(vista del Santuario desde el promontorio donde esta ubicado el altar)
Se trata de un Santuario pequeño (me lo imaginaba mas grande) enclavado en una pequeña hondonada/reparo de los Montes Prenestinos a 1000 mts de altura, rodeado de naturaleza que invita a la reflexión y al silencio.
Era el pequeño “refugio” de Karol Wojtyla/Juan Pablo II y es fácil imaginar su predilección: Un santuario mariano cercano a Roma, custodiado por sacerdotes polacos, un remanso de paz en medio de una naturaleza privilegiada reunía todas las condiciones para que el Beato Juan Pablo II se recogiera en oración durante horas (según nos confió el padre Adam).
Era el pequeño “refugio” de Karol Wojtyla/Juan Pablo II y es fácil imaginar su predilección: Un santuario mariano cercano a Roma, custodiado por sacerdotes polacos, un remanso de paz en medio de una naturaleza privilegiada reunía todas las condiciones para que el Beato Juan Pablo II se recogiera en oración durante horas (según nos confió el padre Adam).
Era una visita que nos habíamos prometido y que habíamos intentado hacer por transporte público, sin éxito. Es recomendable ir en auto (o alquilarlo).
Ni bien terminadas las celebraciones de la beatificación pudimos regalarnos el viaje a este lugar sagrado que tanto recuerda al Beato Juan Pablo II. Si bien los mapas indican 46 kms (no se ponen de acuerdo en cuanto a la distancia) desde Roma el ultimo tramo se alarga por el camino zigzagueante de montaña. Después de pasar por pequeños poblados prolijamente dispuestos es emocionante llegar al objetivo y visitar con respeto y en silencio la pequeña iglesia, la sacristía llena de fotografías que recuerdan a Juan Pablo II, el altar elevado sobre un promontorio ….e imaginarse al Papa celebrando Misa….invitando a la oración, a la reflexión, a su devoción a la Virgen Maria, a momentos de silencio y de recogimiento….Estar allí es compartir un poco esos momentos y guardarlos en el corazón.
Ni bien terminadas las celebraciones de la beatificación pudimos regalarnos el viaje a este lugar sagrado que tanto recuerda al Beato Juan Pablo II. Si bien los mapas indican 46 kms (no se ponen de acuerdo en cuanto a la distancia) desde Roma el ultimo tramo se alarga por el camino zigzagueante de montaña. Después de pasar por pequeños poblados prolijamente dispuestos es emocionante llegar al objetivo y visitar con respeto y en silencio la pequeña iglesia, la sacristía llena de fotografías que recuerdan a Juan Pablo II, el altar elevado sobre un promontorio ….e imaginarse al Papa celebrando Misa….invitando a la oración, a la reflexión, a su devoción a la Virgen Maria, a momentos de silencio y de recogimiento….Estar allí es compartir un poco esos momentos y guardarlos en el corazón.
(imagen de madera de Nuestra Señora de las Gracias de Mentorella)
Si bien nos decían que la Iglesia cierra a mediodía, permaneció abierta (supongo que debido a las celebraciones de beatificación) asi que pudimos realizar la visita sin ningún apuro.
Por la tarde junto al padre Adam y unas pocas personas rezamos el Rosario y participamos de la Misa (el altar principal con la fotografia de Juan Pablo II "descubierta" durante la beatificacion)
Si bien nos decían que la Iglesia cierra a mediodía, permaneció abierta (supongo que debido a las celebraciones de beatificación) asi que pudimos realizar la visita sin ningún apuro.
Por la tarde junto al padre Adam y unas pocas personas rezamos el Rosario y participamos de la Misa (el altar principal con la fotografia de Juan Pablo II "descubierta" durante la beatificacion)
y luego emprendimos el regreso a Roma, que tuvo su particularidad de misterio….fue toda una odisea bajar por ese camino en serpentinas en medio de una espesa neblina…….
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