Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

jueves, 13 de diciembre de 2018

Los últimos días de Juan Pablo II – 3 de 3




(traducción de The last days – charla de la periodista polaca Brygida Grysiak con el segundo secretario de Juan Pablo II Mieczysław Mokrzycki, en el libro He liked Tuesdays best, publicado por Wydawnictzo W. Publishisng House, Cracovia, 2011)


Juan Pablo II nos preparo para su muerte con gestos y con palabras.  Preparó el también a  sus colaboradores más cercanos, para ese momento de alguna manera? Lo hablaban?

Creo que no. No hubo momentos  para pensar en un adiós o de sus últimos deseos. Todo fue muy natural. Difícil, pero natural. Además, queríamos que el Santo Padre se sintiera en un ambiente normal en la medida de lo posible sin palabras altisonantes o emociones.

De que  hablaban en las comidas?

Nos concentrábamos en ayudar al Santo Padre porque el no podía comer normalmente. Todo debía ser procesado.  Y aún así le costaba tragar. No podíamos ser de más ayuda. El Santo Padre estaba muy demacrado y cada vez más débil. Y así a pesar de todo nunca lo vi desalentado.

Y resentido?

Nunca. Y en todo momento tratamos de no crear ese ambiente de pesadumbre o partida.

El Miércoles, los doctores decidieron que le colocarían una sonda para que no muera por agotamiento.  Se supone que la alimentación por tubo  provee comida y ayuda a recuperar la fuerza. No es así. No es suficiente. Pero esta preservando la vida de Juan Pablo II.

Y la crisis llego el Jueves…

Tenía alta temperatura y muy baja presión.  Estaba perdiendo su aliento.  Los doctores permanecían junto a él en todo momento. Le dieron antibióticos y sugirieron llevarlo de inmediato a la unidad de cuidados intensivos de la clínica. Pero el Santo Padre no quería ir al hospital. Permaneció en casa. Su condición declinaba rápidamente. Y respiraba con ayuda de mascara de oxigeno.

Y que decían los doctores?

Que era el final. Si no inmediato,  ocurriría en pocos días, que ya no había posibilidad de recuperación. Esta noticia nos afectó mucho.

Y que hicieron?
No sabíamos que hacer. Sabíamos que debíamos comportarnos normalmente, sin lágrimas, sin desesperación.  Los doctores controlaban su alta temperatura y sus temblores. Los antibióticos comenzaron a actuar. Eran alrededor de las 11 pm. El Santo Padre se calmo y comenzó a respirar por si solo.  Le dijimos que todo el mundo oraba por él, que la gente enviaban sus saludos.  Le decíamos todo como si la vida continuara normalmente.

Y continuaba?

Si. Con el mismo ritmo. Todo se hacía de la misma manera que antes del jueves.  Hubo Misa por la mañana y las lecturas. La única diferencia fue que la Misa no se celebro en la capilla sino en su dormitorio. El Santo Padre celebro en su cama, pero ya no podía presidir.

Como se comportaba el Santo Padre?

Muy paciente y muy calmo. No tenía dolores físicos. Su estado era estable aunque nosotros sabíamos que era grave.

Y usted como lo vivió?

Me sentía ansioso, incierto.

Pena? Desesperación?

Sentí pena más tarde. El Jueves y el Viernes, me sentía muy ansioso con respecto a la organización: habíamos informado a todos acerca de su estado? No quería olvidarme de nadie para no defraudar al santo Padre.

Y ya es Viernes, 1 de abril

El Santo Padre se despierta a las 6.00 am. Estaba exhausto. Hubo una crisis durante la noche. Su corazón se rechazaba obedecer debido a la fiebre y a la infección. Esta  algo mejor a la mañana. El Santo Padre participo en la Santa Misa que celebramos al lado de su cama. Después nos pidió le leyéramos las 14 estaciones del Vía Crucis. Las monjas leyeron las meditaciones. El Santo Padre escuchó y oró. Los doctores dijeron que su estado empeoraba hora tras hora.

Hubo visitas todo este tiempo?

Muchas: cardenales, obispos, algunas monjas y también algunos laicos. El Cardenal Jaworski y el padre Styczen también vinieron. Creo que el Cardenal Ratzinger también vino el Viernes, pero alguien me dijo después que vino el Sábado.

Son las 7.00 pm y hay una multitud en la Plaza san Pedro. Usted se lo dice al Santo Padre….

El padre Stanislaw le dijo que había mucha gente y que eran jóvenes. Y el Santo Padre hizo alguna señal de repente. “Yo no pude ….y ellos vinieron aquí…. Gracias”. El padre Stanislaw le preguntaba. El Santo Padre respondía con gestos, inclinaba su cabeza y confirmaba.

“Los busque y ahora ustedes vienen a mi, y yo les agradezco”

Exactamente.

Así que no fue una nota escrita?

No. Lo dijo el Santo Padre con gestos y nosotros lo interpretamos así.  Y el confirmó.

El Cardenal Ratzinger dijo después que el encontró al Santo Padre totalmente consciente que estaba yendo hacia Dios. Era visible eso?

Es difícil decirlo. Su rostro estaba sereno. Yo recuerdo que el Santo Padre estaba completamente consciente el Sábado por la mañana. Y cuando vinieron las visitas los miraba, saludaba y bendecía.

Sonreia?

Si asi es. Es por eso que le digo que por su cara no podría decir que se estaba despidiendo. Todo parecía tan natural.

Decia algo el?

No decía nada, solo susurraba. No queríamos fatigarlo. Solo había gestos de bienvenida y saludos.

Hacia algún pedido? Quería ver a alguien?

No, no expreso ningún deseo.

Verdaderamente ansiaba vivir hasta el Domingo de la Divina Misericordia. Dictó una carta para Lagiewniki, el Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia, donde expresa su último deseo: “Quiero encomendar nuevamente a su Amor a la Iglesia y al mundo entero, toda la gente de la Tierra y también a mí en mi debilidad”.  El Sábado a las 7.30 am. Se celebra una Misa a su lado.  La ultima. Los dos secretarios, cinco hermanas del Sagrado Corazón, y el secretario personal, Renato Buzzonetti, su médico personal,  están con él.  Después se rezan algunas oraciones y se leen los Evangelios.

Lee la Hermana Eufrozyna. Ella y la Hermana Tobiana dirigían las oraciones. Después de las 2.00 pm el Santo Padre queda inconsciente.  Gradualmente iba perdiendo su contacto con nosotros. Estaba sereno, cerraba sus ojos más a menudo y caía dormido. Ya no hubo contacto directo con el.  Estaba muy callado.  Pero volvía a nosotros cada tanto.  Nos miraba y parecía que nos sonreía un poco.

Se despidió usted del Papa?

Eran alrededor de las 4 pm. Nosotros sabíamos que estaba perdiendo fuerzas.  Nos acercábamos para besarle la mano y su anillo papal. Y todo el mundo decía lo que deseaba decir en ese momento al  Santo Padre. Podría ser un “Gracias”. O “Que Dios lo bendiga por todo” o “Le pido su bendición”.

Y usted que dijo?

Yo dije. “Gracias por todo Santo Padre” y “Por favor deme su bendición”.

Dijo algo el Santo Padre:

No. Solamente me miro. Fue una mirada muy serena y consciente. Hizo un signo de bendición con su mano. No había señales de desesperación en el.  Como si quisiera decir “Que nadie se preocupe”. “No te preocupes, Mieciu”.  Era el mismo de siempre.  Verlo así era muy penoso porque por un lado yo no quería mostrar que era un adiós final, que era el final. No quería crear ese ambiente. Y por otro lado todos necesitábamos alguna palabra, un gesto. Un creyente sabe que es el comienzo de una vida mejor, pero cuando le dice adiós a un ser amado, a alguien tan cercano, es difícil pensarlo sin sentir tristeza, sin sentir pena.

Y cuando el Santo Padre dijo solo “Dejadme ir a la casa del Padre?”

El Santo Padre se lo dijo a la Hermana Tobiana. Fue su adiós final, sus últimas palabras. Después dijo. “Amen”.

Como era la expresión en su cara?

Estaba sereno. No como en es película. Su rostro no era el rostro de una persona anciana, una cara arrugada. Entiendo que los creadores de películas querían mostrar más sufrimiento, pero no era así. El rostro del  Santo Padre estaba hermoso, suave, sin arrugas. En la película su rostro es feo.

Estaba hermoso cuando estaba muriendo?

Si. Su cara estaba radiante. Vimos al Santo Padre durante los momentos difíciles de su enfermedad. Entonces su cara estaba arrugada. Había expresiones de dolor. Pero más tarde, los últimos días, su rostro cambio. Ya no estaba arrugado o pálido.

Asi es como mueren los santos….

Es verdad. Dios preserva su cuerpo intacto con un rostro radiante. Juan Pablo II dejo este mundo asi.

Usted entonces pensaba que un hombre santo estaba partiendo de este mundo?

No pensaba en su santidad en ese momento. Más bien pensaba que a pesar de la pena, era necesario aceptar la voluntad de Dios y permitir que el Santo Padre fuera a la Casa del Padre.

A las 7 pm el Santo Padre queda inconsciente. Los dos secretarios, el padre Styczen, el Arzobispo Rylko, el Cardenal Jaworski, el padre Czeslaw Drazek y Monseñor Konrad Krajewski estaban allí a su lado. Las Hermanas del Sagrado Corazón, los doctores y las enfermeras lambien. La Dra. Wanda Poltawska,  que se había curado hacia años gracias a las oraciones de Karol Wojtyla también estaba allí… A las 8.00 pm los sacerdotes celebran Misa. Las hermanas rezan el Rosario después. Estaban llorando. El arzobispo Dziwisz sostiene la mano del Papa.  Todos miran al monitor y continúan rezando. El corazón se detiene. Son las 9.37 Enseguida después de la muerte el Padre Stanislaw entona el Te De3um. Fue difícil para mi: Como cantar el Te alabamos, o Dios cuando alguien tan cercano se va. Como sentir gozo y alabar al Señor?

Usted se sintió incomodo en ese momento?

Si. Yo pensaba que no era un himno adecuado para el momento. Humanamente hablando. Pero pronto comprendí que estábamos celebrando la vida y una muerte para gloria de Dios.

Terminado el himno que paso después?

Debíamos informar a la Secretaria de Estado. El maestro de ceremonias papal viene y prepara al Santo Padre para el funeral. Lava su cuerpo y lo viste. En ese momento todos los más cercanos deben abandonar el lugar. Después el santo Padre es llevado a la capilla. El dormitorio es cerrado y lacrado y nuestro rol se da por cumplido.

Lloro usted después de la muerte del Santo Padre?

Estaba muy apenado, pero contuve las lágrimas. Habia llorado antes, pero no escriba sobre esto….

No es vergüenza. Todo el mundo estaba llorando. Yo estaba parada frente al palacio episcopal en Cracovia entonces. Y vi cientos de rostros llorando…

Se sintió solo usted? Abandonado?

Si. Especialmente porque debíamos dejar los aposentos papales tan rápido. Asi son los procedimientos. Eso fue muy difícil.

Quien ordeno las cosas del Santo Padre.

Podríamos haberlo hecho antes, pero no hubo ni tiempo ni medios para ocuparnos de eso. Nos ocupábamos del Santo Padre.  El nos necesitaba. Y después de la muerte quedo todo cerrado. Sellado. Propiedad del Vaticano.

El funeral se celebro el Viernes. Abril 8. Las capas de los cardenales ondeaban en el viento y el libro de los Evangelios se cerraba sobre la tumba. El segunda secretario de Juan Pablo II interpreta estos símbolos de la forma más sencilla que puede. Todo está cumplido. Cierra sus ojos y ve al Santo Padre salir a la terraza….



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