“Por último, la luz de Belén ilumina también el paso al Año Nuevo. En efecto, a Belén ―como dice el Evangelista Juan― llegó “la luz verdadera que ilumina a todo hombre... Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia” (Jn 1, 9. 16). La Navidad nos exhorta y nos impele a tener confianza y valor para hacer el bien, para dar testimonio de la fe cristiana con la integridad de la doctrina y la coherencia de vida, para comprometernos en la labor de santificación personal, levantando siempre la mirada del tiempo hacia la eternidad: “¡Oh día luminosísimo de la eternidad ―exclama el autor de la Imitación de Cristo―, que la noche no puede oscurecer porque la suma Verdad lo hace siempre resplandecer: Día siempre alegre, siempre seguro y que nunca sufre cambios!” (L. III, cap. 48, n. 1).
5. ¡Amadísimos! La luz de Navidad ilumine y acompañe a cada uno de vosotros en vuestro trabajo, en vuestros afanes, en la dedicación a vuestras familias, durante todo el Año Nuevo que vamos a comenzar, y para el que os doy mis felicitaciones más cordiales. ¡Que María, a la que hemos consagrado todo un año de especial meditación y de devoción más intensa, os asista y os inspire con la fascinación de su ejemplo y con la ternura de su amor materno!”
PAZ Y BENDICIONES!
2 comentarios:
Que el Señor sea este Nuevo Año el centro de nuestras vidas y nos la llene de bendiciones. Que nos enseñe y nos fortalezca a dar testimonio de su amor.
Un abrazo.
Mil gracias Mento. Que el Señor bendiga a toda tu familia, fortalezca la union y llene de paz vuestros corazones. Un fuerte abrazo. Ljudmila
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