Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 14 de octubre de 2022

Juan Pablo II Un papa que nunca muere

 


(el periodista de la TVP Krzysztof Tadej habla con el cardenal Stanislaw Dziwisz)

 

KRZYSZTOF TADEJ:  El 16 de octubre de 1978 cuando apareció el humo blanco  que paso?

CARDINAL STANISŁAW DZIWISZ: - Yo estaba parado entre la multitud en la Plaza San Pedro, del lado izquierdo, cerca de la fuente..

KT: A las 6.44 de la tarde en el balcón central de la Basilica de San Pedro apareció el Cardenal Pericle Felici.

SD: El cardinal Felici comenzó su  anuncio: ‘Annuntio vobis gaudium magnum – habemus papam… ‘(Les anuncio un gran gozo – tenemos Papa) Cuando pronunció el nombre  ‘Carolum’  mi corazón pego un brinco.  Y al rato el cardenal dijo: ´Wojtyla´ y entonces pensé: Ocurrió

KT: Y no, por ejemplo: Que maravilloso!

SD: Es muy difícil describir el gozo experimentado. Pero tuve una doble sensación que a pesar de sentir tremendo orgullo y felicidad era consciente que a partir de aquel momento todo cambiaría.  Y me inundó una cierta nostalgia. Además era consciente cuanta responsabilidad caía ahora sobre el cardenal Wojtyla.  La Iglesia y el mundo en un momento particular de la historia.  El Papa polaco se enfrentaría con un trabajo muy duro.

KT.  Como reacciono la gente mas allegada al cardenal?

SD: El entusiasmo era contagioso. Pero mucha gente no sabia de quien se trataba.   Preguntaban de donde era.  Y la plaza comenzó a llenarse muy pronto,  en cuanto trascendió el resultado del cónclave. Los romanos dejaron sus quehaceres para ir a ver al Santo Padre. Cuando Juan Pablo II apareció en el balcón, generó una increíble euforia.   Vivas, aplausos y algarabía.  Me di cuenta que el Papa de un país lejano se había ganado muy pronto los corazones de los habitantes de la Ciudad Eterna.   EL Cardenal Stefan Wyszynski me dijo más tarde que el temía aquel momento.   Se preguntaba como reaccionarían los romanos.  Lo aceptarán?  Pero la reacción al discurso del Santo Padre aclaro todo:  el mundo comenzó a amar a Juan Pablo II de inmediato.

 KT: El Cardenal Wyszynski quería que el papa fuese un italiano? Es verdad?

SD: Antes de partir de Polonia no había pensado en otra posibilidad. Pensaba que aun no era tiempo para un papa de un país extranjero.  Asi pensaba al entrar al primer cónclave cuando murió Pablo VI, y después al segundo.  Pero el tiempo del cónclave lo hizo reflexionar.  Entendió que el Espíritu Santo quería algo diferente. Cambió de parecer y después de la elección se acerco al Papa para alentarlo y expresarle su amistad y cercanía. Una vez el Santo Padre recordaba cómo fueron aquellos momentos.  El dijo que en aquel momento decisivo, cuando el caudal de votos se inclinaba hacia su elección, el Primado del Milenio se le acercó  y le dijo que no podría rechazarlo sino que debía aceptar la elección y además sugirió un nombre: Juan Pablo II. 

KT:  había pensado el  cardinal Wojtyla que podría ser elegido?

SD: Nunca habló de eso.  El tema no se tocaba y cuando alguien comenzaba a hablar de eso el simplemente interrumpía con una oración muy breve: Él Espíritu Santo indicará.

KT:  Cuando leemos memorias acerca de Karol Wojtyla, uno tiene la sensación que mucha gente había especulado acerca de esa elección.

SD: Me sorprende, pues nadie pensaba que no volvería del cónclave. Nunca se pensó en eso.  Bueno, había gente, especialmente en Cracovia, que decía a menudo: ´Es un sacerdote santo, un obispo santo´.  Algunos decían que podría ser Papa. Yo conocí a una religiosa de un Instituto Superior de Catequesis que decía si el cardenal Wojtyla es elegido papa seria una lástima porque Cracovia perdería un hombre prominente. Después de la muerte de Juan Pablo I se escuchaban otras versiones.  Algunos decían que nuestro cardenal había sido considerado durante el cónclave anterior.  Pero deberíamos recordar que solo eran  opiniones sueltas.   Mas tarde la situación tomo otro curso pues en cuanto fue pronunciado el nombre del nuevo Papa en la plaza San Pedro, el diario vaticano publico un dossier sobre el cardenal Wojtyla. Esta preparación de la prensa vaticana significaba que había sido considerado candidato.

KT: Y usted Cardenal? Alguna vez pensó que podría ocurrir?

SD: ya desde el comienzo yo era consciente con quien trabajaba. Veia la grandeza de Karol Wojtyla A pesar de su juventud pertenecía a las personas mas prominentes  de la Iglesia. Participaba en los sínodos junto a cardenales arzobispos y obispos de todo el mundo. Solo falto una vez: cuando las autoridades no le permitieron al cardenal Wyszynski ausentarse de Polonia, y en signo de solidaridad con el Primado, el cardenal Wojtyla tampoco fue al Sínodo.    Debemos reconocer que el sobresalía en aquellos foros. Sus participaciones no eran ignoradas.  Además el mantenía amistad con el papa Pablo VI. El Santo Padre lo invitaba a audiencias privadas, siempre que el cardenal Wojtyla estaba en Roma. Le confió también los ejercicios espirituales para el y toda la Curia romana demostrando su respeto y reconocimiento para la jerarquía polaca. El Cardenal Wojtyla era conocido en la Iglesia y sus opiniones eran altamente respetadas.  Era considerado  filosofo  y sacerdote prominente.  Era también centro de atención  en los medios cuando estaba en Roma.   El diario ¨L’Osservatore Romano´habia preparado las características de diez de los candidatos mas importantes,   entre ellos estaba Karol Wojtyla. Antes del cónclave me consultaron por su biografía.  Pero también otros diarios y revistas serios lo mencionaban como candidato a la sucesión de San Pedro.

KT: no había señales que sería elegido?  Una vez el cardenal me comento acerca de una situación extraña después de la muerte de Pablo VI. 

SD: Si increíble. A comienzos de Agosto de 1978 Karol Wojtyla se encontraba en las montañas Bieszczady con sus amigos. Debía enterarse de la muerte de Pablo VI. Al dia siguiente lo fui a ver. Estaban descendiendo de la montaña en un dia maravilloso. De repente debieron cruzar el rio San. Se sacaron los zapatos, y descalzos caminando sobre piedras llegaron al otro lado del rio. Y de repente se escucharon truenos.  De un cielo totalmente despejado. Ellos pensaron que era un signo.

KT: Y a usted no le sorprendió su elección?

SD: Yo no estaba sorprendido, aunque fue sorpresa para el mundo. Es comprensible pues habían sido italianos los elegidos papas durante cientos de años.  Hoy,  visto desde la perspectiva,  creo que la Divina Providencia lo preparo a Karol Wojtyla para grandes cosas. Eran un hombre de muchos talentos: filosofo, actor, poeta. Impresionaba a todos con su conocimiento de lenguas, que hablaba con facilidad. A pesar de sus muchas responsabilidades preparaba los bosquejos de sus discursos. Su colaboración con la curia era buena pero los temas básicos eran encarados por el metropolitano de Cracovia personalmente.

KT: volvamos al momento cuando Juan Pablo II apareció por primera vez en el balcón de la Basílica de San Pedro.  Después de su discurso y bendición desapareció dentro de la Basílica. Y usted cardenal?  Fue al Papa directamente?

SD: No era fácil, pues el cónclave aun continuaba. Sin embargo, el Papa quería verme y me llevaron al salón comedor, por decisión de la comisión. Me acompaño el secretario de Estado de la Santa Sede el cardenal Jean-Marie Villot.  El Santo Padre se levanto y me saludo cordialmente.

KT: Y que dijo el?

SD: ´Que lección me han dado´! Sonrió y más tarde, aunque no recuerdo exactamente el momento, agrego: ´mis salidas a esquiar se han terminado´´

KT: Y después que paso?

SD: después de la cena el Santo Padre fue a su habitación y comenzó a preparar el discurso para  el Colegio de Cardenales que daría al dia siguiente por la mañana en la Capilla Sixtina. Quería que me quedara,  pero más tarde fui al Colegio Polaco en Plaza Remuria donde habíamos estado viviendo antes del cónclave.  Yo quería compartir esos grandes momentos con los sacerdotes polacos que estaban celebrando la elección del nuevo papa.  Euforia, gozo, aplauso – no es fácil describir en palabras lo que estaba ocurriendo allí. De inmediato Polonia se convirtió en el centro de atención. Aparecieron muchos periodistas. Preguntaban por el país que le había dado al mundo al sucesor de San Pedro.  Se podía sentir que todos esperaban algo nuevo, una nueva apertura de la Iglesia y el mundo. El nuevo Papa auguraba esperanzas de cambios. 

Y al dia siguiente el Sacerdote Cardenal regreso al Vaticano y …..

El Palacio apostólico, o sea el hogar del Papa, fue cerrado después de la muerte de Juan Pablo I. El Cardenal Villot abria las puertas de los apartamentos en presencia del Santo Padre. Cuando lo estaba haciendo, me dió las llaves. En ese momento comenzó mi cuidado del orden del Palacio Apostolico.

Niedziela 41/2018 (14 X 2018)

 

Krzysztof Tadej,Niedziela,Dziwisz,Entrevistas,1978,

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