“Estaba en Paris cuando Wojtyla se convirtió en
Papa. Estuve en la plaza san Pedro cuando Ali Agca trato de asesinar al Papa
que estaba cambiando el mundo. He vivido cerca de Juan Pablo II durante todo su
pontificado. Al inicio, por tratarse de un hecho extraordinario que un polaco
ocupase la cátedra de Pedro, no imagine
hasta donde podría llegar la grandeza humana y espiritual de Wojtyla. Pero al estar tan cerca de él y a sus
colaboradores en un determinado momento me di cuenta que era un santo. Cuanto más iba descubriendo esta realidad
menos hablaba de ella: me parecía que estaría violando un secreto. Pero ahora,
que también la Iglesia está por reconocer aquello que tantos ya habíamos comprendido,
sentí que debía contar a través de las voces de sus colaboradores, la historia
del santo Juan Pablo II.
Despues de diplomarme en Ingeniería en el Politécnico
de Czestochowa y mis estudios de Africanistica en la Universidad de Varsovia,
me encontraba en Paris: tenía pensado
alistarme como misionero laico en el Continente Negro. Jamás había pensado que la elección del
primer pontífice polaco también cambiaria mi vida.
La noticia de Karol Wojtyla papa, parecía un sueño imposible,
y sin embargo ocurrió. El hijo de la Polonia «semper fidelis» llegaba
al umbral petrino. Nadie imaginaba tampoco que el Papa cambiaria la historia de
Polonia, de la Iglesia y del mundo.
Después de los días de festejos volví a lo cotidiano, al estudio, al trabajo hasta que a dos amigos sacerdotes
Casimiro Przydatekk SJ y Ksawery Sokolowski, se les encargo organizar un centro
para peregrinos polacos en Roma.
El padre Sokolowski me incluyó en el proyecto con su propuesta: «porque
no vienes a ayudarnos? Necesitamos personas preparadas con dominio de idiomas» Y agregó «No te olvides que ahora la historia
de Polonia se hace aquí».
Me quedé perplejo: ir a Roma significaba renunciar a los estudios y a la
carrera profesional para escoger un futuro incierto y desconocido. Pero el Papa
ya había abierto brechas en tantos corazones, incluido el mío, y después de
algunos meses de hacerle frente a las tentaciones cambié la capital francesa
por la italiana. Durante años acompañe a los peregrinos que eran recibidos por
Juan Pablo II.
Estuve durante más de treinta años en el Osservatore romano, he frecuentado
cantidades de miembros de la Curia, prefectos y presidentes de dicasterios,
arzobispos y cardenales y colaboradores de los últimos tres pontífices.
En este libro trato de hacer conocer a Karol Wojtyla, el hombre, el
sacerdote y el papa, contado por aquellas personas que le han servido, que han
estado a su lado, que le han ayudado a escribir la historia de la Iglesia y del
mundo.
Durante veintisiete años Juan Pablo II realizo 146 viajes apostólicos en
Italia y 104 al extranjero, visitado 129 países, 822 días de viajes. En las 147
ceremonias de beatificación ha proclamado beatos a 1338 siervos de Dios y en
las 51 ceremonias de canonización proclamado 482 santos. Ha escrito 14 encíclicas,
15 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones, 45 cartas apostólicas,
agregadas a los mensajes anuales para la Jornada Mundial de la Paz, la Jornada
mundial del Enfermo, la Jornada Mundial de la Juventud y la Jornada mundial de
las comunicaciones sociales. En estos 27 años el Papa polaco ha cambiado el
mundo: lo ha hecho sin acceder a estrategias políticas sofisticadas sino sobre
todo porque ha sabido tocar y cambiar los corazones de la gente. Los cambios
verdaderos y duraderos no son posibles si no nacen de los corazones de las
personas. En el libro que ustedes leerán las personas que he entrevistado
cuentan sus encuentros con Karol Wojtyla, en algunos casos aun antes de
convertirse en Papa, sus momentos de gozos y sufrimientos, dudas y certezas,
durante salud o enfermedad. Descubrirán
muchas historias y anécdotas inéditas, tendrán la posibilidad de conocer el
gran corazón con el cual Karol Wojtyla ha amado a Dios y a la humanidad.”
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