde se construía la iglesia, una de ellas en honor a Nuestra Señora y allí donde fue colocada la réplica del siglo 17.

El 1 de diciembre de 1962 a a esta preciosa Iglesia le fue otorgado el titulo de Basílica Menor por el Papa Juan XXIII.

En 1965 el Arzobispo Karol Wojtyla fue invitado a predicar - por primera vez - el último domingo de mayo cuando se celebraba la procesión de hombres, y a partir de entonces tradicionalmente todos los años hasta 1978.  Karol Wojtyla consideraba a Nuestra Señora de Piekary la patrona especial de su nombramiento al cardenalato (Boniecki)

De la misma manera que lo hacía a partir de 1965 en su natal Polonia, durante su pontificado Juan Pablo II nunca olvidó la tradicional peregrinación de hombres, ni siquiera en mayo de 1981, enviando todos los años mensajes escritos o grabados, o telegramas. El 31 de mayo de 1981, después del intento de asesinato y en tiempos difíciles de Polonia cuando los obreros se jugaban la vida en defensa de la libertad, Juan Pablo II dirigió un mensaje radiofónico a esa comunidad que conocía tan bien y llevaba “en lo hondo del corazón”,  y lo hacía con palabras que aquellos hombres polacos reunidos en el Santuario de Piekary sabrían leer muy bien,  dada la particular situación de Polonia entonces.

En su primer viaje a Polonia en 1979 el Papa Juan Pablo II se encontró personalmente con estos “hombres del trabajo duro” - como el los llamaba - en Jasna Gora. Como recuerdo de ese encuentro, el Papa donó la estola papal a la Virgen de Piekary. El Obispo del lugar le dijo entonces: ” Esta estola la vamos a conservar para que Usted la use cuando venga a Piekary”. 

Cuatro años más tarde en 1983 la promesa efectivamente se realizó pero el encuentro no pudo ser en Piekary porque no hubiese podido contener la multitud que se esperaba y tuvo lugar en Katowice, donde fue llevada la imagen de la Virgen.  Durante la celebración el Santo Padre Juan Pablo II le otorgo a Nuestra Señora de Piekary el título de “Madre de la justicia y del amor social” y le ofreció un Rosario de oro.

En su viaje apostólico de 1999 a Polonia en su homilia en Gliwice Juan Pablo II  (Silesia a unos 20 km al oeste de Katowice) recordaba con cariño a Piekary: “Todo el pueblo de Silesia me es muy querido. Como arzobispo metropolitano de Cracovia cada año iba en peregrinación a la Virgen de Piekary y allí nos reuníamos para orar en común. Apreciaba mucho cada invitación. Siempre era para mí una experiencia profunda.”


En Levantaos Vamos Juan Pablo II cuenta de sus visitas a los obispos de Silesia y recuerda que: “Les veía regularmente el último domingo de mayo, en el Santuario de Nuestra Señora de Piekary, donde precisamente aquel día confluía la gran peregrinación de los hombres. El obispo Bednorz me invitaba constantemente para las homilías. El último domingo de mayo era todo un acontecimiento: aquella peregrinación de mineros que se formaba era como un testimonio especial en la República Popular de Polonia. Los presentes esperaban el sermón y subrayaban con aplausos cada afirmación en la que advirtieran oposición a alguna línea discutible de la política que seguía el gobierno en materia religiosa o moral, por ejemplo, la línea sobre la cuestión del descanso festivo los domingos. A este propósito, en Silesia ha quedado el dicho del obispo Bednorz: El domingo es de Dios y nuestro. Al término de las celebraciones, el obispo Bernorz solía dirigirse a mí para decirme: Entonces, le esperamos el próximo año para otra homilía del mismo estilo. Los de Piekary, con su grandiosa peregrinación, son para mí un admirable testimonio que tiene en sí mismo algo de extraordinario.”

Benedicto XVI : “la relación entre el silencio y la palabra”

Con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones 2012 que se celebrará el próximo 20 de mayo, el Santo Padre Benedicto XVI ha dado a conocer hoy - día que recordamos el Santo patrono de escritores y periodistas San Francisco de Sales – su Mensaje destinado a la Jornada. Un Mensaje que verdaderamente no tiene desperdicio donde el Papa quiere “compartir algunas reflexiones acerca del “Silencio y Palabra” también como “camino de evangelización”.

“El Silencio y la palabra – dice el Santo Padre - dos momentos de la comunicación que deben equilibrarse, alternarse e integrarse para obtener un auténtico diálogo y una profunda cercanía entre las personas. Cuando palabra y silencio se excluyen mutuamente, la comunicación se deteriora…sin embargo, cuando se integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado.”

El Papa reconoce la importancia de las redes sociales y el complejo y variado mundo de la comunicación donde, “emerge la preocupación de muchos hacia las preguntas últimas de la existencia humana: ¿quién soy yo?, ¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar?” y nos invita “también a encontrar espacios de silencio, ocasiones de oración, meditación y de compartir la Palabra de Dios.”

“El Dios de la revelación bíblica habla también sin palabras – dice el Papa - “Como pone de manifiesto la cruz de Cristo, Dios habla por medio de su silencio. El silencio de Dios, la experiencia de la lejanía del Omnipotente y Padre, es una etapa decisiva en el camino terreno del Hijo de Dios, Palabra encarnada… El silencio de Dios prolonga sus palabras precedentes. En esos momentos de oscuridad, habla en el misterio de su silencio” (Exhort. ap. Verbum Domini, 21). En el silencio de la cruz habla la elocuencia del amor de Dios vivido hasta el don supremo…

En la contemplación silenciosa emerge asimismo, todavía más fuerte, aquella Palabra eterna por medio de la cual se hizo el mundo, y se percibe aquel designio de salvación que Dios realiza a través de palabras y gestos en toda la historia de la humanidad.

La pregunta fundamental sobre el sentido del hombre encuentra en el Misterio de Cristo la respuesta capaz de dar paz a la inquietud del corazón humano. Es de este Misterio de donde nace la misión de la Iglesia, y es este Misterio el que impulsa a los cristianos a ser mensajeros de esperanza y de salvación, testigos de aquel amor que promueve la dignidad del hombre y que construye la justicia y la paz.

“Palabra y silencio” termina el Mensaje del Papa recalcando la importancia de los medios de comunicación social en la obra de evangelización:

“Aprender a comunicar quiere decir aprender a escuchar, a contemplar, además de hablar, y esto es especialmente importante para los agentes de la evangelización: silencio y palabra son elementos esenciales e integrantes de la acción comunicativa de la Iglesia, para un renovado anuncio de Cristo en el mundo contemporáneo. A María, cuyo silencio “escucha y hace florecer la Palabra” (Oración para el ágora de los jóvenes italianos en Loreto, 1-2 de septiembre 2007), confío toda la obra de evangelización que la Iglesia realiza a través de los medios de comunicación social.”

domingo, 22 de enero de 2012

Wanda Poltawska: Las manos

“En el prado, había un arroyo que tuvimos que atravesar saltando. También se podía ayudar a alguien cogiéndole de la mano….Pero esa mano tenía que ser fuerte.

Manos fuertes. Reflexión sobre….las manos. El mundo entregado en las manos de los hombres. Las manos pueden dar apoyo y seguridad, por lo que se puede decir que son un refugio. ¿Cómo son esas manos? Me venían recuerdos malos, que regresaban con insistencia. Hablamos de ello.

Aquella tarde, el tema fueron las manos, y después, vino un último pensamiento: que tal vez a través del ser humano las mejores manos, las manos de Dios, llegan al ser humano. La mano fuerte cálida, pura y segura, con gestos inequívocos. El significado de las manos, el significado de los actos, un significado profundamente escondido dentro de nosotros.”

Wanda Poltawska: Diario de una amistad, la familia Poltawski y Karol Wojtyla, San Pablo, 2011

viernes, 20 de enero de 2012

Beato Jerzy Popieluszko: Seamos fieles a la verdad

“Para permanecer con el alma libre, es necesario vivir en la verdad. Vivir en la verdad significa dar testimonio de ella, es reivindicarla y reconocerla en toda situación. La verdad es inmutable. No se la puede destruir mediante decisiones o decretos. La esclavitud consiste, para nosotros, justamente en eso. En que nos sometemos cada día a la mentira. No protestamos, nos callamos, o bien simulamos creer. Entonces, vivimos en la mentira. El testimonio valeroso de la verdad es un camino que lleva directamente a la libertad. El hombre que da testimonio de la verdad es un hombre libre incluso en condiciones exteriores de esclavitud, incluso en un campo de confinamiento, en una cárcel.

[…]

El problema esencial, para la liberación del hombre y de la Nación, es vencer el miedo. Pues el miedo nace de la amenaza. Tenemos miedo al sufrimiento, miedo a perder un bien, a perder la libertad, la salud. O un empleo. En esa forma obramos contra nuestra conciencia, que es un índice de la verdad. Superamos el miedo cuando aceptamos el sufrimiento, o la pérdida de algo, en nombre de valores superiores. Si la verdad llega a ser para nosotros un valor por el cual aceptamos sufrir y correr riesgos, superamos el miedo, causa directa de nuestra esclavitud. Cristo lo recordó màs de una vez a sus discípulos. “No temáis. No temáis a los que matan el cuerpo pues no pueden hacer otra cosa…”

[…]

Tenemos vocación por la verdad, estamos llamados a dar testimonio, con nuestra vida, de la verdad. “Y conoceréis la verdad”, dice Cristo y la verdad os hará libres”. Seamos pues fieles a la verdad.



Beato Jerzy Popieluszko: Homilía octubre de 1982 de sus “Misas por la patria”, Jerzy Popieluszko : El camino de mi cruz – Misas en Varsovia, Atlántida,  Buenos Aires 1985)

jueves, 19 de enero de 2012

Juan Pablo II y el “vínculo misterioso de amor” de Kalwaria Zebrzydowska (3) Oración y despedida

Era su “despedida” de aquel Santuario tan querido, tan unido a sus primeros años de vida en la natal wadowice (Kalwaria queda a tan solo a 14 kms de Wadowice) a sus primeras peregrinaciones a aquel lugar sagrado, a sus “conversaciones” con Maria cuando buscaba amparo y consejo “Este itinerario desde niño, y más aún como sacerdote y como obispo, me llevaba frecuentemente por los senderos marianos de Kalwaria Zebrzydowska. Kalwaria es el principal santuario mariano de la Archidiócesis de Cracovia. Iba allí con frecuencia y caminaba en solitario por aquellas sendas presentando en la oración al Señor los diferentes problemas de la Iglesia, sobre todo en el difícil período que se vivía bajo el comunismo.” (Don y Misterio)


En su homilía con motivo del último viaje a Polonia el beato Juan Pablo II nos invitaba a comprender ese “vinculo misterioso de amor” que lo unía a su Madre y a la Madre de todos



"Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Dirige, oh Señora de las gracias, tu mirada a este pueblo que desde hace siglos permanece fiel a ti y a tu Hijo.


Dirige la mirada a esta nación, que siempre ha puesto su esperanza en tu amor de Madre.

Dirige a nosotros la mirada, esos tus ojos misericordiosos, y obtennos lo que tus hijos más necesitan.

Abre el corazón de los ricos a las necesidades de los pobres y de los que sufren.

Haz que los desempleados encuentren trabajo.

Ayuda a los que se han quedado en la calle a encontrar una vivienda.

Dona a las familias el amor que permite superar todas las dificultades.

Indica a los jóvenes el camino y las perspectivas para el futuro.

Envuelve a los niños con el manto de tu protección, para que no sufran escándalo.

Anima a las comunidades religiosas con la gracia de la fe, de la esperanza y de la caridad.

Haz que los sacerdotes sigan las huellas de tu Hijo dando cada día la vida por las ovejas.

Obtén para los obispos la luz del Espíritu Santo, para que guíen la Iglesia en estas tierras hacia el reino de tu Hijo por un camino único y recto.

Madre santísima, nuestra Señora de Kalwaria, obtén también para mí las fuerzas del cuerpo y del espíritu, para que pueda cumplir hasta el fin la misión que me ha encomendado el Resucitado.

En ti pongo todos los frutos de mi vida y de mi ministerio; a ti encomiendo el destino de la Iglesia; a ti entrego mi nación; en ti confío y te declaro una vez más: Totus tuus, Maria! Totus tuus. Amén.

(Palabras del Santo Padre al final de la misa en el santuario de Kalwaria)

Está a punto de concluir mi peregrinación a Polonia, a Cracovia. Me alegra que esta visita culmine precisamente en Kalwaria, a los pies de María. Una vez más deseo encomendar a su protección a vosotros, aquí reunidos, a la Iglesia en Polonia y a todos los compatriotas. Que su amor sea fuente de abundantes gracias para nuestro país y para sus habitantes.

Cuando visité este santuario en 1979, os pedí que orarais por mí mientras viva y después de mi muerte. Hoy os doy las gracias a vosotros y a todos los peregrinos de Kalwaria por estas oraciones, por el apoyo espiritual que recibo continuamente. Y sigo pidiéndoos: no dejéis de orar -lo repito una vez más- mientras viva y después de mi muerte. Y yo, como siempre, os pagaré vuestra benevolencia encomendándoos a todos a Cristo misericordioso y a su Madre.

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Juan Pablo II y el “vínculo misterioso de amor” de Kalwaria Zebrzydowska (2)

Era su “despedida” de aquel Santuario tan querido, tan unido a sus primeros años de vida en la natal wadowice (Kalwaria queda a tan solo a 14 kms de Wadowice) a sus primeras peregrinaciones a aquel lugar sagrado, a sus “conversaciones” con Maria cuando buscaba amparo y consejo “Este itinerario desde niño, y más aún como sacerdote y como obispo, me llevaba frecuentemente por los senderos marianos de Kalwaria Zebrzydowska. Kalwaria es el principal santuario mariano de la Archidiócesis de Cracovia. Iba allí con frecuencia y caminaba en solitario por aquellas sendas presentando en la oración al Señor los diferentes problemas de la Iglesia, sobre todo en el difícil período que se vivía bajo el comunismo.” (Don y Misterio)


En su homilía con motivo del último viaje a Polonia el beato Juan Pablo II nos invitaba a comprender ese “vinculo misterioso de amor” que lo unía a su Madre y a la Madre de todos.


El vínculo misterioso de amor - ¡Cuán espléndidamente lo expresa este lugar! La historia afirma que, a comienzos del siglo XVII, Mikolaj Zebrzydowski, fundador del santuario, puso los cimientos para construir la capilla del Gólgota, según el modelo de la iglesia de la Crucifixión de Jerusalén. De ese modo, deseaba sobre todo hacer que el misterio de la pasión y la muerte de Cristo fuera más cercano a sí mismo y a los demás. Sin embargo, más tarde, proyectando la construcción de las calles de la pasión del Señor, desde el cenáculo hasta el sepulcro de Cristo, impulsado por la devoción mariana y la inspiración de Dios, quiso poner en aquel itinerario algunas capillas que evocaran los acontecimientos de María. Así surgieron otros senderos y una nueva práctica religiosa, en cierto modo como complemento del vía crucis: la devoción llamada vía de la compasión de la Madre de Dios y de todas las mujeres que sufrieron juntamente con ella. Desde hace cuatro siglos se suceden generaciones de peregrinos que recorren aquí las huellas del Redentor y de su Madre, tomando abundantemente de ese amor que resistió a los sufrimientos y a la muerte, y culminó en la gloria del cielo.  

Durante estos siglos, los peregrinos han estado acompañados fielmente por los padres Franciscanos, llamados "Bernardinos", encargados de la asistencia espiritual del santuario de Kalwaria. Hoy quiero expresarles mi gratitud por esta predilección por Cristo que padeció, y por su Madre, que compadeció; una predilección que con fervor y entrega infunden en el corazón de los peregrinos. Amadísimos padres y hermanos "Bernardinos", que Dios os bendiga en este ministerio, ahora y en el futuro.

4. En 1641 el santuario de Kalwaria fue enriquecido con un don particular. La Providencia dirigió hacia Kalwaria los pasos de Stanislaw Paszkowski, de Brzezie, para que encomendara a la custodia de los padres "Bernardinos" la imagen de la Madre santísima, ya famosa por sus gracias cuando se hallaba en la capilla de familia. Desde entonces, y especialmente desde el día de la coronación, realizada en 1887 por el obispo de Cracovia Albin Sas Dunajewski, con el beneplácito del Papa León XIII, los peregrinos terminan su peregrinación por las sendas delante de ella. Al inicio venían aquí de todas las partes de Polonia, pero también de Lituania, de la Rus', de Eslovaquia, de Bohemia, de Hungría, de Moravia y de Alemania. Se han encariñado particularmente con ella los habitantes de Silesia, que han ofrecido la corona a Jesús y, desde el día de la coronación, todos los años participan en la procesión el día de la Asunción de la santísima Virgen María.

¡Cuán importante ha sido este lugar para la Polonia dividida por las reparticiones! Lo expresó monseñor Dunajewski, que posteriormente llegó a ser cardenal, durante la coronación, rezando así: "En este día María fue elevada al cielo y coronada. Al celebrarse el aniversario de este día, todos los santos ponen sus coronas a los pies de su Reina, y también hoy el pueblo polaco trae las coronas de oro, para que las manos del obispo las pongan sobre la frente de María en esta imagen milagrosa. Recompénsanos por esto, oh Madre, para que seamos uno entre nosotros y contigo".

Así rezaba por la unificación de la Polonia dividida. Hoy, después de que ha llegado a ser una unidad territorial y nacional, las palabras de aquel pastor no sólo conservan su actualidad, sino que, además, adquieren un significado nuevo. Es preciso repetirlas hoy, pidiendo a María que nos obtenga la unidad de la fe, la unidad del espíritu y del pensamiento, la unidad de las familias y la unidad social. Por esto ruego hoy con vosotros: haz, oh Madre de Kalwaria, "que seamos uno entre nosotros y contigo".

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martes, 17 de enero de 2012

Juan Pablo II y el “vínculo misterioso de amor” de Kalwaria Zebrzydowska (1)

Era su “despedida” de aquel Santuario tan querido, tan unido a sus primeros años de vida en la natal Wadowice (Kalwaria queda a tan solo 14 kms) a sus primeras peregrinaciones a aquel lugar sagrado, a sus “conversaciones” con Maria cuando buscaba amparo y consejo “Este itinerario desde niño, y más aún como sacerdote y como obispo, me llevaba frecuentemente por los senderos marianos de Kalwaria Zebrzydowska. Kalwaria es el principal santuario mariano de la Archidiócesis de Cracovia. Iba allí con frecuencia y caminaba en solitario por aquellas sendas presentando en la oración al Señor los diferentes problemas de la Iglesia, sobre todo en el difícil período que se vivía bajo el comunismo.” (Don y Misterio)

En su homilía con motivo del último viaje a Polonia en el Santuario de Kalwaria el beato Juan Pablo II nos invitaba a comprender ese “vinculo misterioso de amor” que lo unía a su Madre y a la Madre de todos.

“Vengo hoy a este santuario como peregrino, como venía cuando era niño y en edad juvenil. Me presento ante la Virgen de Kalwaria al igual que cuando venía como obispo de Cracovia para encomendarle los problemas de la archidiócesis y de quienes Dios había confiado a mi cuidado pastoral. Vengo aquí y, como entonces, repito: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia.

¡Cuántas veces he experimentado que la Madre del Hijo de Dios dirige sus ojos misericordiosos a las preocupaciones del hombre afligido y le obtiene la gracia de resolver problemas difíciles, y él, pobre de fuerzas, se asombra por la fuerza y la sabiduría de la Providencia divina! ¿No lo han experimentado, acaso, también generaciones enteras de peregrinos que acuden aquí desde hace cuatrocientos años? Ciertamente sí. De lo contrario, no tendría lugar hoy esta celebración. No estaríais aquí vosotros, queridos hermanos, que recorréis los senderos de Kalwaria, siguiendo las huellas de la pasión y de la cruz de Cristo y el itinerario de la compasión y de la gloria de su Madre. Este lugar, de modo admirable, ayuda al corazón y a la mente a penetrar en el misterio del vínculo que unió al Salvador que padecía y a su Madre que compadecía. En el centro de este misterio de amor, el que viene aquí se encuentra a sí mismo, encuentra su vida, su cotidianidad, su debilidad y, al mismo tiempo, la fuerza de la fe y de la esperanza: la fuerza que brota de la convicción de que la Madre no abandona al hijo en la desventura, sino que lo conduce a su Hijo y lo encomienda a su misericordia.

2. "Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena" (Jn 19, 25). Aquella que estaba unida al Hijo de Dios por vínculos de sangre y de amor materno, allí, al pie de la cruz, vivía esa unión en el sufrimiento. Ella sola, a pesar del dolor del corazón de madre, sabía que ese sufrimiento tenía un sentido. Tenía confianza -confianza a pesar de todo- en que se estaba cumpliendo la antigua promesa: "Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras tú acechas su calcañar" (Gn 3, 15). Y su confianza fue confirmada cuando el Hijo agonizante se dirigió a ella: "¡Mujer!".

En aquel momento, al pie de la cruz, ¿podía esperar que tres días después la promesa de Dios se cumpliría? Esto será siempre un secreto de su corazón. Sin embargo, sabemos una cosa: ella, la primera entre todos los seres humanos, participó en la gloria del Hijo resucitado. Ella -como creemos y profesamos-, fue elevada al cielo en cuerpo y alma para experimentar la unión en la gloria, para alegrarse junto al Hijo por los frutos de la Misericordia divina y obtenerlos para los que buscan refugio en ella.

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domingo, 15 de enero de 2012

Wanda Poltawska: Dispuestas al martirio

En su viaje apostólico a Polonia en junio de 1999 el beato Juan Pablo II beatifico en Varsovia a “108 mártires, clérigos y laicos polacos… un testimonio de la victoria de Cristo, el don que devuelve la esperanza.”

En Polonia han sido exhaustivas las investigaciones y son numerosísimos los documentos existentes acerca de aquella época oscura de persecuciones y terror y abundan los mártires desconocidos. No sabemos tanto, en cambio, acerca de aquellos dispuestos a dar su vida por el otro.

Wanda Poltawska en su precioso libro Diario de una amistad, la familia Poltawski y Karol Wojtyla, una especie de diario hecho reflexión (que recién comienzo a leer cuidadosamente) testimonia un momento particular de su vida en el campo de concentración de mujeres en Ravensbrück. Nos revela que solo lloro dos veces durante su reclusión, una por desesperación y otra de felicidad y nos cuenta:

“Era enero de 1945. Los alemanes estaban perdiendo la guerra, pero en Ravensbrück todo seguía igual, e incluso peor, porque de la “Scheibstube”, (Oficina) llegó la noticia secreta que iban a aniquilar a las “conejillas de Indias”: a nosotras, las chicas con números del séptimo millar, que fuimos utilizadas para operaciones quirúrgicas experimentales, las chicas del convoy de Lublin, estábamos todas condenadas a muerte.

Al día siguiente seríamos ejecutadas. Esta noticia estremeció a todo el mundo....

En este momento, me viene a la memoria una persona: Władka Dąbrowska, mi amiga del alma, cuyo nombre no revelé entonces porque ella no lo quiso – todavía vivía – pero ahora que ella ya descansa en el sueño eterno puedo hacerlo.

Władka se me acercó entonces con la propuesta de cambiar los números. Władka no había sido operada y, al día siguiente, sólo nosotras, las “conejillas de Indias” de Ravensbrück, debíamos ser enviadas a la cámara de gas. Se inventó toda una historia que no me creí, que tenía cáncer y que, por consiguiente, no sobreviviría mucho tiempo, y que yo era joven y tenía que dar testimonio sobre la verdad de lo que allí había ocurrido, que tenía que regresar…

Y precisamente por ese motivo lloré toda la noche. Entonces también descubrí el abrazo de hermana de aquella mujer mayor que yo, y en sus brazos, lloré de alegría, de que fuese tal y como era.

No, no acepté su sacrifico, pero Władka se presentó igualmente a la mañana siguiente, cuando pasaron lista, con el número de Krysia, una de las “conejillas de Indias” más jóvenes.

No hubo ejecución, pero así actuaron Władka y otra mujer, una mujer noruega mayor, cuyo nombre no recuerdo, pero que también estuvo dispuesta a hacer el mismo sacrificio y que se colocó en la fila con el número de nuestra “conejilla” más joven, Basia Pietrzyk. ¡Què noche de felicidad la del 5 de enero de 1945 en un campo de concentración terrible!

sábado, 14 de enero de 2012

Recordando el 14 de enero de 2011

Hoy se cumple un año de aquella noticia tan esperada….

Al hacerse pública hizo latir millones de corazones en todos los continentes y hoy recordamos con alegría el gozo tan especial de aquel momento que tanto ansiábamos.

La radio Vaticana anunciaba el 14 de enero de 2011:

“Juan Pablo II será beatificado el próximo primero de mayo, primer domingo después de Pascua, domingo de la Misericordia, la misma fiesta en la que falleció. La solemne ceremonia en el Vaticano será presidida por Benedicto XVI”.

Noticia que el Santo Padre Benedicto XVI confirmó en el Ángelus del 16 de enero en la Plaza San Pedro.

“¡Dichoso tú, amado Papa Juan Pablo, porque has creído! Te rogamos que continúes sosteniendo desde el Cielo la fe del Pueblo de Dios. Desde el Palacio nos has bendecido muchas veces en esta Plaza. Hoy te rogamos: Santo Padre: bendícenos.” (Benedicto XVI homilía de la beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II)

Oración de Juan Pablo II ante el muro occidental de Jerusalén

(Recordando con cariño a Susy, compañera de estudios,  con quien he perdido contacto….)


Dios de nuestros padres,
tú has elegido a Abraham y a su descendencia
para que tu Nombre fuera dado a conocer a las naciones:
nos duele profundamente el comportamiento de cuantos,
en el curso de la historia, han hecho sufrir a estos tus hijos,
y, a la vez que te pedimos perdón, queremos comprometernos
en una auténtica fraternidad
con el pueblo de la alianza.

R. Amén.

Domingo 26 de marzo de 2000

Enero 2012


(el calendario me llego un poco atrasado, mil disculpas a quienes lo esperaban;)

Calendario Postulacion 2012

El calendario de la Postulación para la Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Juan Pablo II correspondiente al año 2012, lleva esta cita:

“No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón: esto es lo que quiero anunciar en este Mensaje a creyentes y no creyentes a los hombres y mujeres de buena voluntad, que se preocupan por el bien de la familia humana y por su futuro


 (XXXV Jornada mundial de la Paz, 1 de Enero de 2002)

viernes, 13 de enero de 2012

La reliquia de Juan Pablo II peregrina a Colombia

Vengo a compartir vuestra fe, vuestros afanes, sufrimientos y esperanzas”.

Con estas palabras del Beato Juan Pablo II expresadas en el aeropuerto «Eldorado» de Bogotá el 1 de julio de 1986, se anuncia la grata noticia de la llegada a Colombia de la reliquia del amado Papa Juan Pablo II.

La de 1986 fue su única visita a Colombia, pero no había sido la única visita de un Papa pues había sido precedido por Pablo VI en 1968 con ocasión de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.

La reliquia de Juan Pablo II será traída desde Roma el próximo 20 de enero, por el Postulador de la Causa de Beatificación y Canonización de Juan Pablo II,  Mons. Slawomir Oder. (*)

A las 12.00 del 20 de enero se celebrará una Eucaristía solemne en la Catedral, donde la reliquia permanecerá para ser venerada hasta las 18.00 hs. A partir de esa hora tendrá lugar la veneración nocturna en trasmisión directa hasta las 06.00 del día sábado.
El sábado 21 de enero la reliquia se trasladara a la Parroquia Maria Reina de Bogotá, donde a las 09.00 am se celebrara la Eucaristía.
Se había anunciado que visitaría la ciudad de Cartago el dia 22, visita que, sin embargo, no figura en el póster publicado.

Aparentemente hace unos meses atrás se esperaba que llegase a Colombia la reliquia que peregrinó por México; finalmente fue decidido que aquella reliquia quedase en el Santuario de Guadalupe.  Colombia honrará ahora una reliquia "peregrina".
“Para los cientos de colombianos que han resultado víctimas de la violencia que vive el país, la llegada a Colombia de la Reliquia del Beato Juan Pablo II desde Roma, representará un acto simbólico y de trascendencia religiosa al ofrendar su propio dolor, como un acto de reparación espiritual.
La Peregrinación de la Reliquia de S.S. el Beato Juan Pablo II, se llevará a cabo gracias a la gestión realizada por un grupo de laicos liderado por Diana Sofía Giraldo, con el apoyo de la Conferencia Episcopal, la Catedral Primada de Colombia, la Fundación Víctimas Visibles y la Universidad Sergio Arboleda.” (Universidad Sergio Arboleda)

(*) Mons. Slawomir Oder, declarado Invitado de honor, que ya estuvo en Colombia con ocasión del Congreso Internacional en 2010, además de ser el Postulador de la Causa del Beato Juan Pablo II es Presidente del Tribunal de Apelación de la Oficina Legal del Vicariato de Roma y párroco de la Iglesia Maria Inmaculada de Roma. Con ocasión de esta visita Mons. Oder ofrecerá una meditación sobre el sufrimiento y presentará su libro Porque es santo con testimonios de la vida del Beato Juan Pablo II.

Invito visitar la página de la Catedral Primada.
y su Facebook

jueves, 12 de enero de 2012

Jerzy Popieluszko “La violencia es prueba de debilidad”

No hay que luchar mediante la violencia. La violencia no es una prueba de fuerza, sino de debilidad. Aquel que no acierta a vencer mediante el corazón o la razón, trata de vencer con la violencia. Pero cada manifestación de la violencia es una prueba de inferioridad moral. Los combates más maravillosos y más perdurables que recuerda la humanidad, que recuerda la historia, son los combates del pensamiento humano. Los más desdeñables y los mas perecederos son los combates de la violencia. La idea que para durar necesita armas, muere por si misma. La idea que solo puede  mantenerse por la compulsión, es una idea desencaminada. La idea capaz de vivir triunfa por sí sola. Millones de hombres la siguen espontáneamente.” 
(Jerzy Popieluszko Homilía diciembre de 1982 “Misas por la patria”)
El próximo 27 de enero próximo se estrena en España la película «Popieluszko, la libertad está en nosotros».
“POPIEŁUSZKO es una historia verdadera, a la vez que romántica, sobre las raíces de la libertad, de la que ahora goza toda Europa Central. Es la historia del fantástico periodo de SOLIDARNOŚĆ, de la vergüenza de la ley marcial y de los crímenes del régimen en la Polonia de los años 80. Buscaba despertar la curiosidad en los jóvenes sobre nuestra historia más reciente como un período fascinante, dramático pero a la vez lleno de esperanzas y promesas. Me he puesto un deber artístico no muy a la moda: hacer una película sobre un hombre bueno, que combate sin violencia contra la falsedad. Comprendí que la suerte de esta película, dependería de mi capacidad para saber contar la verdad. He tratado de mostrar aquí, la dificultad con la que luchó el Padre Jerzy Popiełuszko, que venció su propio miedo para dar fuerzas a los demás. La de POPIEŁUSZKO es una simple y dolorosa historia real de los tiempos en los que podíamos darnos cuenta de lo que estaba bien y lo que estaba mal. Creo que no está fuera de tono una nota de nostalgia para aquella capacidad de discernimiento. “No tuve la oportunidad de conocer en persona al Padre Popiełuszko. Tenía apenas 10 años cuando participé en su funeral, fue una experiencia nueva de libertad y comunión. Volviendo a casa, a travesando las calles de Varsovia, recuerdo que pensaba mucho en el Padre Jerzy. Me preguntaba si yo habría sido capaz de sacrificar, como él, mi propia vida por la Verdad. Venía a mi mente como un gran héroe, casi como si fuese un ser de otro mundo. Hoy, en cambio, que tengo la misma edad que él cuando fue asesinado, veo al Padre Jerzy como uno de nosotros que, puesto a prueba, llevó a hasta sus últimas consecuencias sus decisiones y convicciones. Era un hombre que no fingía y que fue testimonio viviente del coraje que él mismo predicaba. Cuanto más conozco los secretos de su vida, con mayor fuerza siento la necesidad de contar su historia”.
Rafał Wieczyński  

martes, 10 de enero de 2012

Segunda reliquia de Juan Pablo II en España

España ya tuvo el privilegio de acoger una reliquia del beato Juan Pablo II durante las JMJ en Madrid, reliquia que terminadas las Jornadas ha sido destinada a ser reliquia “itinerante” acompañando la Cruz y el icono de Maria que presiden las JMJ.

España, tierra que el Beato Juan Pablo II visito por primera vez como Papa en 1982,
(foto de Avila Digital)


Privilegiada además porque será traída por el mismo postulador de la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II Don Slawomir Oder el próximo 28 de enero 2012. Ese mismo día Don Oder ofrecerá una conferencia sobre «La nueva evangelización en la vida y en el pensamiento de Juan Pablo II» que, de acuerdo a lo anunciado, tendra lugar en el Auditorio Caja Ávila a las 17.30 horas. Según hemos podido leer en ABC a las 19.00 se celebrara una Eucaristía en la Catedral El Salvador que será presidida por el obispo de Ávila Mons. Jesús García Burillo. Finalizada la celebración religiosa, los fieles podrán venerar la reliquia del beato Juan Pablo II, que permanecerá desde ese momento instalada en una de las capillas del templo catedralicio.

lunes, 9 de enero de 2012

Con el bautismo de manos de Juan Bautista, Jesús quiso hacerse en todo uno de nosotros

“Según el relato del evangelista san Mateo (3, 13-17), Jesús fue de Galilea al río Jordán para que lo bautizara Juan; de hecho, acudían de toda Palestina para escuchar la predicación de este gran profeta, el anuncio de la venida del reino de Dios, y para recibir el bautismo, es decir, para someterse a ese signo de penitencia que invitaba a convertirse del pecado. Aunque se llamara bautismo, no tenía el valor sacramental del rito que celebramos hoy; como bien sabéis, con su muerte y resurrección Jesús instituye los sacramentos y hace nacer la Iglesia. El que administraba Juan era un acto penitencial, un gesto que invitaba a la humildad frente a Dios, invitaba a un nuevo inicio: al sumergirse en el agua, el penitente reconocía que había pecado, imploraba de Dios la purificación de sus culpas y se le enviaba a cambiar los comportamientos equivocados, casi como si muriera en el agua y resucitara a una nueva vida.

(imagen de Wikipedia -

Por esto, cuando Juan Bautista ve a Jesús que, en fila con los pecadores, va para que lo bautice, se sorprende; al reconocer en él al Mesías, al Santo de Dios, a aquel que no tenía pecado, Juan manifiesta su desconcierto: él mismo, el que bautizaba, habría querido hacerse bautizar por Jesús. Pero Jesús lo exhorta a no oponer resistencia, a aceptar realizar este acto, para hacer lo que es conveniente para «cumplir toda justicia». Con esta expresión Jesús manifiesta que vino al mundo para hacer la voluntad de Aquel que lo mandó, para realizar todo lo que el Padre le pide; aceptó hacerse hombre para obedecer al Padre. Este gesto revela ante todo quién es Jesús: es el Hijo de Dios, verdadero Dios como el Padre; es aquel que «se rebajó» para hacerse uno de nosotros, aquel que se hizo hombre y aceptó humillarse hasta la muerte de cruz (cf. Flp 2, 7). El bautismo de Jesús, que hoy recordamos, se sitúa en esta lógica de la humildad y de la solidaridad: es el gesto de quien quiere hacerse en todo uno de nosotros y se pone realmente en la fila con los pecadores; él, que no tiene pecado, deja que lo traten como pecador (cf. 2 Co 5, 21), para cargar sobre sus hombros el peso de la culpa de toda la humanidad, también de nuestra culpa. Es el «siervo de Dios» del que nos habló el profeta Isaías en la primera lectura (cf. 42, 1). Lo que dicta su humildad es el deseo de establecer una comunión plena con la humanidad, el deseo de realizar una verdadera solidaridad con el hombre y con su condición.”

FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR - CELEBRACIÓN DE LA SANTA MISA
Y ADMINISTRACIÓN DEL BAUTISMO A 21 RECIÉN NACIDOS