Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).
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viernes, 4 de abril de 2025

A 20 años de la Pascua de San Juan Pablo II – Sebastian Zagari

 


20 años de la Pascua de San Juan Pablo II. A pocos días de regalar al mundo por última vez, en el Domingo de Pascua, la bendición urbi et orbi, "nuestro amadísimo Santo Padre volvió a la Casa del Padre", como se anunció en la noche romana del 2 de abril de 2005. Pasaron 20 años y recuerdo nitidamente ese día y esos días.

La oración y la preocupación por la salud del Papa, nuestro Papa, el único que yo había conocido hasta ese momento. El dolor ante el anuncio de su partida. La iglesia llena cuando fuimos a la Misa de ese sábado en Madre y mucha gente se acercó a rezar. Era el fin de semana de la Fiesta de la Misericordia, que él había instituido.

Era el clima pascual - me acuerdo yo diciéndole al Padre Cristian si no se podía hacer la Misa de difuntos, y el diciéndome que no, no se podía, ¡estábamos en Pascua!  - de alegría y esperanza a pesar del dolor de la ausencia. Era la seguridad - que pocos años después confirmaría la Iglesia - de que el Papa ya estaba en el Cielo intercediendo por esa Iglesia que había amado y servido en la tierra. Yo tenía 17 años, estaba terminando la escuela, y pocos meses después empezaría el seminario. Y sin duda la figura de Juan Pablo II fue entonces clave para dar ese paso: "¡No tengan miedo! Abran de par en las puertas a Cristo".

La vida y la muerte de Juan Pablo II me ayudaron a amar más a la Iglesia y al Papa - al que sea, al que Dios nos envía en cada etapa. Me enseñaron - como él repetía a los jóvenes - que vale la pena entregarse a Cristo, y me lo siguen enseñando cuando me pongo mezquino.  Me enseñaron el camino de la misericordia.

No me animaría a decir que me enseñaron a no tener miedo, porque no es algo que me salga naturalmente, pero sí que muchas veces a lo largo de estos 20 años se lo pedí y  sigo pidiendo: 'vos que supiste no tener miedo y que te animaste a abrir las puertas - hasta las más cerradas - a Jesús, dame una mano y ayúdame, que a mí no me sale tan fácil'. Y sin duda que si algo aprendí y sigo aprendiendo de este gran Papa y gran santo, pero también gran compañero de camino, es a confiar todo al corazón de la Virgen:

 "Totus tuus"

¡Gracias, Juan Pablo: sigo encomendándome a tu valiosa intercesión!

 

(Testimonio de Sebastián Zagari, sacerdote, párroco en la Parroquia San Antono de Padua, Gerli, Buenos Aires)

 

 

 

viernes, 4 de agosto de 2023

JMJ 2023 - testimono del padre Sebastian Zagari

 


Tuve la gracia de participar en 4 JMJ, una con Benedicto (2011) y tres con Francisco (2013, 2016 y 2019). Antes de eso seguí muy atentamente desde casa, como estoy haciendo ahora, las dos primeras de Benedicto en 2005 y 2008, y tengo recuerdos de haber visto algo de la del 2000 y del 2002 con Juan Pablo II. 

Pero hoy, desde casa, una vez más, al ver de vuelta una fiesta de bienvenida con el Papa, esa manifestación de fe tan amplia y tan diversa, con tantos colores y culturas, unidos por Jesús, me vuelve a emocionar como la primera vez y como si estuviera ahí. Y escuchar al Papa a sus 86 años cómo habló esta tarde - con esa fuerza, esa sabiduría, esa fe, esa convinccion - me llena el corazón de alegría y de esperanza. Es la Iglesia que está viva y que tiene un anuncio capaz de renovar el mundo y los corazones, y que es para TODOS, como insistentemente nos repitió el Papa hoy, porque nadie sobra y todos tienen lugar... 

¡DIOS NOS LLAMA POR NUESTRO NOMBRE! ¡DIOS NOS AMA!

 Y no hay nada que pueda hacer cambiar eso. Por encima de todo... ¡SOMOS AMADOS!

viernes, 27 de agosto de 2021

Cuatro Vientos : Aquella noche inolvidable de 2011 - Sebastian Zagari

 


20/8/2011: LES COMPARTO MI EXPERIENCIA 

Esa noche - la del 20 de agosto de 2011 - fue inolvidable. 

Era el momento culmen de la JMJ, el más esperado: después de haber caminado varios kilómetros para llegar a Cuatro Vientos, comenzaba la vigilia de oración con el Papa, para después dormir ahí bajo las estrellas, y a la mañana siguiente participar de la Misa conclusiva. Pero por un rato pareció que todo se arruinaba: me acuerdo que esa fue mi sensación. 

Después de una tarde de más de 45º de calor, con los bomberos que a cada rato pasaban a refrescarnos, mientras daba inicio la vigilia se comenzaba a armar en el cielo una terrible tormenta de verano. El viento era cada vez más fuerte - precisamente mientras leían el Evangelio y el diácono decía "¡Permaneced en mi amor!", hubo un fuerte vendaval que le voló el solideo a Benedicto, que ya estaba rodeado de paraguas.

Después empezó a llover con mucha fuerza. Estábamos sin ningún reparo - Cuatro Vientos es una base área - y éramos dos millones de personas. Una parte del enorme escenario se venció y los bomberos trataban de repararlo. Nos pedían paciencia y oración. Un poquito después el audio dejó de funcionar. Bajo la tormenta, se seguían escuchando, cantos, aclamaciones, oraciones. Cerca de nosotros algunos empezaron a corear: “¡Juan Pablo II, que pare de llover!”. Fueron así unos 15 o 20 minutos. Parecía que se suspendía.

 Después supimos que al Papa le sugirieron retirarse; su respuesta: “si los jóvenes se quedan, yo me quedo”. La tormenta fue aflojando y la vigilia se pudo retomar. Los ruidos de dos millones de personas se transformaron en el silencio orante de dos millones de personas frente al Santísimo Sacramento - ¡eso fue increíble! – y el Papa, gran maestro de oración, nos puso a todos de rodillas, en silencio, delante de Jesús. Las palabras que resumieron esa experiencia fueron las que dijo Benedicto XVI al terminar:

 “Queridos jóvenes… ¡hemos vivido una aventura juntos!”.

 Y este anciano Papa profesor nos dejó su gran enseñanza, sacada de esa tormenta inesperada:

 “Firmes en la fe en Cristo, han resistido la lluvia… Igual que esta noche, con Cristo siempre podrán afrontar las pruebas de la vida… ¡No lo olviden!”.

  ¿Cómo olvidarse de esa noche, de esa tormenta, de esas palabras? Muchas veces en estos diez años me pasó de sentirme preocupado como esa noche cuando empezaba la tormenta y mirábamos al cielo sin saber qué iba a pasar. Y todas las veces recordé – y todavía recuerdo – las palabras del Papa, como si me las volviera a decir… “Igual que esa noche… también vas a poder afrontar esta prueba con Cristo... No te olvides…”.

 ¡No me olvido! Porque realmente, aquel 20 de agosto de 2011, “¡hemos vivido una aventura juntos!” y aprendimos lo que significaba el lema de esa JMJ:

 “ARRAIGADOS Y EDIFICADOS EN CRISTO, FIRMES EN LA FE”.

 

P. Seba Zagari


jueves, 22 de octubre de 2020

Novena a San Juan Pablo II - 21/10 Dia 9

 


"`Velen, pues, porque no saben qué día vendrá el Señor´ (cf. Mt 24, 42). Estas palabras me recuerdan la última llamada, que llegará en el momento en el que quiera el Señor. Deseo seguirle y deseo que todo lo que forma parte de mi vida terrena me prepare para ese momento. No sé cuándo llegará, pero al igual que todo, pongo también ese momento en las manos de la Madre de mi Maestro: `Totus tuus´. En estas mismas manos maternales lo dejo todo y a todos aquellos a los que me ha unido mi vida y mi vocación. En estas manos dejo sobre todo a la Iglesia, así como a mi nación y a toda la humanidad...

Expreso mi más profunda confianza en que, a pesar de toda mi debilidad, el Señor me conceda todas las gracias necesarias para afrontar, según su voluntad, cualquier tarea, prueba y sufrimiento que quiera pedir a su siervo, en el transcurso de la vida. Confío también en que no permita nunca que, a través de cualquier actitud mía: palabras, obras u omisiones, traicione mis obligaciones en esta santa Sede de Pedro...

En el día 13 de mayo de 1981, el día del atentado contra el Papa durante la audiencia general en la plaza de San Pedro, la divina Providencia me salvó milagrosamente de la muerte. El que es único Señor de la vida y de la muerte me prolongó esta vida; en cierto sentido, me la dio de nuevo. A partir de ese momento le pertenece aún más a él. Espero que me ayude a reconocer hasta cuándo tengo que continuar este servicio, al que me llamó el día 16 de octubre de 1978. Le pido que me llame cuando él mismo quiera. "En la vida y en la muerte pertenecemos al Señor... Del Señor somos" (cf. Rm 14, 8). Espero también que, mientras pueda cumplir el servicio petrino en la Iglesia, la misericordia de Dios me dé las fuerzas necesarias para este servicio...

A medida que se acerca el final de mi vida terrena, vuelvo con la memoria a los inicios, a mis padres, a mi hermano y a mi hermana (a la que no conocí, pues murió antes de mi nacimiento), a la parroquia de Wadowice, donde fui bautizado, a esa ciudad tan amada, a mis coetáneos, compañeras y compañeros de la escuela, del bachillerato, de la universidad, hasta los tiempos de la ocupación, cuando trabajé como obrero, y después a la parroquia de Niegowic, a la de San Florián en Cracovia, a la pastoral de los universitarios, al ambiente..., a todos los ambientes..., a Cracovia y a Roma..., a las personas que el Señor me ha encomendado de manera especial. A todos sólo les quiero decir una cosa: `Que Dios os dé la recompensa´. `En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu´"

(Testamento de San Juan Pablo II

 

Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amen

Oracion final a la Virgen Maria

Soy todo tuyo, Maria, y todo lo mio es tuyo. Te recibo como mi todo. ¡Dame tu corazón, oh Maria!

San Juan Pablo II ruega por nosotros

 

(del FB del padre Sebastián Zagari)

martes, 20 de octubre de 2020

Novena a San Juan Pablo II - 20/10 Dia 8

 


"Como Santa Faustina, queremos profesar que, fuera de la misericordia de Dios, no existe otra fuente de esperanza para el hombre. Deseamos repetir con fe: 'Jesús, en vos confío'. De este anuncio, que expresa la confianza en el amor omnipotente de Dios, tenemos particularmente necesidad en nuestro tiempo, en el que el hombre se siente perdido ante las múltiples manifestaciones del mal. Es preciso que la invocación de la misericordia de Dios brote de lo más íntimo de los corazones llenos de sufrimiento, de temor e incertidumbre, pero, al mismo tiempo, en busca de una fuente infalible de esperanza...

'Ten misericordia de nosotros y del mundo entero'... ¡Cuánta necesidad de la misericordia de Dios tiene el mundo de hoy! En todos los continentes, desde lo más profundo del sufrimiento humano parece elevarse la invocación de la misericordia. Donde reinan el odio y la sed de venganza, donde la guerra causa el dolor y la muerte de los inocentes se necesita la gracia de la misericordia para calmar las mentes y los corazones, y hacer que brote la paz. Donde no se respeta la vida y la dignidad del hombre se necesita el amor misericordioso de Dios, a cuya luz se manifiesta el inexpresable valor de todo ser humano. Se necesita la misericordia para hacer que toda injusticia en el mundo termine en el resplandor de la verdad.

Por eso hoy quiero consagrar solemnemente el mundo a la Misericordia divina. Lo hago con el deseo ardiente de que el mensaje del amor misericordioso de Dios, proclamado aquí a través de santa Faustina, llegue a todos los habitantes de la tierra y llene su corazón de esperanza. Que este mensaje se difunda desde este lugar a toda nuestra amada patria y al mundo. Ojalá se cumpla la firme promesa del Señor Jesús: de aquí debe salir 'la chispa que preparará al mundo para su última venida'. Es preciso encender esta chispa de la gracia de Dios. Es preciso transmitir al mundo este fuego de la misericordia. En la misericordia de Dios el mundo encontrará la paz, y el hombre, la felicidad..."

(San Juan Pablo II)

 

Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amen

 Oracion final a la Virgen Maria

Soy todo tuyo, Maria, y todo lo  mio es tuyo. Te recibo como mi todo. ¡Dame tu corazón, oh Maria!

San Juan Pablo II, ¡Ruega por nosotros!

 

 (Gracias al padre Sebastian Zagari – tomado de su FB)

Novena a San Juan Pablo II - 19/10 Dia 7

 


"Esta vocación al amor es, de modo natural, el elemento más íntimamente unido a los jóvenes. Como sacerdote, me di cuenta muy pronto de esto. Sentía una llamada interior en esa dirección. Hay que preparar a los jóvenes para el matrimonio, hay que enseñarles el amor. El amor no es cosa que se aprenda, ¡y sin embargo no hay nada que sea más necesario enseñar!

Siendo aún un joven sacerdote aprendí a amar el amor humano. Éste es uno de los temas fundamentales sobre el que centré mi sacerdocio, mi ministerio desde el púlpito, en el confesonario, y también a través de la palabra escrita. Si se ama el amor humano, nace también la viva necesidad de dedicar todas las fuerzas a la búsqueda de un «amor hermoso». Porque el amor es hermoso. Los jóvenes, en el fondo, buscan siempre la belleza del amor, quieren que su amor sea bello. Si ceden a las debilidades, imitando modelos de comportamiento que bien pueden calificarse como «un escándalo del mundo contemporáneo» (y son modelos desgraciadamente muy difundidos), en lo profundo del corazón desean un amor hermoso y puro. Esto es válido tanto para los chicos como para las chicas. En definitiva, saben que nadie puede concederles un amor así, fuera de Dios. Y, por tanto, están dispuestos a seguir a Cristo, sin mirar los sacrificios que eso pueda comportar. […]

Los jóvenes y la Iglesia. Resumiendo, deseo subrayar que los jóvenes buscan a Dios, buscan el sentido de la vida, buscan respuestas definitivas: «¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?» (Lucas 10,25). En esta búsqueda no pueden dejar de encontrar la Iglesia. Y tampoco la Iglesia puede dejar de encontrar a los jóvenes. Solamente hace falta que la Iglesia posea una profunda comprensión de lo que es la juventud, de la importancia que reviste para todo hombre. Hace falta también que los jóvenes conozcan la Iglesia, que descubran en ella a Cristo, que camina a través de los siglos con cada generación, con cada hombre..."

(San Juan Pablo II)

Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración final a la Virgen María

Soy todo tuyo, María, y todo lo mío es tuyo. Te recibo como mi todo. ¡Dame tu corazón, oh María

San Juan Pablo II, ¡Ruega por nosotros!

  (Gracias al padre Sebastian Zagari – tomado de su FB)

Novena a San Juan Pablo II – 18/10 - Dia 6

 


"¡Miren al Señor! Al contacto de Jesús despunta la vida. Lejos de El sólo hay oscuridad y muerte. Ustedes tienen sed de vida eterna. Búsquenla y hállenla en quien no sólo da la vida, sino en quien es la Vida misma. ¡Busquen a Cristo! ¡Miren a Cristo! ¡Vivan en Cristo! Este es mi mensaje: «Que Jesús sea “la piedra angular”, de sus vidas y de la nueva civilización que en solidaridad generosa y compartida tienen que construir. No puede haber auténtico crecimiento humano en la paz y en la justicia, en la verdad y en la libertad, si Cristo no se hace presente con su fuerza salvadora».

¿Qué significa construir su vida en Cristo?Significa dejarse comprometer por su amor. Un amor que pide coherencia en el propio comportamiento, que exige acomodar la propia conducta a la doctrina y a los mandamientos de Jesucristo y de su Iglesia; un amor que llena nuestras vidas de una felicidad y de una paz que el mundo no puede dar, a pesar de que tanto la necesita. No tengan miedo a las exigencias del amor de Cristo. Teman, por el contrario, la pusilanimidad, la ligereza, la comodidad, el egoísmo; todo aquello que quiera acallar la voz de Cristo que, dirigiéndose a cada una, a cada uno, repite: “Contigo hablo, levántate”.

Miren a Cristo con valentía, contemplando su vida a través de la lectura sosegada del Evangelio; tratándole con confianza en la intimidad de su oración, en los sacramentos, especialmente en la Sagrada Eucaristía, donde Él mismo se ofrece por nosotros y permanece realmente presente...Si tratan a Cristo, oirán también ustedes en lo más intimo del alma los requerimientos del Señor, sus insinuaciones continuas. Jesús continúa dirigiéndose a ustedes y repitiéndoles: “Contigo hablo, levántate”, especialmente cada vez que no sean fieles con las obras a quien profesan con los labios. Procuren, pues, no separarse de Cristo, conservando en su alma la gracia divina que recibieron en el bautismo..."

(San Juan Pablo II)

 

Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amen.

 Soy todo tuyo, María, y todo lo mío es tuyo. Te recibo como mi todo. ¡Dame tu corazón, oh María

San Juan Pablo II, ¡Ruega por nosotros!

  (Gracias al padre Sebastian Zagari – tomado de su FB)

domingo, 18 de octubre de 2020

Novena a San Juan Pablo II – 17/10 - Dia 5

 


"`Y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón´. Estas palabras del Apocalipsis nos hacen pensar en la gran lucha que se libra entre el bien y el mal, pudiendo constatar cómo el hombre, al alejarse de Dios, no puede hallar la felicidad, sino que acaba por destruirse a sí mismo.

 

El mensaje de Fátima es una llamada a la conversión, alertando a la humanidad para que no siga el juego del `dragón´, que con su `cola´ arrastró un tercio de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra. La meta última del hombre es el Cielo, su verdadera casa, donde el Padre celestial, con su amor misericordioso, espera a todos. Dios quiere que nadie se pierda; por eso, hace dos mil años, envió a la tierra a su Hijo, `a buscar y salvar lo que estaba perdido´. Él nos ha salvado con su muerte en la cruz; ¡que nadie haga vana esa cruz!...

Con su solicitud materna, la santísima Virgen vino aquí, a Fátima, a pedir a los hombres que "no ofendieran más a Dios, nuestro Señor, que ya ha sido muy ofendido". Su dolor de madre la impulsa a hablar; está en juego el destino de sus hijos. Por eso pedía a los pastorcitos: "Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores, pues muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique y pida por ellas". La pequeña Jacinta sintió y vivió como suya esta aflicción de la Virgen, ofreciéndose heroicamente como víctima por los pecadores...

 

Mis últimas palabras son para los niños: La Virgen tiene mucha necesidad de todos ustedes para consolar a Jesús, triste por los pecados que se cometen; tiene necesidad de sus oraciones y sacrificios por los pecadores. Pidan a sus padres y educadores que los inscriban a la `escuela´ de Nuestra Señora, para que les enseñe a ser como los pastorcitos, que procuraban hacer todo lo que ella les pedía. Les digo que `se avanza más en poco tiempo de sumisión y dependencia de María, que en años enteros de iniciativas personales, apoyándose sólo en sí mismos´. Fue así como los pastorcitos rápidamente alcanzaron la santidad..."

(San Juan Pablo II)

 Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amen

 Soy todo tuyo, Maria, y todo lo mio estuyo. Te recibo como mi todo. ¿Dame tu corazón, oh Maria!

 San Juan Pablo II, Ruega por nosotros!

  (Gracias al padre Sebastian Zagari – tomado de su FB)

viernes, 16 de octubre de 2020

Novena a San Juan Pablo II – 16/10 - Dia 4

 


"La potestad absoluta y también dulce y suave del Señor responde a lo más profundo del hombre, a sus más elevadas aspiraciones de la inteligencia, de la voluntad y del corazón. Esta potestad no habla con un lenguaje de fuerza, sino que se expresa en la caridad y en la verdad. El nuevo Sucesor de Pedro en la Sede de Roma eleva hoy una oración fervorosa, humilde y confiada: ¡Oh, Cristo! ¡Haz que yo me convierta en servidor, y lo sea, de tu única potestad! ¡Servidor de tu dulce potestad! ¡Servidor de tu potestad que no conoce ocaso! ¡Haz que yo sea un siervo! Más aún, siervo de tus siervos.

 ¡Hermanos y hermanas! ¡No tengan miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! ¡Ayuden al Papa y a todos los que quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, servir al hombre y a la humanidad entera! ¡No teman! ¡Abran! Más todavía, ¡abran de par en par las puertas a Cristo! Abran a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura. de la civilización y del desarrollo. ¡No tengan miedo! Cristo conoce «lo que hay dentro del hombre». ¡Sólo Él lo conoce!

 Con frecuencia el hombre actual no sabe lo que lleva dentro, en lo profundo de su ánimo, de su corazón. Muchas veces se siente inseguro sobre el sentido de su vida en este mundo. Se siente invadido por la duda que se transforma en desesperación. Permiten, pues, —se lo ruego, se lo imploro con humildad y con confianza— permitan que Cristo hable al hombre. ¡Sólo El tiene palabras de vida, sí, de vida eterna!"

 (San Juan Pablo II)

 Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amén

Oracion final a la Virgen Maria

Soy todo tuyo, Maria, y todo lo mio es tuyo. Te recibo como mi todo. Dame tu corazón, oh María

 (Gracias al padre Sebastian Zagari – tomado de su FB)


jueves, 15 de octubre de 2020

Novena a San Juan Pablo II – 15/10 - Dia 3

 


"«¡No tengan miedo!», decía Cristo a los apóstoles (Lucas 24,36) y a las mujeres (Mateo 28,10) después de la Resurrección. En los textos evangélicos no consta que la Señora haya sido destinataria de esta recomendación; fuerte en Su fe, Ella «no tuvo miedo». El modo en que María participa en la victoria de Cristo yo lo he conocido sobre todo por la experiencia de mi nación. De boca del cardenal Stefan Wyszynski sabía también que su predecesor, el cardenal August Hlond, al morir, pronunció estas significativas palabras: «La victoria, si llega, llegará por medio de María.» Durante mi ministerio pastoral en Polonia, fui testigo del modo en que aquellas palabras se iban realizando.

Mientras entraba en los problemas de la Iglesia universal, al ser elegido Papa, llevaba en mí una convicción semejante: que también en esta dimensión universal, la victoria, si llega, será alcanzada por María. Cristo vencerá por medio de Ella, porque Él quiere que las victorias de la Iglesia en el mundo contemporáneo y en el mundo del futuro estén unidas a Ella"

(San Juan Pablo II)

 

Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración final a la Virgen María

 

Soy todo tuyo, María, y todo lo mío es tuyo. Te recibo como mi todo. ¡Dame tu corazón, oh María!

 

San Juan Pablo II, ¡Ruega por nosotros!

 

(Gracias al padre Sebastian Zagari – tomado de su FB)

miércoles, 14 de octubre de 2020

Novena a San Juan Pablo II - 14/10 - Dia 2

 


"Totus Tuus. Esta fórmula no tiene solamente un carácter piadoso, no es una simple expresión de devoción: es algo más. La orientación hacia una devoción tal se afirmó en mí en el período en que, durante la Segunda Guerra Mundial, trabajaba de obrero en una fábrica. En un primer momento me había parecido que debía alejarme un poco de la devoción mariana de la infancia, en beneficio de un cristianismo cristocéntrico. Gracias a san Luis Grignon de Montfort comprendí que la verdadera devoción a la Madre de Dios es, sin embargo, cristocéntrica, más aún, que está profundamente radicada en el Misterio trinitario de Dios, y en los misterios de la Encarnación y la Redención.

Así pues, redescubrí con conocimiento de causa la nueva piedad mariana, y esta forma madura de devoción a la Madre de Dios me ha seguido a través de los años: sus frutos son la Redemptoris Mater y la Mulieris dignitatem.

Respecto a la devoción mariana, cada uno de nosotros debe tener claro que no se trata sólo de una necesidad del corazón, de una inclinación sentimental, sino que corresponde también a la verdad objetiva sobre la Madre de Dios. María es la nueva Eva, que Dios pone ante el nuevo Adán-Cristo, comenzando por la Anunciación, a través de la noche del Nacimiento en Belén, el banquete de bodas en Caná de Galilea, la Cruz sobre el Gólgota, hasta el cenáculo del Pentecostés: la Madre de Cristo Redentor es la Madre de la Iglesia"

(San Juan Pablo II)

Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración final a la Virgen María Soy todo tuyo, María, y todo lo mío es tuyo. Te recibo como mi todo. ¡Dame tu corazón, oh María!

San Juan Pablo II, ¡Ruega por nosotros!

(tomado del FB del padre Sebastian Zagari)

Novena a San Juan Pablo II - 13/10 - DIA 1

 



"Cuando el 22 de octubre de 1978 pronuncié en la plaza de San Pedro las palabras «¡No tengan miedo!», no era plenamente consciente de lo lejos que me llevarían a mí y a la Iglesia entera. Su contenido provenía más del Espíritu Santo, prometido por el Señor Jesús a los apóstoles como Consolador, que del hombre que las pronunciaba. Sin embargo, con el paso de los años, las he recordado en variadas circunstancias.

La exhortación «¡No tengan miedo!» debe ser leída en una dimensión muy amplia. En cierto sentido era una exhortación dirigida a todos los hombres, una exhortación a vencer el miedo a la actual situación mundial, sea en Oriente, sea en Occidente, tanto en el Norte como en el Sur...

¿Por qué no debemos tener miedo? Porque el hombre ha sido redimido por Dios. Mientras pronunciaba esas palabras en la plaza de San Pedro, tenía ya la convicción de que la primera encíclica y todo el pontificado estarían ligados a la verdad de la Redención. En ella se encuentra la más profunda afirmación de aquel «¡No tengan miedo!»: «¡Dios ha amado al mundo! Lo ha amado tanto que ha entregado a su Hijo unigénito!» (cfr. Juan 3,16). Este Hijo permanece en la historia de la humanidad como el Redentor. La Redención impregna toda la historia del hombre... El poder de la Cruz de Cristo y de su Resurrección es más grande que todo el mal del que el hombre podría y deberia tener miedo"

(San Juan Pablo II)

 

Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oración final a la Virgen María 

Soy todo tuyo, María, y todo lo mío es tuyo. Te recibo como mi todo. ¡Dame tu corazón, oh María!

San Juan Pablo II ¡Ruega por nosotros!

 (tomado del FB del padre Sebastian Zagari)

 

jueves, 21 de febrero de 2019

Padre Ernesto Cardenal

Acabo de regresar de vacaciones del sur. Estar sin conexión o muy esporádica, me ha imposibilitado escribir en el blog. Comienzo con esta publicación de Sebastian Zagari.


Los medios, a veces,  no nos cuentan toda la verdad de la historia y tratan de llamar la atención convirtiendo noticias en bombas mediáticas.  Lo ocurrido con el Padre Ernesto Cardenal fue en su momento un episodio triste  de la primera visita de Juan Pablo II a Nicaragua. Sebastián Zagari analiza brevemente aquel entorno y la situación actual. Con su permiso copio lo que el publicara en su página de Facebook..

“En estos días se habló mucho del Padre Ernesto Cardenal, sacerdote nicaragüense que aparece en estas dos fotos: una de 1983, frente al Papa San Juan Pablo II; otra de 2019, frente al Nuncio del Papa Francisco.


En 1983 participaba del gobierno revolucionario sandinista presidido por Daniel Ortega, gobierno que recibió a Juan Pablo II en Nicaragua en uno de sus viajes más difíciles, donde el Papa sintió que no pudo encontrarse realmente con el pueblo (así lo dijo cuando volvió a Nicaragua en 1996). En ese momento, al llegar al país, el Papa lo llamó a regularizar su situación con la Iglesia, ya que siendo sacerdote no podía y no debía participar de ese gobierno. Como continuó en esa postura, fue suspendido del ministerio algunos meses después.
En 2019, el padre Ernesto Cardenal, ya con 94 años y muy enfermo, y todavía suspendido del ministerio, recibió la visita del Nuncio del Papa en Nicaragua y pidió, ahora sí, que le sean levantadas las censuras, algo que le fue concedido por el Papa Francisco y, por esa razón, en la segunda foto, está concelebrando la Misa en el hospital, por primera vez después de más de 30 años. Por otro lado, el mismo sacerdote en los últimos años ha sido muy claro y muy duro denunciando como dictadura el actual gobierno del mismo Daniel Ortega, que una vez más está al frente del país con una violencia que está devastando Nicaragua.
Me llamó la atención que algunos medios han usado esta noticia para contraponer a los dos Papas como si pusieran de manifiesto dos Iglesias distintas y opuestas. De hecho lo consulté con hermanos de Nicaragua y me compartían que esta errónea interpretación mediática no se dio tanto en su país, donde naturalmente conocen la propia historia, pero sí en los medios internacionales, a los cuales les resulta más fácil manipular la noticia.
En una época en la que el Santo Padre nos habla tanto del discernimiento de cada situación, no me resulta difícil ver un mismo espíritu en las decisiones de los dos Papas, decisiones realizadas en momentos diferentes, muy separados en el tiempo, y en circunstancias completamente diferentes la una de la otra. El Papa Juan Pablo, en aquel momento, corrigiendo a un sacerdote que había equivocado el camino, confundiendo la propia misión y el modo adecuado de involucrarse en la transformación de la realidad social, corrigiéndolo pensando en el bien de este sacerdote. El Papa Francisco, en este momento, concediéndole al final de su vida
la plena reconciliación con la Iglesia, pensando también en el bien de este sacerdote. En definitiva, tanto en 1983 como en 2019, es Pedro el que actúa, de acuerdo a la realidad del momento, cumpliendo su misión de confirmar en la fe.
Me alegra ver al padre Ernesto Cardenal concelebrando la Eucaristia nuevamente, como sacerdote de Cristo, al final de su vida. Me alegra haber tenido a un Papa grande y santo como Juan Pablo II guiando a la Iglesia por 27 años. Y me alegra también tener hoy al Papa Francisco llevando a la Iglesia por los caminos que el Espíritu nos pide en este tiempo. Contraponer a uno y otro es fruto de una mirada miope, que lee la historia reciente de la Iglesia tal vez sólo desde una visión sociológica bastante pobre, pero deja de lado la mirada de fe. Como decía otro Sucesor de Pedro, "no perdamos nunca esta visión de fe, que es la única visión verdadera del camino de la Iglesia y del mundo".

Sebastian Zagari  
(Invito visitar su FB)

sábado, 26 de enero de 2019

JMJ 2019 – Catequesis y Via Crucis




El viernes tuvimos el ultimo día de catequesis en la iglesia Nuestra Señora del Rosario, en esta ocasión con el obispo de Limón (Costa Rica). La catequesis fue distinta a las anteriores ya que se trató de una motivación para acercarnos al sacramento de la Reconciliación. Luego el obispo y los sacerdotes presentes confesamos a los jovenes que participaron en la catequesis. Y terminamos con la Misa en la fiesta de la conversión de San Pablo. Por la tarde, en la Cinta Costera, tuvimos el rezo del Via Crucis con el Santo Padre. Fue un momento muy profundo de oración, mariano y latinoamericano, reflexionando las cruces de hoy en el mundo y especialmente en nuestro continente. El discurso del Papa, casi a modo de oración, recorrió esas cruces llevándonos a preguntarnos qué actitud queremos tomar. Nos invitó a no dejarnos anestesiar por esta sociedad que "consume y se consume, que ignora y se ignora en el dolor de sus hermanos” y, poniendo como ejemplo a la Virgen, nos invitó a estar de pie junto a la cruz: "queremos ser una Iglesia que sostiene y acompaña, que sabe decir: ¡Aquí estoy! en la vida y en las cruces de tantos cristos que caminan a nuestro lado”. La pregunta fue "¿Qué hacemos? ¿Cómo reaccionamos?". Y el clima de oración ayudó a buscar la respuesta. El Papa no salió en papamovil como el día anterior, recorriendo todo el campo, sino que se retiró en coche cerrado y rápidamente. No sé la razón pero se me ocurrió que tal vez para mantener ese clima de oración y reflexión que se había generado. Por la noche, ya en la barriada, las familias nos ofrecieron un hermoso momento de encuentro y de fiesta, donde compartimos la cena dando gracias a Dios por habernos reunido.

(publicado con el permiso del joven sacerdote Sebastián Zagari, San Pedro, Prov. Buenos Aires – invito visitar su Facebook) .

viernes, 25 de enero de 2019

JMJ 2019 Primer dia de catequesis (2)



 “El miércoles tuvimos un día bien intenso en la JMJ: fue el primer día de catequesis. En nuestra sede, la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, estuvimos con un obispo nicaragüense que nos habló del tema "Aquí estoy, Señor". Luego respondió las preguntas de los jóvenes presentes (éramos de varios países). De ahi nos fuimos al Parque Omar, donde en estos días se vive uno de los centros espirituales de la JMJ con distintas propuestas... Ahí visitamos la feria vocacional con los distintos stands de congregaciones y movimientos eclesiales... Estuvimos rezando en la Capilla de Adoración, que está a cargo de las hermanas Misioneras de la Caridad, y por eso puede venerarse ahi una reliquia de Santa Teresa de Calcuta. Y allí también pudimos rezar frente a la imagen de Nuestra Señora de Fátima (traída especialmente desde Portugal... según algunos vino a Panamá a llevarse la JMJ para allá... ¡el domingo se sabrá!). Un lugar muy especial de oración donse pudimos escuchar a Cristóbal Fones, el jesuita de Chile que canta música católica. De allí nos fuimos a la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes, donde tuvimos una Misa de los argentinos, con el templo lleno, que fue presidida por el Arzobispo de Salta: una fiesta celeste y blanca. Y desde allí nos fuimos a la calle, a esperar al Santo Padre, que pasó delante de nuestro, frente a una multitud que lo esperaba. La emoción de verlo cerca, de ver su sonrisa, de estar frente a él, se sintió en el corazón de todos. Sólo con su presencia el Sucesor de Pedro ya nos confirmó en la fe... esta tarde lo hará también con su palabra. Por la noche cerramos la jornada tomando unos mates en la plaza del barrio donde nos alojamos, junto a algunos de nuestras familias que ya se están haciendo también amigas del mate!”

El jueves a la mañana participamos de la catequesis en la iglesia Nuestra Señora del Rosario. La catequesis en esta ocasión no la dio un obispo porque los obispos centroamericanos a la misma hora se encontraban con el Papa Francisco. Por esta razón, en nuestra sede, la catequesis fue dada por el Padre Pedro Madrid, asesor nacional de pastoral juvenil de El Salvador, sobre el tema "servidores del Señor". Luego de la catequesis hubo varias preguntas y respuestas de los jóvenes .

 Y terminamos con la celebración de la Misa. Después de la Misa la parroquia ofreció un almuerzo al sacerdote que dio la catequesis y a uno o dos representantes de cada nacionalidad: participamos con Mariano por Argentina. De allí nos fuimos a la Cinta Costera para vivir el primer gran encuentro con el Santo Padre. Fue un verdadero caos la entrada, mucha gente queriendo entrar al mismo tiempo, y se hizo bastante difícil. Pero una vez que entramos pudimos acomodarnos en un lugar con una buena pantalla, en un lugar donde podíamos estar cómodos para participar de la ceremonia (en realidad la clave es no obsesionarse para estar adelante de todo). Desde donde estaba pudimos ver al Santo Padre ya que hizo un amplio recorrido por la Cinta Costera tanto al principio como al final de la ceremonia. Las palabras del Papa, como siempre, una genialidad, desde el primer momento que dijo "¡Qué bueno volver a encontrarnos en esta tierra que nos recibe con tanto color... y calor!". Recordó cuando tres años atrás dijo que no sabía si él iba a estar en Panama pero que Pedro sí iba a estar: "¡Pedro y la Iglesia caminan con ustedes!". Y no para crear una Iglesia más divertida o cool, una Iglesia paralela, sino un nuevo Pentecostés. Insistió mucho en que más allá de todas las diferencias que nos distinguen, podemos vivir la cultura del encuentro. Y nos advirtió que es el demonio el que busca dividirnos. Fue muy lindo cuando dijo que «el amor verdadero no anula las legítimas diferencias, sino que las armoniza en una unidad superior» y preguntó ¿Saben quién dijo esto? ¡El Papa Benedicto! Un aplauso para el que nos está mirando por televisión!". Nos llamó a ser constructores de puentes y no de muros. Y a no tener miedo de amar. Y nos hizo repetir, con San Romero, que el cristianismo es Jesús. Al final nos dijo que lo más esperanzador de esta JMJ iba a ser nuestra oración y los rostros con los cuales volvamos a nuestras casas. Después de recibir la bendición del Papa nos fuimos a conocer el Casco Antiguo y volvimos a las casas con todo lo que el Papa nos dejó en el corazón.

(publicado con el permiso del joven sacerdote Sebastián Zagari, San Pedro, Prov. Buenos Aires – invito visitar su Facebook) .

jueves, 24 de enero de 2019

JMJ 2019 Primer dia de catequesis (1 de 2)



 “El miércoles tuvimos un día bien intenso en la JMJ: fue el primer día de catequesis. En nuestra sede, la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, estuvimos con un obispo nicaragüense que nos habló del tema "Aquí estoy, Señor". Luego respondió las preguntas de los jóvenes presentes (éramos de varios países). De ahi nos fuimos al Parque Omar, donde en estos días se vive uno de los centros espirituales de la JMJ con distintas propuestas...

 Ahí visitamos la feria vocacional con los distintos stands de congregaciones y movimientos eclesiales... Estuvimos rezando en la Capilla de Adoración, que está a cargo de las hermanas Misioneras de la Caridad, y por eso puede venerarse ahi una reliquia de Santa Teresa de Calcuta. Y allí también pudimos rezar frente a la imagen de Nuestra Señora de Fátima (traída especialmente desde Portugal... según algunos vino a Panamá a llevarse la JMJ para allá... ¡el domingo se sabrá!). 


Un lugar muy especial de oración donde pudimos escuchar a Cristóbal Fones, el jesuita de Chile que canta música católica. De allí nos fuimos a la Iglesia Nuestra Señora de Lourdes, donde tuvimos una Misa de los argentinos, con el templo lleno, que fue presidida por el Arzobispo de Salta: una fiesta celeste y blanca. Y desde allí nos fuimos a la calle, a esperar al Santo Padre, que pasó delante de nuestro, frente a una multitud que lo esperaba. La emoción de verlo cerca, de ver su sonrisa, de estar frente a él, se sintió en el corazón de todos. Sólo con su presencia el Sucesor de Pedro ya nos confirmó en la fe... esta tarde lo hará también con su palabra. Por la noche cerramos la jornada tomando unos mates en la plaza del barrio donde nos alojamos, junto a algunos de nuestras familias que ya se están haciendo también amigas del mate!

(publicado con el permiso del joven sacerdote Sebastián Zagari, San Pedro, Prov. Buenos Aires – invito visitar su Facebook) .

miércoles, 23 de enero de 2019

JMJ 2019 Panama - Ser santos






“Por la tarde del martes comenzó oficialmente la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá con la Misa de Apertura que presidió Monseñor Ulloa, Arzobispo de Panamá, en la Cinta Costera, un lugar con una vista hermosa de la ciudad. Había banderas de muchísimos países y la alegría propia se estos encuentros de fe. La Misa se celebró en honor a Santa María la Antigua, Patrona de Panamá. La homilia del Arzobispo tuvo mucha fuerza y le habló de corazón a los jóvenes. Agradeció al Papa por haber elegido este país y esta región como sede de la JMJ... "una JMJ para la juventud de las periferias existenciales y geográficas". Fue muy lindo lo que dijo de que podemos esperar nosotros de Panamá: puso como ejemplo lo que se vivió en los Dias en las Diocesis compartiendo la cultura y la alegría de la fe. Mencionó "dar lo mejor de lo nuestro, el cariño, la cercanía, la fraternidad, el adoptarlos como verdadera familia, la familia de Dios": ¡Y no son sólo palabras! ¡Nosotros lo vivimos en Costa Rica! ¡Y ahora en Panamá con las familias que nos reciben y con la gente en general en los diversos lugares donde nos movemos! Mons. Ulloa dijo que toda la preparación era para que podamos encontrarnos con Jesús. Muy fuerte su llamado a ser santos, haciéndose eco del Papa Francisco: "para ser santo hay que ir contracorriente; hay que saber llorar, es salir de la lógica del pare de sufrir, que nos hace gastar muchas energías para escapar de las circunstancias donde se hace presente el sufrimiento. El ser santo nos hace salir de la corrupción espiritual y material, de todo aquello que nos causa mal y ofende a Dios. Un santo defiende a los indefensos: al no nacido, pero también al nacido en miseria; defiende a los migrantes, busca la justicia; ora, vive y ama a la comunidad; es alegre y tiene sentido del humor; lucha siempre, sale de la mediocridad, vive la misericordia de Dios y la comparte con el prójimo"... Y nombró como ejemplo a los patronos de esta JMJ (y sigue siendo fuerte el aplauso a San Juan Pablo II). Al final terminó llamando a los jóvenes a seguir haciendo lío como pide el Papa. La Misa de Apertura estuvo llena de alegría y ya una vez más, como en todas las JMJ, se escuchó el canto de los jóvenes: "¡Esta es la juventud del Papa!" Y hoy con alegría lo recibiremos a Francisco”

(publicado con el permiso del joven sacerdote Sebastián Zagari, San Pedro, Prov. Buenos Aires – invito visitar su Facebook) .