Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 29 de abril de 2015

Los viajes de Juan Pablo II a Polonia s/su secretario Mokrzycki (1 de 4

El arzobispo Mokrzycki dice que no recuerda mucho de las peregrinaciones junto a Juan Pablo II. Siempre había muchísimo trabajo. Todo ocurría muy de prisa. Estabamos tan concentrados en el Santo Padre y que todo se desarrollara de acuerdo al programa que es difícil recordar situaciones especificas, gestos o palabras. Pero recuerda mejor las peregrinaciones a Polonia. Mokrzycki acompaño a Juan Pablo II durante sus últimos tres viajes.

Aquellos viajes a Polonia los vivía de manera diferente a otros viajes el Santo Padre?

El no lo demostraba, pero creo que espiritualmente estas peregrinaciones eran para el algo más fáciles porque iba hacia una realidad  más cercana y que conocía mejor.

Regresaba a casa?

Si regresaba a casa!

Pero en casa no todo estaba ocurriendo como el hubiese querido. Probablemente no le fuera muy fácil….

Es verdad, no tan fácil, pero de todas maneras los viajes a Polonia eran para el Santo Padre motivo de gran alegría. Eran contactos con la tierra, los amigos y lugares de su juventud que había tenido que había tenido que dejar años atrás. El Santo Padre siempre se preparaba minuciosamente para estos viajes. Estaba al tanto de todo porque recibía muchas visitas de Polonia y almorzaba con obispos polacos los domingos. Sabía todo y por esa razón le era más fácil preparar homilías ay discursos.  Y,  como sabemos,  siempre iba al fondo del tema.

Como en el Parlamento…


Esa fue una reunión importante. Era importante tanto para los políticos como para el pueblo polaco.  Fueron momentos muy emotivos para el Santo Padre.  Iba allí por primera vez. Sabía que tendría que señalar a los políticos con el dedo por eso muchos de ellos dejaron de escucharle y no lograban comprender lo importante.   Asi que les recordó las obligaciones de la conciencia moral, lo que debería motivar a un hombre al servicio de la política, y que valores debían defender.  Habló de democracia sin valores y de totalitarismo encubierto.  Recuerdo que estaba muy emocionado porque un poco antes había bendecido un monumento dedicado al ejército doméstico polaco. Creo que lo menciono en su discurso.  El consideraba de altísimo valor humano, histórico y social el heroísmo de aquella lucha por la libertad.  Era penoso para el que los políticos polacos no apreciaran ese valor y que no eran capaces de usar el don de la libertad.

El arzobispo Mokrzycki recuerda que cuando estaban organizando la visita a Polonia, el Santo Padre le decía por ejemplo: “todavía no fui a esta o aquella diócesis”. Y los organizadores debían devanarse los sesos para encontrar una oportunidad propicia para que Juan Pablo II visitara esa diócesis.  Siempre escogíamos alguna ocasión puntual: algún aniversario de fundación de una diócesis o una beatificación. Eran los factores ordinarios que decidían acerca de la visita. Durante la peregrinación de 1999, el Santo Padre visitó diócesis a las cuales nunca había ido antes. Entre otras fue a Pelplin, Elbląg, Licheń, Bydgoszcz, Toruń, Ełk, Wigry, Siedlce, Drohiczyn, Sandomierz, Zamość,  Łowicz , Fue un viaje muy interesante.    

Traducido de He liked Tuesdays best - Arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki/Brygida Grysiak, publicado por F&T Press/WydawnictzwoM, Polonia


No hay comentarios: