“Todo el año es Navidad” fue título de un libro, cuyo autor no
recuerdo. También hubo una película argentina.
Y es así como deberíamos vivir el año los cristianos
cada día, de puertas abiertas como el establo de Belén para contagiar la
ternura del Niño Dios, la ternura de un recién nacido y compartir el misterio
de la Navidad como leemos en un escrito que – según creo - es de la Madre
Teresa:
Cuando se termina el canto de los ángeles,
Cuando se apaga la estrella del firmamento,
Cuando los reyes regresan a sus palacios,
Cuando los pastores se reúnen con sus rebaños….
Entonces empieza la tarea de Navidad:
Encontrar al perdido,
Alimentar al hambriento,
Liberar al prisionero,
Reconstruir las naciones,
Llevar la paz a los hermanos
Y hacer música con el corazón.”
que bien podríamos adjudicar al Papa Francisco.
Y se nos fué el 2013! Pensando a grandes rasgos en el año que dejamos
atrás, debemos reconocer que ha sido un
año políticamente “agresivo” en la Argentina, con una economía endeble y una educación en
retroceso. Los “avances” han sido en gran manera negativos: aumento de la
pobreza y de la indigencia, según los
siempre confiables y serios Informes anuales sobre la deuda social argentina dela Universidad Católica Argentina.
El aumento de la inseguridad y conflictos sociales de
todo tipo, sumados a la falta total de
control del narcotráfico suenan al menos alarmantes. El 19 de diciembre de 2013
en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina, se firmó un acta decompromiso acerca de los lineamentos básicos para la
implementación de políticas públicas sobre el consumo de drogas y la lucha
contra el narcotráfico con representantes de todo el arco político pero –
lamentablemente - sin presencia de miembros del partido gobernante, que trata
de minimizar el tema, casi ignorándolo. Todo “coronado” por una corrupción galopante, una pésima administración e
internas en el propio gobierno, según hemos podido comprobar recientemente por
declaraciones de un miembro, que luego son desmentidas o ninguneadas por otro. Las
crisis son palpables en todos los niveles, no solo el energético que ha
“explotado” durante los últimos meses, el dinero ya no le alcanza al gobierno
para tapar los agujeros de los subsidios a empresas y personas, las culpas son
siempre ajenas, aquí ahora se jubila el que quiere no el que cumple con los
requisitos y hemos llegado a burlas tales como “sorteamos 100 jubilaciones” o
“jubílese sin aportes”. Pésimos ejemplos para toda una juventud desesperanzada
que no forma parte ni quiere oír nada sobre el gobierno de turno que aún debe
“cumplir” dos años de mandato. Pensar
que fuimos “el granero del mundo”, tuvimos una escuela pública de excelencia y más
recientemente se nos prometió que seríamos como Alemania!
No obstante todos nuestros innumerables males y
pesares la Argentina ha sido inmensa, inmerecida o providencialmente? bendecida casi
a comienzos del año 2013 con la elección
de Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la
Argentina, a Obispo de Roma y Pastor
universal de la Iglesia católica, quien decidió
llamarse Francisco como Papa. A pesar de que él no se cansa de repetir que fue
influenciado por el cardenal brasileño Humes, quien al ver el resultado de la
elección le susurró al oído “no te olvides de los pobres” todos sabemos que a nuestro
padre Bergoglio no podría caberle mejor nombre que el del “poverello” de
Asis. Bergoglio no ha cambiado su sencilla y accesible forma de ser ni sus
actitudes (aunque ahora lo vemos mas sonriente y feliz), sus palabras son las mismas que antes
escuchábamos (o ignorábamos) aquí en la Argentina, pero ahora las escucha (no
solo las oye) todo el mundo. Según el rabino Bergman, en un artículo que realmente merece leerse completo, “para los argentinos, el
papa Francisco es la resurrección de Bergoglio” .
Este, nuestro (porque lo
consideramos mas nuestro que cualquier otro) Papa Francisco, el 30 de
septiembre de 2013 durante un Consistorio
Ordinario decretó que el Beato Juan Pablo II, sea canonizado, junto alBeato Juan XXIII, el 27 de abril del 2014, Domingo de la Divina Misericordia.
Para mis blogs fue “la”
noticia del año, un anuncio que esperábamos ansiosamente. La
decisión del Papa Francisco de inscribirlos en el Libro de los Santos
juntos tiene un significado especial. Un discípulo fiel del Concilio Vaticano
II, junto al maestro bueno, un Papa que
entonces se consideraba de transición que no obstante todos los agoreros, se
atrevió a lanzar un “proyecto” de Iglesia que todavía seguimos asimilando, que
fue muchas veces mal interpretado, pero para quien quiera ir a las fuentes,
siempre actual y que el Papa Francisco, quien “heredó” el espíritu del Concilio, concordará con la misión que emana de las
palabras del Cristo de San Damián a San Francisco de Asís “ve y repara mi
casa”.
Por lo que hemos visto hasta ahora el Papa Francisco está en plena tarea.
Por lo que hemos visto hasta ahora el Papa Francisco está en plena tarea.
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