En su primera audiencia / catequesis del 25 de octubre de 1978 Juan Pablo II retomó la linea de Juan Pablo I que habia hablado sobre las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad, y continuó hablando de las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y temlanza) comenzando con la prudencia:
…”El hombre prudente, que se afana por todo lo que es verdaderamente bueno, se esfuerza por medirlo todo, cualquier situación y todo su obrar, según el metro del bien moral”….
…”Prudente no es, por tanto —como frecuentemente se cree— el que sabe arreglárselas en la vida y sacar de ella el mayor provecho; sino quien acierta a edificar la vida toda según la voz de la conciencia recta y según las exigencias de la moral justa”….
…”De este modo la prudencia viene a ser la clave para que cada uno realice la tarea fundamental que ha recibido de Dios. Esta tarea es la perfección del hombre mismo. Dios ha dado a cada uno su humanidad”…
…” ¿Soy prudente? ¿Vivo consecuentemente y responsablemente? El programa que estoy cumpliendo, ¿sirve para el bien auténtico? ¿Sirve para la salvación que quieren para nosotros Cristo y la Iglesia? “…
Son solo algunos extractos. Para pensar sobre el tema en profundidad invito visitar
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/audiences/1978/documents/hf_jp-ii_aud_19781025_sp.html
http://www.aciprensa.com/catequesis/vir-cardinales.htm
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