Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 29 de agosto de 2015

DIOS Y EL HOMBRE EN LA POESIA DE KAROL WOJTYLA – Jan Machniak (5)



Capítulo I, 4a La oración del poeta
Despues de Piesn poranna / La oración matutina en el volumen Poesias, dramas, ensayos nos encontramos con una introducción  a la colección de poemas titulada Sonetos  que comprende 17 poemas presentados en estructura regular,  similar a la de los sonetos. Algunos poemas se componen de cuatro estrofas: la primera y las últimas dos de cuatro versos. Pero,  en la mayoría de las veces, el autor deja de lado la estructura clásica del soneto y recurre al uso de tres estrofas compuestas por cuatro versos cada uno y una estrofa final compuesta por dos versos. A veces, la estrofa de dos versos se presenta como la tercera sucesiva.

Los sonetos constituyen la primera parte de Renesansowy psalterz / Salterio del Renacimiento/  colección importante de poemas juveniles de Karol Wojtyla que llevan una dedicatoria:  List do przyjaciela / Carta a un amigo o Do przyjaciol / A los amigos / que aparece al comienzo de algunos poemas.  Sonety – zarysy / Sonetos – descripción  comienza con una introducción titulada Do sonetow / a los sonetos / escrita  “en el año de la guerra” y, según parece, después de haber completado los salmos, pues el autor muestra una clara perspectiva de la guerra y de lo que había escrito hasta entonces. El poeta también explica el origen de los poemas ubicándolos en el tiempo “las canciones de la primavera, la primavera del año trágico”  - sin dudas una referencia a la primavera de 1939,  por lo tanto los poemas deben haber sido escritos en el contexto de la proximidad de la guerra. Al final, el poeta agrega un comentario: “Terminado el día de San Juan de 1939” lo cual confirma una vez más que los poemas fueron escritos antes del comienzo de la II guerra mundial.

El poeta se muestra ante el lector como el profeta de la Antigua Alianza, capaz de prever hechos futuros y palpar la inminente derrota.  Confiesa que las canciones  surgieron de su dolor interior y de la experiencia de la cercanía a Dios. “Canciones alegres y de esperanza, certeza y el comienzo de algo: viones – deseos, anhelos actos.  Las canciones premoniciones concebidas, derivadas y compuestas en cantos – De la tierra al cielo, de Dios y el hombre, de montes y árboles y noches de solsticio”.  Premoniciones y visiones proféticas referidas al futuro originado en tiempos difíciles de confusión y expectativas por lo que habría de ocurrir. El autor evidentemente puede oír voces que advierten contra las blasfemias convocando a la gente al arrepentimiento y a la conversión.


El autor en estas visiones proféticas se identifica con Cyprian Kamil Norwid quien en medio del sufrimiento escribió palabras de advertencia y consuelo. Sus trágicos presagios se cumplieron: “Creado en sufrimiento y miedo, en medio de dudas constantes eso no es la Verdad, sino un juego ilusorio, un campo de rimas – y nada más. Pero una voz oscura dijo: Es la Verdad – puede no ser la verdad del mundo, pero ciertamente tu verdad,  como si hubieses sido elegido y considerado” Como genuino legendario bardo el poeta percibe que al menos durante el año transcurrido había tenido el poder interior de anticipar futuros acontecimientos. “Habla” y hablé lo que pensaba, lo que quería, lo que presentía. Estos fueron tan solo trozos, restos, las primerísimas síntesis, pálido brillo del amanecer.  Pero fueron – no obstante – destellos de verdad.” El poeta tocado por un Ángel que lo ha dotado del poder de la Palabra y lo invita aceptar la misión. En cuanto a si mismo, inspirándose en la fe emprendió la misión de profetizarle a gente y decidió  llevarlo a cabo advirtiendo a la nación contra el peligro que se presentaba y amenazaba.  Cuando nació su vocación, el poeta decidió invitar a sus amigos más íntimos a ser testigos.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Jasna Gora y la estola de San Juan Pablo II


Hoy Polonia celebra la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Jasna Gora (Czestochowa), la Reina de Polonia, madre tan amada por el pueblo polaco.
 Juan Pablo II fue su discípulo fiel desde la más temprana niñez y aun después de haber asumido la responsabilidad de la sede de Pedro.  Cada viaje a su patria era pura emoción para él y todo su comitiva. Polonia seguía sin comprender como un hijo suyo había asumido tamaña responsabilidad. Por otro lado lo seguían extrañando y el los extrañaba, sentimiento que nunca ocultó.    Con ocasión de su viaje apostólico a su querida tierra en 1983 (cuando dono la estola manchada con sangre durante el atentado contra su vida al Santuario de Jasna Gora) en su homilía del “llamamiento” de Jasna Gora expresaba:  Oh Madre de Jasna Gora, he venido aquí para decirte una vez mas: “Totus tuus”! Soy, oh Madre todo tuyo, todo lo que es mío es tuyo! Todo lo que es mío, por lo tanto también mi patria, mi nación.
Oh Madre! He sido llamado a servir a la Iglesia universal en la sede romana de San Pedro. Pensando en este servicio universal, repito constantemente “Totus tuus”. Deseo ser siervo de todos! Al mismo tiempo, soy hijo de esta tierra y de esta nación. Esta es mi nación. Esta es mi patria. Madre! Todo lo que es mío es tuyo!. Madre todo lo que es mío es tuyo!  Que mas puedo darte? Que confiarte esta tierra, esta gente, este patrimonio? Te los confío a ti así como son. Tú eres Madre. Tú comprenderás y aceptarás.
(parte de la preciosa homilía del “llamamiento”del  19 de junio de 1983  que traduciré  para publicar en varios posts, pues en la página de la Santa Sede solo está en italiano.

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La estola de seda blanca, adornada con el Escudo Papal - testigo del acontecimiento dramático que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro el día 13 de mayo de 1981, fue entregada por Juan Pablo II al Santuario de Jasna Góra el 19 de junio de 1983 en señal de gratitud por haberle salvado la vida y fue expuesta al público, con la aprobación del Vaticano,  el 4 de junio de 2008 en la Capilla de la Madre de Dios.
La estola de seda blanca y forma rectangular se compone de dos partes : primera parte 110 por 13 cms. Y la segunda parte con escudos papales 175 por 13 cms. Su color es básicamente blanco.   El escudo de Santo Padre Juan Pablo II representa principalmente una cruz, cuya forma, sin embargo, no corresponde a ninguno de los habituales modelos heráldicos en la materia. La razón del inusual desplazamiento de la parte vertical de la cruz se debe al segundo objeto insertado en el escudo: la grande y majestuosa M mayúscula, que recuerda la presencia de la Virgen bajo la Cruz y su excepcional participación en la Redención profundamente ligada con la intensa devoción de Juan Pablo II a la Santísima Virgen. (abreviado de la pagina oficial de Jasna Gora)

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martes, 18 de agosto de 2015

DIOS Y EL HOMBRE EN LA POESIA DE KAROL WOJTYLA – Jan Machniak (4)

Capitulo I, 3 El arpista eslavo

El segundo poema de la colección titulado Pieśń poranna / canción matutina / es un salmo-oración de “El arpista eslavo” dirigido a Dios. La oración, forma de muchos poemas de Karol Wojtyla se impone por el género literario adoptado, o sea el del salmo, este último por su naturaleza, un himno en honor a Dios el Creador y Redentor, si bien los salmos no son canciones que solo adoran a Dios. También contienen una dosis de pedido y una ardiente súplica dirigida a Dios en momentos que le son difíciles e importantes al autor. Estos brotan de un sincero deseo de establecer un dialogo profundo con Dios, para sondear Su misterio – para llegar a conocer a Dios y así lograr un menor conocimiento de si mismo.
El salmo Pieśń poranna / Cancion matutina / fue escrito en  el otoño de 1939 según se deduce del segundo verso, donde el autor habla sobre la primavera colmada de anhelos y el otoño marcado con una canción de duelo que le sigue a la derrota – “No dejéis que las cuerdas del arpa irrumpan en el otoño”. El autor, “descendiente de los Piast”,  se identifica con David y le pide a Dios que apague el “signo” en su orazon – una marca indeleble del poeta que le permitirá deletrear todo el drama del momento.

El salvo es una oración suplicante dirigida a Dios, pidiendo a El que descienda en todo su poder y le brinde apoyo en este momento dramático de pelibro inminente que se aparece sobre el horizonte nacional. El autor le pide a Dios dotar a los Piast – que aquí simbolizan a toda la nación polaca, con la fuerza de David suficiente para derrotar a Goliat.”Sion, Moria te suplica / desciende y ayúdanos / asi es la canción matutina / de David – el Pastor”  Sion ubicada en el monte Moria, era el lugar donde Abraham quiso sacrificar su único hijo Isaac. Sin embargo Dios convirtió el hijo en cordero. El Sacrificio de Isaac es un augurio del sacrificio de Cristol para el autor del salmo Sion en el monte Moria es un símbolo del sacrificio hecho por el pueblo polaco. Tal como antes David, el poeta habla en nombre de la nación entera suplicándole misericordia a Dios.

martes, 11 de agosto de 2015

Benedicto XVI Quien era Clara de Asís?


“¿Quién era Clara de Asís? Para responder a esta pregunta contamos con fuentes seguras: no sólo las antiguas biografías, como la de Tomás de Celano, sino también las Actas del proceso de canonización promovido por el Papa sólo pocos meses después de la muerte de Clara y que contiene los testimonios de quienes vivieron a su lado durante mucho tiempo.
Clara nació en 1193, en el seno de una familia aristocrática y rica. Renunció a la nobleza y a la riqueza para vivir humilde y pobre, adoptando la forma de vida que proponía Francisco de Asís. Aunque sus parientes, como sucedía entonces, estaban proyectando un matrimonio con algún personaje de relieve, Clara, a los 18 años, con un gesto audaz inspirado por el profundo deseo de seguir a Cristo y por la admiración por Francisco, dejó su casa paterna y, en compañía de una amiga suya, Bona de Guelfuccio, se unió en secreto a los Frailes Menores en la pequeña iglesia de la Porciúncula. Era la noche del domingo de Ramos de 1211. En la conmoción general, se realizó un gesto altamente simbólico: mientras sus compañeros empuñaban antorchas encendidas, Francisco le cortó su cabello y Clara se vistió con un burdo hábito penitencial. Desde ese momento se había convertido en virgen esposa de Cristo, humilde y pobre, y se consagraba totalmente a él. Como Clara y sus compañeras, innumerables mujeres a lo largo de la historia se han sentido atraídas por el amor a Cristo que, en la belleza de su divina Persona, llena su corazón. Y toda la Iglesia, mediante la mística vocación nupcial de las vírgenes consagradas, se muestra como lo que será para siempre: la Esposa hermosa y pura de Cristo.
En una de las cuatro cartas que Clara envió a santa Inés de Praga, la hija del rey de Bohemia, que quiso seguir sus pasos, habla de Cristo, su Esposo amado, con expresiones nupciales, que pueden ser sorprendentes, pero conmueven: «Amándolo, eres casta; tocándolo, serás más pura; dejándote poseer por él eres virgen. Su poder es más fuerte, su generosidad más elevada, su aspecto más bello, su amor más suave y toda gracia más fina. Ya te ha estrechado en su abrazo, que ha adornado tu pecho con piedras preciosas… y te ha coronado con una corona de oro grabada con el signo de la santidad» (Carta I: FF, 2862).

Para Clara, sobre todo al principio de su experiencia religiosa, Francisco de Asís no sólo fue un maestro cuyas enseñanzas seguir, sino también un amigo fraterno. La amistad entre estos dos santos constituye un aspecto muy hermoso e importante. De hecho, cuando dos almas puras y enardecidas por el mismo amor a Dios se encuentran, la amistad recíproca supone un estímulo fuertísimo para recorrer el camino de la perfección. La amistad es uno de los sentimientos humanos más nobles y elevados que la gracia divina purifica y transfigura. Al igual que san Francisco y santa Clara, también otros santos han vivido una profunda amistad en el camino hacia la perfección cristiana, como san Francisco de Sales y santa Juana Francisca de Chantal. Precisamente san Francisco de Sales escribe: «Es hermoso poder amar en la tierra como se ama en el cielo, y aprender a quererse en este mundo como haremos eternamente en el otro. No hablo aquí del simple amor de caridad, porque ese deberíamos sentirlo hacia todos los hombres; hablo de la amistad espiritual, en el ámbito de la cual dos, tres o más personas se intercambian la devoción, los afectos espirituales y llegan a ser realmente un solo espíritu» (Introducción a la vida devota III, 19).”

(audiencia general Papa Benedicto XVI 15 de septiembre 2010- leer completo

viernes, 7 de agosto de 2015

Un rosario por la Argentina con los Misterios de luz



“ Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida pública de Jesús, la contemplación nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial «misterios de luz». En realidad, todo el misterio de Cristo es luz. Él es «la luz del mundo» (Jn 8, 12). Pero esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida pública, cuando anuncia el evangelio del Reino. Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos –misterios «luminosos»– de esta fase de la vida de Cristo, pienso que se pueden señalar: 1. su Bautismo en el Jordán; 2. su autorrevelación en las bodas de Caná; 3. su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión; 4. su Transfiguración; 5. institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.
Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesús. Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordán. En él, mientras Cristo, como inocente que se hace 'pecado' por nosotros (cf. 2 Co 5, 21), entra en el agua del río, el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf. Mt 3, 17 par.), y el Espíritu desciende sobre Él para investirlo de la misión que le espera. Misterio de luz es el comienzo de los signos en Caná (cf. Jn 2, 1-12), cuando Cristo, transformando el agua en vino, abre el corazón de los discípulos a la fe gracias a la intervención de María, la primera creyente. Misterio de luz es la predicación con la cual Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversión (cf. Mc 1, 15), perdonando los pecados de quien se acerca a Él con humilde fe (cf. Mc 2, 3-13; Lc 7,47-48), iniciando así el ministerio de misericordia que Él continuará ejerciendo hasta el fin del mundo, especialmente a través del sacramento de la Reconciliación confiado a la Iglesia. Misterio de luz por excelencia es la Transfiguración, que según la tradición tuvo lugar en el Monte Tabor. La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo, mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles extasiados para que lo « escuchen » (cf. Lc 9, 35 par.) y se dispongan a vivir con Él el momento doloroso de la Pasión, a fin de llegar con Él a la alegría de la Resurrección y a una vida transfigurada por el Espíritu Santo. Misterio de luz es, por fin, la institución de la Eucaristía, en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino, dando testimonio de su amor por la humanidad « hasta el extremo » (Jn13, 1) y por cuya salvación se ofrecerá en sacrificio.
Excepto en el de Caná, en estos misterios la presencia de María queda en el trasfondo. Los Evangelios apenas insinúan su eventual presencia en algún que otro momento de la predicación de Jesús (cf. Mc 3, 31-35; Jn 2, 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenáculo en el momento de la institución de la Eucaristía. Pero, de algún modo, el cometido que desempeña en Caná acompaña toda la misión de Cristo. La revelación, que en el Bautismo en el Jordán proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista, aparece también en labios de María en Caná y se convierte en su gran invitación materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos: «Haced lo que él os diga» (Jn 2, 5). Es una exhortación que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida pública, siendo como el telón de fondo mariano de todos los «misterios de luz».”



jueves, 6 de agosto de 2015

DIOS Y EL HOMBRE EN LA POESIA DE KAROL WOJTYLA – Jan Machniak (3)


Capítulo I, I. El elemento de la oración en la poesía juvenil de Karol Wojtyla
Capitulo I, 1. Las ediciones de la poesía de Karol Wojtyla.

(el contenido de ambos apartados es  similar – casi igual – a la Introducción, creo que no hace falta repetirlos por eso continúo con el apartado siguiente donde el autor Machniak comienza el análisis de poemas y características particulares.)

Capitulo I, 2. El adiós a su madre
 La colección Reneswansowy psalterz/Salterio renacentista comienza con un poema emotivo titulado Nad Twoją biała mogilą (Sobre tu blanca tumba) dedicado a Emilia, la madre de Karol Wojtyla muerta prematuramente. Pareciera ser el primer poema de Karol Wojtyla compuesto en la primavera de 1939. El autor se detiene ante la tumba y piensa en la imagen de su madre que guarda en lo profundo de su alma y corazón. En una plegaria que se entremezcla con sueños teje una conversación con su madre, a quien continua sintiéndola muy cercana y espiritualmente presente en su vida como “espiritu  alado”  “oh, cuanto hace…/que distante parece todo hoy”. En un monologo interno, emerge a la memoria su niñez aunque su tumba ya se halla “cerrada” hace tantos años.
En el poema predomina el blanco.  Las flores blancas que florecen sobre la tumba son símbolo de vida y paz,  tan incomprensible como la muerte.  La tumba de la madre también es blanca recordando la muerte y el sentimiento de incapacidad con que el poeta recuerda su niñez.  Sin embargo, desde la tumba de la madre, también “emana  un brillante silencio” en el cual puede distinguirse claramente una luz “Sobre su blanca tumba/que irradia un brillante silencio, / como si se elevara,/como si la esperanza se fortaleciera”.  Una luz blanca que emana del blanco se convierte en esperanza que nace del encuentro allí ante la tumba.
En una atmosfera de melancolía, tristeza y pesar, es la figura del poeta orante la que aparece en primer plano. Se arrodilla ante la tumba rendido en sentimiento de nostalgia por tiempos pasados y ante el inexorable poder de transición. “Sobre tu blanca tumba/me arrodille acongojado/oh cuanto tiempo hace”. A pesar de la profunda tristeza que anida en su corazón, el silencio que el poeta experimenta allí delante de la tumba de su madre, también engendra esperanza. Finalmente, el dialogo que es todo pena y tristeza se convierte en suspiro y una sencilla oración que expresa el agradecimiento del poeta por el amor. “…oh Madre – amor extinguido – mis labios susurraron con impotencia: / concédele el descanso eterno – “.

El lamento Nad Twoją białą mogiłą/Sobre tu blanca tumba/ es el encuentro del poeta maduro con la experiencia de la madre muerta que ha dejado una marca indeleble en su corazón. Su madre constituye parte de su vida y continua estando presente en ella. No obstante, el poema también es una expresión de la aceptación del misterio de la muerte de una persona cercana y sintiendo la presencia de la persona a otro nivel espiritual.    

(guía del contenido completo en Prólogo

miércoles, 5 de agosto de 2015

Gian Franco Svidercoschi: Karol, un poeta de la piedra y de lo inmenso

 

“Karol se acercó a la literatura en los años del bachillerato, en Wadowice, donde nació. Y al comenzar entonces a hacer teatro, su otra pasión, se dedicó obviamente a los mayores autores clásicos: Mickiewicz, Slowacki, Krasinski. Los cuales en el siglo XIX, con una Polonia borrada del mapa geopolítico de Europa, lograron preservar el patrimonio de su cultura y, por lo tanto, salvaguardar la identidad de la nación.

Pero, más aún que de los grandes poetas románticos, Wojtyla fue influenciado por la poesía de Cyprian Norwid. Otro extraordinario cantor de Polonia, pero más atento al hombre, a la relación entre fe y vida, a una visión más universal de la historia humana. Y, precisamente de Norwid, el joven Wojtyla aprendió el lenguaje de la poesía como comunicación de las emociones, de los sentimientos, de los propios ideales, de la propia tensión espiritual y, conjuntamente, como interpretación de la realidad, de los hechos de la vida humana.”


(Leer completo en Aleteia