Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 30 de agosto de 2022

Juan Pablo II el Papa que hizo temblar al Kremlin – Luigi Accattoli (1 de 2)

 


Nadie podrá asegurar jamás que parte ha jugado Juan Pablo II en aquel empujón del pueblo que llevo a la caída del muro comunista.  El mismo lo ignora, porque no es posible medir las afrentas a un imperio con  palabras pronunciadas por un Papa.  Pero es muy cierto que hay una parte le pertenece y por la otra todos lo reconocen, aun a menudo exagerando  en la estimación de su alcance, tal vez movidos por el arquetipo del Papa Leon enfrentando a Atila.

Ya la misma elección de Juan Pablo había alentado a los polacos y alarmado al Kremlin. Aquel aliento toma vigor con la primer visita a Polonia (2-10 junio 1979); durante nueve días la fe cristiana – que el sistema había relegado a las iglesias – se vuelca a la escena pública y la domina, mostrando que es capaz de convocar mayores multitudes que las que  la propaganda haya logrado jamás en Polonia ni en otra región del imperio, en casi sesenta años de férreo  dominio.  Aquella propaganda quedo acallada y enmudeció por si sola.

Volviendo a su patria, Juan Pablo moviliza multitudes que ya no podrán silenciarse. De las  asambleas en las iglesias surgirán uniones sindicales e infinidad de manifestaciones políticas. Es en la fase  naciente de las manifestaciones de los polacos contra las órdenes del régimen que debe buscarse la  primera parte del rol desempeñado por el Papa eslavo en la preparación de las «sublevaciones»  - como las llamara – de 1989. La segunda parte consiste en proteger las reacciones de Moscú al movimiento que  entonces surge. (…)

Ya sabemos que Juan Pablo se aboca por entero a aquello que hace como si cada acto que realizase fuera el más importante, o el último que le es concedido. Pero en el caso del «regreso a Polonia» como el mismo lo llama, la intervención emotiva se halla al máximo: «Hago todo lo posible para no dejarme dominar por los sentimientos» le reconocerá a los periodistas durante el vuelo Roma-Varsovia la mañana del 2 de junio.

Pero ese torrente de sentimientos brota ya del saludo en el aeropuerto y caracterizará toda la gira por Polonia que comienza a transitar.

 

«¡Oh, queridísimos hermanos y hermanas!

¡Oh, compatriotas!

Llego a vosotros como hijo de esta tierra, de esta nación, y al mismo tiempo —por inescrutables designios de la Providencia— como Sucesor de San Pedro en la Sede de Roma.

Os doy las gracias porque no me habéis olvidado, y desde el día de mi elección, no cesáis de ayudarme con vuestra oración, manifestándome, al mismo tiempo, tanta benevolencia humana.

Os doy las gracias porque me habéis invitado.

Saludo en espíritu y abrazo con el corazón a cada uno de los hombres que viven en la tierra polaca.»

El secreto del viaje, que asombrará al mundo y preocupará al Kremlin es la comunión del Papa con el pueblo que se manifiesta inesperada en semejantes dimensiones y milagrosa en la proximidad al Gran Jubileo.  Estuve allí como vaticanista del cotidiano italiano La Repubblica y el recuerdo más fuerte y constante es aquel de esta unidad, que veíamos nosotros los invitados internacionales ya desde la salida del aeropuerto y que redescribiríamos durante nueve días: la multitud lo envuelve de inmediato como en un abrazo y no lo abandona mas, lo sigue por las callecitas,, lo espera en cualquier intersección,  lo saluda al paso de caseríos o pueblos como para llevarlo a sus casitas en un relevo de afecto que involucra a todo el pueblo.  Y es la primavera que lleva al verano, Polonia desborda de flores, todas las casas, todos los cruces, todas las mujeres trayendo a brazadas. Las calles cubiertas de flores por donde pasará,  coronadas con flores que se arrojan desde los balcones cuando finalmente pasa. .

El abrazo de la nación naturalmente es expresado en plenitud cuando el Papa se encuentra ante las  grandes multitudes. El primero más increíble lo encuentra apenas entrado en Varsovia,en la plaza de la Victoria: es la plaza de las celebraciones del régimen, pero ahora rescatada por una gran cruz y que desde entonces será la plaza de la Misa del Papa. Aquí Juan Pablo pronuncia las primeras palabras de desafío al comunismo ateo  impuesto a su pueblo:

« No se puede excluir a Cristo de la historia del hombre en ninguna parte del globo, y en ninguna longitud y latitud geográfica. Excluir a Cristo de la historia del hombre es un acto contra el hombre (…)  Es imposible entender sin Cristo a esta nación con un pasado tan espléndido y al mismo tiempo tan terriblemente difícil. »

El coro llega a su punto máximo cuando el Papa polaco  habla de la patria : entonces los aplausos se confunden con el mensaje: «Me pregunto si debo prohibir o aceptar estos aplausos. Pero creo que debo aceptarlos porque con ellos el pueblo participa de la prédica del Papa» , dice,  siempre en Varsovia,  el 4 de junio de 1979.

Hasta el pontificado el cardenal Wojtyla, se mantuvo a la sombra del  primado Wyszynski, no era un personaje popular en Polonia, pero ahora surge – bajo los ojos de todo el pueblo – el personaje del testimonio: presentándose siempre juntos, el primado y el Papa, conmovidos ambos frente a las multitudes, es como si uno encomendase la patria a las manos del otro, tal como se ve en ciertas pinturas antiguas que un santo le entrega al otro una iglesia, teniéndola en sus manos. «Sin tu fe no estaría en la Cátedra de Pedro este Papa polaco» , había dicho Juan Pablo al Primado delante de sus compatriotas  pronto después de la elección (Aula de Audiencias, 23 de octubre de 1978): el viaje a Polonia fue como una continuidad a aquella ocurrencia.  

Pero el mensaje que «el primer Papa eslavo de la historia» fue a proclamar a su patria no se limita a sus compatriotas. Después de Varsovia la primer etapa fue Gniezno, la antigua sede primacal, una de las capitales de la evangelización de los pueblos eslavos y es desde allí que Juan Pablo clama, casi reclama, a todos los pueblos eslavos, croatas y eslovenos, búlgaros, moravios y eslovacos, checos y eslavos de serbia, nombrándolos según la historia de sus «batismos»  individuales y encuentra en el  manifiesto su extensión  a Oriente:  

«este Papa, sangre de vuestra sangre, hueso de vuestros huesos…viene hoy a este lugar … para hablar ante toda la Iglesia, a Europa y al mundo, de aquellas naciones y poblaciones frecuentemente olvidadas. Viene para gritar "a viva voz"…. Viene para abrazar a todos estos pueblos —junto con la propia nación— y estrecharlos en el corazón de la IglesiaNo quiere quizá Cristo, no dispone quizá el Espíritu Santo que este Papa polaco, este Papa eslavo, manifieste precisamente ahora la unidad espiritual de la Europa cristiana? Sabemos que esta unidad cristiana de Europa está compuesta por dos grandes tradiciones: del Occidente y del Oriente…que profesan una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios Padre de todos, Quizá precisamente para esto lo eligió Cristo, quizá para esto lo trajo el Espíritu Santo; para que introdujese en la comunión de la Iglesia la comprensión de las palabras y lenguas que todavía resuenan como extranjeras en los oídos habituados a los sonidos romanos, germánicos, anglosajones, celtas, etc» (Gniezno 4 junio)


(Luigi Accattoli: GIOVANNI PAOLO La prima biografia completa, San Paolo, Milano, 2006)


lunes, 29 de agosto de 2022

Oracion de Juan Pablo II a la “Morenita” de Guadalupe

 


(primera parte  de la oración – oración completa

¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

México, enero de 1979.

 

 

viernes, 26 de agosto de 2022

Jasna Gora, Nuestra Señora de Częstochowa – Historia - Marcin Przeciszewski

 


(Hoy Polonia celebra con júbilo la festividad de su Reina y Madre, Nuestra Señora de Jasna Gora.  Me he permitido tomar este texto de  Ekai  utilizando traducción automática, con algunos retoques y ajustes. EL texto es algo largo pero muy completo contando las diferentes etapas de la imagen hasta su lugar de veneración actual )

Este viernes 26 de agosto celebramos la fiesta de Nuestra Señora de Częstochowa. El icono de la Virgen Negra de Jasna Góra es una de las imágenes más famosas de la Madre de Dios, que entró en la historia de Polonia de manera especial y marcó la religiosidad de los polacos con  rasgo permanente. El icono tiene su origen en Oriente y también es venerado en la ortodoxia.

La pintura muestra a la Santísima Virgen María sosteniendo al Niño Jesús en su mano izquierda. Nuestra Señora se vuelve hacia los fieles, y el rostro de Jesús hacia el peregrino, pero ella no deja de mirarlo. La mejilla derecha de la Madona  marcada por dos rasgos cortados por un tercio en la línea de la nariz y hay seis cortes en el cuello. El niño, vestido con un traje color carmín, sostiene un libro en su mano izquierda y levanta su mano derecha hacia arriba en un gesto de bendición. La mano derecha de María descansa sobre su pecho, señalando a su Hijo, el Salvador del mundo. El elemento dominante del icono son las aureolas doradas alrededor de la cabeza de la Madre de Dios y de Jesús, que son símbolos de Dios Padre.

 

El icono de Czestochowa presenta el tipo más antiguo de icono de la Madre de Dios con el niño Jesús en la mano, el llamado Odigitria, o mostrando el camino.

Según la leyenda, la imagen fue pintada sobre la mesa en la que comía la Sagrada Familia, incluida la Madre de Dios. En la historia más antigua de la pintura, titulada (Latín "Translatio Tabulae Beatae Mariae Virginis") se suponía que esta pintura provenía del ciprés "la mesa de la Sagrada Familia" y que fue pintada por San Lucas.  Es odigitria, es decir, la Madre de Dios sosteniendo al bebé, de cara al espectador. En el siglo IV, S. Helena, madre del emperador Constantino el Grande, traería esta pintura consigo a Constantinopla. El emperador Constantino lo puso en un templo, donde se hizo famosa por sus gracias. Habiendo visto la imagen, el príncipe de Rutenia, Lew Halicki, le pidió al emperador que se la diera. Y así se suponía que golpearía a Ruthenia.

1.       

Sin embargo segun la investigación del prof. Wojciech Kurpik de finales del siglo pasado la pintura vendría de los siglos XIII-XIV de los Balcanes, de la escuela de Ohrid. Luego, debía ir a Hungría, a la corte de Anjou en Buda. Y como estaba muy dañada, se restauró y repintó al estilo italiano. porque en la corte húngara había un grupo de artistas italianos. Solo desde allí, el cuadro sería enviado directamente a Polonia, y según este estudioso, lo haría la reina Jadwiga.

 

Sin embargo, es más probable que la pintura estuviera en la capilla del castillo de Bełżec en la Rutenia Roja en la segunda mitad del siglo XIV. Allí, también fue adorado por los ortodoxos. El duque de Opole, Władysław, como gobernador del rey Ludwik de Hungría en Rutenia, por temor a las invasiones tártaras, tomó el ícono de Bełżec. Según Piotr Risinius y su "Historia pulchra" de 1523, la pintura habría llegado a Częstochowa el 31 de agosto de 1384 y  entregada a los paulinos traídos por él de Hungría en 1382. Poco después, numerosos peregrinos comenzaron a llegar a Jasna Gora. . No solo de Polonia, sino, como informa Jan Długosz, de Silesia, Moravia, Hungría y Prusia.

 

La versión actual de la imagen de la Virgen María, hoy visible, data de 1431-1433, tras otra restauración realizada también por pintores de Europa occidental. La restauración fue necesaria debido a los graves daños que sufrió el cuadro durante la Pascua de 1430. Una de las bandas merodeadoras de la época, formada por polacos, checos, germanos, rutenos, animada por los legendarios tesoros de Jasna Góra, atacó el monasterio. Esto es lo que escribió Jan Długosz: “Al no haber encontrado ningún tesoro, extendieron sus manos sacrílegas en busca de utensilios sagrados, como cálices, cruces, ornamentos. Incluso despojaron a la imagen de la Virgen del oro y las joyas con que la adornaban las personas piadosas”. Más adelante, Długosz escribe: "no contentos con el saqueo, les atravesaron la cara con una espada y la placa en la que se encontraba la pintura se rompió".

 

La conservación completa se llevó a cabo en Cracovia en los años 1431-32 y fue financiada por el rey Władysław Jagiełło. Tras la restauración, y en gran parte pintando de nuevo la imagen, se recrearon las heridas del rostro de la Virgen María imprimiéndolas con un instrumento afilado y cubriéndolas con bermellón. Son un elemento importante de una imagen con una elocuencia muy fuerte.

 

En el Icono de Jasna Góra la Iglesia de Occidente aprende la hermosa tradición de Oriente. La imagen de María de Częstochowa es un claro signo de la presencia de Dios, y en palabras de S. Juan Crisóstomo, una ventana al cielo - dice el p. Michael Legan.

 

Los privilegios de indulgencia concedidos a Jasna Góra por la Santa Sede en el siglo XV reforzaron la posición de este centro como uno de los santuarios más importantes de Polonia. Durante la Reforma, Jasna Góra desempeñó un papel importante, muchas conversiones al catolicismo tuvieron lugar aquí.

 

Durante el "Diluvio", Jasna Góra primero hizo un asentamiento y luego resistió al ejército sueco durante el asedio, que duró del 18 de noviembre al 26 de diciembre de 1655. El ejército sueco estaba comandado por el general Burchard Muller, con doce oficiales y 3.275 soldados a sus órdenes. Sin embargo, tuvo que retirarse del monasterio, defendido por una tripulación de cien personas dirigida por el prior Augustyn Kordecki.

La salvación del monasterio se consideró una prueba de la protección de la Madre de Dios, que el rey Jan Kazimierz proclamó Reina de la Corona polaca en Lviv el 1 de abril de 1656.

 

A principios del siglo XVIII, en la época de la división interna de Polonia entre Augusto II y Stanisław Leszczyński, Jasna Góra se defendió de los ejércitos sajón y sueco (en 1702, 1704 y 1705). “Este caso -como escribió el secretario del rey sueco, Olof Hernelin en 1704- alarmó a todo el país, porque esta nación considera este monasterio un Sanctissimum”.  En ese momento, el prior del monasterio paulino de la capital, el padre Ignacy Pokorski, inició durante la epidemia de 1711 la peregrinación de Varsovia a Nuestra Señora de Częstochowa, que continúa ininterrumpidamente hasta el día de hoy.

 

La imagen de Nuestra Señora de Częstochowa también fue venerada fuera de Polonia. A partir del siglo XV, fue adorada en Hungría y a finales del siglo XVIII, se desarrolló el culto, entre otros. en Alemania, Austria, Eslovaquia, Croacia y Rusia.

La importancia del culto fue acentuada por las sucesivas coronaciones del cuadro. La primera tuvo lugar el 8 de septiembre de 1717, la primera coronación papal fuera de Roma. En 1744 tuvo lugar el acto de entrega del rey Augusto III y toda Polonia a la Madre de Dios, y el Seym en 1764 nombró a la Madre de Dios de Częstochowa - Reina de Polonia en sus leyes - siguiendo los votos de Jan Kazimierz. en Lviv. En 1771, los la Confederacion de Bar se defendió aquí.

 

En 1793, después de la segunda partición, Jasna Góra estaba bajo el dominio prusiano. Los prusianos querían apoderarse de los tesoros de Jasna Góra, e incluso del propio cuadro. No lograron hacerlo pero confiscaron las propiedades paulinas circundantes. En 1815, en virtud de la decisión del Congreso de Viena, Jasna Góra pasó a formar parte del imperio ruso. Las fortificaciones de Jasna Góra fueron demolidas por orden del zar Alejandro I para que el monasterio ya no pudiera usarse como fortaleza defensiva.

 

El culto aún vivo a la imagen de Jasna Góra fue motivo de muchas represiones por parte de las potencias divisorias, que lo vieron como un símbolo de la resistencia polaca. Y, de hecho, los peregrinos a Jasna Góra todavía venían en gran número de las tres particiones, gracias a lo cual desempeñó el papel de un lugar de peregrinación que unía a los polacos, independientemente de la autoridad bajo la cual estuvieran. Durante el 500 aniversario de la fundación del monasterio en 1882, unos 400.000 creyentes de todas las particiones se reunieron en los prados de Jasna Góra.

 

En la segunda mitad del siglo XIX, principalmente gracias a los emigrantes polacos, se construyeron muhas iglesias en honor a Nuestra Señora de Częstochowa en Inglaterra, Francia, y en  otros países del mundo, siendo los misioneros polacos los principales promotores del culto.

 

Durante el deshielo religioso en el Imperio Ruso en el umbral del siglo XX, el Papa Pío X - a petición de los obispos polacos - aprobó en 1904 la celebración de la Santísima Virgen María de Częstochowa para Jasna Góra y la entonces diócesis de Włocławek, donde estaba ubicada y se celebró por primera vez el 29 de agosto de 1906. Esta decisión impulsó significativamente el movimiento de peregrinación. Se estima que 800.000 personas participaron en peregrinaciones a Częstochowa en 1910. 

 

En el período de entreguerras, un ferviente defensor del culto de Nuestra Señora de Częstochowa fue, entre otros, el cardenal August Hlond. Como silesio y polaco, destacó de manera especial el papel de Nuestra Señora de Jasna Gora y ayudó a los paulinos a realizar reformas internas. Como protector de la orden de los Padres Paulinos, vinculó el trabajo de la Iglesia en Polonia con el santuario de Jasna Góra: aquí es donde tenían lugar las conferencias episcopales polacas y las peregrinaciones nacionales, incl. juramentos de los jóvenes y el Primer Sínodo Plenario de la Iglesia en Polonia en 1936.

 

En 1931, el Papa Pío XI estableció la fiesta de Nuestra Señora de Częstochowa el 26 de agosto. Por primera vez ese día, Nuestra Señora de Jasna Góra fue honrada en 1932 como parte de la celebración del 550 aniversario de Jasna Góra.

 

Durante la ocupación nazi, Nuestra Señora de Częstochowa era la santa patrona de la Polonia combativa. En el "Diario" del Gobernador General Hans Frank, se conservan las siguientes palabras: "Cuando se apagaron todas las luces de Polonia, siempre estaba  Częstochowa y la Iglesia". Incluso durante la ocupación, los peregrinos a Jasna Góra se encontraban en pequeños grupos. Los juramentos de la juventud académica fueron tomados aquí por primera vez en 1936.

 

En el umbral de la era comunista, en Jasna Góra, el Primado Hlond, junto con el episcopado polaco y una multitud de millones de creyentes, confió la nación polaca al Inmaculado Corazón de María el 8 de septiembre de 1946. Al final de la ceremonia, gritó con fuerza desde la cumbre de Jasna Góra: “¡Pueblo polaco! La nación polaca ha prometido fidelidad a la Santísima Virgen María. Polonia quiere seguir siendo Polonia, en la que brilla el sol polaco y la Madre de Cristo. (…) Renovamos nuestros votos en nombre de toda la nación. En el período de la posguerra, los obispos, el clero diocesano y religioso se reunieron en Jasna Góra para reflexionar juntos sobre la forma del ministerio pastoral en tiempos de otra opresión, esta vez comunista.

 

Confiar a la Madre de Dios como eje del trabajo pastoral de la Iglesia en Polonia continuó  con el Primado Stefan Wyszyński. El programa de renovación moral de la nación desarrollado por él durante el encarcelamiento, implementado a través de la Gran Novena, estaba estrechamente relacionado con Jasna Góra y Nuestra Señora de Częstochowa. El mismo Primado del Milenio fue un gran adorador de Nuestra Señora de Jasna Gora desde su infancia, también celebró aquí su primera misa. Como obispo y primado, venía a Jasna Góra siempre que podía, y una copia de la pintura lo acompañaba todos los días, incluso en los viajes al extranjero.

 

Un gran acontecimiento fueron los Votos de la Nación Polaca en Jasna Góra, celebrados en la fiesta de Nuestra Señora de Częstochowa el 26 de agosto de 1956. Su texto, refiriéndose a los votos de Lviv de Jan Kazimierz de 1656, encomendando la nación a la protección de María, fue compuesto por el primado mientras estaba encarcelado en Komańcza. Al menos un millón de creyentes participaron de la celebración  Jasna Góra el 26 de agosto de 1956.

 

En 1957 comenzó la peregrinación del Icono de Jasna Góra en todas las diócesis polacas, que continuó en los años siguientes, constituyendo un importante instrumento para revivir la fe de los polacos durante la "noche comunista". También hubo momentos dramáticos cuando las autoridades comunistas encarcelaron el cuadro viajero, prohibiendo su peregrinación. Nada similar había sucedido jamas en la historia. Cuando en 1966 la copia transportada de la imagen fue arrestada y enviada a Częstochowa, Jasna Góra estaba experimentando su último, hasta ahora, asedio. . En aquella época, los marcos vacíos del cuadro peregrinaban por las sucesivas diócesis, y la ausencia de la imagen hablaba aún con mayor fuerza de la presencia de María entre su pueblo.

Esta pintura, con el conocimiento del primado Wyszyński, fue "robada" de Jasna Góra en 1972 por el p. Józef Wójcik, vicario de la parroquia catedralicia de Radom y estuvo protegida allí durante algún tiempo.

 

Como resultado de todos estos eventos, así como de las peregrinaciones de Juan Pablo II a Polonia, el movimiento de peregrinación a Nuestra Señora de Częstochowa aumentó definitivamente en los años 70 y 80. Siguiendo el ejemplo de la peregrinación de Varsovia, se inauguraron peregrinaciones a pie de otras diócesis polacas. Paradójicamente, el movimiento de peregrinación a Jasna Góra floreció durante el período de la ley marcial. En 1982, la peregrinación de agosto desde Varsovia contó con alrededor de 50.000 fieles.

 

La fuerte adoración a la Madre de Dios también se evidencia por el hecho de que una de cada cuatro parroquias en Polonia lleva su nombre, y la llamada de Nuestra Señora de Częstochowa fue aceptada por 252 parroquias polacas.

 

Desde la década de 1970, el culto de Nuestra Señora de Jasna Góra se ha vuelto cada vez más internacional. En agosto, jóvenes de muchos países europeos, principalmente de Alemania, Francia, Italia, España, Eslovaquia y Hungría, comienzan a llegar a Jasna Góra, junto con peregrinaciones polacas, encontrando aquí un espíritu y  una profundidad de oración únicos. El pico de la peregrinación de jóvenes a Jasna Góra tuvo lugar en agosto de 1991, cuando casi dos millones de jóvenes de todo el mundo llegaron a Częstochowa para la Jornada Mundial de la Juventud, incluidos unos 100.000. de los territorios de la entonces URSS. Entonces Juan Pablo II, usando la metáfora de dos pulmones: este y oeste, llamó a la reintegración de Europa. De todos modos, en 1991 Jasna Góra fue visitada por la mayor cantidad de peregrinos de la historia: unos 7 millones.

 

Juan Pablo II vino a Jasna Góra y rezó aquí durante cada una de sus peregrinaciones a Polonia. Del mismo modo, Benedicto XVI y Francisco. La estancia de Francisco el 28 de julio de 2016 coincidió con la celebración del 1050 aniversario del Bautismo de Polonia. Anteriormente, el 3 de mayo de 2016, en la fiesta de Nuestra Señora, Reina de Polonia, los obispos polacos, junto con los fieles reunidos en Jasna Góra, realizaron el Acto de Encomendación a Nuestra Señora con motivo del 1050 aniversario del Bautismo de Polonia.

 

Hoy, el Santuario de Nuestra Señora de Częstochowa es uno de los lugares de peregrinación más visitados de Europa. En 2001, este santuario fuevisitado por  3,5 millones de peregrinos;  en 2003 4 millones; en 2006 - 4,5 millones; en 2016 - 4 millones; en 2018 - 4 millones, y en 2019 - 4,4 millones. El descenso se produjo durante la pandemia, en 2021 llegaron 1,6 millones de peregrinos.

 

martes, 23 de agosto de 2022

Juan Pablo II y la “Morenita” por Valentina Alazraki

 

(Imagen en la Capilla Vaticana)

En el avión que lo llevaba hacia México, en enero de 1979, Juan Pablo II, uniéndose inesperadamente a los periodistas que lo acompañaban en su primer viaje internacional, les dijo que su mayor deseo en ese momento era llegar a la Ciudad de México para arrodillarse ante la Virgen de Guadalupe en la Basílica dedicada a ella.  A nosotros los mexicanos nos impacto fuertemente que conociera y comprendiera tan bien la devoción por la “Morenita”.

Juan Pablo II se sentía tan cercano a esta Virgen porque de alguna manera veía en Ella una fuerte semejanza con la Virgen de Czestochowa. Como Ella en Polonia, me dijo en una breve entrevista que de hecho inauguraba la era de las conferencias de prensa a 10.000 metros de altura, también la Virgen de Guadalupe fue una figura central en la historia de México, en sus momentos luminosos, pero sobre todo en los momentos oscuros. Para el pueblo mexicano siempre representó un símbolo de unidad e identidad nacional así como lo había sido la Virgen de Jasna Gora para el pueblo polaco.

En aquel vuelo, Juan Pablo II nos dijo que la Virgen de Guadalupe era una Madre que educa y que representa un faro y una llamada para todos los pueblos, para la Iglesia y para todos los miembros de la sociedad Latinoamericana. Su primera visita a la Basílica de la Virgen de Guadalupe quedó grabada en el corazón de todos los mexicanos.

En Roma, había escrito una oración a la Morenita,  que después recitó arrodillado ante Ella, en la que ponía en Sus manos “toda su vida, su trabajo, sus alegrías, sus enfermedades y sus dolores”.  A Ella también le pidió “paz, prosperidad y justicia” para todos los pueblos latinoamericanos.

Para Juan Pablo II, la Virgen de Guadalupe era el testimonio primordial de Cristo en América. Había querido aparecerse, según él a una persona sencilla como el indígena Juan Diego para anunciar que Jesús ama a los hombres de todas las razas y culturas. Puso en sus manos, además de su misión, también la evangelización del Continente americano, que para él era el Continente de la Esperanza.

La devoción y el amor por la Virgen de Guadalupe acompañaron al Papa durante todo su pontificado. Después de su primer viaje a México, tuvo sobre su escritorio privado durante mucho tiempo una imagen de la Morenita que le había dado el entonces arzobispo de la Ciudad de México, el cardenal José Corripio Ahumada.

Para que la Morenita estuviese siempre presente en el Vaticano, Juan Pablo II autorizó la construcción de una capilla dedicada a Ella en las Grutas Vaticanas, a pocos metros de la tumba de san Pedro y el mismo la inauguró en 1992. Ante su imagen, expresó que había entrado tan profundamente en los corazones de los fieles que él mismo ponía en sus manos el futuro de todos.

El Papa, que cada vez que hablaba de México usaba la expresión “México siempre fiel”  o “México sempre fedele”, dijo que aquella capilla representaba un testimonio no solo de la vocación mariana de este país, sino también de su fuerza unificadora y de su cultura, una riqueza para toda la Iglesia.

Su amor por la Virgen de Guadalupe se manifestó también en el lugar privilegiado que quiso reservarle a Juan Diego: el primer acto de su segundo viaje a México, en mayo de 1990, fue la beatificación del indígena a quien se le había aparecido la Virgen de Tepeyac.  En la Basílica de Guadalupe Juan Pablo II habló de Juan Diego como confidente de la dulce Señora de Tepeyac, y dijo que su figura estaba vinculada indisolublemente a la aparición guadalupana y que la Virgen lo había escogido entre los más humildes como demostración de su amor.

En 1999, decide que las conclusiones del Sínodo para América fuesen anunciadas precisamente en la basílica de la Virgen de Guadalupe. Por tercera vez en su pontificado, el Papa se arrodilló ante la Morenita y le pide acompañar a las iglesias de todo el Continente americano para que sean evangelizadoras y misioneras. Puso en sus manos a todos los fieles americanos y a las iglesias a fin de que Ella entrara en sus casas y en sus corazones para que las familias fuesen escuelas de vida y de fe. Le pidió también que iluminara a los gobernantes y a los pueblos para que aprendiesen a vivir en autentica libertad respetando la justicia y los derechos humanos. El aplauso más fuerte se escucho cuando anuncio que el 12 de diciembre se celebraría la fiesta de la Virgen en todo el Continente.



En 2002 gravemente enfermo, contraviniendo las indicaciones de los médicos, quiso a toda costa volver  a orar en la Basílica de Guadalupe para poder canonizar a Juan Diego. En una de las ceremonias más espectaculares de su pontificado, Juan Pablo II afirmó que Juan Diego, acogiendo el mensaje cristiano, no renuncio a su identidad indígena, descubrió una humanidad nueva, le fue más fácil el encuentro entre dos mundos y llego a ser el protagonista de la nueva identidad mexicana, unida íntimamente a la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro mestizo manifiesta una maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos.


(publicado en Totus Tuus,  revista de la Postulaciòn, Nro 5 Oct/Nov 2010)

lunes, 22 de agosto de 2022

Fides et Ratio – Breve historia de la Encìclica por el Cardenal Tarcisio Bertone

 


La relación entre fe-religión y verdad-libertad ha estado siempre en el corazón del Papa Juan Pablo II. Karol Wojtyla, como profesor de filosofía y antropología, se interesó siempre por las corrientes filosóficas contemporáneas y, ya de Papa, le gustaba organizar en Castelgandolfo, durante el descanso estival, reuniones con profesores e intelectuales de procedencia diversa. En 1986, conocedor de que muchas modas culturales andaban difundiendo la idea de la incapacidad de la razón para conocer ola verdad, el Papa redacto un proyecto de documento sobre ese tema, de unas diez páginas.

Al poco tiempo, sin embargo, surgieron en el panorama mundial otra serie de problemas morales de fondo (la existencia de la verdad moral, la posibilidad de definir objetivamente el bien y el mal – el intrinsece malum – etc) como una cadena de problemas morales concretos, individuales o en categorías, entre ellos los referentes a la bioética. El Papa prefirió dar prioridad a una encilica que afrontase estas “emergencias doctrinales y morales”, y publico en 1993, la Veritatis Splendor. 

Peor no quiso dejar de lado el tema fe y razón. Se envio el documento inicial redactado por el Papa (el pro-memoria) a un ilustre experto, el profesor belga André Mutien Leonard, para la elaboración orgánica de un proyecto. Pero este fue nombrado Obispo de Namur en 1991. Asi que el texto pasó al jesuita Peter Henrici, de la Pontifica Universidad Gregoriana, para que realizase un primer esbozo de encíclica. Así lo  hizo, pero también el fue nombrado en 1993, Obispo auxiliar de Coira, Suiza, y no pudo continuar con el encargo.

De cualquier manera, un primer texto orgánico pudo ser presentado en 1995 durante la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, compuesta por Cardenales y Obispos exponentes de la cultura internacional (como Ratzinger, Lehmann, Eyt, Biffi , Tettamanzi, Connell, Pell, Cañizares, etc) Con las observaciones de los presentes, y gracias a la ayuda determinante de expertos consultores, se realizó una nueva redacción que se envió al Santo Padre el 18 de junio de 1996. El Papa se llevó el texto durante las vacaciones al valle de Aosta, en julio de 1996. Lo estudió con dos amigos polacos, el Profesor Tadeusz Styczen y Mons. Józef Zyciński. A su vuelta a Roma envió el texto con 80 páginas de observaciones, a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Durante aquel tiempo la encíclica fue enviada, para un ulterior examen,  a media docena de filósofos eclesiásticos y laicos que a su vez realizaron nuevas sugerencias,  fue reelaborada y de nuevo enviada al Santo Padre, y contextualmente, siguiendo el procedimiento, remitida para su revisión al Teólogo de la Casa Pontificia, que entonces era el Padre Georges Cottier, OP. Llegamos asi al verano de 1997, en que el Papa durante las vacaciones, se dedicó a revisar la edición del Catecismo de la Iglesia Católica 

Peor no olvidó la relectura de nuestra encíclica. Hay que recordar que mientras tanto se preparó otro documento de carácter litúrgico: la Carta Apostólica Dies Domini. Y surgió el dilema: ¿Qué publicar primero, la Fides et Ratio   o la  Dies Domini? Danó la Dies Dominique fue publicada el 31 de mayo de 1998. Durante este tiempo, el texto de la Fides et Ratio estuvo en manos del Papa y constantemente bajo su mirada; quiso enriquecerla aún mas citando en el n. 74 junto a autores antiguos, otros mas recientes: en el ámbito occidental personalidades como John Henry Newman, Antonio Rosmini, Jacques Maritain, Etienne Gilson, Edith Stein, y en el oriental estudiosos de la estatura de Vladimir S. Solov´ev, Pavel A: Florenskij, Petr J. Caadaev, Vladimir N. Lossky. EL Santo Padre aportó posteriormente retoques e integraciones, siempre de acuerdo con el Cardenal Joseph Ratzinger, al que ayudaron consultores dedicados a tan importante empresa.  Fue finalmente con fecha 14 de septiembre de 1998 cuando culminó este itinerario que, a fin de cuentas, duró más de 12 años. Durante el almuerzo con el Papa, el 6 de octubre de 1998 se acordó la presentación de la encíclica.

(texto presentado por le Cardenal Tarcisio Bertone ante el Congreso Internacional en el X aniversario de la Fides et Ratio, 16 de octubre de 2008) ´    

 

jueves, 18 de agosto de 2022

Citas seleccionadas del "Diario" de Santa Faustina sobre la Imagen de Jesus Misericordioso

 


Diario 47

+ 1931, 22 de febrero Al
anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una vestidura blanca. Una mano estaba levantada en señal de bendición y la otra tocaba el vestido a la altura del pecho. Dos grandes rayos salían de la abertura de la túnica sobre el pecho, uno rojo y el otro pálido. En silencio miré al Señor, mi alma se llenó de temor, pero también de gran alegría. - Después de un rato, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el dibujo que ves, con la firma: Jesús, en Ti confío. Quiero que esta imagen sea venerada primero en vuestra capilla y en todo el mundo.

Diario 48

Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo la victoria sobre los enemigos que ya están aquí en la tierra, especialmente en la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como mi gloria.

Diario 49

Cuando se lo conté a mi confesor, obtuve la respuesta de que se trata de tu alma. Me dice esto: Pinta la imagen de Dios en tu alma. Cuando salí del confesionario, escuché de nuevo estas palabras: Mi imagen está en tu alma. Ojalá hubiera una fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintas con un pincel sea solemnemente bendecida el primer domingo después de Pascua, este domingo por ser la Fiesta de la Misericordia.

Diario 299

(130) + Misterio del alma. Vilnius 1934
Cuando mi confesor me pidió que le preguntara al Señor Jesús qué significaban los dos rayos en esta imagen, respondí que estaba bien, que le preguntaría al Señor.
Mientras oraba, escuché internamente estas palabras: - Estos dos rayos significan sangre y agua. El rayo pálido representa el agua que hace justas las almas; el rayo rojo significa la sangre que es la vida de las almas...
- Estos dos rayos salieron de las entrañas de Mi misericordia cuando Mi corazón moribundo fue abierto con una lanza en la cruz.
- Estos rayos protegen a las almas de la ira de Mi Padre. Dichoso el que vive a su sombra, porque la mano justa de Dios no lo alcanzará. Quiero que el primer domingo después de Pascua sea la Fiesta de la Misericordia.

Diario 313

+ En un momento, cuando estaba con este pintor que está pintando este cuadro, y vi que no es tan hermoso como Jesús, estaba muy triste por eso, pero lo escondí profundamente en mi corazón. Cuando salimos de la casa del pintor, la Madre Superiora se quedó en la ciudad para atender varios asuntos, y yo misma regresé a casa. Inmediatamente fui a la capilla y lloré mucho. Le dije al Señor: ¿Quién te pintará tan hermosa como eres? Entonces escuché estas palabras: La grandeza de este cuadro no está en la belleza de la pintura o del pincel, sino en Mi gracia.

Diario 326

Una vez, Jesús me dijo: Mi mirada desde esta imagen es como mi mirada desde la cruz.

Diario 327

En un momento mi confesor me preguntó cómo se colocaría esta inscripción, porque todo eso no cabe en este cuadro. Respondí que oraría y respondería la próxima semana. Cuando salí del confesionario, y pasé por el Santísimo Sacramento, recibí una comprensión interna de cómo debería ser esta inscripción. Jesús me recordó, como me decía por primera vez, que estas tres palabras deben hacerse visibles. Estas palabras son: Jesús, en ti confío. Entendí que Jesús quería que se incluyera toda la fórmula, pero no ordenó explícitamente estas tres palabras. -  Ofrezco a la gente un vaso con el cual han de venir por favores a la fuente de la misericordia. Este vaso es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío.

Diario 414

Buen viernes.
A las tres de la tarde, cuando entré en la capilla, escuché estas palabras: quiero que esta imagen sea venerada públicamente. Entonces vi al Señor Jesús en la cruz, agonizante y con fuertes dolores, y del Corazón de Jesús salieron los mismos dos rayos que están en esta imagen.

Diario 570

En un momento vi al Señor Jesús con una túnica brillante, estaba en el invernadero. - Escribe lo que te digo: Es mi deleite unirme a ti; Espero con gran deseo hasta este momento en que viviré sacramentalmente en vuestro monasterio. Mi Espíritu reposará en este monasterio, bendeciré especialmente el área donde estará este monasterio. Por amor a vosotros, despediré todos los castigos que con razón impone la justicia de mi Padre. Hija mía, he inclinado mi corazón a tus peticiones; Tu tarea y deber aquí en la tierra es pedir misericordia para el mundo entero. Ningún alma encontrará justificación hasta que se vuelva confiadamente a Mi misericordia, y por eso el primer domingo después de Pascua debe ser la Fiesta de la Misericordia, y los sacerdotes deben hablar a las almas de esta gran e insondable misericordia en ese día. Te hago ministro de Mi misericordia. Dile a tu confesor que la pintura debe ser exhibida en la iglesia, y no en un recinto en este monasterio. A través de esta imagen estaré otorgando muchas gracias a las almas, así que cada alma tenga acceso a ella.

Diario 742

(162) JMJ
-Hija Mía, si a través de ti pido a la gente que honre Mi misericordia, debes ser tú la primera en distinguirte con esta confianza en Mi misericordia. Os pido que las obras de misericordia fluyan del amor a Mí. Debes mostrar misericordia a tu prójimo siempre y en todas partes, no puedes retirarte de ella, ni excusar ni absolver. Te doy tres maneras de mostrar misericordia a tu prójimo: la primera - por obra, la segunda - por palabra, y la tercera - por oración; estos tres pasos contienen la plenitud de la misericordia y son una prueba irrefutable de amor por Mí. Así el alma glorifica y honra Mi misericordia. Sí, el primer domingo después de Pascua es la Fiesta de la Misericordia, pero debe haber escritura; y exijo honra por mi misericordia celebrando solemnemente esta fiesta y honrando el cuadro que está pintado.Oh Jesús mío, tú mismo me ayudas en todo, porque ves lo pequeño que soy, sólo cuento con Tu bondad, Dios.

Fuente: Misericordia.eu 


 


martes, 16 de agosto de 2022

«Me felicitarán todas las generaciones…» la profecía del magníficat

 

(25 de marzo de 2000, Juan Pablo II en oración, en la Basílica de la Anunciación (Nazaret)

La palabras de Isabel «feliz la que ha creído » siguen acompañando a Maria incluso en Pentecostés, la siguen a través de las generaciones, allí donde se extiende, por medio del testimonio apostólico y del servicio de la Iglesia, el conocimiento del misterio salvífico de Cristo.  De este modo se cumple la profecía del Magnificat: «Me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo» (Lc l,48-49) .

 

En efecto, al conocimiento del misterio de Cristo sigue la bendición de su Madre bajo forma de especial veneración para la Theotokos.  Pero en esa veneración está incluida siempre la bendición de su fe. Porque la Virgen de Nazaret ha llegado a ser bienaventurada por medio de esta fe, de acuerdo con las palabras de Isabel. Los que a través de los siglos, de entre los diversos pueblos y naciones de la tierra, acogen con fe el misterio de Cristo, Verbo encarnado y Redentor del mundo, no sólo se dirigen con veneración y recurren con confianza a Maria como a su Madre, sino que buscan en su fe el sostén para la propia fe. Y precisamente esta participación viva de la fe de Maria decide su presencia especial en la peregrinación de la Iglesia como nuevo Pueblo de Dios en la tierra.

 

Juan Pablo II Redemptoris Mater, 27  

 

jueves, 11 de agosto de 2022

El coro de Santa Clara, albergue de paz y silencio

 


(….)  Uno de estos rincones y rinconcitos es una pequeña habitación llamada coro de Santa Clara. Es difícil imaginarse nada más pobre. Ha sido construida con materiales recolectados del más diverso origen. El coro está construido con maderas mal encuadradas; el altar es un plinto, posiblemente de origen no cristiano. Como nota vivaz de color no hay más que un fresco de mediocre composición que representa la crucifixión según la tradición franciscana. Una pequeña ventana, sobre cuyos vidrios se adivinan algunas descoloridas figuras, proporciona luz a la habitación. Y, sin embargo, ¡hay tanta poesía en este pequeño coro! ¡Generaciones enteras han pasado por él, se ha rezado tanto en él! Refiere una piadosa leyenda que en el corredor que lleva al coro de Santa Clara aún ahora se siente un perfume indefinido. Allí están sepultadas las primeras compañeras de la Santa. El perfume existe, y es el perfume de las dulces memorias de esta mujer a quien el espíritu franciscano debe tanto. Formada e instruida en la vida interior por tan gran maestro, sintió tan intensamente la influencia de su doctrina, que se atrevió a levantar su voz para obtener de los Papas que el voto de rigurosa pobreza, dulce herencia de su maestro, no fuera atenuado. Luchó a la cabeza de aquellos hijos del Santo que más fuertemente conservaban el espíritu de sus enseñanzas y fue el nervio de esa tradición en la que habrían de formarse hombres como San Antonio de Padua, San Buenaventura de Bagnoregio, San Bernardino de Siena, San Pascual Bailón, San Diego, San Jaime de la Marca, San Francisco Solano, San Juan de Capistrano, San Leonardo de Puerto Mauricio.

En el pequeño coro de Santa Clara, se revela a quien lo busca con espíritu de amor, el dulcísimo misterio de la pobreza, fuente de todo consuelo. Es preciso entrar allí, arrodillarse, tener en las manos el Espejo de Perfección, que según algunos doctos fue escrito por fray León, ovejuela de Dios, pero que en realidad proviene de ese grupo de hijos más allegados al maestro, de cuya doctrina fueron, a su muerte, tenaces defensores contra quienes pretendían negar a los Frailes Menores el privilegio de la pobreza. Es preciso leer los primeros capítulos: "Cómo el bienaventurado Francisco respondió a los ministros que no querían someterse a la observancia de la Regla que les había escrito" (EP 1). "Cómo el bienaventurado Francisco declaró la voluntad e intención que tuvo, desde el principio hasta el fin, acerca de la observancia de la pobreza" (EP 2). "Del novicio que deseaba tener un salterio con su licencia" (EP 4). "Del modo de guardar la pobreza en libros, camas, casas y enseres" (EP 5). "Cómo hizo salir a todos los hermanos de una casa que era llamada casa de los hermanos" (EP 6). "Cómo quiso derribar una casa que el pueblo de Asís había levantado junto a Santa María de la Porciúncula" (EP 7). "Cómo no quería morar en celda curiosa o que llamaran suya" (EP 9)... A mitad de la lectura ya no se sigue adelante; frente al misterio de la muerte se perfila más nítida la nulidad de nuestra vida, con sus molicies, con las mil exigencias que la animan; se comprende cómo debe entrarse despojado en el reino de los cielos, cómo en ésta misma vida, cuanto más atados vivimos a los intereses del mundo tanto menos comprendemos a Dios. La pobreza, no como fin de sí misma o como característica fundamental del espíritu franciscano, según alguno ha enseñado erróneamente, sino como escala maravillosa para ascender hasta Dios, como medio para poderlo amar con toda la plenitud de nuestra alma en una inmolación continuamente renovada; la pobreza, así entendida, es el medio precioso gracias al cual el divino Amigo se da a nosotros con todos los dones de su gracia e, invadiendo nuestra alma, se convierte en su dueño y Rey, confiriendo a esta pobre existencia nuestra el altísimo valor de una ofrenda indigna, pero, sin embargo, aceptada y aun buscada para el triunfo de su reino.

Una noche, mientras celebraba Misa en el pequeño coro de Santa Clara para un grupo de almas piadosas que se reunieron para ingresar en la seráfica milicia, la mano gentil de un fraile esparció en abundancia sobre el pavimento pétalos y hojas. Era invierno, pero el huerto de los frailes había conservado las rosas y el laurel para esta fiesta de fe. El aire pronto se impregnó de dulce y penetrante perfume. Un canto suave y quedo celebraba las glorias del Rey que deseó nacer pobre, que se contentó con el homenaje de pobres pastores, que al despuntar de cada día renueva en los altares el misterio de la cruz por la salvación de las almas. Con esos cantos, con esas oraciones, esas almas se consagraban a Él, ofreciéndole, junto con la juventud del cuerpo, las esperanzas del alma y los propósitos y fines de trabajo. Las palabras brotan de sus pechos en sollozos: «Prometo y hago voto de vivir durante toda mi vida según la Regla del padre San Francisco...» La palabra del sacerdote desciende sobre ellos: «Y yo, de parte del Altísimo, te prometo la vida eterna». El recuerdo de esa noche de oración me persigue. Pues bien, todo se aclara ahora en la mente; Francisco quiso que fuésemos pobres para comprender la gran lección que Nuestro Señor Jesucristo nos dio desde lo alto de la cruz: la vida ha de ser una continua ofrenda, un sacrificio de inmolación continuamente renovado.

Agustín Gemelli, O.F.M., San Damián, oasis de paz, en IdemS. Francisco de Asís y sus "Pobrecitos". Buenos Aires, Ed. Pax et Bonum, 1949, pp. 9-17.

Juan Pablo II : urge redescubrir la leyenda divina de Francisco y Clara

 


Celebramos hoy la memoria litúrgica de santaClara (Invito visitar tambien posts etiquetados Santa Clara) y es oportuno recordar la visita de Juan Pablo II realizada el  12 de marzo de 1982, con ocasión de celebrarse el VIII centenario del nacimiento de San Francisco, el papa Juan Pablo II visitaba Asís, lugar santo de Clara y Francisco.  Una jornada intensa de trabajo pastoral de día completo.  Juan Pablo II se encontró con los obispos de Italia en el convento de San Francisco; celebró la Eucaristía con ellos junto al sepulcro del Santo; se reunió con los sacerdotes, religiosos y religiosas en la catedral; visitó el monasterio de Santa Clara y, en la basílica de Santa María de los Ángeles, habló a los fieles.  

En la pagina del DirectorioFranciscano podemos leer todos los discursos pronunciados por el Santo Padre, textos tomados de  L'Osservatore Romano, edición semanal en lengua española, del 21 de marzo  de 1982.

Las visita a las clarisas estaba fuera de programa y el papa, en su estilo espontaneo,  lo aclaraba ni bien comenzara su alocución: 

“Me proporciona alegría esta visita. No estaba prevista, pero un protector vuestro oculto me ha dicho: hay que ir a las clarisas. He acogido esta sugerencia porque es realmente difícil separar estos dos nombres: Francisco y Clara, estos fenómenos: Francisco y Clara, estas dos leyendas: Francisco y Clara.
Es difícil separar los nombres de Francisco y Clara. Es algo profundo, algo que no puede entenderse sino con criterios de espiritualidad franciscana, cristiana, evangélica; no puede entenderse con criterios humanos. El binomio Francisco-Clara es una realidad que sólo se entiende con categorías cristianas, espirituales, del cielo. Pero es también una realidad de esta tierra, de esta ciudad, de esta Iglesia. Todo ha tomado cuerpo aquí. No se trata sólo de espíritu; ni son ni eran espíritus puros; eran cuerpos, personas, espíritus. Pero en la tradición viva de la Iglesia, del cristianismo entero, no queda sólo la leyenda. Queda el modo en que San Francisco veía a su hermana, el modo en que ella se desposó con Cristo; se veía a sí mismo a imagen de ella, imagen de Cristo, en la que veía retratada la santidad que debía imitar; se veía a sí mismo como un hermano, un pobrecillo a imagen de la santidad de esta esposa auténtica de Cristo en la que encontraba la imagen de la Esposa perfectísima del Espíritu Santo, María Santísima. No es sólo leyenda humana, sino leyenda divina digna de contemplarse con categorías diferentes, de contemplarse en la oración. Este es el lugar a donde llegan, desde hace ocho siglos, muchos peregrinos para contemplar la leyenda divina de Clara junto a Francisco. No hay duda de que ello ha influido mucho en la vida de la Iglesia, en la historia de la espiritualidad cristiana. Ha sido uno de los momentos decisivos. La vida dedicada totalmente a Cristo por parte de Francisco y de su hermana Clara, y de tantos hermanos y hermanas de muchos lugares de Europa y del mundo, ha abierto un camino para las vocaciones. Yo mismo he vivido muchos años cerca de un monasterio de clarisas en Cracovia y conozco otros lugares de mi patria donde la tradición viva de Santa Clara y San Francisco ha encontrado siempre eco a lo largo de los siglos en la Iglesia y el mundo. Sólo quiero añadir la impresión siguiente.


No es este un discurso oficial,  es un discurso improvisado. En este momento quiero deciros solamente, queridísimas religiosas clarisas hermanas de Santa Clara, una preocupación que he manifestado a los obispos con palabras claras. A vosotras os la quiero confiar directamente: estoy preocupado y estamos preocupados los obispos de esta tierra, porque comienzan a escasear las vocaciones femeninas, las vocaciones religiosas femeninas. Parece como si la mujer contemporánea, sobre todo la joven, no sintiera esta vocación. Por tanto, os invito a orar; deseo que reproduzcáis en nuestra época el milagro de San Francisco y Santa Clara, porque la joven, la mujer contemporánea, debe volverse a hallar en esta vocación, en esta misión, en este espléndido carisma, escondido ciertamente y falto de exterioridades aparentes, pero ¡cuán profundo, cuán femenino! Esposa verdadera, el alma femenina es capaz de amor pleno e irrevocable hacia un esposo invisible. Es verdad que es invisible, pero ¡qué visible! Entre todos los esposos posibles del mundo, ciertamente Cristo es el Esposo más visible de todos los visibles; es siempre visible, pero permanece invisible y visible en el alma consagrada a Dios.”


San Francisco descubrió a Dios una vez, pero después lo volvió a descubrir teniendo a su lado a Clara. En nuestra época es necesario repetir el descubrimiento de Santa Clara, porque es importante para la vida de la Iglesia. No os imagináis lo importantes que sois para la vida de la Iglesia vosotras, escondidas, desconocidas; cuántos problemas, cuántas cosas dependen de vosotras. Es necesario redescubrir este carisma, esta vocación; urge redescubrir la leyenda divina de Francisco y Clara.

Una palabra final. El amigo mío que me ha sugerido, o más bien obligado, a venir a las clarisas -lo conocéis- me ha dicho también que Santa Clara es patrona celestial de uno de los medios de comunicación social. Por esto os encomiendo también las comunicaciones sociales. Consideradas en cuanto tales son estructuras misteriosas, diría yo, de la naturaleza, más que sobrenaturales. Como todas las cosas de la naturaleza, como todas sus estructuras, son al mismo tiempo su sujeto pasivo, capaz de asumir realidades sobrenaturales; porque si con los medios de comunicación se transmite la palabra humana, el pensamiento humano, ¿acaso no se puede transmitir la palabra divina, la palabra evangélica? ¿Por qué no podría actuar con fuerza la palabra divina a través de los medios de comunicación? «Inter mirifica», con estas palabras comienza el documento conciliar sobre los medios de comunicación social; os encomiendo este «Inter mirifica» y a las personas -algunas están presentes- que dedican sus afanes a las comunicaciones sociales.” [Selecciones de Franciscanismo, vol. XI, n. 32 (1982) 202-204; cf. texto italiano en Acta OFM 101 (1982) 216-218]