Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 20 de octubre de 2020

Novena a San Juan Pablo II – 18/10 - Dia 6

 


"¡Miren al Señor! Al contacto de Jesús despunta la vida. Lejos de El sólo hay oscuridad y muerte. Ustedes tienen sed de vida eterna. Búsquenla y hállenla en quien no sólo da la vida, sino en quien es la Vida misma. ¡Busquen a Cristo! ¡Miren a Cristo! ¡Vivan en Cristo! Este es mi mensaje: «Que Jesús sea “la piedra angular”, de sus vidas y de la nueva civilización que en solidaridad generosa y compartida tienen que construir. No puede haber auténtico crecimiento humano en la paz y en la justicia, en la verdad y en la libertad, si Cristo no se hace presente con su fuerza salvadora».

¿Qué significa construir su vida en Cristo?Significa dejarse comprometer por su amor. Un amor que pide coherencia en el propio comportamiento, que exige acomodar la propia conducta a la doctrina y a los mandamientos de Jesucristo y de su Iglesia; un amor que llena nuestras vidas de una felicidad y de una paz que el mundo no puede dar, a pesar de que tanto la necesita. No tengan miedo a las exigencias del amor de Cristo. Teman, por el contrario, la pusilanimidad, la ligereza, la comodidad, el egoísmo; todo aquello que quiera acallar la voz de Cristo que, dirigiéndose a cada una, a cada uno, repite: “Contigo hablo, levántate”.

Miren a Cristo con valentía, contemplando su vida a través de la lectura sosegada del Evangelio; tratándole con confianza en la intimidad de su oración, en los sacramentos, especialmente en la Sagrada Eucaristía, donde Él mismo se ofrece por nosotros y permanece realmente presente...Si tratan a Cristo, oirán también ustedes en lo más intimo del alma los requerimientos del Señor, sus insinuaciones continuas. Jesús continúa dirigiéndose a ustedes y repitiéndoles: “Contigo hablo, levántate”, especialmente cada vez que no sean fieles con las obras a quien profesan con los labios. Procuren, pues, no separarse de Cristo, conservando en su alma la gracia divina que recibieron en el bautismo..."

(San Juan Pablo II)

 

Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amen.

 Soy todo tuyo, María, y todo lo mío es tuyo. Te recibo como mi todo. ¡Dame tu corazón, oh María

San Juan Pablo II, ¡Ruega por nosotros!

  (Gracias al padre Sebastian Zagari – tomado de su FB)

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