Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 23 de febrero de 2013

Renuncia del Santo Padre Benedicto XVI (2) nostalgia y mis primeros recuerdos de este pontificado – primera parte


Fue un viaje verdaderamente inolvidable, preciosas las vivencias y decidí publicarlas en una  página web en geocities que después desapareció, pero me han quedado esos recuerdos imborrables de un “sueño” hecho realidad, me sentía transportada, acompañada por Aquel que todo lo puede y todo lo hace bien aunque muchas veces no comprendamos sus designios.  Pensar que hace ya casi ocho años…..Cómo y cuándo empezó todo no lo se…. Ansiaba estar en la plaza San Pedro para los funerales de Juan Pablo II…. no se me dio, pero no me despegué de la pantalla siguiendo los programas de la RAI.  Había “acompañado” con profunda emoción los últimos días de Juan Pablo II y mis ganas de estar allí en cuerpo y alma iban creciendo.  En cierta forma yo sabia y confiaba plenamente, que tarde o temprano se me daría! Y fue bien pronto! Unas semanas más tarde comenzaba mi “peregrinaje” que a su vez fueron mis verdaderas vacaciones en mucho tiempo. Adiós Buenos Aires por 3 semanas! QUÉ viaje!


Llegué a Roma, la bellísima, el sábado 23/4 muy temprano. Deposite la valija en un hotel que no merecía 3* (entre Piazza Spagna y Piazza del Popolo – lo único que había conseguido) y me fui derecho al Vaticano naturalmente "a piedi", a investigar hasta donde podría o no llegar, y donde convendría ubicarme al día siguiente 24/4 para estar allí en el "inicio del ministerio petrino del Obispo de Roma Benedetto XVI". La plaza de San Pedro estaba concurrida y las filas para entrar a la Basílica y/o visitar la tumba de JP (otra fila - tenía que hacer las dos!) interminables, cosa que me di cuenta recién después de haberme colado a una ....... 


sabado por la tarde todo listo para el gran dia. La fila a la izq para visitar la tumba de JP II, a la derecha para entrar a la basilica



Asi espere solo dos horas para visitar a JP II, pero estaba sin la cámara! De todas maneras volvería!


(esta foto la tome mas tarde casi “ilegalmente”)



Estar frente a la tumba fue la primera de tantísimas emociones sucesivas que se fueron acumulando durante el viaje. Sentía una inmensa dicha de estar allí, sentía su presencia.... si bien fue algo decepcionante no poder siquiera arrodillarme para besar el lugar, solo mandarle un beso al aire y adelante....  pero ese día al menos pude recogerme en oración  si bien un poco alejada, escondida detrás de la gente (cerca de la tumba de San Pedro) , dentro de esa atmosfera tan especial de aquellos primeros días, hasta que un guardia me "invito" amablemente  (no todos son amables) a retirarme.

La fila para entrar en la basílica era algo más corta..., enfilé directamente hacia la capilla del SSmo Sacramento (en realidad con tanta gente único lugar de la basílica misma donde se respiraba oración, presencia y absoluto silencio, y la emoción adicional de estar en un lugar de oración por donde pasaba JP II.  Lejos estaban los momentos en que se podía casi “pasear” por la Basílica, entrar sin guardias ni controles electrónicos... otros tiempos, otro mundo, mucha menos gente, más o menos oración? 

El resto del dia lo pase "caminando" el Vaticano y Roma, descubriendo/ redescubriendo lugares .. Así descubrí el Santuario della Divina Misericordia - Chiesa Santo Spirito in Sassia, a tan solo 100 mts de la Basílica de San Pedro (JP II bendijo la imagen de Jesús Misericordioso en 1995) También (donde creo que jamás había entrado a pesar de estar sobre la Via Concilizione misma!) Santa Maria del Carmelo in Traspontina (la parroquia del papa) Allí me impactó (a la entrada) una foto de JP II de joven operario en la mina, en épocas de furioso comunismo, portando el escapulario de la Virgen del Carmen como única “camisa”, el que nunca tuvo "paura". Ambos descubrimientos que atesoro entre mis recuerdos más caros y que forman una parte muy importante de mi “historia” de discípula de Juan Pablo II.

Roma misma seguía siendo tan hermosa y misteriosa como siempre tentando a uno andar sin mapa,  aunque se aparezca en el lugar de partida (con mi sentido de orientación nulo). Es un riesgo que no se corre cuando se viaja en grupo....... Andando y andando se me hizo la noche de mi primer maravilloso dia en Roma (habia partido de Buenos Aires el dia anterior por la mañana).


 Estaba exhausta, me sentia mal, con un fuerte dolor de cabeza y sin animarme a tomar nada porque no habia comido nada. Casi angustiada si al otro dia no podría ir.... Esa noche “hablé” seriamente con Juan Pablo II y casi le reclamé que había venido a Roma para visitar su tumba y estar allí el domingo en el  inicio del ministerio petrino del nuevo Pontífice Benedicto XVI…… y que no podia ser que no pudiera hacerlo...... todo salió bien. Fue como el primero de los pequeños milagros que se me dieron en el viaje.

 

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