Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 31 de enero de 2014

El «arma» de la palabra


(otra vez una semana sin PC!)


“Tan sólo tres meses después que los nazis invadieron Polonia  una de las primeras decisiones del Gobernador general fue, precisamente la de prohibir cualquier actividad artística o literaria. La reacción de los polacos fue inmediata. Ya sabían perfectamente, por la propia experiencia histórica, que la muerte de su cultura habría supuesto de manera inmediata su propio fin. De modo que florecieron iniciativas diversas y todas, naturalmente, en la clandestinidad.
El más conocido de los grupos teatrales que surgieron entonces fue Estudio 39.... Karol era muy activo...

La representación de aquella tarde iba a ser en una casa de la margen izquierda del Vístula. Lo mejor era cambiar siempre de ese sitio, y elegir cada vez una vivienda lo más alejada posible de la de la vez anterior.  De este modo, aunque la Gestapo tuviera una lista aproximada de las direcciones, no lo tendría tan fácil como para sorprenderles in fraganti. Hacía ya rato que los actores habían llegado, de uno en uno. Lo mismo hicieron los espectadores, que nunca pasaban de quince, y siempre eran personas no sólo conocidas, sino también elegidas e invitadas expresamente. Además. Había que ir con pies de plomo por la calle para no toparse con ninguna patrulla, pues si alguien era detenido por la calle después del toque de queda, corría el riesgo de ser deportado a un campo de concentración.

No se filtraba ni un rayo de luz al exterior. Habían cerrado herméticamente las contraventanas y habían sellado las ventanas. La verdad es que dentro el salón también estaba a oscuras, con solo un par de velas colocadas sobre una mesilla. Esa era toda la escenografía de aquel teatro de vanguardia,  con unos decorados reducidos a su mínima expresión, mientras se daba una importancia preeminente a la palabra, y sobre todo, al modo en quela palabra era declamada e interpretada. Habían programado un poema épico de Adam Mickiewicz, Pan Teadeusz, la representación máxima del Romanticismo polaco. Para quien no lo conozca, un estilo a la Ilíada o a la La Jerusalén liberada (…).

La apasionante representación iba sobre ruedas, gracias también a los magníficos actores. Todos se habían metido tan de lleno en el papel de sus personajes, que habían logrado dibujarlos en la conciencia de los espectadores. Estupenda Halina, la pareja de Karol en las representaciones de Wadowice, así como las dos nuevas, Danuta y Krystyna. Y fantástico el joven Wojtyla, con su declamación llena de tensión y de una dicción perfecta. De repente, fuera, en la calle, se oyó por el megáfono de un vehículo militar que se había parado justo debajo de las ventanas el siguiente aviso – fortísimo, imperioso, intimidatorio «El cuartel general de la Wehrmacht comunica que los ejércitos alemanes están a punto de entrar en la ciudad de Moscú…»  Se trataba sólo de propaganda. Así era la estrategia nazi: hacer creer que eran invencibles machacando psicológicamente al adversario, infundiéndole temor y creando un clima generalizado de amenaza y terror. Algo como una descarga eléctrica sacudió a los espectadores de la sala. No era el miedo, porque si estaban allí sabían perfectamente el riesgo que corrían. Duró una imperceptible fracción de segundo, un instante.  El actor no se había inmutado lo más mínimo, no había hecho pausa alguna. Karol seguía declamando como si no pasara nada, sin acelerar el ritmo de los versos. Había llegado sin distraerse al estallido final del Pan Tadeusz, la llamada a la guerra: «Es la guerra! Hermanos, ¿Hay que luchar esta guerra por Polonia!»

Actores y espectadores se percataron realmente entonces de lo que estaba pasando. No era algo simbólico, ni algo sucedido en los tiempos de Mickiewicz.  La Polonia de esos días, la Polonia ocupada por los nazis tampoco se había rendido al nuevo opresor, había resistido y reaccionaba con coraje para defender su memoria, su cultura, en definitiva, su propia identidad nacional.
Eso mismo era lo que Karol sentía en su ánimo, y lo que, como polaco y como patriota, se empeñaba en vivir cada día. Cuando se había mudado de Wadowice a Cracovia empezó enseguida a hacer teatro. (….) Karol era muy activo. Aunque estaba presente por todas partes, acabó afiliándose a la Unia, esto es, la Unión. Se trataba de una organización clandestina de inspiración cristiana que trabajaba tanto en el frente de la resistencia al nazismo, como en el de la proyección de futuro, planeando una nueva sociedad civil, un nuevo Estado. El movimiento estaba articulado en diversos niveles (….)

Y tenía prevista también una resistencia de tipo cultural, precisamente porque defendiendo la palabra, salvaguardando su lengua estarían luchando por la libertad, por la independencia de su nación. Quien deseaba entrar en la Unia, tenia que prestar un juramento solemne de fidelidad. Karol lo hizo, identificándose plenamente con aquellos ideales, en especial con los de tipo «combativo» (…)
Al final lograron sacar adelante la vieja idea de Kotlarczyk, un teatro rapsódico, es decir, un teatro de la profundidad interior, de la palabra viva, en el que más que mirar simplemente el espectáculo, se escuchara, y sobre todo, un teatro que repropusiera en sus rasgos más esenciales, las tradiciones culturales de Polonia.
Se trataba, en consecuencia, no sólo de un nuevo género artístico, sino de una forma nueva de lucha, tal como la entendían los fundadores de la Unia. Por tanto, la dedicación teatral no era un fin en si mismo, sino todo un instrumento de contraposición al nazismo.  «Una protesta – decía Kotlarczyk – contra el exterminio de la cultura polaca sobre su propio suelo» 

(Svidercoschi, Gian Franco: Historia de Karol, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, pgs 63,64


miércoles, 22 de enero de 2014

Notas personales del Beato Juan Pablo II (2)


Bajo el titulo Juan Pablo II. La espiritualidad de un santo revelada por sus apuntes Zenit informa que el libro Estoy en las manos de Dios. Notas personales 1962-2003 (en el original polaco: Jestem bardzo w rękach Bożych. Notatki osobiste 1962-2003) ha sido presentado esta mañana en Cracovia durante una rueda de prensa. 
“El semanario católico “Niedziela” ya había publicado estos días algunos extractos del libro. Estas notas son inéditas.  Se sabia que estaban pero no habían sido dadas a conocer ni publicadas. Se trata de anotaciones recogidas en particular durante los retiros y ejercicios espirituales que Wojtyla ha realizado solo o en compañía de otros miembros del episcopado polaco y con los colaboradores de la Curia romana. En las anotaciones son frecuentes y continuas las referencias a la oración, práctica constante cotidiana del autor. Emerge también el amor fuerte y apasionado de Wojtyla por su Polonia natal. En muchas ocasiones recitaba las letanías a los santos de la nación polaca.

Las anotaciones cubren un arco de tiempo de más de 40 años y se han convertido en el espejo en el que se reflejan los problemas, las preocupaciones y los encuentros vividos por Juan Pablo II. Las reflexiones de Wojtyla revelan también la visión mística con la que discernía las situaciones personales.”  (invito leer el texto completo en Zenit

Henryk Wozniakowski, director de Znak, la editorial que publicará el libro (de 640 páginas en idioma original) reveló que las notas incluyen oraciones del Papa y sus reflexiones, pero también anotaciones donde el Papa expresaba su preocupación por  amigos y conocidos y por la Iglesia.



martes, 21 de enero de 2014

Wojtyla y Bergoglio y una preocupación común: la patria

Hojeando nuevamente Historia de Karol de Gian Franco Svidercoschi (que ya me resulta tan familiar que cada vez que vuelvo a tomar el libro me parece haberlo vivido)  encuentro líneas que de alguna manera me inspiran a pensar en la Argentina…. A pensar en Wojtyla y Bergoglio y la Argentina de hoy.

Decia Svidercoschi en el capitulo 4, un capitulo muy fuerte

“También Karol estaba angustiado. La historia, una historia trágica, había irrumpido de improviso en su patria, en su misma vida privada, y le había dejado como aturdido. Sentía como si le hubieran arrancado sus esperanzas y destruido su futuro. Sólo tenía veinte años ¡Y cómo había cambiado su existencia en tan breve lapso de tiempo!. Se dedicó a leer…..escribió….estudió…trabajó….vivía cada jornada a tope, de manera casi frenética, de modo que pudiera desentenderse de toda aquella explosión del mal. Pero no lo conseguía. Era imposible permanecer ajeno…..el joven Wojtyla se preguntaba si Polonia había caído sólo por ….o si más bien, no tendrían parte de culpa en ello los mismos polacos su clase dirigente, sus partidos políticos, al haber desperdiciado ….años de independencia y libertad pensando más en el poder  que en construir y consolidar  la democracia. Era fácil percibir que él se inclinaba más bien por la segunda hipótesis “han traicionado y engañado a la nación – escribía – Pero no obstante esto, al final lograba encontrar, gracias a su fe religiosa,  el camino de la esperanza: «Creo que nuestra liberación tiene que ser la puerta de Cristo….»   Eran palabras muy similares a otras que Karol pronunciaría muchos años mas tarde.”

Jorge Bergoglio reflexionando a partir del Martin Fierro escribía  “ser un pueblo supone, ante todo, una actitud ética, que brota de la libertad… Cuando los obispos repetimos, una y otra vez, que la crisis es fundamentalmente moral, no se trata de esgrimir un moralismo barato, una reducción de lo político, lo social y lo económico a una cuestión individual de la conciencia. Eso sería “moralina”….los valores no pueden consensuarse: simplemente, son.
En el juego acomodaticio de “consensuar valores” se corre siempre el riesgo, que es resultado anunciado, de “nivelar para abajo”…..sabemos que no alcanzó con golpear las cacerolas: hoy lo que más urge es tener con que llenarlas. Debemos recuperar organizada y creativamente el protagonismo al que nunca debimos renunciar, y por ende, tampoco podemos ahora volver a meter la cabeza en el hoyo, dejando que los dirigentes hagan y deshagan. Y no podemos por dos motivos: porque ya vimos lo que pasa cuando el poder político y económico se desliga de la gente, y porque la reconstrucción no es tarea de algunos sino de todos, así como la Argentina no es sólo la clase dirigente, sino de todos y cada uno de los que viven en esta porción del planeta.
Y siguen reflexiones basadas en : El trabajo y la clase de persona que queremos ser; el urgente servicio a los más débiles; nunca más el robo, la coima y el “no te metas”

Estamos en una instancia crucial de nuestra Patria – decía – (*), crucial y fundante: por eso mismo, llena de esperanza. La esperanza esta tan lejos del facilismo como de la pusilanimidad.  Exige lo mejor de nosotros mismos en la tarea de reconstruir lo común, lo que nos hace un pueblo…..  Las reflexiones concluyen con la Oración por la Patria
que nos ofrecieron los obispos argentinos: Jesucristo, Señor de la historia….
(*) como lo estamos hoy.

Cada vez siento con más fuerza que Jorge Bergoglio es nuestro Karol Wojtyla.


Bergoglio: “Me gusta hablar de patria, no de país, ni de nación. El país es, en última instancia, un hecho geográfico, y la nación un hecho legal, constitucional. En cambio, la patria es lo que otorga la identidad”
(El jesuita,  Rubin y Ambrogetti,Vergara)

Y la Conferencia Episcopal Argentina nos ha dejado ese precioso documento que no pierde vigencia: 





sábado, 18 de enero de 2014

Notas personales del Beato Juan Pablo II (1)


Hemos recibido una gran noticia!

Todos recordamos que el Papa Juan Pablo II había escrito en su testamento que fue recibido con tanto aprecio y nostalgia,  que no poseía bienes personales y que las cosas que pudieran ser útiles fuesen distribuidas. Pero también pedía que sus apuntes personales fuesen destruidos.  

Muchos fuimos los que lamentábamos tanto esas palabras….aunque después nos enteramos que ese deseo no se había cumplido y que su secretario personal el cardenal Stanislaw Dziwisz, en algo no le había obedecido a su queridísimo amigo y maestro. Esos apuntes fueron celosamente guardados por él, tal como nos confirma Marek Lehnert de VaticanInsider y nos informa de la próxima publicación (en polaco por ahora)  de aquellas notas personales que su secretario había considerado de tanto valor. Personalmente lo considero como un gran tesoro y una pequeña introducción a la celebración de la canonización de nuestro querido Juan Pablo II.

Cito textualmente la nota: “Poco después de los funerales del Papa polaco – dice Lehnert -  preguntamos al futuro arzobispo de Cracovia por qué no lo había hecho. El sucesor de Wojtyla respondió: “porque esos papeles tienen una relevancia histórica”. Ahora, desde Cracovia, llega la noticia de que el próximo 5 de febrero saldrá el libro titulado “Estoy en manos de Dios. Apuntes personales 1962-2003”. Como revela la editorial Znak, el lector encontrará en él “las más importantes preguntas íntimas, profundas, conmovedoras meditaciones y oraciones que marcaban su tiempo día a día”, así como “apuntes que atestiguan su preocupación por sus seres queridos (amigos y colaboradores) y por la Iglesia que le había sido encomendada”.
Los apuntes, añade la agencia Kai, “ahora se convierten en el principal documento en el proceso de canonización”. Y cita al mismo cardenal Dziwisz: “No, no quemé los apuntes de Juan Pablo II, porque constituyen la clave de lectura de su espiritualidad, la parte más íntima del hombre: sus relaciones con Dios, con el otro y consigo mismo”. El editor, por su parte, confiesa que se siente honrado y promete una muy buena edición.”
En la pagina de la Editorial Znak que publicará el original en polaco,  leemos que se trata de "Notas personales" anotaciones de su viaje espiritual durante cuarenta años desde una de las primeras frases y título del libro “Estoy enteramente en las manos de Dios”  hasta “se ha cumplido el tiempo” y su último “Deo Gratias”. Todo su contenido nos revela momentos clave de la vida de Karol Wojtyla/Juan Pablo II, sus meditaciones, oraciones y testimonios.


Esperamos que pronto (o quizás paralelamente al menos en italiano) la obra sea traducida a otros idiomas. 

viernes, 17 de enero de 2014

Sor Faustina Secretaria y Apóstol de la Divina Misericordia (6 de 11) La imagen




La Imagen
“El contenido de la imagen que proviene de la visión que tuvo Sor Faustina de Jesús en Plock, el 22 de febrero de 1931, dispone de las indicaciones detalladas de Jesús (Diario 47). Vio a Jesús vestido de una túnica blanca, con la mano derecha elevada en señal de bendición y la izquierda separando la túnica a la altura del pecho, de donde salen un rayo pálido y otro rojo. Como explica el mismo Jesús: Los dos rayos significan la Sangre y el agua. El rayo pálido simboliza el agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia, cuando mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. (Diario 299). La indicación adicional se refería a la mirada de Jesús, como la mirada en la cruz (Diario 326) lo que el padre Sopocko interpretó como la mirada “desde arriba”, es decir, desde la altura de la cruz (por ejemplo, en las imágenes de A. Styka y L. Sleñdzinski), el padre J. Andrasz, jesuita, lo leyó, sin embargo como la mirada misericordiosa del Salvador dirigida hacia el pecador (el cuadro de A. Hyla). Finalmente, el elemento integral de la imagen es la Inscripción: Jesús, confío en Ti, como síntesis de mensaje de la imagen, es decir, un acercamiento de la verdad teológica y la realidad de la Divina Misericordia, despertando en las almas atormentadas la mitigación, el consuelo y la esperanza. Al culto de esta imagen, Jesús asoció promesas: la imagen constituye un recipiente para recoger las gracias de la fuente de la misericordia y a Sus seguidores les garantizó la salvación eterna, el crecimiento de la perfección cristiana y la gracia de una buena muerte.
El deseo de Jesús de que la imagen sea bendecida y adorada en público  el primer domingo después de Pascua, corresponde de forma sorprendente al contenido de una perícopa bíblica del Evangelio de San Juan, destinada para este día desde el Concilio de Trento. El domingo en cuestión, la iglesia lee la historia de la aparición del Resucitado a los apóstoles reunidos en el Cenáculo, cuando les concede el poder de perdonar los pecados usando el poder que les es concedido por el Espíritu Santo (J 20, 19-23). Para captar la teología de la imagen, puede servir de ayuda la falta de relevancia suficiente de la imagen del Jesús pintado y del Jesús que le apareció a Sor Faustina. La imperfección de esta imagen, que la distingue claramente de los iconos, indica la específica de su función, que es la presentación, no la representación, es decir, la oración que se reza ante la imagen, no a la imagen, como es en el caso de un icono. Su eco/su repercusión está en guiar la atención de una persona hacia el lado del cuerpo de Jesús, donde está el corazón perforado, del que salen los rayos: en caso de un icono, la mirada del espectador se dirige hacia los ojos del personaje pintado. Cabe destacar también una interpretación diferente a la tradicional, del simbolismo de la sangre que, en este caso, no lo es tanto una expresión del sacrificio que borra el pecado, sino un signo de la vida otorgada a las almas. La fuente de la vida concedida es el misterio pascual de Jesús, simbolizado mediante un costado perforado, o, para ser más exactos, Su Corazón Divino ardiente de amor por el pecador. La luz que emana de la figura de Jesús no es sólo un reflejo de la humanidad glorificada de Jesús, sino también el esplendor de la gloria de su divinidad. Hay que mencionar también una interpretación más amplia de la imagen que va más allá de su contexto pascual y ve en él, tal y como quiere el padre J. Andrasz, una señal del amor misericordioso de Dios, el Creador y el Redentor por los pecadores, o como el padre J. Rozycki, indica la figura de Jesús en la imagen como la más completa revelación de la Misericordia de la Santísima Trinidad.
Por lo tanto la imposición de dos acontecimientos de salvación y de revelación en la imagen, como la muerte en la cruz y la transmisión por el Resucitado de la misión  de reconciliación, expresa el objetivo de la imagen como un recipiente lleno de gracias provenientes de los pozos de la misericordia y las herramientas para conceder las gracias.   Por lo tanto es comprensible que la imagen despierte confianza, y por la voluntad de Jesús, recuerda la necesidad de realizar actos de la misericordia. Se puede hablar entonces de la imagen como de una especie de clave hermenéutica para el misterio y el culto de la Divina Misericordia. Debido a que el mensaje del amor misericordioso de Dios está presente en la imagen junto con la respuesta del pecador: Jesús, confío en Ti, por lo tanto, la imagen es, también una síntesis visual particular del mensaje de la Divina Misericordia y de Su culto. La actitud de confianza deseada y esperada del adorador es una base vital religiosa, que supera la esperanza natural o la seguridad de convertirse en algo, o la convicción de tener fundamentos para confiar en alguien, ya que incluye principalmente las virtudes teológicas de la fe, la esperanza y el amor, y porque el adorador sea un pecador, las virtudes morales de la humildad y del arrepentimiento. El reflejo práctico de la confianza es el  hecho de encomendarse a Dios y de cumplir Su voluntad de la que hablan los mandamientos, las obligaciones del estado y las inspiraciones interiores.”

domingo, 12 de enero de 2014

Sor Faustina Secretaria y Apóstol de la Divina Misericordia (5 de 11)


“El antiguo adagio de San Próspero de Aquitaia (aprox 456) Legem credendi lex statuat supplicadi (Que la ley de la oración determine la ley de la fe; conocida como lex orandi – lex credendi) expresa con exactitud el vinculo esencial entre el objeto de la fe cristiana con la forma de la oración. Esto también se aplica a la Devoción de la Divina Misericordia cuyas formas aprobadas surgen del mensaje de Sor Faustina acerca de la Divina Misericordia y expresan la verdad. 

Entre ellas están:
 la imagen de la Divina Misericordia,
 la fiesta de la Divina Misericordia, 
La Coronilla de la Divina Misericordia, 
la divulgación del culto a la Divina Misericordia y 
la Hora (canónica) de la Divina Misericordia.”


(de la ponencia del Arzobispo Władysław Ziółek (Lødz, Polonia) en el II Congreso Mundial de la Divina Misericordia, celebrado en Cracovia en octubre de 2011)

sábado, 11 de enero de 2014

JMJ : Historia de la Cruz y la imagen de Maria Salus Populi Romani



(de la JMJ en Rio, Brasil)

Era el 22 de abril de 1984, Año Santo de la Redención. El Papa Juan Pablo II decide portar una cruz – símbolo de la fe – cerca al altar de Santa María Mayor en la Basílica de San Pedro, con el propósito que todas las personas pudieran verla. Fue en aquel entonces cuando siguiendo su fervoroso deseo, se instaló una grande cruz de madera, de 3,8 mt de altura. Al final del Año Santo, luego del cierre de la Puerta Santa, el Santo Padre confió aquella misma Cruz a la juventud del mundo, representada por los jóvenes del Centro Internacional Juvenil San Lorenzo de Roma. Estas fueron sus palabras en dicha ocasión: 
 "Queridos Jóvenes, al terminar el año Santo de la Redención confió a vosotros mismos el signo de este año Jubilar: La Cruz de Cristo! Llevadla en el mundo mondo, como signo del amor del Señor Jesús por la humanidad y anunciad a todos que solo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención" (Roma, Abril 22 de 1984).

 Los jóvenes acogieron la invitación del Santo Padre. Portaron la Cruz al Centro San Lorenzo, que sería su domicilio habitual en los periodos en los cuales no fuera llevada en peregrinación por el mundo. Inmediatamente después, la Cruz del Año Santo comenzó a viajar por diversas partes del Mundo: Alemania, Francia, Checoslovaquia, Italia, Luxemburgo, Irlanda, Escocia, Malta, Estados Unidos, Países Bajos, Corea, Polonia, Suiza, Australia… Enseguida, continuando su visita por las diócesis del mundo, participó a las Jornadas Mundiales de la Juventud: Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (1989), Czestochowa (1991), Denver (1993), Manila (1995).  Para evitar su deterioro durante los numerosos viajes,  la Cruz del Año Santo fue sustituida por una copia en 1996.

La “Cruz de las JMJ” es la copia de la “Cruz del Año Santo”, que siguió los mismos parámetros de construcción de la primera y que circula actualmente por el mundo visitando con grandes frutos espirituales los países en los que se llevaran a cabo las JMJ.  Fue trasladada a las JMJ de París (1997), Roma (2000), Toronto (2002), Colonia (2005), Sídney (2008). Igualmente, fue llevada al África en el 2006 y Oceanía en el 2007. Es así como en cada etapa de su peregrinación, Cristo ha revelado su amor y Misericordia a todos aquellos que fervorosamente la han abrazado o se han acercado y a aquellos que la han llevado.

En el 2003, por iniciativa del Papa Juan Pablo II, los jóvenes recibieron una copia del ícono de Maria Salus Populi Romani (“Salud del Pueblo Romano”) para acompañar la Cruz durante su paso por el mundo. Este signo nos muestra como la Virgen María conduce a los jóvenes al descubrimiento del sentido de la cruz: el amor infinito de Aquel que ha dado su vida por nosotros.

La Cruz expuesta en la Iglesia al interior del Centro San Lorenzo se ha construido con pedazos auténticos de la Cruz del Año Santo: los brazos (hasta horizontal) y la placa en metal. El asta vertical, por el contrario, hace parte de la primera copia que ha viajado por el mundo a partir de 1996. El desgaste de la madera en diversas partes de la Cruz, evidencian que ha sido cargada y venerada por un grande número de personas.

En la Misa del Domingo de Ramos, el domingo 5 de abril de 2009, con ocasión del traslado de la Cruz desde Australia hacia España, como acto preparatorio a la JMJ de Madrid (2011), el Papa Benedicto XVI expresó:  
·         “Avanzamos con ella [la Cruz], sobre su camino y encontramos así nuestro camino. Cuando tocamos la Cruz, sobre todo cuando la llevamos, tocamos el misterio de Dios, el misterio de Jesucristo. El misterio que “Dios ha amado tanto al mundo, que ha entregado su hijo por nosotros” (cfr. Gv 3, 16). Tocamos el misterio maravilloso del amor de Dios, única verdad realmente redentora. Pero tocamos también la ley fundamental, la norma constitutiva de nuestra vida, es decir, el hecho mismo que sin un “Si” a la Cruz, sin un caminar en comunión con Cristo día a día, la vida no puede vivirse”.
 Así mismo, el 22 de abril de 2009, fecha de la celebración del 25 aniversario de la Cruz, el Papa Benedicto XVI, dirigiendose los jóvenes del Centro San Lorenzo, confirmó la misión de los jóvenes del mundo, diciendo:   Queridos Amigos, os confío plenamente de nuevo esta Cruz! Continuad llevándola en cada esquina de la tierra, para que también las próximas generaciones descubran la Misericordia de Dios y reaviven en sus corazones la esperanza en Cristo crucificado y resucitado!

La peregrinación permanente de la Cruz de las JMJ es verdaderamente una fuente de inmensa gracia. Muchas son las personas que sufren pero que tomándola y asumiendo su significado han encontrado consolación y paz. Muchos son aquellos que por su medio, han tocado el misterio de Dios revelado en Cristo. Muchos han sido tocados de la Misericordia de Cristo por los pecadores y han hallado la fuerza de solicitar los sacramentos, especialmente el bautismo y la reconciliación. Muchas son las vocaciones sacerdotales y de vida consagrada que han nacido a los pies de esta Cruz. Muchos son los que han dicho “Sí” a Cristo. Sí, la Cruz de Jesús es fuente de vida y salvación para cada persona en este mundo! Acojámosla!, Veámosla!, Venerémosla!, Llevémosla!, Anunciémosla!

Te adoramos oh Cristo y te bendecimos,
Que con tu Santa Cruz redimiste al mundo”.

(tomado de la página oficial del Centro San Lorenzo inaugurado por el  Papa Juan Pablo II  el 13 de marzo de 1983. San Lorenzo in Piscibus es una iglesia del siglo XII situada en las cercanías de la Plaza San Pedro en Roma. El Centro es animado por voluntarios, miembros de diversos grupos y movimientos eclesiales. El Pontificio Consejo para los Laicos ha confiado la coordinación del Centro a la Comunidad del Emmanuel. Desde 1984 el Centro custodia la Cruz de la JMJ, y desde el 2003 el ícono de la María Salus Populi Romani.


Sobre la última JMJ en Rio ver posts etiquetados JMJ Rio en mi blog Francisco nuestro Papa 

viernes, 10 de enero de 2014

Te ruego: protégeme

Te ruego: no me ocultes
En un lugar inaccesible,
En la corriente del tranquilo asombro,
O en la noche terrorífica.

Te ruego: protégeme
Del reino que se hunde en la oscuridad;
Te ruego: ábreme hacia el reino
Que atrae las miradas.

-porque conozco un lugar escondido
En el que voy a guardar el brillo de estos soles
Que arden por debajo del horizonte
De las miradas, dirigidas hacia lo profundo.

Y entonces va a suceder el milagro
De la transmutación:
Tú vas a convertirte en mi –
Yo – eucarístico.

(Karol Wojtyla: Poesías -  Canción sobre el sol inagotable, 11,
Versión en español publicada por BAC - Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid,

jueves, 9 de enero de 2014

Reflexiones tardías


 “Todo el año es Navidad” fue título de un libro, cuyo autor no recuerdo.  También hubo una película argentina.  
Y es así como deberíamos vivir el año los cristianos cada día, de puertas abiertas como el establo de Belén para contagiar la ternura del Niño Dios, la ternura de un recién nacido y compartir el misterio de la Navidad como leemos en un escrito que – según creo - es de la Madre Teresa:

Cuando se termina el canto de los ángeles,
Cuando se apaga la estrella del firmamento,
Cuando los reyes regresan a sus palacios,
Cuando los pastores se reúnen con sus rebaños….
Entonces empieza la tarea de Navidad:
Encontrar al perdido,
Alimentar al hambriento,
Liberar al prisionero,
Reconstruir las naciones,
Llevar la paz a los hermanos
Y hacer música con el corazón.”
que bien podríamos adjudicar al Papa Francisco.

Y se nos fué el 2013! Pensando a grandes rasgos en el año que dejamos atrás,  debemos reconocer que ha sido un año políticamente “agresivo” en la Argentina, con una economía endeble y una educación en retroceso. Los “avances” han sido en gran manera negativos: aumento de la pobreza y de la indigencia,  según los siempre confiables y serios Informes anuales sobre la deuda social argentina dela Universidad Católica Argentina. 
El aumento de la inseguridad y conflictos sociales de todo tipo,  sumados a la falta total de control del narcotráfico suenan al menos alarmantes. El 19 de diciembre de 2013 en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina, se firmó un acta decompromiso acerca de los lineamentos básicos para la implementación de políticas públicas sobre el consumo de drogas y la lucha contra el narcotráfico con representantes de todo el arco político pero – lamentablemente - sin presencia de miembros del partido gobernante, que trata de minimizar el tema, casi ignorándolo.  Todo “coronado” por una corrupción  galopante, una pésima administración e internas en el propio gobierno, según hemos podido comprobar recientemente por declaraciones de un miembro, que luego son desmentidas o ninguneadas por otro. Las crisis son palpables en todos los niveles, no solo el energético que ha “explotado” durante los últimos meses, el dinero ya no le alcanza al gobierno para tapar los agujeros de los subsidios a empresas y personas, las culpas son siempre ajenas, aquí ahora se jubila el que quiere no el que cumple con los requisitos y hemos llegado a burlas tales como “sorteamos 100 jubilaciones” o “jubílese sin aportes”. Pésimos ejemplos para toda una juventud desesperanzada que no forma parte ni quiere oír nada sobre el gobierno de turno que aún debe “cumplir” dos años de mandato.  Pensar que fuimos “el granero del mundo”, tuvimos una escuela pública de excelencia y más recientemente se nos prometió que seríamos como Alemania!

No obstante todos nuestros innumerables males y pesares  la Argentina ha sido inmensa,  inmerecida o providencialmente? bendecida casi a comienzos del  año 2013 con la elección de Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina,  a Obispo de Roma y Pastor universal de la Iglesia católica,  quien decidió llamarse Francisco como Papa. A pesar de que él no se cansa de repetir que fue influenciado por el cardenal brasileño Humes, quien al ver el resultado de la elección le susurró al oído “no te olvides de los pobres” todos sabemos que a nuestro padre Bergoglio no podría caberle mejor nombre que el del “poverello” de Asis. Bergoglio no ha cambiado su sencilla y accesible forma de ser ni sus actitudes (aunque ahora lo vemos mas sonriente y feliz),  sus palabras son las mismas que antes escuchábamos (o ignorábamos) aquí en la Argentina, pero ahora las escucha (no solo las oye) todo el mundo. Según el rabino Bergman,  en un artículo que realmente merece leerse completo,    “para los argentinos, el papa Francisco es la resurrección de Bergoglio” .

Este, nuestro (porque lo consideramos mas nuestro que cualquier otro) Papa Francisco, el 30 de septiembre de 2013 durante un Consistorio  Ordinario decretó que el Beato Juan Pablo II, sea canonizado, junto alBeato Juan XXIII, el 27 de abril del 2014, Domingo de la Divina Misericordia.


Para mis blogs fue “la” noticia del año, un anuncio que esperábamos ansiosamente.  La  decisión del Papa Francisco de inscribirlos en el Libro de los Santos juntos tiene un significado especial. Un discípulo fiel del Concilio Vaticano II,  junto al maestro bueno, un Papa que entonces se consideraba de transición que no obstante todos los agoreros, se atrevió a lanzar un “proyecto” de Iglesia que todavía seguimos asimilando, que fue muchas veces mal interpretado, pero para quien quiera ir a las fuentes, siempre actual y que el Papa Francisco,  quien “heredó” el espíritu del Concilio,  concordará con la misión que emana de las palabras del Cristo de San Damián a San Francisco de Asís “ve y repara mi casa”.  
Por lo que hemos visto hasta ahora el Papa Francisco está en plena tarea.

viernes, 3 de enero de 2014

El “misterio” de Montecassino (2 de 2)

(del libro del padre Gereon Goldmann Un seminarista en las SS (Ediciones Palabra, Madrid - mi traducción es de la versión eslovena)

Entre las tantas “aventuras” del padre Goldmann una de las más increíbles fue lograr que el Santo Padre le concediera un permiso especial para ser ordenado sacerdote antes de haber terminado sus estudios, permiso de excepción por la falta de sacerdotes en los frentes de batalla. Le había sido profetizado que lo conseguiría, “profecía” de la cual el siempre tuvo sus dudas hasta que verdaderamente se cumplió. Pero eso es otra parte de su historia. Aquí solo pretendo exponer – traducido -  el texto que se refiere a Montecassino,  donde el – por encontrarse cerca – planeaba ser ordenado por el Abad del Monasterio y celebrar de inmediato allí su Primera Misa.

“De repente veo un estrecho sendero camino al cerro. Caminado unos 100 metros veo una señal con un escrito bilingüe en  alemán e italiano “Acceso a la Abadia prohibido a los soldados”. El sendero llevaba hacia la conocida Abadía de Montecassino, que hasta entonces yo solo conocía de lejos. De repente me acordé que alguna vez había leído que el Abad de Montecassino también es Obispo. Quizás el podría ordenarme si le mostrase el documento papal?  En medio de las crueles batallas mi profundo deseo era ser ordenado sacerdote lo más pronto posible. Le grite al chofer que  me esperara que regresaría pronto y  encaré por el sendero hacia arriba.  De repente me encontré con cuatro guardias militares. El camino hacia la Abadía estaba prohibido, por eso estaban allí.  Amparado en mi autoridad les respondí que yo no era soldado, sino sargento. Los cuatro eran de grados inferiores.  “Deben dejarme pasar, tengo una autorización especial”. Y les mostré mi carnet de traductor.  Éste no les convenció,  tampoco la autorización del Obispo de Sicilia, que no sabían leer,  entonces debí mostrarles la autorización papal. Finalmente me dejaron pasar. Pasados unos 1500 metros llegue hasta la famosa Abadía.  Amparados allí detrás de las altas paredes me encontré sorprendido ante un gran grupo de refugiados,  en su mayoria mujeres, ancianos y niños. Ante las barbaridades de la guerra se habían refugiado allí al amparo de San Benito con la esperanza de encontrarse más seguros, esperanza cruelmente aplastada unos días más tarde con el bombardeo de los americanos, quienes destruyeron sin piedad todo lo que quedaba en pie.

Las puertas de la Abadía estaban abiertas de par en par pero custodiadas por dos guardias de la policía militar que debían evitar el tránsito hacia la Abadía. Allí fui testigo con mis propios ojos que lo que sostenían los americanos con motivos propagandísticos que allí se refugiaban soldados alemanes era totalmente falso pues aparte de estos guardias de la policía militar no vi allí ni un solo soldado alemán.  Las unidades más cercanas estaban a unos 800 metros de allí separados de la Abadía por un profundo valle. Era allí donde estaba el punto de observación.  El Comandante Kesserling había impartido ordenes estrictas de proteger Montecassino ante cualquier batalla.  Y nosotros como alemanes nos adherimos a esta orden al pie de la letra. 
Entre por el amplio portón para encontrarme ante un patio enorme y la famosa escalinata que llevaba a la Iglesia. No se veía a nadie por ningún lado. Los dos guardias permanecían afuera.  También la Iglesia estaba abierta, ninguno de los portales cerrados.  Entré y enmudecí ante aquella vista:  estaban aun todas las paredes, brillaba la hermosa cúpula, los altares estaban intactos – pero eso era todo. No había cuadros en las paredes ni estatuas en las bóvedas,  ninguna cruz sobre la pared del altar ni sobre el altar. Parecía que los bárbaros se habían llevado todo lo que se podía quitar.  La imagen de esta casa de Dios totalmente desnuda y desolada era desesperante.  Las capillas laterales se encontraban igual, desnudas y abandonadas.  Me dirigí a la sacristía: la misma imagen. Todos los armarios abiertos y vacíos.  Todos los cajones, en los cuales se guardaban vestimentas sagradas semiabiertos y vacios. Quien se había llevado todos estos tesoros?  Seguí deambulando por los largos corredores, sin encontrar a nadie. El salón principal, el gran refectorio, la cocina detrás, todo vacío, saqueado? Finalmente di con la biblioteca, todos los estantes vacíos de famosos libros, manuscritos incunables, nada… Con el corazón destrozado me dirigí por la escalera hacia el primer piso. A la derecha, casi 100 metros de largo ventanas con vista hacia el valle.  A la izquierda una celda al lado de otra, donde durante siglos vivieron los monjes.  Ahora se encontraban todas abiertas, solo había algunas mesas y unas pocas sillas. Nada más.

Entonces aun desconocía que con permiso del Abad todo había sido transportado de urgencia y sorteando todo tipo de peligros desde la Abadía a Roma, donde todos esos tesoros quedaron al resguardo en pasillos subterráneos y después de la reconstrucción de la Abadía todo fue devuelto. Pero para mí este “paseo” por la Abadía totalmente vacía, la Abadía monacal madre de Europa,  fue uno de las vivencias mas desesperanzadas de toda la guerra.

Como aparentemente en la Abadía no había nadie, desilusionado ya estaba por marcharme, cuando al fondo del larguísimo corredor aparece un monje cabizbajo con las manos recogidas. Recién me vio al escuchar el ruido de mis botas cuando ya me encontraba frente a él.  Me miró algo asustado y negó mi pedido para ver al Abad.  No es posible ahora, el Abad está rezando en la cripta en la tumba de San Benito. Sin palabras le mostré el documento papal y el enmudecido me miro y desapareció, esta vez no a paso lento y pausado sino casi corriendo.  Más tarde otro sacerdote me trajo algo para refrescarme, una fruta y bebida. Como no había mesas, coloco todo sobre la repisa de la ventana.

Finalmente aparece el Abad, el Obispo de la diócesis de Cassino. Un hombre honorable, anciano, cuyo rostro irradiaba una vida de oración.. Le conté mi historia mientras el sostenía en sus manos la autorización papal. En algún momento me dijo: “durante la guerra ocurren cosas que aun no han sido escritas en ningún libro de la Iglesia”.

Le dije además que dudaba que al día siguiente podría estar en Roma para mi ordenación (según planeado originalmente) y le pedí si él estaría dispuesto a ordenarme.

Mi miro fijo y largamente. No pude imaginar porque lo hizo.  Después de repente me tomó de la mano y me llevó por el corredor hasta un lugar desde donde se veía todo el valle de Cassino, poblados  y cerros,  donde entonces luchaban los alemanes.  Emocionado y con su voz entrecortada por el llanto me dijo: Observe cuidadosamente todos los poblados y ciudades.  Allá teníamos una iglesia, allá el hospital, allá un jardín de infantes. Tanto nos esforzamos, tanto trabajamos para hacer de este Obispado un jardín de Dios. Y ahora la guerra destruyo todo en unos pocos días, todo destruido, los fieles han muerto o huido. Solo quedo la Abadía aquí arriba.  Quien sabe si quizás Dios no nos reclamará también esto.   Aquí estoy solo con diez monjes, pero “El Señor nos lo dio, el Señor nos lo quito, alabado sea el nombre del Señor”!  me dijo.  Después me miro y agregó: “No se que pasara los próximos días ni tampoco si también nosotros seremos víctimas de la guerra. Pero algo todavía haré con sumo agrado: venga en cualquier momento de día o de noche, aunque no esté en ayunas.  Solo le pido venga.  Con el mayor de los gozos le ordenare sacerdote sobre la tumba de nuestro santo padre Benito”.

“ Si no encuentro algún imprevisto, mañana a la noche estaré aquí” le prometí. “Lo esperare” me respondió. Y con estas palabras nos despedimos con un fraternal abrazo y bendición.  Con el corazón en paz y lleno de gozo regrese al valle – sin intuir que el Abad me esperaría en vano al día siguiente. ….. la guerra continuaba.  A Goldmann le esperaba una de las peores batallas. 

La Abadía fue totalmente reconstruida después de la guerra y consagrada por el Papa Pablo VI el 24 de octubre de 1964. 


La Abadía está  construyendo una nueva página web. Mientras tanto puede visitarse su blog.    : 

Invito además leer las emotivas palabras del Papa Juan Pablo II en su visita a la Abadia de Montecasino el 18 de mayo de 1979.