Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 29 de junio de 2012

Solemnidad de San Pedro y San Pablo



Hoy la Iglesia celebra la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Se celebra también  el Día del Papa enlazando este festejo con el primer Papa San Pedro, quien fue delegando las “llaves” de la Iglesia y hoy lleva esta responsabilidad nuestro querido Santo Padre Benedicto XVI, quien en su homilía explicando el Evangelio de san Mateo correspondiente al día nos habla de la misión confiada a Pedro y heredada por todos los Papas: el Señor – decía el Santo Padre – le revela la misión que desea confiarle, la de ser la la «piedra», la «roca», el fundamento visible sobre el que está construido todo el edificio espiritual de la Iglesia (cf. Mt 16, 16-19).

Más adelante el santo Padre hace referencia a las fuerzas del mal tan presentes en nuestros días, pero el Santo Padre  con espíritu firme,  preciso y absolutamente confiado en el Señor expresa:   “En el Evangelio de hoy emerge con fuerza la clara promesa de Jesús: «el poder del infierno», es decir las fuerzas del mal, no prevalecerán, «non praevalebunt». Viene a la memoria el relato de la vocación del profeta Jeremías, cuando el Señor, al confiarle la misión, le dice: «Yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo; lucharán contra ti, pero no te podrán -non praevalebunt-, porque yo estoy contigo para librarte» (Jr 1, 18-19). En verdad, la promesa que Jesús hace a Pedro es ahora mucho más grande que las hechas a los antiguos profetas: Éstos, en efecto, fueron amenazados sólo por enemigos humanos, mientras Pedro ha de ser protegido de las «puertas del infierno», del poder destructor del mal. Jeremías recibe una promesa que tiene que ver con él como persona y con su ministerio profético; Pedro es confortado con respecto al futuro de la Iglesia, de la nueva comunidad fundada por Jesucristo y que se extiende a todas las épocas, más allá de la existencia personal del mismo Pedro.”

Hablando del espíritu ecuménico creo oportuno terminar con algunas palabras del Santo Padre Benedicto XVI quien ya en su primera homilía en el solemneinicio de su pontificado el Domingo 24 de abril de 2005 hacía notar su llamado y búsqueda de la unidad:

“Quisiera ahora destacar todavía una cosa: tanto en la imagen del pastor como en la del pescador, emerge de manera muy explícita la llamada a la unidad. “Tengo , además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor” (Jn 10, 16), dice Jesús al final del discurso del buen pastor. Y el relato de los 153 peces grandes termina con la gozosa constatación: “Y aunque eran tantos, no se rompió la red” (Jn 21, 11). ¡Ay de mí, Señor amado! ahora la red se ha roto, quisiéramos decir doloridos. Pero no, ¡no debemos estar tristes! Alegrémonos por tu promesa que no defrauda y hagamos todo lo posible para recorrer el camino hacia la unidad que tú has prometido. Hagamos memoria de ella en la oración al Señor, como mendigos; sí, Señor, acuérdate de lo que prometiste. ¡Haz que seamos un solo pastor y una sola grey! ¡No permitas que se rompa tu red y ayúdanos a ser servidores de la unidad!”

FELIZ DIA SANTO PADRE!  
toda la Iglesia junto a usted celebra y ora por sus intenciones.


2 comentarios:

Mento dijo...

Pues si, todos estuvimos ayer con Benedicto en esta Solemnidad.
Un abrazo.

Ludmila Hribar dijo...

Muchas gracias Mento. El Santo Padre necesita de nuestras oraciones. Yo rezo por el una decena del rosario a diario. Un abrazo.