Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

domingo, 5 de junio de 2011

Beato Juan Pablo II una pronta canonización?

(De la muy interesante entrevista (que recomiendo leer completa) realizada por Nicola Gori al Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las causas de los santos publicada en L Osservatore Romano el Domingo 8 de mayo 2011


¿Existe la posibilidad de llegar en breve tiempo a su canonización?
Creo que si. Inmediatamente después de la beatificación, la postulación realizará una selección y una evaluación de las gracias y de los favores, que fieles de todo el mundo obtienen por intercesión de Juan Pablo II. Luego se pasara a preparar la documentación necesaria. El dossier, al llegar a la Congregación, seguirá los pasos obligatorios del proceso canónico previsto. Ante todo, se realizará el control de los médicos o de los técnicos, según se trate de una curación o de la liberación de un peligro mortal u otro caso. Luego hay un segundo paso que concierne a los consultores teólogos que deben verificar la correspondencia entre causa y efecto, entre la oración de petición de intercesión al beato y el efecto de curación o de liberación de un peligro mortal. Se pasa, posteriormente, a la sesión ordinaria de los miembros cardenales y obispos de la Congregación, para su voto definitivo sobre el milagro. Al final, el prefecto es recibido en audiencia particular por el Papa, el cual autorizará la publicación del decreto sobre el milagro. Una vez concluida esta fase, en un consistorio público el Pontífice anuncia además la fecha de la canonización.


Desde el momento de la beatificación de Juan Pablo II en caso de que se examine un presunto milagro suyo, cuanto tiempo puede pasar antes de llegar a la canonización?


No hay tiempos técnicos precisos. El itinerario depende de varios factores, entre ellos la solicitud del postulador y la de los técnicos o de los médicos. Por otra parte, la Congregación no puede intervenir en el examen que están realizando los médicos ni tampoco estimularlos para que aceleren los tiempos. Estos especialistas deben disponer de todo el tiempo necesario para evaluar el caso. Para Karol Wojtyla se trata de una evaluación que exige aún más rigor y atención, porque hablamos de un personaje que tiene una dimensión universal. Debemos garantizar el tiempo justo de maduración de los juicios, de las evaluaciones y también de las conclusiones. Hablando de tiempos, quiero añadir algo respecto al periodo que transcurre entre una beatificación y una canonización. Se trata de meses o de años: sin embargo, no es tiempo perdido o inútil. Una canonización es un acontecimiento espiritual que también debe madurar. Para llegar a ella hay un tiempo providencial, en el que se necesitaría alcanzar dos objetivos El primero es conocer más la figura del bato, en este caso del Papa Wojtyla. Me refiero al conocimiento verdadero, el de su doctrina, de sus gestos, de su comportamiento, de su apertura misionera. l segundo es conocer la imitación de sus virtudes. Un beato no es solo un ejemplo para contemplar, sino para imitar. Este es el significado de la santidad En este tiempo intermedio entre beatificación y canonización la figura y el testimonio del Papa Wojtyla deberían influir en la ejemplaridad de los cristianos, llamados a imitar sus virtudes y sus actitudes. Pienso, en concreto, en el compromiso por contrarrestar el ateísmo ideológico y sobre todo el ateísmo práctico, que hoy concierne a naciones enteras y a todos los bautizados. Me refiero a la indiferencia y al relativismo ético, en el que hunden sus raíces fenómenos como el aborto, la eutanasia, la manipulación genética incontrolada, la anticoncepción. . El Papa Wojtya nos sugirió continuamente la actitud de defensa y de acogida de la vida naciente. La beatificación del Papa debe producir estos efectos.

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