Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 8 de enero de 2010

Jerzy Popieluszko, héroe nacional, mártir y sacerdote



Jerzy Popieluszko – un capitulo importante en la historia de Polonia por Ireneusz Skubis, director del Semanario católico "Niedziela"
(traducido de la version en ingles con permiso)

“Hemos recibido con gran gozo la noticia del avance en el proceso de beatificación del Siervo de Dios Jerzy Popieluszko, héroe nacional, mártir y sacerdote, a quien tuve la suerte de haber conocido. Fue en el ámbito de sacerdotes que trabajaban con los jóvenes. El estaba en la Iglesia de Santa Ana en Varsovia. Era un hombre sereno y desempeñaba su ministerio sacerdotal con enorme celo, pero entonces nadie pensó que su vida terminaría en martirio. Algún tiempo después supimos de sus Misas por la Patria, que el celebraba regularmente, y la primer peregrinación de trabajadores a Jasna Gora que organizó a Czestochowa. Se hablaba a menudo de sus actividades pastoral-patrióticas. De ello se enteró el Santo Padre Juan Pablo II y los sacerdotes a menudo contaban que el Papa les pedìa que transmitieran sus saludos al padre Popieluszko. Jerzy ansiaba ver al Santo Padre y al acercarse la fecha del viaje del Papa a Polonia en 1983, el padre Jerzy se llego hasta nosotros en la Redacción de "Niedziela" y nos pidió un pase para el encuentro con Juan Pablo II. Entonces las fuerzas de seguridad ya le seguían los pasos. El nos contó que había escuchado la conversación que mantuvieron miembros de la SB (*) que lo seguían a Czestochowa. Son recuerdos que nos acompañaron durante años. El también entrego a ‘Niedziela’ fotografías del funeral de Grzegorz Przemyk(**) Realmente esperamos con ansias la beatificación de Jerzy Popieluszko y fue de gran alegría la aparición de la película ‘Popieluszko. Wolnosc jest w nas’ [Popieluszko. La libertad esta en nosotros] y la consideramos necesaria para que las generaciones jóvenes de polacos conozcan esta historia contemporánea más de cerca, incluìdas las luchas con el cruel gobierno comunista. Nos ha llamado poderosamente la atención lo dicho por el vocero del Parlamento quien expresò que durante los tiempos de la Republica Popular Polaca estaba prohibido hablar críticamente de la Iglesia. En realidad era todo lo contrario: el sistema apuntaba su lucha contra la Iglesia. Hoy los comunistas hablan de su predisposición favorable hacia la Iglesia. Las actas del Instituto de Memoria Nacional ratifican la realidad de aquellos días y la severa represión de la que era objeto la Iglesia. Recién ahora tomamos cabal conciencia de la verdadera escala de maldades hacia la gente de la Iglesia y el clero. Cuando algún sacerdote daba muestras de mayor firmeza en su resistencia a las autoridades, los servicios secretos de la a SB, conjuntamente con los órganos del Partido de Trabajadores Polacos Unidos fabricaban y propagaban rumores acerca de la persona con el fin de destruirla y aniquilarla. Conocemos cantidades de ejemplos de sacerdotes que fueron tratados de esta manera mientras que a la sociedad se le informaba que habian sido objeto de atropellos o crímenes cometidos por desconocidos.. Hubo muchos perpetradores “desconocidos”. Los asesinos del padre Jerzy figuran entre ellos, si bien de alguna manera fueron descubiertos y dados a conocer, pero quedan aun muchos otros como ellos que siguen viviendo en Polonia, sus manos manchadas de la sangre de compatriotas asesinados, incluyendo sacerdotes. Por lo tanto, cuando veamos la película sobre la vida y martirio del padre Jerzy debemos tomar conciencia que esto es parte de nuestra historia. La educación nacional ofrece un programa incompleto y la sociedad en general esta poco o mal informada acerca del martirio en la época comunista. Hay muchos polacos muy conocidos que se opusieron al sistema. Naturalmente, también estaban aquellos que sucumbieron ante él. No obstante los héroes son muchos. Espiar, irrumpir en una vivienda bajo cualquier pretexto, vigilar, grabar eran métodos comunes del sistema. La sociedad desorientada con información parcial a menudo desconocía estas practicas. La ideología comunista se ingenió para envenenar hasta las conciencias de nuestros intelectuales. En las instituciones de educación superior la SB tenia sus aliados. Los canales del Servicio de Inteligencia comunista llegaban hasta las universidades. El sacerdote Jerzy fue una de aquellas personas que identificaba al sistema como règimen. Sus sermones conllevaban un profundo patriotismo, pero también hablabsan de honestidad humana, de optar por la verdad, el bien, por lo que debiera ser obvio en la vida. Por eso la gente lo escuchaba con pasión, tanto trabajadores como intelectuales porque sabían que era un hombre derecho, correcto, que los amaba, que amaba a Dios y a su patria. Su ministerio pastoral profundizado con un sentimiento de obligación a estar con su gente, a servirles y no defraudarlos. Se le invitaba a visitar varios otros centros pastorales y el reconocía que consideraba como obligación sagrada verse de frente con las necesidades de los hermanos afligidos. Por cierto la beatificación del sacerdote Jerzy Popieluszko sera una buena ocasión para que el ministerio pastoral polaco reflexione profundamente sobre el rol del patriotismo, que juega un papel importante. “Mi Patria, bañada en sangre tantas veces” son palabras de la canción que tantas veces se canto en los refugios clandestinos subterráneos durante el régimen comunista. Hoy deberíamos plantearnos preguntas acerca del patriotismo polaco, que significa para nosotros Patria, que Polonia queremos.

La historia de nuestras naciones ha sido creada en gran parte por nuestros países vecinos, las particiones y la invasiones nos transformaron en un país pobre y en consecuencia nuestra vida es difícil. Hay muchos polacos que no satisfacen necesidades primarias y el mayor peso cae sobre las familias polacas. El padre Jerzy se nos revela como patrono en este tiempo difícil. Con el ejemplo y la palabra seguramente velara por Polonia, por nuestro sentir polaco y los polacos, por la rectitud y la sinceridad en nuestros corazones. Es un ejemplo para las generaciones jóvenes para que sigan su correcto proceder, su honestidad y su coraje. También es un ejemplo para los sacerdotes que deben pensar profundamente en su sacerdocio, saber que deben ofrecerse a Dios por entero en el altar de sus obligaciones pastorales hacia los fieles, que no deben pasar indiferentes ante quien necesita ayuda para sobrellevar su pobreza, desgracias y el peso de lo cotidiano. El paere Jerzy fue un sacerdote común, verdadero pastor de almas y con ello se gano el martirio. No esperaba premios solo pensaba en su obligación hacia quienes buscaban la esperanza en Dios y en la Iglesia. Y nunca fue infiel. Luchó hasta el final. Todo sacerdote debería practicar esa fidelidad. No podemos buscar nuestra propia satisfacción ni perseguir nuestras aspiraciones egoístas. “El camino de la Iglesia es el hombre”. Así lo ha expresado el Santo Padre en sus enseñanzas y el Evangelio en sus mensajes. Todas estas cosas estaban en el corazón del padre Jerzy. De no haber sido asì, su vida hubiese sido diferente. Podría haber estudiado en el extranjero, podría haber sido profesor universitario. Pero no fue así. El padre Jerzy sabia que su ordenación, la Santa Misa, los sacramentos que administraba y sus sermones eran necesarios para su gente y su Patria. El entendió claramente su misión como lo más bello e importante. Realmente esperamos con ansias la película de esta magnifica figura de sacerdote polaco, la película que nos recordará su ministerio pastoral ferviente, lleno de amor. Su amor fundado en su hogar, en el seminario, en el ejercito y en sus luchas por la rectitud, la justicia, la honestidad, la confianza, el coraje. Hoy el padre JErzy comparte su riqueza con la nación. Con los jóvenes, el mundo del trabajo, las enfermeras entre quienes trabajaba, con los sacerdotes a quienes recuerda que su sacerdocio es un don, que supera cualquier tesis doctoral o distinciones afines, y que debiera ser el fundamento de una vida santa. El quería ser sacerdote y permaneció siendo sacerdote, pastor para la Iglesia, su Patria y sus hermanos.

"Niedziela" 7/2009
(*) SB - Służba Bezpieczeństwa, servicios secretos del régimen

(**)joven polaco muerto a manos de la policía del régimen.

5 comentarios:

eligelavida dijo...

Recuerdo cómo me impresionó, siendo una adolescente, la historia de este sacerdote mártir, cuando su asesinato apareció en televisión. Gracias por propagarla aquí, pues fue un auténtico testigo de la fe.

Anónimo dijo...

Querida Amiga: eres una fuente de inagotable conocimiento. Gracias.
Un beso
Luisa

Ludmila Hribar dijo...

Y tu de inagotable aliento!!! Besos y buen fin de semana. Ljudmila

Unknown dijo...

Gracias por tu blog, despierta interés. Hasta en la mayor de las apatias, gracias a ti he encontrado un aliciente
Saludos

Ludmila Hribar dijo...

"gracias a ti he encontrado un aliciente" Erick GRACIAS! Es una gran alegria para mi escuchar esas palabras. Es mas, me da cierto orgullo!