Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 31 de mayo de 2023

La “profecia” de Joseph Ratzinger

 


Estos días ha vuelto nuevamente al ruedo, especialmente en la Argentina por el reciente nombramiento del nuevo Arzobispo,   aquella “profecía” de Joseph Ratzinger de 1970. Me permito copiar aquí  una parte del articulo de Humanitas de Chile donde se reproducía el capitulo V del libro “Fe y futuro” de Ratzinger. Invito leer el muy interesante artículo completo.   

Introduccion del articulo de Humanitas:

 Hace poco más de cuarenta años y casi una década antes de ser nombrado obispo por Pablo VI, el entonces sacerdote y profesor de teología en Tubinga y luego Ratisbona, Dr. Joseph Ratzinger, emitía una serie de charlas en un programa radiofónico de su país. La editorial Kösel-Verlag de München las reunió en 1970 publicando con ellas un libro de cinco capítulos titulado “Glaube und Zukunft”, traducido al año siguiente al español como “Fe y futuro”. Gracias a una gentileza de Editorial Desclee de Brouwer, que ha reeditado “Fe y futuro” de Joseph Ratzinger, reproducimos para los lectores de Humanitas, por su riqueza y candente actualidad, el quinto capítulo del mencionado libro.

 

Y algo sobre el tema “candente”:

“…Será una Iglesia interiorizada, que no suspira por su mandato político y no flirtea con la izquierda ni con la derecha. Le resultará muy difícil. En efecto, el proceso de la cristalización y la clarificación le costará también muchas fuerzas preciosas. La hará pobre, la convertirá en una Iglesia de los pequeños. El proceso resultará aún más difícil porque habrá que eliminar tanto la estrechez de miras sectaria como la voluntariedad envalentonada. Se puede prever que todo esto requerirá tiempo. El proceso será largo y laborioso, al igual que también fue muy largo el camino que llevó de los falsos progresismos, en vísperas de la revolución francesa –cuando también entre los obispos estaba de moda ridiculizar los dogmas y tal vez incluso dar a entender que ni siquiera la existencia de Dios era en modo alguno segura [9]– hasta la renovación del siglo XIX…”. 

(…)

“Permanecerá la Iglesia de Jesucristo, la Iglesia que cree en el Dios que se ha hecho ser humano y que nos promete la vida más allá de la muerte. De la misma manera, el sacerdote que sólo sea un funcionario social puede ser reemplazado por psicoterapeutas y otros especialistas. Pero seguirá siendo aún necesario el sacerdote que no es especialista, que no se queda al margen cuando aconseja en el ejercicio de su ministerio, sino que en nombre de Dios se pone a disposición de los demás y se entrega a ellos en sus tristezas, sus alegrías, su esperanza y su angustia…”

lunes, 29 de mayo de 2023

María "Madre de la Iglesia" en la Plaza San Pedro


 (foto del articulo de Osservatore Romano, utilizado tambien como fuente parcial)

Al acercarnos a la Basílica de San Pedro vemos al costado derecho sobre el Palacio Apostólico un mosaico de Nuestra Señora Mater Ecclesiae Madre de la Iglesia y debajo de la imagen el escudo de Juan Pablo II con su lema Totus Tuus, imagen muy querida por quienes la asociamos tan directamente con Juan Pablo II.

La historia de la imagen va mas allá en el tiempo pues se trata de una imagen histórica, “rebautizada” por el Papa Pablo VI y anunciado su nombre en la catequesis del 18 de noviembre de 1964 . “Maria, - decia el Papa Pablo VI – como sabemos, ocupa una posición singularísima; Ella también es miembro de la Iglesia, ha sido redimida por Cristo, es hermana nuestra; y precisamente en virtud de haber sido elegida Madre del Redentor de la humanidad, y en razón de su perfecta y eminente representación del genero humano, puede considerarse con todo derecho moral y típicamente Madre de todos los hombres, y especialmente nuestra como creyentes y redimidos, Madre de la Iglesia, Madre de todos los Fieles. Por ello, queridos Hijos e Hijas, nos complacemos en anunciarles que concluiremos esta sesión del Concilio Ecuménico, que ha delineado la doctrina de la Iglesia, con el gozo de otorgarle a Maria el titulo que tan bien le corresponde de Madre de la Iglesia «Mater Ecclesiae».

San Juan Pablo II recordaba este nombramiento durante su visita a Brescia en 1982 en su encuentro con el pueblo de Concesio (pueblo natal de Giovanni Battista Montini, el Papa Pablo VI)

Y también lo recordó el Santo Padre Benedicto XVI en el rezo del Ángelus desde la Plaza Pablo VI de Brescia en su visita apostólica a Brescia y Concesio en el 2009.

Por otro lado Juan Pablo II Juan Pablo II explica exhaustivamente el origen y las razones del nombramiento de María como “Madre de la Iglesia” en su Audiencia del 17 de septiembre de 1997.

La imagen (mosaico) de la Plaza San Pedro mide unos 2,5 mts de altura y fue colocada allí entre noviembre y diciembre del año 1981. Después del atentado que sufriera el Papa las autoridades del Vaticano quisieron dejar un signo visible y así se decidió dejar marcado el lugar del atentado, donde ahora, entre el adoquinado del costado derecho (Porta di Bronzo) fue colocada una placa de mármol con el escudo de Juan Pablo II y la fecha del atentado.




Pero el Papa convencido que debía su vida a la intervención de la Virgen María quiso tener en la plaza una imagen de María recordando además que ya alguien le había expresado que en la plaza “faltaba” algo porque entre las estatuas de Cristo, los apóstoles y los santos no estaba presente la Virgen María. Fue así que se decidió encontrar un lugar y el Papa expreso su deseo que fuese una imagen de María como Madre de la Iglesia. La imagen elegida fue el fresco histórico que había sido salvado y transferido a la nueva Basílica después de completada la cúpula de Miguel Angel. Esta imagen original se encuentra en la Capilla de la Columna situada en el costado izquierdo de la Basílica, imagen que llamada asi porque había sido pintada sobre una columna de la vieja basílica, colocada en este altar recién en 1607.

 


En esta imagen se inspira la reproducción en mosaico que ahora vemos en la Plaza San Pedro sobre un remate esquinero que sobresale del complejo mayor del Palacio Apostólico. (segun la foto al comienzo de este post).

 San Juan Pablo II bendijo la imagen de su protectora el 8 de diciembre de 1981 durante  Ángelus  

“Hoy, solemnidad de la Inmaculada Concepción, rezamos nuestra plegaria del Ángelus, por primera vez, ante la Virgen Santísima, Madre de la Iglesia, que mira a la Plaza de San Pedro desde el mosaico, colocado en un ángulo de este Palacio Apostólico. En el marco de esta plaza estupenda faltaba una imagen, que evocase también visiblemente la presencia de Aquella a quien "la Iglesia católica, instruida por el Espíritu Santo, venera como Madre amantísima con afecto de piedad filial" (Lumen gentium, 53). Estoy contento de inaugurar, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, este testimonio de nuestro amor y devoción, y confío que Ella, con solicitud constante, quiera continuar "cuidándose de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad" (cf. ib., 62) permitiendo también a nuestra generación experimentar la invencible potencia de su protección materna. Ahora bendeciré la imagen de la Virgen "Madre de la Iglesia", manifestando el deseo de que todos los que vengan a esta plaza de San Pedro eleven hacia Ella la mirada, para dirigirle, con sentimiento de filial confianza, el propio saludo y la propia oración.”





viernes, 26 de mayo de 2023

Juan Pablo II : Los siete dones del Espíritu Santo

 


Anunciados en el Regina Caeli del 2 de abril de 1989 

"en nuestra cita dominical para el rezo el "Regina coeli", meditaremos sobre los dones del Espíritu Santo. Invocaremos la intercesión de la Virgen María para que se nos conceda comprender más en profundidad tales dones, recordando con fe que descendió primero sobre Ella el Espíritu Santo y la cubrió con su sombra la potencia del Altísimo (cf. Lc 1, 35); recordaremos también que precisamente María fue partícipe de la asidua oración de la Iglesia naciente en espera de Pentecostés."

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"Con la perspectiva de la solemnidad de Pentecostés, hacia la que conduce el período pascual, queremos reflexionar juntos sobre los siete dones del Espíritu Santo que la Tradición de la Iglesia ha propuesto constantemente basándose en el famoso texto de Isaías, referido al "Espíritu del Señor" (cf. Is 11, 1-2).

El primero y mayor de tales dones es la sabiduría, la cual es luz que se recibe de lo alto: es una participación especial en ese conocimiento misterioso y sumo, que es propio de Dios. En efecto, leemos en la Sagrada Escritura: "Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza" (Sb 7, 7-8).

Esta sabiduría superior es la raíz de un conocimiento nuevo, un conocimiento impregnado por la caridad, gracias al cual el alma adquiere familiaridad, por así decirlo, con las cosas divinas y prueba gusto en ellas. Santo Tomás habla precisamente de "un cierto sabor de Dios" (Summa Theol. II-II, q.45, a. 2, ad. 1), por lo que el verdadero sabio no es simplemente el que sabe las cosas de Dios, sino el que las experimenta y las vive.

Además, el conocimiento sapiencial nos da una capacidad especial para juzgar las cosas humanas según la medida de Dios, a la luz de Dios. Iluminado por este don, el cristiano sabe ver interiormente las realidades del mundo: nadie mejor que él es capaz de apreciar los valores auténticos de la creación, mirándolos con los mismos ojos de Dios.  

o    Reflexión sobre los siete don"es del Espíritu Santo
(2 de abril de 1989)

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o    Don de la Sabiduría (9 de abril de 1989)
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o    Don de la Inteligencia (16 de abril de 1989)
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o    Don de la Ciencia (23 de abril de 1989)
 [EspañolInglésItaliano]

o    Don del Consejo (7 de mayo de 1989) 
[EspañolInglésItaliano]

o    Don de la Fortaleza (14 de mayo de 1989) 
[EspañolInglésItaliano]

o    Don de la Piedad (28 de mayo de 1989) 
[EspañolInglésItaliano]

o    Don del Temor de Dios (11 de junio de 1989)
[EspañolInglésItaliano]

     Invito además visitar el Sitio de la Santa Sede donde además de los textos correspondientes a la celebración de Pentecostés 2010 se han recopilado documentos, catequesis, reflexiones y mensajes de años anteriores correspondientes a varios Pontífices,

jueves, 25 de mayo de 2023

Oración por la patria

 

 

Feliz dia de la Patria

 

Hoy mas que nunca no nos olvidemos de la oración por la Patria. Paz y bien  para todos los argentinos y los habitantes de nuestra Patria!

 

Oración por la Patria

 Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina! 

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.

 

Conferencia Episcopal Argentina

 

 


miércoles, 24 de mayo de 2023

Marija Pomagaj de Brezje, la Maria Auxiliadora de los eslovenos

 


Alejado tan solo unos cientos de metros de la autopista, el pueblo alpino de Brezje - donde se encuentra el Santuario de Marija Pomagaj - no ha perdido el encanto de las pequeñas aldeas eslovenas.

 

Brezje aparece en los registros históricos en el siglo 11, dependiendo de la parroquia de Mošnje. Se desconocen datos precisos, pero se cree que alrededor del siglo XV Brezje ya contaba con su propia pequeña iglesia en honor a San Vito, donde se celebraban misas tres veces por año.

 

 En el año 1800, por iniciativa del párroco de Mošnje el Dr. Urban Ažbe, a la pequeña iglesia le fue agregada una capilla en honor a María Auxiliadora – que con el tiempo seria el corazón del Santuario - para que los fieles pudieran acudir a Ella en esa época de incertidumbres y crecientes penurias, causadas por las ocupaciones francesas.

Ažbe había estudiado, cuando ya era sacerdote, en Austria y se había inspirado en la imagen de Maria Auxiliadora de la Iglesia de San Jacobo en Innsbruck, una pintura del conocido artista alemán Luka Cranach. Al regresar a a su tierra, trajo consigo una estampa de la pintura y le encargo al pintor esloveno Leopold Layer (1752 - 1828) que hiciera una copia basándose en ese cuadro, que Layer pintó volcando en el su propia maestría.

 


El cuadro de Marija Pomagaj (oleo en tela de 1mx0,80cm) es, por lo tanto, una copia libre del cuadro de Cranach. La imagen fue colocada en la capilla y fue testigo de numerosos milagros a partir de 1863. Con el tiempo la iglesia se fue haciendo pequeña para albergar a tantos peregrinos y se construyo entonces una nueva, que fue consagrada el 7 de octubre de 1900 por el Arzobispo de Gorica Jakob Missia. Anexo a la Iglesia fueron bendecidas las instalaciones destinadas a la orden franciscana, a quienes se encomendó la custodia del Santuario.

 

Cuando construyeron la iglesia actual se mantuvo el diseño original de la capilla, cubierta por otra cúpula, pero lamentablemente los frescos pintados por Layer se fueron perdiendo con el tiempo. Como la Iglesia acostumbra coronar las imágenes sagradas muy populares entre los fieles, los franciscanos presentaron la idea de coronar la imagen de Marija Pomagaj. El Obispo Jeglič, gran devoto de la Virgen Maria, solicito el permiso correspondiente y tuvo el honor de coronar solemnemente la imagen de Marija Pomagaj como Madre y Reina de los eslovenos el 1ro de septiembre de 1907 en presencia de numerosos fieles.

 


El milagroso cuadro se “ausento” de su Santuario en diferentes oportunidades. Por primera vez en 1935 cuando “peregrino” a Ljubljana para estar presente en el Congreso eucarístico Nacional, entre el 28 y el 30 de junio de 1935. La segunda vez no fue ni tan solemne ni tan voluntaria, pues durante la ocupación alemana los franciscanos debieron abandonar el Santuario y fueron prohibidas todas las celebraciones religiosas. Solo había quedado allí un hermano franciscano que logro salvar la imagen llevándola en su mochila a Ljubljana. Después de pasar por varios lugares la imagen finalmente fue albergada en la Catedral de Ljubljana, que se convirtió en la segunda Brezje hasta que el 15 de junio de 1947 pudo volver a su Santuario.

 

Fueron tiempos difíciles, - un periodo muy triste de la historia de Eslovenia - pero los fieles no dejaron de acudir al Santuario aún en los momentos más duros, si bien quienes peregrinaban a Brezje sabían que de alguna manera se exponían a ser objeto de algún tipo de represalia.

 
Por tercera vez la imagen dejo su Santuario durante la primer visita del Papa Juan Pablo II en 1996 para ocupar un lugar de honor en la Santa Misa celebrada en el Hipódromo de Stozice el 18 de mayo. Y por ultima vez durante el Congreso Eucaristico Nacional Esloveno en Celje en junio 2010.

 


El pueblo esloveno se consagro a Maria Pomagaj el 15 de agosto de 1992, consagración que se renueva todos los años en la Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María. El 7 de septiembre de 1999, por iniciativa de los custodios franciscanos la Iglesia, que el 5 de octubre de 1988 había sido nominada Basilica menor por el el Beato Juan Pablo II, fue declarada Santuario Nacional de Eslovenia. La solemnidad de la proclamación fue presidida por el entonces Arzbispo de Ljubljana Dr. Franc Rode el 1ro de enero del 2000.

 

El Santuario guarda entre sus recuerdos mas preciados aquella fecha del 17 de mayo de 1996, cuando en su  primer viaje a Eslovenia (Volvería a hacerlo en  1999 para la beatificación del Obispo Anton Martin Slomsek el Papa Juan Pablo II pidio visitar el Santuario (fuera de programa) y allí rezo ante la santa imagen.

En el libro de visitas escribió sencillamente  Marija pomagaj! Maria ayúdanos!

 


 

 

 

 

viernes, 19 de mayo de 2023

Juan Pablo II, un hombre eucarístico" - Slawomir Oder (2/2)

 


Recuerdo mi primer encuentro con el Santo Padre, cuando participe en el congreso que se llevo a cabo el 18 de junio de 1983 en Czestochowa.   Fue un encuentro de aquellos que, entrando repentinamente y con fuera en tu existencia, la descomponen, sembrando una semilla de inquietud tal que no puedes fingir que nada ha pasado y que tu vida sigue como antes. Aunque después del primer momento de entusiasmo intentas volver a la normalidad, tratando de archivar aquel encuentro entre otros vividos, la semilla arrojada permanece escondida y, en el momento oportuno, vuelve con toda su fuerza de convencimiento y de inquietud, desafiándote a abandonar la actitud de cobardía o de apatía e impulsándote a afrontar el desafío con coraje.

El Papa era valiente en afrontar las adversidades y los desafíos con coraje. Y fue el deseo de comunicarnos este coraje lo que le impulsó a dirigirnos estas palabras aquel lejano 18 de junio de 1983 enCzestochowa: “Sed exigentes con vosotros mismos aún cuando ninguno os exigirá nada”.  

Era fundamental para él “entrar y permanecer en el espacio del Santísimo Sacramento” Y era precisamente en este lugar, en este espacio de encuentro con Cristo amado, donde le Divino Escultor esculpía los trazos más hermosos, los más parecidos a Si, en lo profundo del corazón de Juan Pablo II.  Me viene a la mente eltono bromista que él asumió  en el curso del encuentro con los jóvenes durante la celebración del Gran Jubileo en Roma.  Hablando con ellos bromeaba y recordaba el dicho popular polaco “Z jakim przestajesz, takim sie stajesz” “Dime con quien andas y te diré quien eres” Se refería entonces a la juventud de sus interlocutores, que rejuvenecían su corazón.  Pero aquel dicho, expersion de la sabiduría popular, encontró su aplicación más profunda al final de los días de la peregrinación terrena de Juan Pablo II, cuando su sufrimiento lo introducía mayormente en el misterio de Cristo y la muerte cerraba la larga parábola de su calvario. El vivió en una profunda comunión con Cristo identificándose siempre mas con el misterio que celebraba como sacerdote.

Conocemos muchas imágenes del Papa, pero me parece que su personalidad queda expresada de manera más completa, madura, profunda y verdadera en la fotografía tomada en su capilla el último viernes Santo: el Papa enfocado por detrás, apoyado en la cruz que aprieta entre las manos, abrazándola tanto hasta ser una cosa con ella. “Ha cumplido la carrera”. Se ha convertido en testigo auténtico del amor de Dios. Llevo esta imagen en mi corazón como se lleva la foto de una persona amada.

El Papa Benedicto XVI recordó “con cuanta devoción él celebraba la Santa Misa, centro de cada una de sus jornadas. Y Cuanto tiempo transcurría en adorante y silenciosa oración ante el sagrario. En los últimos meses la enfermedad lo asemejó cada vez más a Cristo sufriente. Conmueve el pensar cómo, en la hora de la muerte, el unió el ofrecimiento de la propia vida a la de Cristo, en la Santa Misa que se celebraba junto a su lecho” (Angelus, Castel Gandolfo, 4 de septiembre de 2005) 

 Queridos amigos, concluyendo mi reflexión quisiera desear a todos, mientras descubrimos en la Eucaristía la riqueza del amor de Dios, vivir sabiéndonos amados por Dios, como verdaderos hijos Suyos, recibiendo la fuerza que nos impulsa a volar alto, hacia la santidad, es decir, hacia la plenitud de la medida de la vida cristiana ordinaria, celebrando con toda nuestra vida el Mysterium fideicomo sacerdotes profetas  y reyes. Sea este nuestro modo de custodiar el testamento espiritual de Juan Pablo II y de pagar la deuda de amor. Sea ésta nuestra respuesta a la invitación que nos dejó en el Mane nobiscum Domine: “Llevad al encuentro con Jesus escondido bajo los velos eucarísticos todo el entusiasmo de su edad, de su esperanza, de su capacidad de amar (Mane nobuscum 31) 

 

Juan Pablo II, un hombre eucarístico" - Slawomir Oder (1/2)

 


Toda la enseñanza doctrinal de Juan Pablo II se desarrolla alrededor de la Eucaristia, centro vital en torno al cual se recoge para alimentar la fe y el entusiasmo (Mane nobiscum 4)  con el fin de llegar a su celebración mas vivía y sentida de la cual “surja una existencia cristiana transformada por el amor” (Mane nobiscum 29)

 De las innumerables intervenciones del papa Juan Pablo II sobre el tema de la Eucaristía se pueden individuar cinco grandes hilos temáticos: El Papa enseña que:

 - La Eucaristía es el sacramento de la vida eterna, del acercamiento de Dios y de su amor que abre al hombre la prospectiva que va más allá de la muerte; es, además, un sálido fundamento de la reconciliación entre los hombres y camino seguro hacia el Reino de Dios.

- El segundo grupo temático contempla la Eucaristía como sacrificio de la Cruz, como el verdadero Pan y la verdadera Bebida para la vida en Dios, que sacia el hambre y la sed más profunda del corazón humano y lo colma de paz; es el sacramento del amor de Dios: fuente de la radical transformación del corazón humano por la acción del Espíritu Santo que produce los frutos de alegría y de santidad. Mediante la estrecha unión entre la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación, Aquella puede ser considerada vía de la conversión del hombre y de su regeneración.

 La Eucaristía en relación a la Iglesia es sacramento que la edifica y la nutre: “Ecclesia de Eucaristia vivit”. El sacrificio eucarístico es fundamento de la comunidad eclesial, centro y culmen de su vida sacramental. En el contexto de estas reflexiones el Papa torna frecuentemente a considerar la relación que existe entre la Eucaristía y cada miembro particular del Cuerpo Místico de Cristo en el ejercicio del sacerdocio común y el rol específico e insustituible del sacerdote, el único que obra “in persona Christi”. Este rol específico de cada sacerdote lo pone en una situación de particular responsabilidad en relación al Misterio que celebra y en relación al pueblo de Dios. Es, de hecho, una gran labor y un servicio fundamental en el confronto de la comunidad el introducirla en el Misterio del Sacrificio, en el Misterio del Amor, en el Misterio de la Presencia, en el Misterio de la Comunión. Por otra parte, todos los miembros de la comunidad eclesial están llamados a descubrir la riqueza de los tesoros espirituales presentes en la Eucaristía que Esta difunde en la vida de la iglesia doméstica, en la relación entre los cónyuges, en el tejido social dentro del cual la Iglesia vive y al progreso del cual contribuye. En este contexto la Eucaristía se convierte en el fundamento más profundo de la solidaridad entre los hombres.

 Un puesto especial ocupa el aspecto ecuménico da la enseñanza pontificia sobre la Eucaristìa. “Quanta est nobis via?” pregunta el Papa en la enciclica “Utunum sint” sobre el ecumenismo. Esta pregunta pone a la comunidad eclesial delante de la urgencia de dejarse guiar del Espíritu Santo, el único que puede resolver las dificultades humanamente irresolvibles. Esta necesidad es tanto más urgente cuanto más la Iglesia se encuentra delante a los interrogativos del mundo acerca de las razones de la “pretensión” cristiana. De hecho, “sólo la Iglesia reconciliada eucarísticamente podrá ser signo – sacramento de la unidad de todo el género humano y de la paz en el mundo” (Discurso durante el encuentro ecuménico en Varsovia 8/06/1987).  

- El último de los grandes hilos temáticos relativos a la Eucaristía considera las indicaciones práctico – pastorales que ofrecen nuevos y reproponen antiguos instrumentos de expresión y de profundización de la fe en la Presencia real de Cristo en el Santìsimo Sacramento. El culto eucarístico encuentra, de hecho, su variada expresión en las visitas, adoraciones, exposiciones, celebración de horas santas, “cuarenta horas”, procesiones eucarísticas y en la celebración de los congresos eucarísticos. Sin embargo, todas estas formas de expresión de la fe eucarística presuponen y exigen la forma más común del culto eucarístico: la plena participaciòn a la Misa dominical. La viva y autèntica piedad eucarística hace nacer, como recuerda el Papa, “el estilo sacramental de la vida cristiana” (Cfr. Dominicae cenae)."

Y es precisamente el profundo y radical estilo eucarístico de la vida de Juan Pablo II lo que constituye la atracción irresistible de su personalidad. Es precisamente en cuanto hombre autentico y auténticamente empeñado en vivir el estilo sacramental de su vida, que el Papa puede proponer metas altas y empeñativas.  Los horizontes que el Papa abre  a los hombres están enraizados en la certeza de las potencialidades escondidas en el hombre en cuanto hijo de Dios, redimido por Cristo, que ”lo amó hasta el extremo” y lo llamó a la comunión con Dios y a la santidad de vida.

La solidaridad de Dios alcanzó su culmen cuando se entregó a Si mismo al hombre y por el hombre. Y es esto el infinito don de la Eucaristía: Cristo Es el don que hace al hombre deudor y creativo; es el don que construye nuestra humanidad y nos de la fuerza que nos impulsa, porque “el hombre se hace fuerte por la conciencia de sus fines, por la conciencia de ser amado. Para tener la fuerza que me empuja, tengo que estar seguro de ser amado. La Eucaristía significa esta conciencia: yo soy amado”…Krakow, 10 de junio de 1987, Encuentrocon los jóvenes) 

jueves, 18 de mayo de 2023

Feliz cumpleaños en el cielo Santo Padre querido

 Recordando

La mañana del 18 de mayo de 1996 en el patio interior del Palacio Arquidiocesano de Ljubljana, era todo alboroto… preparativos....cuchicheo infantil….expectativa. Casi 100 niños, participantes de siete distintos coros parroquiales de Ljubljana-Centro, algunos con sus instrumentos, se habian congregado para saludar al Santo Padre el dia de su cumpleaños.  Sus ojos fijos en el balcón donde aparecería...



La gloria de la Trinidad en la Ascensión

 

La gloria de la Trinidad en la Ascensión

[…]

La Ascensión de Cristo al cielo, narrada por san Lucas como coronamiento de su evangelio y como inicio de su segunda obra, los Hechos de los Apóstoles, se ha de entender bajo esta luz. Se trata de la última aparición de Jesús, que "termina con la entrada irreversible de su humanidad en la gloria divina simbolizada por la nube y por el cielo" (Catecismo de la Iglesia católica, n. 659). El cielo es, por excelencia, el signo de la trascendencia divina. Es la zona cósmica que está sobre el horizonte terrestre, dentro del cual se desarrolla la existencia humana.

Cristo, después de recorrer los caminos de la historia y de entrar también en la oscuridad de la muerte, frontera de nuestra finitud y salario del pecado (cf. Rm 6, 23), vuelve a la gloria, que desde la eternidad (cf. Jn 17, 5) comparte con el Padre y con el Espíritu Santo. Y lleva consigo a la humanidad redimida. En efecto, la carta a los Efesios afirma:  "Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, (...) nos vivificó juntamente con Cristo (...) y nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús" (Ef 2, 4-6). Esto vale, ante todo, para la Madre de Jesús, María, cuya Asunción es primicia de nuestra ascensión a la gloria.

3. Frente al Cristo glorioso de la Ascensión nos detenemos a contemplar la presencia de toda la Trinidad. Es sabido que el arte cristiano, en la así llamada Trinitas in cruce ha representado muchas veces a Cristo crucificado sobre el que se inclina el Padre en una especie de abrazo, mientras entre los dos vuela la paloma, símbolo del Espíritu Santo (así, por ejemplo, Masaccio en la iglesia de Santa María Novella, en Florencia). De ese modo, la  cruz  es  un símbolo unitivo que enlaza la unidad y la divinidad, la muerte y la vida, el sufrimiento y la gloria

[…]

¡Oh mis Tres, mi todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad en la que me pierdo, yo me abandono a ti..., a la espera de poder contemplar a tu luz el abismo de tu grandeza!" (Elevación a la Santísima Trinidad, 21 de noviembre de 1904).

(de la Audiencia General de Juan Pablo II del 24 de mayo de 2000)

martes, 16 de mayo de 2023

La Iglesia vive de la Eucaristía

 


Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia. Esta experimenta con alegría como se realiza continuamente, en múltiples formas, la promesa del Señor: «He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20); en la sagrada Eucaristía, por la transformación del pan y el vino en el cuerpo y en la sangre del Señor, se alegra de esta presencia con una intensidad única.[…].

 

Con razón ha proclamado el Concilio Vaticano II que el Sacrificio eucarístico es «fuente y cima de toda la vida cristiana». «La Sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida, que da la vida a los hombre por medio del Espíritu Santo» Por tanto la mirada de la Iglesia se dirige continuamente a su Señor, presente en le Sacramento del altar, en el cual descubre la plena manifestación de su inmenso amor.

 

[…] El Cenáculo es el lugar de la institución de este Santísimo Sacramento. Allí Cristo tomo en sus manos el pan, lo partió y lo dio a los discípulos diciendo: «Tomad y comed todos e él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros» (Mt 26,23; Lc 22,19, 1 Co ll,24). Después tomo en sus manos el cáliz del vino y les dijo: «Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados.» (Mc 14,24: Lc 22,20; 1 Co 11,25 [..]

 

Aquellas palabras se habrían aclarado plenamente sólo al final del Triduum sacrum, es decir, el lapso que va de la tarde del jueves hasta la mañana del domingo En esos días se enmarca el mysterium paschale; en ellos se inscribe también el mysterium eucharisticum.

 

Cuando pienso en la Eucaristía, mirando mi vida de sacerdote, de Obispo y de sucesor de Pedro, me resulta espontaneo recordar tantos momentos y lugares en los que he  tenido la gracia de celebrarla. Recuerdo la iglesia parroquial de Niegowicz donde desempeñé mi primer encargo pastoral, la colegiata de san Florián en Cracovia, la catedral del Wawel, la basílica de san Pedro y muchas basílicas e iglesias de Roma y del mundo entero. He podido celebrar la Santa Misa en capillas situadas ne senderos d en montaña, a orillas de los lagos, en las riberas del mar; la he celebrado sobre altares construidos en estadios, en las plazas de las ciudades… Estos escenarios tan variados de mi celebraciones eucarísticas me hacen experimentar intensamente su carácter universal y, por así decir, cósmico.  ¡Si, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido sobre el altar del mundo. Ella une el cielo y la tierra. Abarca e impregna toda la creación.

 

[…] Verdaderamente la Eucaristía es «mysterium fidei», misterio que supera nuestro pensamiento y puede ser acogido solo en la fe, como a menudo recuerdan las catequesis patrísticas sobre este divino sacramento.  «No veas – exhorta san Cirilo de Jerusalén – en el pan y en el vino meros y naturales elementos, porque le Señor ha dicho expresamente que son su cuerpo y su sangre: la fe te lo asegura, aunque los sentidos te sugieran otras cosa.l […]

 

Puesto que la Eucaristía es misterio de fe, que supera de tal manera nuestro entendimiento que nos obliga al más puro abandono a la palabra de Dios, nadie como Maria puede ser apoyo y guía en una actitud como esta […]

 

La Eucaristia se nos ha dado para que nuestra vida sea, como la de Maria, toda ella un magníficat!

 

(Juan Pablo II de la Introduccion a la Encíclica Ecclesia de Eucharistia)

 

jueves, 11 de mayo de 2023

Un trece de mayo...

 


El trece de mayo la Virgen Maria
Bajo de los cielos
En Cova de Iria
Ave, Ave, Ave Maria (bis)

El 13 de Mayo de 1917, tres niños llamados Lucía de Jesús, de 10 años y sus primos, Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 7 años, cuidaban un pequeño rebaño en Cova da Iría, Parroquia de Fátima, Municipio de Vila Nova de Ourém, hoy Diócesis de Leiría-Fátima…..y vieron una luz brillante…. una “Señora más brillante que el sol” …que les dijo que era necesario rezar mucho y los invitó a volver a Cova da Iría durante otros cinco meses consecutivos, en los días 13 a la misma hora…hasta el milagro del sol en octubre del mismo año. 

El 13 de mayo de 1981 en la Plaza San Pedro un disparo......y otro.... las palomas se levantaron en vuelo…......dolor….exclamaciones … silencio…oración….Agca habia disparado para matar pero Ella habia desviado la bala….Ella, la Virgen de Fátima,  ahora Ella  la lleva engarzada en su corona…

El 13 de mayo de 1982 Juan Pablo II peregrina a Fátima para agradecer a la Virgen haberle salvado la vida y consagrar al mundo al Corazon Inmaculado de María.

El 13 de mayo de 1991 El Santo Padre Juan Pablo II peregrina a Fátima por segunda vez. Era el 10° aniversario de su atentado.

El 13 de Mayo del 2000, con ocasión de la tercera visita de Juan Pablo II a Fatima, celebra la beatificación de Francisco y Jacinta Marto en presencia de sor Lucia dos Santos, de 93 años, su prima y testigo, ahora en proceso de beatificación.

El 13 de mayo de 2005 el Santo Padre Benedicto XVI anunciaba la dispensa del tiempo de cinco años de espera después de la muerte del Siervo de Dios Juan Pablo II y su causa de Beatificación y Canonización podia comenzar de inmediato. Era el 24ª aniversario del atentado sufrido en la Plaza San Pedro el 13 de mayo de 1981.

El 12 y 13 de mayo de 2008 el Cardenal Portugués D. José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, preside en el Santuario de Fátima la Peregrinación Internacional Aniversaria en la que se celebran los 91 años de la primera aparición de Nuestra Señora. El tema de esta peregrinación, propuesto para la reflexión de los peregrinos de Fátima durante todo este año de 2008, y con base en el octavo Mandamiento de la Ley de Dios –“No levantarás falso testimonio” (Ex 20, 16)- es: "Para que sean consagrados en la verdad”. (Jo 17, 19) "Vivir en la verdad"

 

Invito visitar: Página oficial Santuario de Fátima

Fátima: Cova de Iria
El Mensaje de Fátima


13 de mayo y la trayectoria mariana de Juan Pablo II

 

(Nuestra Señora del Perpetuo Socorro,  altar-capilla en la  lglesia parroquial de Wadowice)

La trayectoria mariana de Karol Wojtyla comenzo en su hogar de Koscielna 7,  (antiguamente Rynek 2) su iglesia doméstica en Wadowice. 

Desde su ventana cruzando la calle podia “abrazar” con su mirada a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de su iglesia parroquial (ahora Basílica). Alli acudía en horas de la tarde a rezarle a la Virgen cuando era estudiante. En “la colina” de los carmelitas recibió el escapulario del Carmen a los 10 años. 

Ya en Cracovia se unio al “Rosario vivo” de Jan Tyranowski. Desde niño y después como sacerdote y obispo los senderos marianos lo llevaban a menudo a Kalwaria Zebrzydowska, Santuario de la Pasion de Cristo y de Maria ese “misterio de amor donde uno se encuentra a si mismo, encuentra su vida..”. Czestochowa, el “santuario de la nación”, donde tambien iba desde pequeño, compartió sus secretos de joven sacerdote y de obispo. Alli en Jasna Gora “nació el deseo de que sus primeros pasos como Papa se dirigieran a un santuario mariano y asi comenzo su peregrinar mariano por el mundo con su viaje apostólico a Mexico en 1979.


Y el 13 de mayo de 1981 el mundo presenciaba atónito aquel atentado que estaba programado para ser fatal pero no lo fue….y el mundo se unió en oración en catedrales, iglesias y capillas acompañando la “marcha blanca” de su patria polaca por su recuperación, una recuperación que el cardenal Dziwisz, su secretario personal llamó “un don del cielo” ante el misterio del atentado. Era el dia de la Virgen de Fátima, de Ella "mi madre por siempre, y especialmente el 13 de Mayo de 1981 cuando sentí tu presencia providencial a mi lado".

Alli,  en Fátima,  estaria el 13 de mayo de 1982 para agradecerle a Ella que habia desviado la bala aquel 13 de mayo de 1981 a las 17.19 cuando él se abandonaba en las manos de Dios invocando a la Virgen. “Una mano habia disparado el gatillo y otra habia guiado la bala”. Mehmet Ali Agca nunca pudo comprender porque el Papa no habia muerto. Pero Juan Pablo II lo sabía y en el primer aniversario del atentado peregrinó a Fátima para agradecerle a Nuestra Señora por salvar su vida y llevar a cabo la consagración de Rusia.

El Santo Padre volvió nuevamente a Fátima en 1991 a visitar a la “Madre de la Iglesia, Madre de los hombres, Madre de las Naciones, Madre de la Vida, madre mia desde siempre en especial después de aquel 13 de mayo de 1981, madre de todos los hombres, madre de la humanidad”.

Y el 13 de mayo del 2000 el "Obispo vestido de blanco" en Fatima, en aquel lugar que “por designio divino, "una mujer vestida del sol" (Ap 12, 1) vino del cielo a esta tierra en búsqueda de los pequeños privilegiados del Padre” en Cova de Iría celebraba, junto con la comunidad católica, la beatificación de los pastorcitos Francisco y Jacinta Marto "en la misma tierra que fue su cuna y que ahora es su altar”


Invito visitar:
Peregrinación a Portugal 12 al 15 de mayo 1982
Viaje apostólico a Portugal 10-13 de mayo 1991
Beatificación Fátima 13 de mayo 2000
El Mensaje de Fátima

Página oficial del Santuario de Fátima

 

miércoles, 10 de mayo de 2023

San Leopoldo Mandic - Pequeño gran santo - “vino el Espíritu Santo y alumbró una grandeza nueva”

 



Toda la razón de mi vida debe ser este designio divino, es decir, que también yo, a mi manera, contribuya algo para que un día, según el orden de la divina Sabiduría , que todo lo dispone con fuerza y suavidad, los Disidentes orientales vuelvan a la unidad católica. Debo estar siempre dispuesto a trabajar. Nosotros hemos nacido para la fatiga y descansaremos en el paraíso. Estoy llamado a la salvación de mi gente, es decir, de los pueblos eslavos, y al mismo tiempo estoy llamado a la salvación de las almas especialmente en la administración del sacramento de la penitencia. (San Leopoldo Mandic)

 El P. Leopoldo  (Adeodato Mandic)  nació en Castelnovo de Càttaro o Herceg-Novi (Croacia) el 12 de mayo de 1866, siendo el penúltimo de doce hijos. Todavía joven, se sintió llamado por Dios a trabajar por la unidad de los Ortodoxos a la Iglesia católica. Para ello, se trasladó a la región de Venecia y, a la edad de 16 años, ingresó en el noviciado capuchino de Udine (Italia), con la ilusión de ir más tarde a Oriente como misionero. Ordenado de sacerdote en 1890, pidió a los superiores permiso para marchar a misiones, pero nunca se lo concedieron, entre otras razones, por su frágil constitución física y su delicado estado de salud, así como un pequeño defecto de pronunciación que le hacía penosa la predicación. No obstante, supo buscar la realización de su ideal allá donde le enviaba la obediencia. Se dedicó a las diversas tareas que le encomendaron los superiores, hasta centrarse en el ministerio de la confesión.Durante cuarenta años, y hasta la víspera de su muerte, estuvo siempre dispuesto a acoger, escuchar, consolar y reconciliar a innumerables penitentes en una pequeña habitación anexa al convento de los Capuchinos en Padua. Murió, a la edad de 76 años, el 30 de julio de 1942: mientras se preparaba para celebrar la misa, le dio un ataque cerebral que le causó poco después la muerte, mientras sus hermanos cantaban la Salve a la Virgen. Pablo VI lo beatificó el 2 de mayo de 1976, y Juan Pablo II lo canonizó el 16 de octubre de 1983, dentro del Año Santo de la Reconciliación y precisamente durante la VI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tenía como tema central «La reconciliación y la penitencia en la misión de la Iglesia».

 (de la homilía de Juan Pablo II en la misa de canonización (16-X-1983)

 

Leopoldo Mandic, en sus días, fue siervo heroico de la reconciliación y la penitencia… precisamente sobre esta pobreza de una vida sin importancia exterior, vino el Espíritu Santo y alumbró una grandeza nueva, la de una fidelidad heroica a Cristo, al ideal franciscano y al servicio sacerdotal a los hermanos…San Leopoldo no dejó obras teológicas o literarias, no deslumbró por su cultura ni fundó obras sociales. Para cuantos lo conocieron, fue únicamente un pobre fraile, pequeño y enfermizo.  Su grandeza consistió en otra cosa, en inmolarse y entregarse día a día a lo largo de su vida sacerdotal, es decir, 52 años, en el silencio, intimidad y humildad de una celdilla-confesonario: «El buen pastor da la vida por las ovejas». Fray Leopoldo estaba siempre allí a disposición, y sonriente, prudente y modesto, confidente discreto y padre fiel de las almas, maestro respetuoso y consejero espiritual, comprensivo y paciente.

Si lo queremos definir con una palabra, como solían hacerlo en vida sus penitentes y hermanos, entonces es «el confesor»; sólo sabía «confesar». Y justamente en esto reside su grandeza. En saber desaparecer para ceder el puesto al verdadero Pastor de las almas. Solía definir su misión así: «Ocultemos todo, aun lo que puede parecer don de Dios; no sea que se manipule. ¡Sólo a Dios honor y gloria! Si posible fuera, deberíamos pasar por la tierra como sombra que no deja rastro de sí»

(….)

«El buen pastor da la vida por las ovejas». A los ojos humanos, la vida de nuestro Santo se asemeja a un árbol al que una mano invisible y cruel le hubiera cortado todas las ramas una tras otra. El padre Leopoldo fue un sacerdote imposibilitado para predicar por un defecto de pronunciación. Un sacerdote que ansiaba dedicarse a las misiones, y hasta el final esperó el día de partir, que no le llegó porque tenía una salud muy endeble. Un sacerdote de tan gran espíritu ecuménico que se ofreció con entrega diaria como víctima al Señor para que se restableciera la unidad plena entre la Iglesia latina y las orientales separadas aún, y volviera a haber «una sola grey bajo un solo pastor» (cf. Jn 10,16); pero vivió su vocación ecuménica en ocultación total. Entre lágrimas decía: «Seré misionero aquí, en la obediencia y en el ejercicio de mi ministerio». Y también: «Toda alma que reclame mi ministerio será entre tanto mi Oriente.»  

(….)

 Celebró el sacramento de la reconciliación y ejerció el ministerio como a la sombra de Cristo crucificado. Fijos los ojos en el crucifijo colgado en el reclinatorio del penitente. El protagonista era siempre el Crucificado. «Él es quien perdona, Él es quien absuelve». Él, el Pastor de la grey... San Leopoldo hundía su ministerio en la oración y contemplación. Fue un confesor de continua oración, un confesor que vivía habitualmente absorto en Dios, en atmósfera sobrenatural.

(…)

La Iglesia, al ponerse hoy ante los ojos la figura de su humilde servidor san Leopoldo, que fue guía para muchas almas, quiere señalarnos las manos que se levantan hacia lo alto en las luchas varias del hombre y del Pueblo de Dios, que se alzan en la oración y se levantan en el acto de la absolución de los pecados, absolución que llega siempre al amor que es Dios, el amor que se nos reveló una vez para siempre en Cristo crucificado y resucitado.

«Por Cristo os rogamos: Reconciliaos con Dios» (2 Cor 5,20).

 (Biografiacompleta de San Leopoldo Mandic)