Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

domingo, 24 de febrero de 2013

Benedicto XVI su último Ángelus : la oración




Hago un pequeño paréntesis entre mis recuerdos del  inicio de este pontificado para dejar las preciosas palabras del Santo Padre Benedicto XVI en el Ángelus de hoy,  segundo domingo de Cuaresma, en el cual el Santo Padre nos recordaba un pasaje del Evangelio de San Lucas y a su retiro para sumergirse en la oración y la meditación. 

“El evangelista Lucas resalta de modo particular el hecho de que Jesús se transfiguró mientras oraba: la suya es una experiencia profunda de relación con el Padre durante una especie de retiro espiritual que Jesús vive en un monte alto en compañía de Pedro, Santiago y Juan, los tres discípulos siempre presentes en los momentos de la manifestación divina del Maestro (Lc 5, 10; 8, 51; 9, 28).….. Meditando este pasaje del Evangelio, podemos aprender una enseñanza muy importante. Ante todo, la primacía de la oración, sin la cual todo el empeño del apostolado y de la caridad se reduce a activismo. En la Cuaresma aprendemos a dar el justo tiempo a la oración, personal y comunitaria, que da trascendencia a nuestra vida espiritual. Además, la oración no es aislarse del mundo y de sus contradicciones, como en el Tabor habría querido hacer Pedro, sino que la oración reconduce al camino, a la acción  y citaba lo dicho en su Mensaje para laCuaresma: 

 «La existencia cristiana consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que derivan de éste, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios

Y haciendo referencia a  su renuncia hacia el final del Ángelus el Santo Padre agregaba:

“El Señor me pide que “salga a una montaña” para dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero esto no significa abandonar a la Iglesia. Es más, si Dios me pide esto es precisamente para poder seguir sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor con el que lo he hecho hasta ahora, pero de un modo más adecuado a mi edad y a mis fuerzas”.

Que el Señor lo bendiga Santo Padre y nos ilumine a todos para que vivamos una Cuaresma digna de hijos de Dios y así estar preparados para celebrar con verdadero gozo la festividad de su Resurrección.   



(fuente New-Va) 

sábado, 23 de febrero de 2013

Renuncia del Santo Padre Benedicto XVI (2) nostalgia y mis primeros recuerdos de este pontificado – primera parte


Fue un viaje verdaderamente inolvidable, preciosas las vivencias y decidí publicarlas en una  página web en geocities que después desapareció, pero me han quedado esos recuerdos imborrables de un “sueño” hecho realidad, me sentía transportada, acompañada por Aquel que todo lo puede y todo lo hace bien aunque muchas veces no comprendamos sus designios.  Pensar que hace ya casi ocho años…..Cómo y cuándo empezó todo no lo se…. Ansiaba estar en la plaza San Pedro para los funerales de Juan Pablo II…. no se me dio, pero no me despegué de la pantalla siguiendo los programas de la RAI.  Había “acompañado” con profunda emoción los últimos días de Juan Pablo II y mis ganas de estar allí en cuerpo y alma iban creciendo.  En cierta forma yo sabia y confiaba plenamente, que tarde o temprano se me daría! Y fue bien pronto! Unas semanas más tarde comenzaba mi “peregrinaje” que a su vez fueron mis verdaderas vacaciones en mucho tiempo. Adiós Buenos Aires por 3 semanas! QUÉ viaje!


Llegué a Roma, la bellísima, el sábado 23/4 muy temprano. Deposite la valija en un hotel que no merecía 3* (entre Piazza Spagna y Piazza del Popolo – lo único que había conseguido) y me fui derecho al Vaticano naturalmente "a piedi", a investigar hasta donde podría o no llegar, y donde convendría ubicarme al día siguiente 24/4 para estar allí en el "inicio del ministerio petrino del Obispo de Roma Benedetto XVI". La plaza de San Pedro estaba concurrida y las filas para entrar a la Basílica y/o visitar la tumba de JP (otra fila - tenía que hacer las dos!) interminables, cosa que me di cuenta recién después de haberme colado a una ....... 


sabado por la tarde todo listo para el gran dia. La fila a la izq para visitar la tumba de JP II, a la derecha para entrar a la basilica



Asi espere solo dos horas para visitar a JP II, pero estaba sin la cámara! De todas maneras volvería!


(esta foto la tome mas tarde casi “ilegalmente”)



Estar frente a la tumba fue la primera de tantísimas emociones sucesivas que se fueron acumulando durante el viaje. Sentía una inmensa dicha de estar allí, sentía su presencia.... si bien fue algo decepcionante no poder siquiera arrodillarme para besar el lugar, solo mandarle un beso al aire y adelante....  pero ese día al menos pude recogerme en oración  si bien un poco alejada, escondida detrás de la gente (cerca de la tumba de San Pedro) , dentro de esa atmosfera tan especial de aquellos primeros días, hasta que un guardia me "invito" amablemente  (no todos son amables) a retirarme.

La fila para entrar en la basílica era algo más corta..., enfilé directamente hacia la capilla del SSmo Sacramento (en realidad con tanta gente único lugar de la basílica misma donde se respiraba oración, presencia y absoluto silencio, y la emoción adicional de estar en un lugar de oración por donde pasaba JP II.  Lejos estaban los momentos en que se podía casi “pasear” por la Basílica, entrar sin guardias ni controles electrónicos... otros tiempos, otro mundo, mucha menos gente, más o menos oración? 

El resto del dia lo pase "caminando" el Vaticano y Roma, descubriendo/ redescubriendo lugares .. Así descubrí el Santuario della Divina Misericordia - Chiesa Santo Spirito in Sassia, a tan solo 100 mts de la Basílica de San Pedro (JP II bendijo la imagen de Jesús Misericordioso en 1995) También (donde creo que jamás había entrado a pesar de estar sobre la Via Concilizione misma!) Santa Maria del Carmelo in Traspontina (la parroquia del papa) Allí me impactó (a la entrada) una foto de JP II de joven operario en la mina, en épocas de furioso comunismo, portando el escapulario de la Virgen del Carmen como única “camisa”, el que nunca tuvo "paura". Ambos descubrimientos que atesoro entre mis recuerdos más caros y que forman una parte muy importante de mi “historia” de discípula de Juan Pablo II.

Roma misma seguía siendo tan hermosa y misteriosa como siempre tentando a uno andar sin mapa,  aunque se aparezca en el lugar de partida (con mi sentido de orientación nulo). Es un riesgo que no se corre cuando se viaja en grupo....... Andando y andando se me hizo la noche de mi primer maravilloso dia en Roma (habia partido de Buenos Aires el dia anterior por la mañana).


 Estaba exhausta, me sentia mal, con un fuerte dolor de cabeza y sin animarme a tomar nada porque no habia comido nada. Casi angustiada si al otro dia no podría ir.... Esa noche “hablé” seriamente con Juan Pablo II y casi le reclamé que había venido a Roma para visitar su tumba y estar allí el domingo en el  inicio del ministerio petrino del nuevo Pontífice Benedicto XVI…… y que no podia ser que no pudiera hacerlo...... todo salió bien. Fue como el primero de los pequeños milagros que se me dieron en el viaje.

 

viernes, 22 de febrero de 2013

Renuncia del Santo Padre Benedicto XVI (1) la noticia que nos dejó helados


(me disculpo por la prolongada ausencia)



La Iglesia celebra hoy la fiesta de la Cátedra de Pedro, en circunstancias por cierto particulares, ante la renuncia del Santo Padre Benedicto XVI, un teólogo como pocos, mente lúcida y profunda, personalidad humilde, en cierta forma tímida, que nos deja textos de una riqueza incomparable, un caudal de sabiduría insondable.  Una noticia que nos “madrugo”  a todos.   Es curioso nadie habla ahora de vatileaks y los “vaticanistas” han debido aceptar la noticia como todos nosotros, sin haberla previsto, sin haber tenido la oportunidad de hacer comentarios previos,  especulaciones o proyecciones.   De alguna manera el Santo Padre lo ha organizado de una manera formidable: durante el Año de la Fe “En laIglesia todo se basa en la fe: los Sacramentos, la Liturgia, la evangelización,la caridad. También el derecho, e incluso la autoridad en la Iglesia se basanen la fe. La Iglesia no se auto-regula, no da a sí misma el propio orden, sinoque lo recibe de la Palabra de Dios, que escucha en la fe y que trata decomprender y de vivir” ; con tiempo suficiente antes  del triduo pascual (ceremonias preciosas, pero agotadoras) y un amplio margen para las JMJ 2013, cuyo comienzo “oficial” con la celebración diocesana será el Domingo de Ramos 24 de marzo 2013 en Roma.

Profundamente sorprendidos quedamos todos, hasta seguramente algunos de los más allegados, aunque evidentemente la  decisión fue profundamente reflexionada:  “Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia”
Renunciar no es una palabra que guste, nadie renuncia a nada en este mundo de hoy….a nadie le gusta renunciar aunque el “Santo Padre Benedicto XVI siempre renuncia” …..  (del blog de Daniel que recomiendo leer) No querría llamar estos posts  “renuncia” preferiría decir “despedida” quizás debamos hablar de ambas cosas, pues seguiremos teniéndolo entre nosotros pero  debemos aceptar la realidad y naturalmente las palabras del mismo Santo Padre,  a quien podremos seguir llamando Su Santidad.     

En este primer post quería copiar el texto de la “Declaratio” y la tomo directamente de la página oficial de la Santa Sede: 
DECLARATIO
 Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.
Vaticano, 10 de febrero 2013.
BENEDICTUS PP XVI

domingo, 10 de febrero de 2013

Karol Wojtyla: la comunión de la palabra con la Palabra (2 de 2) Introducción





En el verano de 1938 se instalan con su padre en Cracovia, “su” ciudad,  - en una segunda y vital etapa de su vida - para que el joven Karol estudie filología polaca en la Universidad Jaguellonica. Karol se siente atraído por el estudio de la lengua misma, que lo llevaria a “ horizontes completamente nuevos, por no decir en el misterio mismo de la palabra” esa palabra que “antes de ser pronunciada en el escenario, vive en la historia del hombre como dimensión fundamental de su experiencia espiritual. En última instancia, remite al insondable misterio de Dios mismo” (Don y Misterio).   “A propósito de los estudios, deseo subrayar – agregaba - que mi elección de la filología polaca estaba motivada por una clara predisposición hacia la literatura. Sin embargo, ya durante el primer año, atrajo mi atención el estudio de la lengua misma. Estudiábamos la gramática descriptiva del polaco moderno y al mismo tiempo la evolución histórica de la lengua, con un particular interés por el viejo tronco eslavo.”


Si se puede hablar de una primera vocación,  la de Karol Wojtyla fue la palabra hablada, la palabra viva  acompañada de la palabra escrita desde la temprana época de Wadowice en primeros textos que nunca fueron publicados,  (Krzysztof Dybciak)  pero que recuerdan sus compañeros. Prosiguió escribiendo durante sus estudios en Cracovia;  en 1939 completo un volumen de poesía titulado El Libro Eslavo, sus primeros trabajos literarios conocidos poseen fuerte tenor patriótico. “De su correspondencia con Kotlarczyk extraemos  su admiración por los poetas románticos polacos, la filosofía de Cyprian Kamil Norwid, la poesía de Jan Kasprowicz, y el teatro de Stanislaw Wyspianski.  Su primer trabajo literario publicado fue Canción sobre al Dios oculto que apareció en 1946.  Los escritos de Wojtyla muestran la búsqueda insistente de sintetizar los multiples tipos de comunicación interhumana.  A partir de 1956  los problemas presentados en su poesía se amplían.  Es la época de su La cantera, La Iglesia”.  

 “Muchos de sus sermones – agrega Dybciak en su epílogo a la edición bilingüe de poesías publicada por Wydawnictvo Literackie - “han encontrado un lugar importante dentro de la literatura polaca y quizás dentro de la historia polaca.”  Recordemos sus homilías de Nowa Huta, las homilías de Navidad, de Corpus Christi, sus homilías en defensa de los derechos  de los ciudadanos, por la libertad, la dignidad del hombre (tema que luego sería el corazón de su primera encíclica Redemptor Hominis.   El estudio y el análisis de su palabra escrita promete ser  demandante y largo y si  agregamos sus clases en la Universidad Católica de Lublin que exigen cierta preparación.  (Invito leer  Lafilosofía personalista de Karol Wojtyla de Juan Manuel Burgos)    nos encontramos ante una lectura nada fácil,  como nos anticipa Burgos.

 “El redescubrir la palabra a través de los estudios literarios y lingüísticos, me acercaba al misterio de la Palabra, de esa Palabra a la cual nos referimos cada día en la oración del Ángelus: ''La Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros'' (Jn 1, 14). Comprendí más tarde que los estudios de filología polaca preparaban en mí el terreno para otro tipo de intereses y de estudios. Predisponían mi ánimo para acercarme a la filosofía y a la teología. “(Don y Misterio)   

Cito aquí solo dos textos de su obra literaria, dos momentos de una misma llamada (con toda una vida de por medio):

El primero un “comienzo” El Magnificat escrito en primavera-verano de 1939.   Un esbozo de su devoción mariana, un canto de gloria, de gracias, de bendiciones de un “servidor orante”  “joven roca sobre el Tatra inclinada” ansioso que su patria se transforme en una “abierta sementera” (la futura chispa de la Divina Misericordia?)  


El segundo: un “legado”  El Tríptico romano, escrito ya desde la sede de Pedro.   “Un sorprendente poemario que a Karol Wojtyla se le ha escapado del alma – ¡a sus 82 años y bajo la blanca túnica de Sumo Pontífice!”   

El primero la expresión de una vocación incipiente? que algunos llaman tardía ? No lo sabremos pues el mismo Juan Pablo II al hablar de ella nos dice: “En los comienzos….¡El misterio! ¿Cuál es la historia de mi vocación sacerdotal? La conoce sobre todo Dios.”



Al elegir el lugar para celebrar sus primeras Misas no lo duda: la cripta de San Leonardo en la catedral de Wawel porque “Quería destacar mi particular vínculo espiritual con la historia de Polonia, de la cual la colina del Wawel representa casi una síntesis emblemática.”  Pero no sólo eso. Había, en esa elección, una especial dimensión teológica. Como he dicho, fui ordenado el día anterior, en la Solemnidad de Todos los Santos, cuando la Iglesia expresa litúrgicamente la verdad de la Comunión de los Santos -Communio Sanctorum-. Los Santos son aquellos que, habiendo acogido en la fe el misterio pascual de Cristo, esperan ahora la resurrección final.  También las personas, cuyos restos reposan en los sarcófagos de la catedral del Wawel, esperan allí la resurrección. Toda la catedral parece repetir las palabras del Símbolo de los Apóstoles: "Creo en la resurrección de los muertos y en la vida eterna''. Esta verdad de fe ilumina la historia de las Naciones. Aquellas personas son como "los grandes espíritus" que guían la Nación a través de los siglos. No se encuentran allí solamente soberanos junto con sus esposas, u obispos y cardenales; también hay poetas, grandes maestros de la palabra, que han tenido una importancia enorme para mi formación cristiana y patriótica.”

En Piekary decía: “La fe es la Palabra de Dios Viviente hablada al hombre. Eso es todo? No, es solo la fuente. La fe es la respuesta del hombre viviente dada al Dios viviente;  con la mente, con el corazón, con la vida entera. El hombre viviente responde al Dios viviente en la fe….La Fe comienza en la Palabra de Dios y se expresa en la palabra del hombre.” (Karol Wojtyla en Piekary) 

Hay diversas maneras  para analizar exhaustiva y profundamente la rica herencia escrita y de vida de Karol Wojtyla/Juan Pablo II, pero en  ningún caso deberán  omitirse los comienzos mismos en su natal Wadowice.    El mismo lo decía durante su visita de 1999 “aquí, en esta ciudad de Wadowice, comenzó todo para mí: la vida, la escuela, los estudios, el teatro... y el sacerdocio.

Invito consultar en el sitio de la Santa Sede:

A partir de allí los caminos y recursos que se abren son múltiples,  variados, extensos…..  

sábado, 9 de febrero de 2013

Karol Wojtyla: comunión de la palabra con la Palabra (1 de 2) Introducción


Si le preguntáramos a Karol Wojtyla en qué preciso momento de su vida la “palabra” se encontró con la “Palabra” probablemente no pudiera respondernos con exactitud,  pero con una profunda mirada de asombro nos haría comprender que de alguna manera para él siempre estuvieron íntimamente ligadas en la vida diaria, en la oración…...


Y sin embargo, si insistiéramos en los detalles…. cuándo se había producido ese necesario y tan especial  “punto de fusión”, esa comunión   - si la hubo - seguramente nos invitaría recordar momentos lejanos, pero siempre tan vivos, de su infancia en Wadowice, testigo de sus primeros pasos, sus primeras palabras y «las primeras inclinaciones»,  su “seminario doméstico” sobre la calle Koscielna,   desde cuya ventana  “veía la meridiana y el lema: «El tiempo huye, la eternidad espera» sobre el muro lateral de la iglesia parroquial, a un “salto” nomás de su ventana en la casa paterna;  a sus padres Emilia y Karol– especialmente a su padre – quien quedo a cargo de los hijos después de la muerte de su madre y a su hermano si bien 14 años mayor que Karol;   al profesor de religión, el padre Edward Zacher;   al capellán   Figlewicz, maestro de catequesis, confesor y más tarde su director espiritual. (a quien volvió a encontrar en Cracovia),  a sus compañeros de escuela (por quienes nos enteramos como Karol de a momentos se escapaba para rezar de rodillas al ejemplo de su padre) …. a la visita del cardenal Sapieha y a sus sabias y proféticas palabras….a  Mieczyslaw Kotlarczyk,  creador del «teatro de la palabra»”,   ese profesor de literatura polaca que soñaba con sacar adelante un teatro de la palabra interior,  con quien Karol compartió su pasión por el teatro en Wadowice y después en Cracovia. Un “teatro diferente, más escuchado que visto como espectáculo, un teatro de la palabra”, “limitando la escenografía al máximo y centrando su arte en la palabra”.


Uno tras otro fueron momentos y personas que iban formando un inusual mosaico de múltiples facetas que generaron en Karol su fascinación por la palabra,  una palabra viva, un espacio que el joven custodiaba celosa y respetuosamente,  sin tener  conciencia quizás de  la riqueza y la amplitud del extraordinario don que poseía y que el gozaba enormemente.

Vivia aquella etapa de su vida “cuando la vocación sacerdotal no estaba aún madura” , período en que “estaba fascinado sobre todo por la literatura, en particular por la dramática, y por el teatro”, el “teatro de la palabra viva”. (Don y Misterio), palabra viva que había tomado forma en Wadowice. Ese mismo amor por el teatro lo llevaría mas tarde a una encrucijada, también a algunas incomprensiones de parte de sus compañeros quienes viendo las extraordinarias dotes de Karol-actor no lograban comprender su decisión de optar por otro camino impregnado de la Palabra. 

Años más tarde el mismo Juan Pablo II admite en Don y Misterio que “aquella experiencia teatral  ha quedado profundamente grabada en mi espíritu, a pesar de que en un cierto momento de mi vida me di cuenta que, en realidad, no era esa mi vocación”. 

“El teatro para Wojtyla no es una mera escenificación superficial de alguna historia sino es un lugar privilegiado en el que la vida se vuelve palabra y la palabra se vuelve vida.” (Guerra-Lopez) 
Palabra viva que se fue transformando en misterio...


….. 

domingo, 3 de febrero de 2013

Tomad con confianza en las manos el Rosario



“Pienso en todos vosotros, hermanos y hermanas de toda condición, en vosotras, familias cristianas, en vosotros, enfermos y ancianos, en vosotros, jóvenes: tomad con confianza entre las manos el rosario, descubriéndolo de nuevo a la luz de la Escritura, en armonía con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana.”

sábado, 2 de febrero de 2013

Juan Pablo II y los enfermos de lepra (4 de 4) Testimonio de J.L. Martin Descalzo





(la imagen lleva un mensaje: "la lepra puede ser curada" y pertenece al blog Gwangjublog donde se ofrece un interesante pantallazo de la situación real y actualizada de la isla  (en ingles)
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J.L. Martin Descalzo: La zarza incombustible,  publicado en ABC el 5 de mayo de 1984

"Una vez más, durante un viaje papal, la hora de la más alta emoción ha surgido en un hospital. Y es que, desde su atentado, el corazón de Juan Pablo II late más deprisa cuando está cerca de los enfermos. ¿No se han fijado ustedes con cuanta frecuencia aparece ahora en sus discurso el tema del dolor, al que recientemente dedicara una de sus más hermosas encíclicas?

Ha habido, sin embargo, algo nuevo en esta visita a Sorokdo: el dolor como fuente de acercamiento entre los hombres y las religiones. ¿Qué es realmente lo que acerca, en este islote, a los leprosos católicos y a los leprosos budistas sino el haber sufrido juntos? Las separaciones, las divisiones, las guerras, son asunto de sanos. Cuando uno ha conocido esta tremenda fraternidad que sólo enseña el dolor ¿Qué significan los tiquismiquis que habitualmente nos separan?

Por eso sólo desde la cruz se puede hablar de la «dignidad» del enfermo, y realmente sería difícil amar del todo a un Dios que de alguna manera no hubiera sufrido con nosotros, como nosotros. Juan Pablo II ha sabido intuir (como ya antes señaló el japonés Susako Endo en su estupenda biografía de Jesús) que una de las mejores aportaciones que el cristianismo puede hacer a las filosofías orientales, es precisamente esta iluminación del sentido del dolor.

Recuerdo aún cuanto me impresionó, siendo yo un muchacho, una exposición de pintura de Georges Rounault (su Miserere) precisamente porque en ella descubrí que la verdadera fraternidad que une a los hombres con Dios es el dolor y que fue en una cruz donde los hombres y Dios estuvieron más cerca. Ahora seguimos estando cerca de Él en los enfermos en todos los que sufren. Deberíamos descalzarnos al entrar en los hospitales, que son hoy la zarza incombustible en que Dios se manifiesta”.
(el remarcado en negrita es mio)

viernes, 1 de febrero de 2013

Juan Pablo II y los enfermos de lepra (3 de 4) Testimonio de Joaquín Navarro-Valls


Este texto es parte de un informe del Dr. Joaquín Navarro-Valls para el diario ABC – entonces el Dr. Navarro-Valls aun no había sido nombrado Director de Prensa de la Santa Sede -   El  informe es titulado “El Papa en Extremo Oriente, Juan Pablo II afirmó ante los leprosos el sentido redentor del dolor humano."
Sorokdo, Joaquin Navarro Valls, enviado especial


“Esta isla tiene solo cuatro kilómetros cuadrados. Se llega con el modestísimo salto de  un helicóptero. A pocos centenares de metros se ve la costa sur de la península coreana. Pero la distancia entre Sorokdo y la tierra firme es casi infinita. Porque aquí está el hospital nacional de los leprosos coreanos  un lugar sin retorno para 2.347 víctimas del bacilo de Hansen.

De los 20.000 leprosos que hay en el país, los casos terminales  los rebelde a todo tratamiento, son traídos a Sorokdo. Todos son “activos”. Nunca como en este hospital he visto tantos amputados, tanta ausencia de cuerpo en seres todavía vivos.

En la isla hay solo 365 católicos  pero desde hace un año rezaban con ellos budistas, protestantes y confucianos para conseguir la visita del Papa. Hace unos meses escribieron al Vaticano. La respuesta la trajo ayer el mismo Juan Pablo II con su venida a Sorokdo para estar cuarenta y cinco minutos con estos enfermos incurables.  La ocasión fue un nuevo diálogo entre budismo y cristianismo. La religión de Buda es un gran ejercicio para superar el dolor, un laborioso camino de ocho sendas para dar sentido a un mundo que no es otra cosa sino un inmenso Himalaya de dolor. El Papa vino aquí para completar esta intuición budista. El dolor existe, dijo, pero ni la pasividad ni la desesperación son los modos de afrontarlo. El dolor tiene más de una cara positiva porque dice al ser humano que será un día mas de lo que ahora es.  «Quizás si todos vosotros, budistas  católicos y protestantes, vivís juntos en verdadera hermandad, es porque habéis gustado tan profundamente el dolor.» Cristo llamó bendiciones a lo que la gente llama normalmente dolores. «Y lo hizo asì, porque al redimir nuestro dolor le dio un valor inmenso que sólo el corazón creyente puede conocer.»

Si las palabras del Papa podían dar un consuelo a estas gentes, su gesto entre ellos era evidente que lo estaba dando: se veìa en aquellas sonrisas que a veces eran una mueca extraña en un rostro desfigurado.

En eta segunda jornada del Papa en Corea había comenzado en Kwangju, la ciudad capital de una de las regiones mas pobres del país…..(continuar leyendo informe) 

Febrero 2013