(foto del Instituto Tischner)
(Publicada
por Crisis Magazine).
Conocido como el “Filosofo de Solidaridad” el
Rev. Jozef Tischner fue un destacado filosofo y teólogo. Director del Instituto
de Filosofia en la Facultad de Teologi de la Universidad Pontificia de Cracovia
(sucesor de Juan Pablo II, y luego consejero del Papa) Tischner fue
entrevistado por Thadeusz Witkowski para Studium Press y el texto siguiente,
tal como fue publicado por Crisis, es versión
abreviada de la entrevista.
Studium Papers : proponemos un
debate sobre el conflicto entre
cristianismo y comunismo. Antes de ir al grano, sin embargo, le pedimos una breve definición
de ambos conceptos. Es posible establecer el límite de ambas formulaciones?
Tischner: Para la cabal comprensión del Comunismo,
debemos comprender la palabra no tan solo en su sentido lexical, tal como aparece en diccionarios de términos
filosóficos o extranjeros. Es importante
comprender esta palabra en su contexto social; debemos preguntarnos que comprende esta palabra en términos prácticos.
Bien, en términos prácticos, en términos de conciencia social, el Comunismo
entro a la realidad polaca como la negación de la propiedad privada. Fue así como fue vivido por la gente desde el
comienzo mismo. Puede ser que en los diccionarios se encuentre una definición
diferente, pero si miramos detenidamente la realidad social, resulta que no fue importante que el
comunismo significara totalitarismo o ateísmo, o materialismo, sino que fue entendido como un directo ataque a la propiedad privada. Existe sin embargo,
una diferencia básica: El comunismo lucha por distribuir la propiedad que no posee. En cambio el
cristianismo, estipula que para dar
primero tienes que tener. Has recibido gratuitamente, da gratuitamente. Pero
primero has recibido: o sea, no puedes dar lo que no tienes.
Bien
ahora a la definición del Cristianismo: Bien, el Cristianismo es una realidad
extraordinaria, polifacética. Se puede
extraer contenidos, dependiendo de lo
que uno necesite. Pareciera que en el curso de estos últimos cuarenta
años, la respuesta más peculiar a los
desafíos del Comunismo ha sido el énfasis de la Iglesia sobre la dignidad
humana. La filosofía de la dignidad humana ha estado en el centro de la
filosofía cristiana no solamente en los libros sino en la vida diaria. Aquí se expreso en el rol inusual adjudicado
al concepto de persona. El concepto de persona se ha convertido en un concepto
clave en el aparato lexical del Cristianismo Polaco.
SP: Es asi entonces
como usted definiría la esencia del conflicto entre Comunismo y Cristianismo?
Fue este un conflicto relacionado con la persona?
Tischner: Si. Diría que no fue tanto un conflicto sobre Dios sino un conflicto sobre
la persona.
SP: Permítame que me refiera a lo que usted llama
nivel teórico del conflicto, a los
estilos alternativos de pensamiento. A este respecto, el Comunismo es un caso
especial?
Tischner: EL Comunismo
es, entre otras cosas, elevar el pensamiento político al principio central, y
el pensamiento político comienza con la pregunta, “Quien está con nosotros, y
quien está contra nosotros’” Todo lo
demás deriva de esto: El convencimiento que el mundo está dividido en dos
polos, el bien y el mal, la teoría de la lucha de clases. Pero las suposiciones realmente fundamentales
del pensamiento político son las siguientes:
todo lo que existe al presente es una mera preparación para un futuro
mejor, para un futuro Comunista. O sea todo lo que existe aquí y ahora, todavía
no es real. Este es el único camino que será. Y la verdad
está en proceso de nacer. En otras palabras, lo que no existe es más real que
lo que si existe.
Esta
clase de pensamiento político tiene sus ramificaciones, como las elecciones manipuladas, por
ejemplo. Quien piensa tradicionalmente
dice: has manipulado las elecciones. Quien piensa en el modo Comunista dice:
no, es que le hemos dado a las elecciones mayor
verosimilitud. Porque todo el
mundo va hacia el comunismo y hemos demostrado, manipulando las elecciones, que
es así como debe ser, que de esto se trata. Por lo
tanto, en el Comunismo tenemos algo así como la legitimación más alta de la mentira.
En el comunismo la verdad se divide en verdad para el común de la gente –
verdad ordinaria y verdad política. La
verdad ordinaria es para la gente, mientras que la verdad política es para unos
pocos selectos, los comandantes militares o líderes políticos.
SP: Cual fue la
actitud de la la sociedad cristiana hacia la manipulación comunista de la
teoría de la verdad? Existió un medio de
defender la verdad “común”?
Tischner: Desde los comienzos mismos aparecieron en
Polonia trabajos que defendían la forma clásica de la verdad. Estos trabajos
fueron escritos por Tomistas. Creo que la Escuela de Lublin jugó un rol muy
importante en este periodo. Klusak también lo hizo, de manera importante, con sus artículos, aunque fueron escritos más
bien toscos. Pero esta defensa no
era demasiado convincente para los marxistas.
Fue recién convincente después que legiones de gente común y gente instruida decidieron que no querían saber nada con las ideas del Comunismo. La tarea asignada al pensamiento político
en el Comunismo es ganar adeptos, pero cuando el pensamiento político los
repele en vez de atraerlos, entonces se torna un problema para el comunismo. Es por eso que la respuesta de una parte de
los académicos, radioescuchas, espectadores de TV no es mejorar este o aquel
detalle sino negarse a colaborar. Cuando
cada vez mas académicos, publicistas y escritores dicen “no queremos saber nada
con esto”, emerge una sociedad
alternativa y una forma alternativa de pensamiento. En cierto sentido, los comunistas tienen
razón; se crea una nueva realidad, pero esta realidad es opuesta a la que ellos
quisieran ver.
SP: El alejamiento
de la definición clásica de la verdad por parte de los Comunistas ha llevado a
un profundo conflicto no solamente entre los comunistas y la Iglesia, sino
también entre los comunistas y el resto de la sociedad. Esto ha cimentado las bases para algo así
como una alianza entre la Iglesia y los intelectuales.
Tischner: Si, este es el
caso en Polonia. La Iglesia se transformo en un imán para la gente. Yo vi como
la Iglesia atraía a la gente en la zona de Cracovia; y especialmente aquellos
que eran sensibles a la realidad imperante. Típico de este fenómeno es el caso
de los estudiantes de departamentos como matemáticas física, química, biología,
ingeniería – no humanistas sino representantes de las ciencias exactas – que
fueron las primeros en considerar la influencia de Karol (Papa Juan Pablo II) .
Cuando, años más tarde, estos jóvenes crecieron, resulto que departamentos
enteros de ciencias naturales en la Universidad Jaguelonica estaban en manos de
creyentes. Los estudiantes de humanidades como segundos en línea.
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