(foto de una antigua fotografía - en poder de la familia del descubridor - del recipiente original Vaška situla o recipiente de Vače que se encuentra custodiado en el Museo Nacional de Ljubljana bajo siete llaves)
(réplica del recipiente Vaška situla o recipiente de Vače. Se trata del elemento esloveno más antiguo - entre siglos 6 y 5 A.C. - encontrado en 1882 en Vače, Eslovenia) – su descubridor fue Janez Grilc y sus descendientes siguen viviendo en el pueblo)
El 3 de junio de 1979 durante su primer viaje a Polonia en un discurso a los jóvenes en Gniezno Juan Pablo II les hablaba de la cultura, de la cultura polaca. Pero la mayor parte de su discurso es aplicable a todas las naciones y por eso le dedico este post a mi primera patria Eslovenia que hoy celebra con júbilo 20 años de su independencia, declarada durante la presidencia de Lojze Peterle, Presidente del primer gobierno democrático
“La cultura es la expresión del hombre, es la confirmación de la humanidad. El hombre la crea y, mediante ella, el hombre se crea a sí mismo. Se crea a sí mismo con el esfuerzo interior del espíritu, del pensamiento, de la voluntad, del corazón. Y, al mismo tiempo, crea la cultura en comunión con los otros. La cultura es la expresión del comunicar, del pensar juntos y del colaborar juntos de los hombres. Nace del servicio al bien común y se convierte en bien esencial de las comunidades humanas.
La cultura es sobre todo un bien común de la nación. La cultura polaca es un bien sobre el que se apoya la vida espiritual de los polacos. Nos distingue como nación. Decide sobre nosotros a lo largo de todo el curso de la historia, decide más todavía que la fuerza material. Mejor, más aún que las fronteras políticas. Se sabe que la nación polaca ha pasado la dura prueba de la pérdida de la independencia durante más de cien años. Y en medio de esa prueba ha permanecido siempre ella misma. Ha permanecido espiritualmente independiente porque ha tenido su propia cultura. Más aún, en el período de las divisiones la ha enriquecido y profundizado todavía más, porque sólo por medio de la creación puede conservarse una cultura.
La cultura es sobre todo un bien común de la nación. La cultura polaca es un bien sobre el que se apoya la vida espiritual de los polacos. Nos distingue como nación. Decide sobre nosotros a lo largo de todo el curso de la historia, decide más todavía que la fuerza material. Mejor, más aún que las fronteras políticas. Se sabe que la nación polaca ha pasado la dura prueba de la pérdida de la independencia durante más de cien años. Y en medio de esa prueba ha permanecido siempre ella misma. Ha permanecido espiritualmente independiente porque ha tenido su propia cultura. Más aún, en el período de las divisiones la ha enriquecido y profundizado todavía más, porque sólo por medio de la creación puede conservarse una cultura.
3. La cultura polaca desde sus orígenes lleva signos cristianos bien claros. El bautismo que, durante todo el milenio, han recibido las generaciones de nuestros compatriotas, los introducía no sólo en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, no los convertía sólo en hijos de Dios a través de la gracia, sino que encontraba una gran resonancia en la historia del pensamiento y en la creatividad artística, en la poesía, en la música, en el drama, en las artes plásticas, en la pintura y en la escultura.
Y así es hasta hoy. La inspiración cristiana no cesa de ser la fuente principal de la creatividad de los artistas polacos. La cultura polaca fluye siempre con una larga corriente de inspiraciones, que tienen su fuente en el Evangelio. Esto contribuye también al carácter profundamente humanístico de esta cultura. Esto la vuelve tan profunda y auténticamente humana, porque —como escribe A. Mickiewiez en los libros de la peregrinación polaca— "la civilización verdaderamente digna del hombre debe ser cristiana".
En las obras de la cultura polaca se refleja el alma de la nación. En ellas vive su historia, que es una escuela continua de sólido y leal patriotismo. Y por esto ella sabe proponer exigencias y sostener ideales, sin los cuales es difícil para el hombre creer en la propia dignidad y educarse a sí mismo.”
Y así es hasta hoy. La inspiración cristiana no cesa de ser la fuente principal de la creatividad de los artistas polacos. La cultura polaca fluye siempre con una larga corriente de inspiraciones, que tienen su fuente en el Evangelio. Esto contribuye también al carácter profundamente humanístico de esta cultura. Esto la vuelve tan profunda y auténticamente humana, porque —como escribe A. Mickiewiez en los libros de la peregrinación polaca— "la civilización verdaderamente digna del hombre debe ser cristiana".
En las obras de la cultura polaca se refleja el alma de la nación. En ellas vive su historia, que es una escuela continua de sólido y leal patriotismo. Y por esto ella sabe proponer exigencias y sostener ideales, sin los cuales es difícil para el hombre creer en la propia dignidad y educarse a sí mismo.”
2 comentarios:
Hola buenos días:
Perdone que comente aquí pues no he encontrado otra manera para informarlo.
Estamos organizando el I Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa, en Madrid, 17 de Agosto de 2011.
Le indico la página web para obtener mas info del encuentro y de las inscripciones por si le interesa a usted o sus seguidores del Blog. Gracias
www.interservice.es/bp
Un saludo
Hola, perdon se me habia pasado este mensaje y recien lo publico ahora. Pondre un post en los proximos dias para que todos tengan presente no solo la noticia tambien vuestra pagina web.
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