Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

jueves, 6 de agosto de 2015

DIOS Y EL HOMBRE EN LA POESIA DE KAROL WOJTYLA – Jan Machniak (3)


Capítulo I, I. El elemento de la oración en la poesía juvenil de Karol Wojtyla
Capitulo I, 1. Las ediciones de la poesía de Karol Wojtyla.

(el contenido de ambos apartados es  similar – casi igual – a la Introducción, creo que no hace falta repetirlos por eso continúo con el apartado siguiente donde el autor Machniak comienza el análisis de poemas y características particulares.)

Capitulo I, 2. El adiós a su madre
 La colección Reneswansowy psalterz/Salterio renacentista comienza con un poema emotivo titulado Nad Twoją biała mogilą (Sobre tu blanca tumba) dedicado a Emilia, la madre de Karol Wojtyla muerta prematuramente. Pareciera ser el primer poema de Karol Wojtyla compuesto en la primavera de 1939. El autor se detiene ante la tumba y piensa en la imagen de su madre que guarda en lo profundo de su alma y corazón. En una plegaria que se entremezcla con sueños teje una conversación con su madre, a quien continua sintiéndola muy cercana y espiritualmente presente en su vida como “espiritu  alado”  “oh, cuanto hace…/que distante parece todo hoy”. En un monologo interno, emerge a la memoria su niñez aunque su tumba ya se halla “cerrada” hace tantos años.
En el poema predomina el blanco.  Las flores blancas que florecen sobre la tumba son símbolo de vida y paz,  tan incomprensible como la muerte.  La tumba de la madre también es blanca recordando la muerte y el sentimiento de incapacidad con que el poeta recuerda su niñez.  Sin embargo, desde la tumba de la madre, también “emana  un brillante silencio” en el cual puede distinguirse claramente una luz “Sobre su blanca tumba/que irradia un brillante silencio, / como si se elevara,/como si la esperanza se fortaleciera”.  Una luz blanca que emana del blanco se convierte en esperanza que nace del encuentro allí ante la tumba.
En una atmosfera de melancolía, tristeza y pesar, es la figura del poeta orante la que aparece en primer plano. Se arrodilla ante la tumba rendido en sentimiento de nostalgia por tiempos pasados y ante el inexorable poder de transición. “Sobre tu blanca tumba/me arrodille acongojado/oh cuanto tiempo hace”. A pesar de la profunda tristeza que anida en su corazón, el silencio que el poeta experimenta allí delante de la tumba de su madre, también engendra esperanza. Finalmente, el dialogo que es todo pena y tristeza se convierte en suspiro y una sencilla oración que expresa el agradecimiento del poeta por el amor. “…oh Madre – amor extinguido – mis labios susurraron con impotencia: / concédele el descanso eterno – “.

El lamento Nad Twoją białą mogiłą/Sobre tu blanca tumba/ es el encuentro del poeta maduro con la experiencia de la madre muerta que ha dejado una marca indeleble en su corazón. Su madre constituye parte de su vida y continua estando presente en ella. No obstante, el poema también es una expresión de la aceptación del misterio de la muerte de una persona cercana y sintiendo la presencia de la persona a otro nivel espiritual.    

(guía del contenido completo en Prólogo

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